(Nota: en morado añadí
mis comentarios.)
El Kybalión explica este principio
en su capítulo 2 donde dice:
« “El género está en todo; todo tiene sus principios masculino y femenino:
el género se manifiesta en todos los planos.” (Axioma del Kybalión)
Este principio
incorpora la verdad de que hay un género manifestado en todo lo que existe y
que los principios masculino y femenino están siempre en funcionamiento. Y esto
es verdadero no sólo en el plano físico, sino también en los planos mentales e
incluso espirituales.
(Esto es falso porque
hay muchas formas de existencia que no tienen género, como por ejemplo: los
planetas, las estrellas, etc.)
En el plano
físico el principio de género se manifiesta como SEXO, mientras que en los
planos superiores toma formas más ligeras, pero el principio es siempre el
mismo.
(Esto
también es falso porque en los planos superiores de existencia ya no existe el
género.)
Ninguna
creación física, mental o espiritual, es posible sin este principio.
(Claro
que si es posible y más abajo se los voy a demostrar.)
Y un
entendimiento de sus leyes arrojará luz sobre muchos temas que han dejado
perplejas a las mentes de los hombres.
El principio de
género trabaja siempre en la dirección de la generación y la creación. Toda
cosa y toda persona contienen los dos elementos o principios, o este gran
principio, dentro de sí, de él o de ella. Toda cosa macho tiene también el
elemento hembra, y toda hembra contiene también el elemento macho.
(Esto
es válido para los seres que tienen género, pero no para los otros seres ni
tampoco para las cosas, por ejemplo: un microorganismo no tiene género, ni
tampoco una piedra.)
Por lo que si queréis entender la filosofía de la creación, la generación y la
regeneración mentales y espirituales, debéis entender y estudiar este principio
hermético ya que contiene la solución de muchos misterios de la vida.
(El
género sirve para estudiar un aspecto de la biología pero no para comprender la
generación y la regeneración mentales y espirituales.)
Pero os
advertimos que este principio nada tiene que ver con las perniciosas y
degradantes teorías, enseñanzas y prácticas, que se anuncian con llamativos
títulos, pero que no son más que una prostitución del gran principio natural de
género. Tales teorías y prácticas no son más que la resurrección de las
antiguas doctrinas fálicas que sólo pueden producir la ruina de la mente, del
alma y del cuerpo.
Y la filosofía
hermética siempre ha alzado su verbo de protesta contra esas repugnantes
enseñanzas, la filosofía hermética siempre ha hecho sonar la nota de
advertencia contra esas enseñanzas degradadas que tienden hacia la lujuria, la
licenciosidad y la perversión de los principios de la Naturaleza.
Por lo que si
ustedes buscáis tales enseñanzas, debéis ir a otra parte por ellas, ya que el
hermetismo no contiene nada para vosotros a lo largo de esas líneas. Pero para
quien es puro, todas las cosas son puras, mientras que para quien es vil, todas
las cosas son viles.
(Probablemente
aquí el autor del Kybalión se está refiriendo a las técnicas sexuales, y es
cierto que algunas son nocivas pero otras son benéficas.) »
Y en el
capítulo 13 El Kybalión detalla más sobre este principio diciendo:
« El séptimo gran principio
hermético, el principio de género, encierra la verdad de que el género se
manifiesta en todas las cosas, y de que los principios masculinos y femeninos
están siempre presentes en plena actividad en todos los fenómenos y en cada uno
de los planos de la vida.
(Como se los demostré arriba eso es falso.)
Y en este punto es bueno llamar la atención sobre el hecho de que el
género, en su sentido hermético, y el sexo, en la concepción ordinariamente
aceptada de ese término, no son lo mismo.
(Aquí el autor del Kybalión se está contradiciendo
porque arriba él afirmó que “en el plano físico el principio de género
se manifiesta como SEXO”, y les señalo que fue él mismo quien puso la
palabra sexo en mayúsculas.)
La palabra «género» deriva de la raíz latina que significa: generar,
concebir, procrear, crear, producir.
(Esto es falso y en realidad la palabra género proviene de la
palabra latina generis que significa
estirpe o linaje.)
Y un momento de reflexión sobre este asunto demostrará que esa palabra
tiene un significado mucho más amplio y general que el término «sexo», pues
este se refiere a las distinciones físicas entre los seres machos y hembras.
