LA MEDIUMNIDAD EXPLICADA POR MAX HEINDEL


 
Sobre los médiums, en su libro “Principios ocultos de salud y curación”, Max Heindel escribió lo siguiente:
 
« Cuando una persona se convierte en médium para un espíritu desencarnado que entra en su cuerpo, como ocurre con los médiums en trance en donde el espíritu toma posesión de su cuerpo y lo utiliza como la haría su verdadero poseedor, el daño que se sufre es mínimo siempre que el espíritu controlador no abuse de su privilegio.
 
En realidad, de verdad, hay casos en que el espíritu control tiene mayores conocimientos acerca del cuidado del cuerpo que su propio dueño, y eso puede mejorar la salud. Pero los espíritus de elevada naturaleza ética rarísimas veces controlan a un médium. Generalmente son los espíritus más apegados a la Tierra y de categoría inferior como los indios u otros parecidos, los que tratan de obtener control sobre las personas de temperamento mediúmnico, y una vez que entran en posesión de sus cuerpos pueden utilizarlos para satisfacer sus pasiones y deseos de bebida o sexuales. Y así causan serias perturbaciones en el organismo y pueden dañarlo.
 
En el caso de los médiums materializadores, podemos decir que su influencia es siempre dañosa. El espíritu materializador pone en trance a su victima y entonces extrae de ella el éter del cuerpo vital a través del bazo, porque la diferencia entre el médium materializador y la persona ordinaria consiste en que la conexión entre el cuerpo vital y el denso es muy floja, de manera que es posible extraer ese cuerpo vital en gran parte.
 
El cuerpo vital es el vehículo que especializa las corrientes solares que nos infunden vitalidad. Privado de sus principios vitalizantes, el cuerpo del médium, durante el tiempo de la materialización, algunas veces se reduce a la mitad de su tamaño normal, poniéndose sus carnes fofas y disminuyendo el fuego vital hasta casi extinguirse. Una vez terminada la sesión y recuperado el cuerpo vital, el médium se despierta y recobra su conciencia normal. Entonces experimenta una terrible sensación de agotamiento, y algunas veces, por desgracia, recurre a la bebida como medio para recuperar sus fuerzas.
 
En esos casos la salud pronto sufrirá y el médium se irá convirtiendo en una ruina. De cualquier manera, debería evitarse la mediumnidad a toda costa, porque aparte de este peligro corporal, hay que tener en cuenta otras consideraciones mucho más serias en relación con los cuerpos sutiles y especialmente con el estado post mortem»
(Capítulo 5)
 
 
 
 
 
OBSERVACIONES
 
Aquí Max Heindel dice varias mentiras debido a que los instructores teosóficos explicaron que cuando un espíritu se materializa, éste lo hace utilizando la substancia astral del médium y también de las otras personas que se encuentran en la sesión espiritista, y esta envoltura astral que esa entidad forma la va a densificar hasta que se vuelva visible en el plano físico.
 
Por lo tanto no es con el cuerpo vital del médium que se produce la materialización, como lo pretende Max Heindel, sino con el cuerpo astral. Nada más que Max Heindel no podía hablar del cuerpo astral porque en la clasificación que él enseñó no existe el cuerpo astral:
 
·        El espíritu divino
·        El espíritu de vida
·        El espíritu humano
·        La mente
·        El cuerpo de deseos
·        El cuerpo vital
·        El cuerpo denso
 
Y esto se debe porque Max Heindel para elaborar su clasificación se basó en la clasificación inventada por Charles Leadbeater, la cual es incorrecta.
 
Y efectivamente para efectuar ese proceso de materialización se necesita energía, y la entidad desencarnada utiliza la energía del médium, pero resulta que el cuerpo vital del que habla Max Heindel no existe porque los éteres son otra mentira que también inventó Leadbeater como se los demuestro en este otro capítulo (ver link).
 
 
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Y este es un ejemplo más de como Max Heindel revuelve las enseñanzas esotéricas genuinas con las numerosas falsedades que inventó Charles Leadbeater.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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