En
1921, René Guénon publicó un libro muy hostil contra Blavatsky y la Sociedad
Teosófica titulado “Teosofismo: historia de una pseudo-religión”.
Esto
motivó a que en 1922 el teósofo y profesor de la Universidad de Neuchâtel,
George Méautis, publicara un folleto titulado “Teosofía y teosofismo: respuesta
a una crítica de la teosofía del Sr. René Guénon”.
Y
visiblemente molesto por las críticas que le hizo George Méautis, René Guénon
en la segunda edición de su libro publicado en 1925, añadió las siguientes
notas (y debajo de cada nota puse mis comentarios).
CAPÍTULO 1
Nota
adicional B – Blavatsky en el Oriente
No
se puede oponer a lo que decimos aquí, como se ha intentado hacer, la afirmación
de Olcott según la cual Mme. Blavatsky, en 1854, habría intentando en vano de penetrar
en el Tíbet por Bhután o el Nepal; incluso aunque ese hecho fuera cierto, lo
que la fecha indicada hace muy dudoso (pues Mme. Blavatsky debía de estar
entonces en Londres y no en Asia), no se trataría en todo caso más que de una
tentativa frustrada.
Al
igual, no se puede considerar como una alusión a los "Mahâtmâs" el
extracto de una carta publicada en el "Spiritual Scientist" de julio
de 1875, en la que Mme. Blavatsky afirmaba, sin precisar demasiado, la existencia
"según su conocimiento personal", de escuelas ocultas en las Indias,
en Asia Menor y en otros países, y donde añadía:
"La
verdadera Kábala (no se trataba pues de doctrinas hindúes o tibetanas) está en
las manos de algunos filósofos orientales, pero quiénes son y dónde residen es
algo que no se me ha permitido revelar... Todo lo que puedo decir es que ésta
existe realmente y que la sede de las fraternidades no será revelada al mundo
sino cuando la humanidad despierte".
~ * ~
Por
Kábala, Blavatsky se refiere a la Kábala Oriental.
Guénon
afirmó que Blavatsky nunca había estado en la India antes de 1978 (p.14), pero
el testimonio del general Murray que señaló el profesor Méautis demuestra que
Guénon estaba equivocado. Sin embargo Guénon actúa como si ese testimonio no fuera
importante.
Guénon
también afirmó que la iniciación de Blavatsky en el Tíbet fue pura fábula (p.27)
y quiere reforzar esa idea señalando aquí que ella no pudo entrar en el Tíbet.
Pero
el gran conocimiento budista que mostró tener Blavatsky y que varios eruditos
budistas admiraron, es una prueba de que ella si estuvo en el Tíbet.
Y
los teósofos José Sánchez y José Puertes luego de recopilar mucha documentación
histórica, indicaron que lo más probable es que Blavatsky ingresara al Tíbet en
1870.
Ellos
escribieron un libro sobre los viajes que Blavastky efectuó hasta 1873 que ustedes
pueden descargar en este link, y también resumieron
esos viajes en este video:
Guénon
también afirmó que los Maestros transhimaláyicos son una mentira que fue
inventada por Blavatsky a partir de 1878 (p.14). Pero ustedes pueden ver la extensa
investigación que yo he efectuado sobre ese tema y en donde he llegado a la conclusión
que muy probablemente los Maestros sí existen link.
Y
también es falso que no se habló de ellos antes de 1878, como lo demuestra el
profesor Méautis con las pruebas que mencionó, y como lo demuestran también las
cartas recibidas por el coronel Olcott por parte de los Maestros en 1875 y que
fueron publicadas en 1925 en un libro titulado “Las Cartas de los
Maestros de Sabiduría” segunda serie.
CAPITULO 2
Nota
adicional B – El Coronel Olcott
En
cuanto al papel de Olcott durante y después de la Guerra Civil, se nos reclamó
por "omitir cuidadosamente de indicar que se le encargó de denunciar y
enjuiciar a todos los culpables de corrupción en los mercados de los
ejércitos", lo que era "una misión que sólo podía ser concedida a un
hombre cuyo honor y probidad estaban por encima de toda sospecha".
Pero
esta omisión, en realidad, fue bastante involuntaria de nuestra parte, y de
hecho, la "probidad" de Olcott no estaba en juego; pero, si los
teósofos encuentran "honorable" la función de denunciar, lamentamos
no poder estar de acuerdo con ellos en ese punto.