(Efectivamente la palabra género tiene también otros
significados pero ninguno de ellos es generar, concebir, procrear, crear y
producir, como lo asevera el autor del Kybalión.)
Por lo tanto el sexo no es más que una mera manifestación del género en
cierto nivel del gran plano físico, y que es el de la vida orgánica. Y es
necesario que esta distinción se imprima en la mente porque ciertos escritores
que han adquirido algunas nociones de filosofía hermética han tratado de
identificar este séptimo principio con erróneas y a veces reprensibles teorías
y enseñanzas concernientes al sexo.
(Aquí el autor del Kybalión vuelve a mostrar su
repudio hacia las técnicas sexuales, pero eso forma parte del sexo y por lo
tanto del género en su sentido sexual; qué al autor del Kybalión no le guste eso
es otra cosa.)
El oficio del género es solamente el de crear, producir, generar, etc.,
y sus manifestaciones son visibles en todos los planos fenoménicos.
(Reitero que esto es falso como a continuación se los
voy a demostrar.)
Aunque es un tanto difícil aportar pruebas de esto en base a las líneas
científicas, porque la ciencia no ha reconocido todavía a este principio como
una aplicación universal, pero aún así se van produciendo algunas pruebas
provenientes de fuentes científicas. »
OBSERVACIONES
A continuación les voy a detallar las mentiras que dijo el autor del
Kybalión:
1. El dice que: “el género es [aparte del sexo ‘limpio’] solamente el de
crear, producir, generar, etc.”
Pero eso es falso porque la Real Academia Española da las siguientes
definiciones para la palabra género:
1. Conjunto de seres que
tienen uno o varios caracteres comunes.
2. Clase o tipo a que
pertenecen personas o cosas. Ese género de bromas no me gusta.
3. Grupo al que
pertenecen los seres humanos de cada sexo, entendido este desde un punto de
vista sociocultural en lugar de exclusivamente biológico.
4. En el comercio,
mercancía.
5. Tela o tejido. Géneros de algodón, de hilo, de seda.
6. En las artes, sobre
todo en la literatura, cada una de las distintas categorías o clases en que se
pueden ordenar las obras según rasgos comunes de forma y de contenido.
7. En biología. Taxón
que agrupa a especies que comparten ciertos caracteres.
8. En gramática.
Categoría gramatical inherente en sustantivos y pronombres, codificada a través
de la concordancia en otras clases de palabras y que en pronombres y
sustantivos animados puede expresar sexo. El género de los
nombres.
(Fuente:
https://dle.rae.es/g%C3%A9nero?m=form)
Y
como ustedes mismos lo puede constatar ninguna de esas definiciones corresponde
a lo que dijo el autor del Kybalión, y esto se debe porque ese individuo no se
dio la pena de investigar y erróneamente él pensó que la palabra género
proviene de la palabra latina generare
(que significa: generar, producir, dar a luz) y es por eso que él comete este
error.
2. El autor del Kybalión pretende que
existe un axioma hermético que dice: “El género está en todo; todo tiene sus principios masculino y femenino”.
Pero eso es falso y a las pruebas me remito:
- No existen galaxias masculinas y femeninas.
- No existen estrellas masculinas y femeninas.
- No existen planetas masculinos y femeninos.
- No existen asteroides masculinos y femeninos.
- No existen agujeros negros masculinos y femeninos.
- No existen microorganismos masculinos y femeninos.
- No existen ríos masculinos y femeninos.
- No existen océanos masculinos y femeninos.
- No existen montañas masculinas y femeninas.
- No existen rocas masculinas y femeninas.
- No existen luces masculinas y femeninas.
- No existen ondas masculinas y femeninas.
- No existen átomos masculinos y femeninos.
- Etcétera.
No existen un montón de cosas que sean masculinas y femeninas, y por lo
tanto el género NO ES UNA LEY UNIVERSAL; y un poco de reflexión por parte del
autor del Kybalión le hubiera evitado decir semejante burrada.
3. Y el autor del Kybalión en su falso
axioma hermetista añade: “El género se manifiesta en todos los planos”.
Pero esto también es falso porque los maestros de sabiduría explicaron
que el género solo es una forma de procreación que existe en el plano físico, mientras
que en cambio ya no existe en los planos sutiles (existe un poco en el plano
astral porque el plano astral es el molde del plano físico).
4. Y sobre este asunto el autor del
Kybalión recalcó: “En el plano
físico el principio de género se manifiesta como sexo, mientras que en los
planos superiores toma formas más ligeras, pero el principio es siempre el
mismo”.
