En su libro “La Reaparición de Cristo”, Alice Bailey escribió:
« Hoy
la gente común está despertando a la importancia y la responsabilidad del
gobierno, y por lo tanto la Jerarquía se da cuenta de que antes de que pueda
surgir el ciclo democrático verdadero (tal como esencialmente existe y se
demostrará al final) es imperativamente necesario la educación de las masas en
la habilidad política cooperativa, la estabilización económica mediante el intercambio
de derechos y la interacción política y limpia.
El largo divorcio entre religión y
política debe terminarse, y ahora esto puede ocurrir gracias al alto nivel de
inteligencia en el conglomerado humano, y también el hecho de que la ciencia ha
permitido que todos los individuos estén tan cerca que lo que sucede en un área
remota de la superficie terrestre se vuelve de interés general en unos pocos
minutos. »
(Capítulo 2)
Pero
desear eso es una aberración porque regresar a un gobierno teocrático sería
regresar al oscurantismo del pasado, debido a que es justamente la separación
entre la religión y la política lo que permitió a las sociedades poderse liberar de
la tiranía eclesiástica.
Y es
añorando su antiguo poder que la jerarquía católica se esfuerza continuamente
para terminar con esa separación.
Pero simplemente hay que observar a los
países donde esa separación no existe (como por ejemplo Irán, Afganistán y
demás) para darse cuenta que incluso en el siglo XXI hacer eso es crear
sistemas totalitarios donde los individuos pierden libertades y derechos.
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