~ * ~
El
gobierno le encomendó a Olcott la tarea de erradicar la corrupción que había en
el ejército, por lo tanto es lógico que él buscara a los criminales y los
denunciara. Así que la réplica de Guénon es irrelevante y solo sirve para
desviar la atención sobre el hecho de que él acusó a Olcott de ser un hombre
deshonesto y estafador. Pero el testimonio del gobierno de los Estados Unidos que
fue señalado por el profesor Méautis demuestra que esa acusación es falsa.
Nota
adicional C – John King
En
cuanto a la identificación de John King con Henry de Morgan, es curioso señalar
que "Katie King" de William Crookes también afirmó haber vivido en la
India con el nombre de Annie Owen Morgan; y por tanto la aproximación parece
incluso más cercana de lo que consideramos en un principio (capítulo II, nota
1).
~ * ~
Guénon
está completamente perdido sobre la identidad del John King que acompañó a
Blavatsky en los Estados Unidos Blavatsky, y para aquellos que quieran saber
más sobre ese tema, les recomiendo que lean la investigación que realizó la
teósofa Marina Sisson que pueden ver en este link.
Nota
adicional C – El segundo matrimonio de Blavatsky
Queríamos
considerar las historias sobre el segundo matrimonio y el divorcio de Madame
Blavatsky como meras historias difamatorias; pero los mismos Teósofos se han esmerado
de señalarnos que Olcott habla de ello en su Diario y afirma que los papeles relacionados
con este asunto están en su poder; si quieren resaltar este aspecto bastante
desafortunado de la fisonomía de su fundador, no vemos ningún problema en ello.
Por
lo tanto, parece que el matrimonio tuvo lugar en Filadelfia el 3 de abril de
1875, cuando el general Blavatsky todavía estaba vivo y no se había concedido
el divorcio; El segundo marido de la Sra. Blavatsky era un joven armenio
llamado Bettalay; además, J.N. Farquhar (Modern Religious Movements in India,
p.222) asegura que, según el registro, ella habría pretendido tener treinta y
seis años, cuando en realidad tenía cuarenta y tres; Finalmente, fue durante el
juicio de divorcio que siguió cuando ella conoció a W.Q. Judge, quien, en esa
ocasión estaba encargado de defender sus intereses.
~ * ~
Guénon
insinuó que ese matrimonio no era cierto (p.20). Pero el profesor Méautis le demostró
que si era verdadero. Y Guénon en lugar de aceptar que se equivocó, utiliza ese
matrimonio para seguir enviando diatribas contra Blavatsky.
CAPÍTULO 3
Nota
adicional C – Las cartas de los Maestros
Parece
que un experto en escrituras adoptó el punto de vista opuesto de sus colegas y
afirmó que la escritura de la Sra. Blavatsky no tenía nada en común con la de
los "Maestros"; habíamos ignorado este hecho en la primera edición,
de lo contrario no lo habríamos "pasado en silencio" como se nos ha
reprochado; pero no prueba mucho, especialmente cuando sabemos cuán frecuentes
son las divergencias de este tipo.
~ * ~
Aquí
Guénon actúa como si la conclusión de ese experto no fuera importante, pero esa
conclusión pone en duda la investigación que efectuó el señor Hodgson y que Guénon
apoya enormemente ya que él escribió:
"Fue
ampliamente establecido en 1884 por la investigación del Dr. Richard Hodgson
que los 'mensajes precipítados' fueron fabricados por la Sra. Blavatsky."
(p.46)
Y
este experto no fue el único que llegó a esa conclusión de que Blavatsky no
escribió esas cartas, los invito a mirar también el análisis de Vernon Harrison
en este otro link.
CAPÍTULO 6
Nota
adicional A – Las calumnias de Solovioff
Se
nos ha criticado por hacer un uso extensivo de lo que han llamado "el
panfleto de Solovioff, titulado Una
sacerdotisa moderna de Isis, obra de un hombre que abusó indignamente de la
confianza que la Sra. Blavatsky había depositado en él".
Pero
nosotros responderemos a esto que Solovioff fue al menos un filósofo valioso,
quizás el único que tuvo Rusia, y que personas que lo conocieron muy bien nos
han certificado que su probidad intelectual estaba por encima de todo lo demás.
A veces se le ha criticado por su tendencia muy eslava a cierto misticismo,
pero ciertamente no es del lado teósofo que uno estaría justificado al lanzarle
tal reproche.
