EL AURA Y SUS COLORES EXPLICADOS POR WILLIAM ATKINSON

 

Este es el duodécimo capítulo del libro “La Doctrina Secreta de los Rosacruces”.

 

 

Uno de los puntos más interesantes de las enseñanzas Rosacruces para el estudiante promedio es sobre lo que se relaciona con el aura (o atmósfera psíquica del individuo humano) y los colores astrales que se manifiestan en esa aura y el aura de las demás personas.

 

Por aura se entiende "una emanación o exhalación sutil e invisible que crea una atmósfera alrededor de la persona o cosa que la emana". Al menos esta es la definición popular del término. Pero en los escritos y enseñanzas ocultistas el término tiene un significado más especial y se emplea para indicar la "atmósfera psíquica" que rodea a cada individuo humano, invisible para el sentido ordinario de la vista, pero perceptible por medio de la visión clarividente.

 

El aura humana es una emanación del alma, o de las almas, o de la persona a la que rodea. Es similar a los rayos del sol o la fragancia de la flor. Es una forma de energía más que de materia, pero posee una cierta sustancialidad que justifica que algunos escritores la consideren compuesta de una forma de materia muy sutil.

 

El aura humana tiene forma de huevo y se extiende a una distancia promedio de dos o tres pies del cuerpo de la persona que la emana.

 

El aura humana se compone de numerosos elementos, algunos de orden bajo y otros de orden superior, correspondientes a los elementos que se manifiestan en el alma de la persona. Y así como las manifestaciones de las almas de diferentes personas varían mucho unas de las otras, sus auras de igual forma varían en el mismo grado.

 

Un ocultista avanzado con una visión clarividente entrenada es capaz de leer el carácter mental y emocional de una persona como un libro abierto, por medio de la apariencia y el color de su aura.

 

El elemento más bajo en el aura humana es lo que los ocultistas llaman la "emanación física", que es casi incolora y que está marcada por diminutas y delgadas "rayas" o marcas parecidas a cerdas que sobresalen del cuerpo como cerdas en un cepillo.

 

Cuando la persona goza de buena salud, estas "cerdas" se destacan rígidamente, mientras que cuando la persona tiene mala salud o su vitalidad se encuentra deteriorada, entonces esas cerdas caen como el suave pelo del pelaje de un animal.

 

Este elemento del aura parece desprender partículas diminutas de sí mismo del aura a medida que la persona se mueve, y se cree que es por medio de estas partículas que los perros y otros animales pueden rastrear a las personas. Es la esencia del llamado "olor" olfateado por los animales mencionados.

 

Otro elemento inferior del aura humana es eso que puede llamarse el elemento áurico de la "energía vital". Los clarividentes perciben este elemento con un tenue resplandor rosado, a veces lleno de diminutas chispas de magnetismo vital si la persona es muy magnética. Ocasionalmente es visible para personas que carecen de visión clarividente y se les aparece en forma de aire vibrante, similar al aire caliente que surge de un campo en un día muy cálido o de una estufa caliente.

 

Pasando por encima de varios elementos áuricos sin importancia de grado inferior, se le pide al estudiante que considere los fenómenos más interesantes de los "colores áuricos" que representan los elementos mentales y emocionales en el alma del hombre o la mujer. Estos elementos son los rasgos característicos del aura cuando los percibe la visión clarividente.

 

El aura, vista de esta manera, presenta la apariencia de una nube luminosa compuesta de colores variados y cambiantes, que se extiende en forma de huevo a una distancia de aproximadamente dos o tres pies del cuerpo, y gradualmente se debilita hacia sus límites externos hasta que finalmente desaparece.

 

Cada uno de los colores del aura representa algún pensamiento, estado mental, emoción o sentimiento particular en el alma de la persona. Por lo que se verá enseguida que hay una variación y un matiz casi infinitos de estos colores áuricos, debido a la complejidad de los estados emocionales de la persona promedio.