Y esto también es falso porque en los planos superiores ya no existe el
género, por ejemplo Dios no tiene género, ni tampoco los ángeles tienen género.
Incluso los humanos tampoco tienen género en los planos superiores porque el
maestro Pastor explicó que ahí los humanos existen como esferas luminosas.
5. Y también el autor del Kybalión afirmó que: “Ninguna creación física, mental o
espiritual, es posible sin este principio”.
Pero eso es
completamente falso, primero porque para crear a nivel físico, mental o
espiritual no se requiere del género. Y segundo porque para procrear a nivel
físico existen otras maneras aparte de la sexual.
Pero incluso a nivel orgánico hay otras formas de procrear
aparte de la sexual, por ejemplo:
Las células se reproducen dividiéndose.
Las plantas verdes inferiores como son los hongos, las
algas, los musgos y los helechos se reproducen mediante la propagación de
esporas, que son células reproductoras que generan nuevos organismos sin la
necesidad de fertilización.
Animales poco desarrollados como son las esponjas de mar,
los cnidarios y los briozoos se reproducen por medio de la gemación que es un
proceso en donde se va formando una prominencia sobre el individuo progenitor,
que al crecer y desarrollarse, origina a un nuevo ser.
Otros animales y plantas un poco más desarrollados como
por ejemplo son las estrellas de mar, los gusanos planos y los pólipos pueden
reproducirse por medio de la regeneración que consiste en crear un nuevo ser a
partir de un fragmento suyo.
EJEMPLOS DE GÉNERO
En la segunda parte de su capítulo
trece, el autor del Kybalión quiso ilustrar el principio de género con otros
aspectos del Universo, pero su argumentación es profundamente errónea como a
continuación se los voy a demostrar:
En las partículas subatómicas
Al respecto él escribió:
En primer lugar, encontramos una
manifestación distinta del principio del género entre los corpúsculos, iones o
electrones, que constituyen las bases de la materia como la ciencia lo reconoce
actualmente, y que al constituir determinadas combinaciones, forman el átomo,
que anteriormente se consideraba como el punto final e indivisible.
La última palabra de la ciencia es
que el átomo está compuesto por una multitud de corpúsculos, electrones o iones
(diversos nombres de la misma cosa), que giran unos en torno de otros y vibran
con un elevado grado de intensidad. Pero se postula además que la formación del
átomo se debe realmente a que los corpúsculos negativos se ponen a girar en
torno de otros corpúsculos positivos.
Y los corpúsculos positivos parecen
ejercer cierta influencia sobre los negativos, impulsando a estos a constituir
ciertas combinaciones que dan como resultado la «creación» o «generación» de un
átomo. Y esto está perfectamente de acuerdo con las más antiguas enseñanzas
herméticas, que han identificado siempre al principio masculino del género con
lo “positivo” y al femenino con lo “negativo”, como en la electricidad, por
ejemplo.
Y se puede agregar ahora que la
mente pública se ha formulado una impresión completamente errónea sobre las
cualidades del llamado “polo negativo” de la materia electrizada o magnetizada,
debido a que los términos positivos y negativos han sido pésimamente aplicados
al considerarlos en un sentido literal.
Pero nada está más lejos de los
hechos reales de los fenómenos eléctricos. El polo negativo de la batería es
realmente el polo en y por el cual se manifiesta la generación o producción de
formas y energías nuevas. Nada hay de negativo en él. La palabra negativo solo
se emplea para diferenciarlo del otro polo.
Y para evitar ese malentendido, los
hombres de ciencia de mayor autoridad están actualmente empleando la palabra
«cátodo» en vez de «negativo», ya que esa palabra deriva de una raíz griega que
significa: “desciende el recorrido” o “camino de la generación”, etc.
Entonces del cátodo emerge el
torbellino de electrones o corpúsculos; y de ese mismo polo surgen esos
maravillosos «rayos» que han revolucionado las concepciones científicas durante
la pasada década.
El polo catódico es la madre de
todos los extraños fenómenos que han convertido en obsoletos a los antiguos
libros de texto y que han hecho que teorías que durante mucho tiempo aceptadas,
ahora hayan sido relegadas al montón de los desechos de las especulaciones
científicas.