~ * ~
Guénon
defiende con intensidad a Solovioff, pero varias personas han demostrado que el
libro de Solovioff está lleno de mentiras. Y para demostrárselos pueden leer:
·
El
testimonio de la hermana de Blavatsky (link)
·
El
artículo de Aquila in Terris (link)
·
El
libro de Beatrice Hasting (link)
CAPÍTULO 7
Nota
adicional B – El Diario de Olcott
En
1922, los teósofos publicaron un folleto titulado Théosophie et Théosophisme el
cual fue firmado por Paul Bertrand (seudónimo de Georges Méautis, profesor de
la Universidad de Neuchâtel y presidente de la "Sociedad Suiza de
Teosofía"), que quería ser una respuesta a nuestra libro; el autor notó
algunas presuntas inexactitudes contenidas solo en las primeras cien páginas,
sin que fuera posible encontrar una razón plausible para esta limitación
arbitraria.
Ya
hemos respondido en estas notas a la mayoría de las críticas formuladas en el
folleto en cuestión, que es en verdad la defensa más lamentable que uno se
pueda imaginar, y de la que los teósofos realmente no tienen por qué
enorgullecerse; Aquí hay algunas "rectificaciones" muy incómodas, y
ésta es particularmente la relativa al pasaje del Diario de Olcott que hemos
citado aquí.
Se
afirma que hemos "distorsionado completamente" el significado de este
pasaje y, por lo tanto, se ha restaurado a partir de la traducción francesa en
tres volúmenes, publicados bajo el título de “La Historia autentica de la Sociedad Teosófica”:
« H.P.B. hacía
innumerables amigos, pero a menudo los reprendía y los veía transformarse en
encarnizados enemigos. Nadie fascinaba más que ella cuando lo quería, y ella lo
quería siempre que deseaba atraer a alguien hacia la obra teosófica; su tono y
sus maneras acariciantes persuadían a cualquiera de que ella le consideraba
como su mejor, sino como su único amigo.
Ella
escribía siempre con el mismo estilo, y creo que podría nombrar a muchas
mujeres que están en posesión de cartas a quien les dice que ellas serán sus
sucesoras en la Sociedad Teosófica, y a muchos hombres a los que ella trata de
"únicos verdaderos amigos y discípulos reconocidos".
Poseo
cierto número de certificados de este género y los tenía por tesoros
inapreciables hasta el día en que me di cuenta, comparándolos con otros, de que
estos cumplidos no tenían ningún valor. No puedo decir que ella se haya
mostrado leal ni sólidamente vinculada a personas ordinarias como yo y sus
demás íntimos. Creo que no éramos para ella más que piezas en un juego de
ajedrez, y que no sentía por nosotros demasiado afecto.
Ella
me revelaba secretos de personas de ambos sexos —incluso los más
comprometedores— que le habían sido confiados, y estoy persuadido de que ella usaba
también los míos, en tanto los conocía, de la misma manera. Pero ella era de
una fidelidad a toda prueba para sus parientes y sus maestros. Por ellos
hubiera sacrificado no una, sino veinte vidas, y quemado si es preciso a la
raza humana al completo. »
¡Este
texto, más completo en verdad, contiene frases mucho más duras para la señora
Blavatsky que la que habíamos reproducido de una traducción parcial que había
aparecido anteriormente en el Loto Azul!
~ * ~
El
profesor Méautis explicó que para no cansar a los lectores con demasiadas
explicaciones, solo tomó las primeras cien páginas para ilustrar lo pésimo que
es el libro de Guénon, porque esas páginas son suficientes para mostrar que
Guénon mintió, difamó y no fue imparcial.
Y
es falso que Guénon haya respondido a la mayoría de las críticas que le hizo el
profesor Méautis, porque como se los mostré arriba, él solo respondió unas
pocas y de forma errada como ustedes mismos lo pueden constatar.
Y
el coronel Olcott fue muy receloso con sus colegas Blavatsky y William Judge
durante toda su vida, lo que provocó grandes problemas en la Sociedad
Teosófica, pero antes de morir él lamentó no haberlos apreciado a su verdadero
valor como se lo testificó a Laura Holloway.
CAPÍTULO 8
Nota
adicional D – Elliott Coues
Sobre
el Dr. Elliott E. Coues (cuyo nombre ha sido escrito incorrectamente Cowes), y a
quien el Sr. Paul Bertrand llama con desdén "un cierto Cowes"),
creemos útil reproducir los dos extractos siguientes:
« Nuestro hermano en
Teosofía, el Dr. Coues, el 16 de marzo (1887) pronunció un discurso sobre la
Teosofía y el Adelanto de la Mujer en la Reunión Anual del Washington Medical
College.