 

La siguiente tabla de colores áuricos le dará la clave para la mezcla y el sombreado en la nube luminosa que compone el aura humana.

 

 

 

Tabla de los colores áuricos

 

El negro indica odio, malicia, venganza y sentimientos bajos similares.

 

El gris cuando tiene un tono brillante indica egoísmo; si es una sombra espantosa indica miedo y terror; y cuando tiene un tono oscuro indica melancolía.

 

El verde cuando tiene un tono vivo brillante indica diplomacia, sabiduría mundana, suavidad, tacto, cortesía y "engaño cortés" en general; cuando es una sombra sucia y fangosa indica engaño bajo, falsedad astuta baja, engaño de orden inferior; y cuando tiene un tono oscuro opaco indica celos, envidia y codicia.

 

El rojo es el color de las pasiones en general, pero hay una gran variedad en sus manifestaciones, por ejemplo: el rojo apagado y que parece mezclado con humo indica sensualidad y las pasiones inferiores; mientras que el rojo que aparece como destellos brillantes, a veces en forma de relámpago, indica ira. Y en ese caso el rojo suele mostrarse sobre fondo negro cuando la ira surge del odio o la malicia y sobre un fondo verdoso cuando la ira surge de los celos, la envidia, etc., y sin ningún fondo cuando la ira surge de " justa indignación "y la defensa de lo que se cree que es causa justa.

 

El rojo de tono carmesí representa el amor y varía en tono según el carácter de la pasión nombrada. Por ejemplo, un tono carmesí apagado y pesado indica un amor grosero y sensual, mientras que los tonos más brillantes, claros y agradables indican un amor mezclado con sentimientos superiores y acompañado de ideales superiores; y la forma más elevada de amor humano entre los sexos se manifiesta en un hermoso color rosa.

 

El marrón de tono rojizo indica avaricia y codicia.

 

El naranja de tono brillante representa orgullo y ambición.

 

El amarillo en sus diversas tonalidades representa el poder intelectual en sus diversas formas. El amarillo dorado indica un alto nivel intelectual, razonamiento lógico, juicio sin prejuicios y discriminación. Un tono amarillo opaco oscuro indica poder intelectual contentándose con pensamientos y temas de bajo orden egoísta. El tono entre los dos que acabamos de indicar denota la presencia de un pensamiento superior o inferior, si es oscura indica algo inferior, y si es luminosa indica algo superior.

 

El azul de tono oscuro representa la emoción religiosa, sentimientos y tendencias en general. Sin embargo las sombras apagadas indican una emoción religiosa de orden inferior, mientras que los tonos más claros y brillantes indican una emoción religiosa y emociones de alto nivel. Estos tonos varían y van desde un índigo apagado hasta un hermoso violeta brillante. El azul claro indica espiritualidad. Este azul espiritual tiene una apariencia peculiarmente clara, transparente y luminosa, que es difícil de describir con palabras. En las auras de algunas personas de muy alto grado de espiritualidad aparecen pequeños puntos luminosos como chispas, a menudo centelleantes como las estrellas en el cielo en una noche clara.

 

 

Además de los colores ordinarios mencionados anteriormente, hay varios tonos que no se pueden nombrar, ya que corresponden a colores fuera del campo de visión humana, como el infrarrojo y el ultravioleta. Sin profundizar en esta fase del tema, se puede decir que los colores áuricos ultravioleta denotan altos poderes espirituales manifestados en la dirección de los objetivos y fines más elevados y dignos; mientras que los colores áuricos infrarrojos denotan poderes psíquicos empleados de manera indigna y para fines básicos, como por ejemplo, lo que los ocultistas conocen como magia negra.

 

Hay otros dos colores áuricos que son imposibles de describir con palabras, porque no hay términos adecuados para su expresión. Y estos colores son los siguientes:

 

1)   el verdadero amarillo primario que indica la iluminación espiritual más elevada del intelecto; y

2)   el verdadero blanco puro, o un brillo y transparencia peculiares, que indica la presencia del espíritu despierto.