El cátodo, o polo negativo, es el
principio madre de los fenómenos eléctricos y de las más sutiles formas de
materia que la ciencia conoce actualmente. De manera pues, que existen
poderosas razones que impulsan a rechazar el término «negativo», insistiendo en
sustituirlo mejor por la palabra «femenino».
Los hechos nos conducen hacia esto,
sin tener en cuenta para nada la doctrina hermética, y por consiguiente
emplearemos la palabra «femenino» en vez de «negativo» al hablar de dicho polo
de actividad.
Pues bien, las últimas enseñanzas
científicas dicen que los corpúsculos o electrones creadores son femeninos (la
ciencia dice que “están compuestos por electricidad negativa” y nosotros los
hermetistas decimos que están compuestos por energía femenina).
Un corpúsculo femenino se destaca, o
mejor dicho, deja a un corpúsculo masculino y comienza una nueva carrera.
Activamente busca una unión con un corpúsculo masculino, animado por el impulso
natural a crear nuevas formas de materia o energía.
Y cierto autor va aún más lejos y
dice que “enseguida busca, por su propia voluntad, una unión”… y este
desprendimiento y unión forman la base de la mayor parte de las actividades en
el mundo químico.
Cuando un corpúsculo femenino se une
a otro corpúsculo masculino, empieza determinado proceso. Las partículas
femeninas vibran más intensamente bajo la influencia de la energía masculina y
giran rápidamente en torno de esta última. Y el resultado es el nacimiento de
un nuevo átomo.
Este nuevo átomo está compuesto
realmente por una unión de electrones masculinos y femeninos, pero cuando la
unión se efectúa el átomo es una cosa separada que posee ciertas propiedades,
pero que ya no manifiesta más la propiedad de la electricidad cuando esta se
encuentra en libertad.
El proceso del desprendimiento o
separación de los electrones femeninos se llama «ionización». Y estos
electrones o corpúsculos son los obreros más activos en el campo de la
naturaleza, y de sus uniones o combinaciones surgen las diversas
manifestaciones de la luz, el calor, la electricidad, el magnetismo, la
atracción, la repulsión, las afinidades químicas y sus contrarios, así como
otros fenómenos de índole similar. Y todo surge de la operación del principio
de género en el plano de la energía.
El papel del principio masculino
parece ser el de dirigir a cierta energía inherente hacia el principio
femenino, poniendo así en actividad el proceso creador. Pero el principio
femenino es el único que ejecuta siempre el trabajo activo creador en todos los
planos absolutamente.
Sin embargo, cada principio es
incapaz de energía operadora sin la ayuda del otro, y es por esta razón que
todo en el mundo orgánico manifiesta ambos géneros, y siempre está el principio
masculino presente en la forma femenina, y el femenino en la forma masculina,
aunque en algunas de las formas de la vida los dos principios se combinan en un
solo organismo.
Las enseñanzas herméticas comprenden
en gran parte la operación de los dos principios del género en la producción y
manifestación de las diversas formas de energía, etc., pero no es necesario
entrar en detalles sobre este asunto, pues no es posible endosarlas
momentáneamente con pruebas científicas que aún no existen, debido a que la
ciencia no ha progresado todavía lo suficiente.
Simplemente a través del ejemplo
expuesto sobre los fenómenos de los electrones o corpúsculos se demuestra que
la ciencia está en el verdadero camino y también da una idea general sobre los
principios subyacentes.
Observación: este intento por parte del autor del Kybalión de quererles
poner un género a las partículas subatómicas es incorrecto porque si bien se
considera que los protones son positivos y los electrones son negativos, estos
no procrean para crear átomos. Y existen muchas otras partículas que ni
siquiera se les puede asociar con un género, por ejemplo: los neutrones, los neutrinos, los bosones, los fotones, los quarks, los
gluones, las partículas que componen la antimateria, las partículas que
componen la materia oscura, etc.
El mundo subatómico es mucho más
complejo que simplemente clasificarlo en “partículas masculinas y femeninas”, y
por lo tanto quererlo asociar con el género como lo hizo el autor del Kybalión
es mostrar mucha ignorancia de cómo funcionan las partículas subatómicas.
Los cristales
Al respecto él escribió:
Algunos investigadores científicos
han anunciado su creencia de que en la formación de los cristales se encuentra
algo que corresponde a una especie de actividad sexual, lo que es una prueba
más de la dirección en donde sopla el viento actualmente sobre el campo de la
ciencia.