La
carta de la universidad prohíbe cualquier discusión religiosa, pero como todas
las sesiones comenzaron con oraciones a los dioses cristianos (sic), el Dr.
Coues aprovechó la oportunidad para decir algunas verdades hermosas. La
Facultad se negó a publicar ese discurso, por lo que el valiente médico publicó
el suyo ante el gran escándalo del cuerpo docto. »
(Le
Lotus, julio-agosto de 1887)
« En el número del 1 de
junio de 1889 de la revista Light, hay una correspondencia muy edificante entre
la encantadora y comprensiva editora de Luz
en el Sendero, Mabel Collins, y el Sr. Elliott Coues de Washington, un
hombre de gran valor científico y literario, ex defensor, como nosotros, de las
dos figuras que se atribuyeron el mérito de la creación del movimiento
teosófico (la señora Blavatsky y el coronel Olcott). El Sr. Coues no es amable
con la Sra. Blavatsky, quien hubiera tratado de hacerle absorber una de esas
bonitas mentiras que son habituales en la mayoría de los médiums. »
(Último
número de Lotus, fechado en marzo de 1889, pero en realidad apareció varios
meses después.)
~ * ~
Fue
el propio Guénon quien escribió incorrectamente el nombre de Elliot Coues con
una w: Cowes.
Y
hay que tener en cuenta que Georges Méautis fue profesor de griego en una
universidad suiza, mientras que Elliot Coues fue un cirujano, historiador y
ornitólogo estadounidense. Por lo tanto, es lógico que Méautis no supiera quién
era Coues.
Y
lo que Guénon no dice es que Coues quería convertirse en el presidente de la Sección
Teosófica en América, pero como Blavatsky se negó a traicionar a William Judge
quien ocupaba ese cargo. Coues fundó una organización adversa y se juró que haría
lo posible por destruir a la Sociedad Teosófica.
Nota
adicional E – El barón de Palmes
El
barón de Palmes, a quien algunos también llamaban Palma, y cuyo verdadero
nombre era von Palm, fue un ex oficial bávaro que había sido expulsado del
ejército por deudas; después de una estancia en Suiza donde cometió algunas
estafas, se refugió en América; parece que las propiedades mencionadas en su
testamento eran inexistentes, pero sin importar lo que puedan decir los
Teósofos, eso no impide que la Sra. Blavatsky haya podido usar el contenido de la
biblioteca del barón de Palmes como lo afirma el Dr. Coues, y eso es lo único
que importa aquí.
El
Sr. Paul Bertrand declara que "es improbable que este oficial alemán ...
haya podido escribir esta obra tan original y poderosa que es Isis Develada";
sin embargo, nunca hemos dicho nada por el estilo, siempre hemos dicho por el
contrario que este trabajo sí lo había escrito la señora Blavatsky, con la
colaboración de Olcott y, sin duda, de algunos otros, y era sólo una cuestión
de las fuentes que ella habría utilizado para redactarlo; ¿Nuestro adversario
nos ha leído tan mal, o debemos sospechar de su buena fe?
~ * ~
Aquí
Guénon está siendo muy hipócrita porque en su libro él escribió:
« El Dr. Cowes tomó
represalias publicando un artículo en donde él daba a conocer que las supuestas
revelaciones de los “Mahâtmâs”, a quienes ahora se les atribuían la inspiración
de Isis Develada y la de la Doctrina Secreta, se habían extraído en gran parte,
al menos en lo que respecta a la primera de estas dos obras, de libros y
manuscritos legados a Madame Blavatsky por el barón de Palmes. »
(pág.87)
O
sea que ahí Guénon está claramente especificando que "la obra de Isis Develada
fue escrita en gran parte a partir de los MANUSCRITOS del Barón de
Palmes".
CONCLUSIÓN
René
Guénon contraataca siendo despectivo, lo que es una forma mediocre de
defenderse, y haciendo mucho rollo en detalles secundarios, pero él no responde
al punto principal que le reclamó el profesor Méautis y es de haber utilizado a
los detractores de Blavatsky como pruebas irrefutables contra ella, y por el
otro lado de haber rechazado completamente todas las pruebas que demuestran que
esos individuos mintieron y actuaron con malas intenciones.
Y
esto demuestra que el propio Guénon no tenía el objetivo de hacer una
investigación seria e imparcial, sino que solo quería desacreditar lo más que
pudiera a la Sociedad Teosófica y a sus principales dirigentes.
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