 

 

Un escritor sobre el tema ha dicho acerca de las manifestaciones de los colores áuricos:

 

« Incluso cuando la mente está calma, se ciernen en el aura los matices indicativos de las tendencias predominantes en el hombre. De modo que su etapa de avance y desarrollo, así como sus gustos y otros rasgos de su personalidad, pueden discernirse fácilmente. Cuando la mente es barrida por una fuerte pasión, sentimiento o emoción, toda el aura parece estar coloreada por el tono o matices particulares que la representan. Por ejemplo, un violento ataque de ira hace que toda el aura muestre destellos rojos brillantes sobre un fondo negro, casi eclipsando los otros colores.

 

Este estado dura más o menos tiempo, según la fuerza de la pasión. Y si la gente pudiera vislumbrar el aura humana cuando está tan coloreada, se horrorizarían tanto ante la espantosa vista que nunca más se permitirían caer en cólera, ya que se asemeja a la llama y el humo del “hoyo” que se menciona en las iglesias ortodoxas, y de hecho, la mente humana en tal condición se convierte en un verdadero infierno en ese momento.

 

En cambio una fuerte ola de amor que recorre la mente hará que el aura se vuelva carmesí, y su sombrado dependerá del carácter de la pasión. Asimismo un estallido de sentimiento religioso otorgará a toda el aura un tinte azul. En resumen, una fuerte emoción, sentimiento o pasión hace que toda el aura tome su color mientras dura ese sentimiento.

 

Y en dase a que hemos dicho se concluirá que hay dos aspectos en la característica de color del aura: el primero depende de los pensamientos predominantes que se manifiestan habitualmente en la mente de la persona; y el segundo depende del sentimiento, emoción o pasión particular (si la hay) que se manifiesta en ese momento en particular.

 

El color pasajero desaparece cuando el sentimiento se desvanece, aunque un sentimiento, pasión o emoción repetidamente manifestada se manifiesta en el tiempo sobre el color áurico. El color habitual que se muestra en el aura, por supuesto, cambia gradualmente de vez en cuando a medida que el carácter de la persona mejora o cambia los colores habituales mostrados que indican el "carácter general" de la persona. Mientras que los colores que pasan temporalmente muestran el sentimiento, emoción o pasión (si la hay) que domina al individuo en ese momento en particular. »

 

 

Otro escritor, describiendo la apariencia del aura de una persona, ha dicho:

 

« Las sombras y los colores del aura presentan un espectáculo caleidoscópico en constante cambio. El ocultista entrenado es capaz de leer el carácter de cualquier persona, así como la naturaleza de sus pensamientos y sentimientos pasajeros, simplemente estudiando los colores cambiantes de su aura.

 

Para el ocultista desarrollado, la mente y el carácter se vuelven como un libro abierto, para ser estudiado con cuidado e inteligencia. Incluso el estudiante de ocultismo que no ha sido capaz de desarrollar la visión clarividente a un grado tan alto, pronto es capaz de desarrollar el sentido de la percepción psíquica por lo que él es capaz de al menos sentir las vibraciones del aura, aunque no puede ver los colores, y así poder interpretar los estados mentales que los han causado.

 

El principio, por supuesto, es el mismo, ya que los colores no son sino la apariencia externa de las vibraciones mismas, así como los colores ordinarios en el plano físico son simplemente las manifestaciones externas de vibraciones de la materia. Pero no debe suponerse que el aura humana se percibe siempre en la apariencia de una nube luminosa de color siempre cambiante.

 

Cuando decimos que tal es su aspecto característico, lo decimos en el mismo sentido en que describimos el océano como un cuerpo tranquilo y profundo de aguas verdosas. Sabemos sin embargo que a veces el océano no presenta tal apariencia, sino que en cambio se lo ve como elevándose en grandes olas montañosas, coronado de blancos y amenazando con su poder a las diminutas embarcaciones de los hombres.