El autor del Kybalión no puso los nombres de esos científicos y dado que
él era muy mentiroso sospecho que en realidad eso lo inventó, porque además es
falso que los cristales
se forman por una especie
de actividad sexual ya que en realidad se forman por un procedimiento de
disolución que es muy diferente a la procreación sexual.
La materia inorgánica
Al respecto él escribió:
Cada año que pasa aportará nuevos
hechos que corroborarán la exactitud del principio hermético de género. Por
ejemplo se encontrará que el género está en operación constante manifestándose
en todo el campo de la materia inorgánica.
Pero esto es falso porque no existe la materia inorgánica con género, y
a las pruebas me remito:
- No existen piedras masculinas y femeninas.
- No existen minerales masculinos y femeninos.
- No existen cristales masculinos y femeninos.
- No existen sedimentos masculinos y femeninos.
- Etc.
Energías y fuerzas
Al respecto él escribió:
Y el género está en operación
constante también manifestándose en el campo de la energía o fuerza.
Por ejemplo, la electricidad se
considera actualmente como “algo” en lo que todas las demás formas de energía
se mezclan o disuelven. La teoría eléctrica del universo es la última doctrina
científica emitida, y está adquiriendo rápidamente una gran popularidad y
aceptación.
Y de esto se deduce que si hemos
podido descubrir en el fenómeno de la electricidad una evidencia clara e
inequívoca de la presencia del género y de sus actividades, entonces se puede
afirmar sin miedo que la ciencia llegará, últimamente, a ofrecer pruebas de la
existencia, en todos los fenómenos del universo, de ese gran principio
hermético que es el principio de género.
No es necesario perder el tiempo
hablando del conocido fenómeno de la atracción y de la repulsión de los átomos,
de la afinidad química, de los amores y odios de las moléculas, de la atracción
o cohesión entre las partículas de la materia, debido a que esos hechos ya son bastante
conocidos como para exigir mayores comentarios.
¿Pero se ha pensado alguna vez en
que todas esas cosas no son más que manifestaciones del principio de género? ¿No
se ve claramente que el fenómeno es general?
Aquí el autor del Kybalión confunde la polaridad con el género, porque
es la
interacción que se produce entre las cargas eléctricas positivas y negativas que
existe entre las partículas, la que genera la atracción y la repulsión de los
átomos, la afinidad molecular, la electricidad y demás fenómenos de la física y de
la química. Pero eso no es género ya que las partículas no procrean entre
ellas.
La gravitación
Al respecto él escribió:
Y todavía más. ¿No es enteramente
razonable y lógica la enseñanza hermética que afirma que la misma ley de la
gravitación (esa extraña atracción por la cual todas las partículas y cuerpos
en el universo tienden unos hacia otros) no es sino otra manera de manifestarse
el principio de género, que opera en la dirección de atraer las energías
masculinas hacia las femeninas y viceversa?
Por el momento no es posible ofrecer
pruebas científicas, pero si se examinan los fenómenos a la luz de las
doctrinas herméticas sobre este asunto, se verá que no existe hipótesis alguna
mejor que la actual que explique esos misterios. Entonces sométanse todos los
fenómenos físicos a la prueba, y se notará que el principio de género se hace
evidente.
Esto es falso porque la gravitación ni siquiera tiene dualidad ya que no
existe una “gravitación de género opuesto” que repulse a las masas. Y las masas
tampoco tienen género ya que las masas son neutrales, no existen masas
femeninas y masculinas.
La mente
Al respecto él escribió:
Pasemos ahora a considerar en el siguiente capítulo la operación de este
principio de género en el plano mental, y muchos hechos interesantes están
esperando nuestro examen.
Aquí el autor del Kybalión sigue confundiendo dualidad con género debido
a que en el capítulo siguiente (el capítulo 14) él habló
del consciente y del subconsciente, pero eso no es género sino los dos aspectos
de nuestra mente: la activa y la pasiva. Pero el consciente y el subconsciente
no procrean.
Y para empeorar el asunto el autor del Kybalión confunde la mente del
humano con el plano mental que es un plano sutil de existencia, lo que es muy
diferente.
CONCLUSIÓN
El género no es un principio
universal ni tampoco es un principio hermético, el autor del Kybalión
simplemente afirmó eso para impresionar a sus lectores, y desafortunadamente las
explicaciones y los ejemplos que él dio están llenos de falsedades y errores, y
esto les muestra lo pésimo que es este libro y lo ignorante que fue su autor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario