EL ASESINO Y SU VÍCTIMA EXPLICADOS POR PAPUS

 

(Esta es la tercera y última parte del libro: El Plano Astral - El Estado de perturbación y la Evolución póstuma del ser humano, escrito por Papus, y en purpura he añadido mis comentarios.)

 

 

 

DEL MARTIRIO

 

Cualquier individuo asesinado por una idea inmortaliza, por ese mismo hecho, la idea de la cual se convierte en el principio animador en lo invisible. Analicemos un poco las condiciones de la atmósfera astral de dos individuos: el asesino y la víctima.

 

¿Qué hace el asesino?

 

De repente detiene un movimiento en evolución [o sea la víctima que el asesino acaba de matar]. Y como las leyes de la mecánica son universales en todos los planos, el asesino actúa como un hombre que detendría una bala de cañón en pleno movimiento, es decir que la fuerza adquirida; detenida repentinamente, se condensa en el punto de parada.

 

Astralmente, el asesino adquiere de inmediato todo el bajo astral que pudiera poseer su víctima, quien se convierte en mártir.

 

(Esto es falso, el asesino adquiere un karma negativo por la acción que acaba de cometer, pero él no adquiere el bajo astral que poseía su víctima, debido a que cada quien es responsable de las vibraciones que genera.)

 

Y también el ideal generado por este asesino en el momento del crimen está tan materializado que se manifiesta incluso en vida bajo el nombre de remordimiento.

 

(No necesariamente, por ejemplo si el asesino es un psicópata, él no sentirá remordimiento.)

 

 

¡Qué será después de la muerte!

 

(El asesino pasará por el proceso habitual post-mortem, y en su próxima reencarnación tendrá que lidiar con ese karma negativo que él se ha generado.)

 

 

 

Por otra parte, la víctima ve su atmósfera astral liberada de todas las corazas que la oscurecían, y la evolución póstuma se adelanta singularmente.

 

(Esto es falso. Si la víctima no fue responsable kármicamente de lo que le sucedió, ella será recompensada en su próxima reencarnación para que no quede injusticia suelta.

 

Dependiendo de su estado evolutivo, la víctima caerá en un sueño después de su muerte, o vagará en el astral como un alma en pena.

 

Y a través de sus skandhas, la victima mantendrá todas las características que ella ha desarrollado, incluyendo las astrales.)

 

 

Dañar astralmente a alguien es pues aceptar tu responsabilidad de asumir en su nombre todas las faltas cometidas por la víctima sobre la que estamos actuando.

 

(Repito que eso es falso.)

 

Entonces la mayor habilidad es ser honesto tanto en el plano astral como en el plano físico.

 

Por eso veremos que todos los grandes iniciados nunca temen a la muerte, ni siquiera a la violenta. Y de esta manera las palabras de Jesús son realmente divinas cuando sabiendo, por su iniciación, el destino astral que les esperaba a sus persecutores, él intercedió hacia ellos diciendo: “Perdónalos Padre porque no saben lo que hacen”.

 

(Sospecho que esas palabras la añadió un monje al texto porque no tiene sentido que Jesús dijera eso, ya que él sabía perfectamente que sus persecutores no iban a tener karma debido a que él no les guardaba resentimiento. Y el destino astral es otra cosa.)

 

 

Por eso también el papa y el rey, al acordar asesinar a los miembros de la Orden del Templo [los templarios], no sospecharon la singular astralidad que en el futuro avergonzarían para la realeza y el papado.

 

(Reitero que eso es karma, no astralidad.)

 

Pero no insistamos, hemos dado los elementos de un estudio que nuestros lectores podrán desarrollar a través de la meditación. Quizá volvamos sobre este tema en algún momento.

 

Papus.

 

(p.19-20)

 

 

 

 

CONSTATACIÓN

 

Papus comete muchos errores porque él no estudió bien el esoterismo.