 

O de nuevo, podemos definir la palabra “flama” en el sentido de una corriente constante y brillante de gas ardiente, mientras que sabemos muy bien que la palabra también indica las grandes ráfagas calientes de fuerza ardiente que brotan de las ventanas de un edificio en llamas y lamen hasta la destrucción todo con lo que entra en su contacto.

 

Así ocurre con el aura humana. A veces puede verse como una atmósfera hermosa, tranquila y luminosa que presenta la apariencia de un gran ópalo bajo los rayos del sol. Y en otras ocasiones arde como las llamas de un gran horno, lanzando grandes irradiaciones de luz en diferentes dirección, subiendo y bajando en grandes olas de excitación emocional, o pasión, o tal vez girando como una gran vorágine ardiente hacia su centro, o girando en un movimiento hacia afuera lejos de su centro.

 

Nuevamente, puede verse como proyectando desde sus profundidades cuerpos más pequeños o centros de vibración mental, que como chispas de un horno se desprenden de la llama madre y viajan lejos en otras direcciones. Estas son las formas de pensamiento proyectadas de las cuales todos los ocultistas les gusta hablar y que dejan en claro muchos extraños sucesos psíquicos. »

 

 

 

 

Los tres colores áuricos primarios

 

Al igual que sus contrapartes físicas, los colores áuricos se derivan de tres colores primarios, de los cuales se forman todas las diversas combinaciones y colores. Y estos tres colores primarios, junto con el blanco y el negro, nos dan la clave de todo el espectro áurico.

 

Los tres colores primarios son los siguientes: (1) rojo (2) azul y (3) amarillo. Y a partir de estos tres colores primarios, todos los demás colores se forman mediante combinaciones y mezclas, o mediante la adición de negro o blanco. Por lo tanto los colores secundarios se forman de la siguiente manera: (1) verde, derivado de una combinación de amarillo y azul; (2) Naranja, derivado de una combinación de amarillo y rojo; (3) Morado, derivado de una combinación de rojo y azul.

 

Otras combinaciones producen otros colores, por ejemplo: verde y violeta forman el color oliva; naranja y morado forman el color ocre rojizo; verde y naranja forman el color citrino.

 

El negro es realmente una ausencia de color, mientras que el blanco es realmente una combinación armoniosa de todos los colores. La mezcla de los colores primarios en proporciones variadas produce lo que se conoce como "matices" de color; y añadiendo el blanco obtenemos "tintes", mientras que mezclando con el neglo produce "matices".

 

 

 

 

Clave de los colores áuricos

 

La comprensión del carácter básico de los tres colores áuricos primarios, y del negro áurico y el blanco áurico, le da al estudiante la clave de toda la gama de colores áuricos. Y para ello se presenta la siguiente tabla:

 

El rojo representa la naturaleza física y su presencia siempre indica la existencia y actividad de esa parte de la naturaleza del hombre.

 

El azul representa la naturaleza religiosa o espiritual, y su presencia siempre indica la existencia y actividad de esa parte de la naturaleza del hombre.

 

El amarillo representa la naturaleza intelectual y su presencia siempre indica la existencia y actividad de esa parte de la naturaleza del hombre.

 

El blanco representa el Espíritu Puro y su presencia siempre indica la presencia y actividad de esa Realidad en la naturaleza del hombre.

 

El negro representa la negación del Espíritu Puro, y se opone a él en todos los sentidos, y su presencia siempre indica la existencia y actividad de este principio negativo en la naturaleza del hombre.

 

 

Las diversas combinaciones de los tres colores primarios se forman en conexión con el blanco y el negro, así como mediante la combinación de los tres mismos. Estas combinaciones por supuesto son el resultado de los matices de la actividad mental y emocional manifestada por el individuo. Pero la combinación no solo es causada por la mezcla de los colores en sí, en relación con el blanco y el negro, sino que en ciertos casos el cuerpo de un color se ve rayado, punteado o empañado por otros colores.

 

A veces se percibe la mezcla de dos corrientes de color antagónicas que luchan entre sí antes de fusionarse, y también vemos el efecto de un color neutralizando a otro. En algunos casos, las grandes nubes negras oscurecen los colores brillantes debajo y luego oscurecen el feroz resplandor del color, tal como se observa a menudo en el caso de una conflagración física. Y una vez más, encontramos grandes destellos de color amarillo brillante o rojo, brillando a través del campo del aura, mostrando agitación o el conflicto del intelecto y la pasión.

 

El estudiante debe notar, de pasada, que el grupo verde de colores áuricos parece a primera vista ser una excepción a la regla general con respecto a la mezcla de los colores áuricos primarios; y manifestar contradicciones de carácter. Por ejemplo, es difícil para el estudiante promedio comprender por qué una combinación del azul espiritual y el amarillo intelectual debe producir un verde que indica engaño, etc.

 

Pero un análisis sutil del engaño da el secreto de esta combinación, particularmente cuando se observa que en algunas de las combinaciones verdes menos deseables se combina una ligera mezcla de negro y rojo. No es necesario entrar en detalles respecto a este particular punto, basta con indicar la naturaleza de la solución del misterio.

 

Una vez más hay un cierto tono de verde que se manifiesta en los colores predominantes de árboles, plantas, etc., y que cuando se muestra en el color áurico indica un amor por la naturaleza, etc.

 

Las siguientes palabras de un célebre ocultista dan una valiosa insinuación para aquellos cuyas mentes tienden a un análisis agudo sobre estos asuntos, y este ocultista dice:

 

« A aquellos a los que les guste los análisis de este tipo, les dejaré la siguiente sugerencia, que puede ayudarlos en el asunto, a saber: la clave se encuentra en el hecho de que el verde se encuentra en el centro del espectro , y es un equilibrio entre los dos extremos, y también está influenciado por estos dos extremos de una manera sorprendente. »

 

 

 

 

Sugerencias importantes

 

Los profesores Rosacruces no se contentan con instruir a sus alumnos sobre los colores particulares que cuando se ven en el aura, indican la presencia y actividad de ciertos estados mentales o emocionales en la persona. También instruyen al estudiante de acuerdo con el célebre principio de Acción y Reacción que forma un rasgo importante de ciertas ramas de las enseñanzas Rosacruces.

 

Es decir, instruyen al estudiante que si mantiene en su mente la imagen mental de un cierto color, resultará una reacción en la dirección de la producción en la mente del estudiante o la naturaleza emocional del sentimiento o emoción correspondiente a ese color particular. Por ejemplo, si el estudiante mantiene su pensamiento y atención firmemente concentrados en el color rojo, se despertará en él una fuerte emoción pasional y la manifestación de vitalidad y vigor animal, virilidad, coraje, etc.

 

En cambio si mantiene en su mente de la misma manera el color azul, experimentará una elevación de sentimientos espirituales o religiosos, y su naturaleza se acelerará en ese sentido. Y si desea estimular sus facultades intelectuales o revitalizar una mente cansada, sólo tiene que concentrarse en el color amarillo para obtener el resultado deseado.

 

Entonces se ve que no solo los estados mentales y emocionales manifiestan colores apropiados, sino que los colores mismos tienden a reproducir sus correspondientes estados mentales y emocionales. La reacción del color rojo sobre el toro y otros animales se explica de esta manera; y también tenemos aquí una sugerencia de por qué un hombre "ve rojo" en momentos de gran excitación que conducen a una acción física de castigo, etc.

 

También es parte de las enseñanzas que los Tres Colores Primarios tienen un efecto terapéutico decidido, y que uno puede aplicar estos efectos en el trabajo de curación. Los colores pueden aplicarse por medio de colores físicos colocados en el entorno de la persona o bien proyectados a través de la mente del curandero que da el tratamiento. Y a continuación les indico:

 

 

 

 

La escala terapéutica de los colores

 

Los azules, violetas, lavanda, etc., tienen un efecto refrescante y calmante sobre el sistema nervioso, la sangre y los órganos corporales.

 

Los verdes tienen un efecto relajante y vigorizante.

 

Los amarillos y naranjas tienen un efecto inspirador e iluminador sobre las facultades mentales.

 

Los rojos tienen un efecto excitante y estimulante en la mente y el cuerpo (esto es particularmente es cierto en el caso de las estrellas y otros rojos brillantes).

 

 

 

 

El aura protectora

 

Los maestros Rosacruces también instruyen a sus alumnos en el tema de la creación y mantenimiento del aura protectora, que es un refugio del alma, la mente y el cuerpo contra las malas influencias dirigidas contra ellos consciente o inconscientemente.

 

Esta aura protectora es una armadura eficaz contra todas las formas de ataque e invasión psíquicos, sin importar de quién emanan. Proporciona un medio simple pero muy poderoso y eficiente de protección contra influencias psíquicas adversas, "magnetismo mental malicioso", magia negra, etc., y también es una protección contra el vampirismo psíquico o el drenaje de la fuerza magnética.

 

El método para formar el aura protectora es muy simple. Consiste simplemente en la formación de una imagen mental (acompañada por una demanda de la voluntad) de ti mismo como si estuvieras rodeado por un aura de Luz Blanca Clara Pura, que es el símbolo e indicación del Espíritu.

 

Un poco de práctica te permitirá sentir realmente la presencia y el poder de esta aura protectora. La Luz Blanca es la radiación del Espíritu y el Espíritu es el amo de todas las cosas. Como ha dicho un maestro:

 

« La enseñanza oculta más elevada y profunda enseña que la Luz Blanca nunca debe usarse con el propósito de atacar o obtener ganancias personales, sino que puede ser empleada adecuadamente por cualquier persona, en cualquier momento, para protegerse a sí mismo contra las influencias psíquicas externas adversas, sin importar quién las haya ejercido. Es la armadura del alma, y bien puede emplearse de tal manera cuando o donde sea que surja la necesidad. »

 

Y en la explicación que se da aquí sobre el aura se encontrará una clave para fenómenos muy interesantes en la línea del magnetismo personal, la influencia magnética, la atmósfera personal, etc.

 

 

 

 

 

 

OBSERVACIONES

 

La primera cita que se menciona en este capítulo, William Atkinson la tomó de su libro "Catorce lecciones de filosofía yogui y ocultismo oriental" y las siguientes citas las tomó de su libro "El aura humana: colores astrales y formas de pensamiento".

 

Esto no es una enseñanza Rosacruz sino que en realidad es un resumen de lo que William Atkinson estudió sobre el aura y sus colores, y percibo que algunas de sus declaraciones son correctas, como por ejemplo cuando él dice que un clarividente entrenado pude descubrir el carácter de una persona observando su aura.

 

Pero también Atkinson dice mentiras, como por ejemplo cuando él afirma que el toro reacciona al ver el color rojo. Lo cual es falso, ya que actualmente se sabe que los toros son daltónicos y no pueden percibir el color rojo. Lo que en realidad hace reaccionar al toro son los movimientos que el toreador efectúa con su capa, y está capa es de color rojo para ocultar la sangre que se derrame.

 

Y desafortunadamente no sabría decirles qué tanto de lo que William Atkinson dijo sobre las características de los colores es verdadero, porque yo todavía no he estudiado mucho ese tema, pero como Atkinson adoptó varias de las afirmaciones que hicieron Charles Leadbeater y Max Heindel, quienes fueron muy embusteros, yo soy desconfiado con las aseveraciones que él hizo.