Los datos teosóficos indican
que el alma de Wiliam Judge se encontraba viviendo en un cuerpo oriental, y fue
trasladada al cuerpo de un niño irlandés que acababa de fallecer por una grave enfermedad.
El investigador Sven Eek, en su libro “Damodar y los Pioneros del Movimiento Teosófico”
relata que:
« En 1858, a la edad de siete años, el
muchacho William Quan Judge, quien vivía en Dublín, Irlanda, sufrió una grave
enfermedad mortal.
En cierto
momento, cuando la familia estaba reunida alrededor del pequeño William que agonizaba,
el doctor que lo atendía no tuvo más remedio que informar a la familia que el
muchacho había muerto. Sin embargo antes de que pudiesen tener tiempo para
llorar y lamentarse por la pérdida de su querido hijo, el muchacho revivió para
la gran sorpresa del médico.
La recuperación
fue sin embargo lenta, pero durante el año de su convalecencia él comenzó a
mostrar un interés por el misticismo.
La familia no
estando enterada de su habilidad para leer, se dio cuenta que el muchacho
pasaba horas leyendo libros que trataban de mesmerismo, frenología, magia,
religión y temas similares.
Hay un curioso
paralelismo aquí con los acontecimientos místicos que le ocurrieron a Damodar
también a sus siete años de edad. »
(p.101)
Jasper Niemand,
colaboradora muy cercana de William Judge, en su libro “Cartas que me han Ayudado”, también señaló este cambio en la
personalidad del muchacho Judge:
« Durante su convalecencia el muchacho
manifestó aptitudes y conocimiento que nunca antes había demostrado, provocando
admiración y haciendo que sus mayores se preguntaran cuándo y cómo había
aprendido todas esas nuevas cosas.
Él parecía el
mismo, y sin embargo no él mismo; él tuvo que ser estudiado de nuevo por su
familia, y aunque nadie sabía cómo había aprendido a leer, a partir de su
recuperación a los ocho años de edad (1859), lo encontraron devorando el
contenido de todos los libros que podía obtener, relacionados con el
Mesmerismo, la Frenología la Lectura del Carácter, la Religión , la Magia , las
doctrinas de los Rosacruces, y profundamente absorto en el Apocalipsis ,
tratando de descubrir su verdadero significado. »
(p.262)
Muchos años
después, durante una reunión de la Sección Esotérica que tuvo lugar en Boston en
abril de 1891, William Judge cambió
la apariencia de su rostro.
Cyrus Field
Willard, quien estuvo presente, narró lo siguiente:
« Se nos había avisado a todos los
miembros de la E.O.T. [Escuela Oriental de Teosofía o Sección Esotérica] a la
cual me había afiliado en 1889 cuando HPB la encabezaba, de asistir a una
reunión de la Sección Esotérica en el gran salón de Parker House.
Cuando entré
era temprano, y debido a mis hábitos de periodista caminé hasta la primera fila
de sillas y me senté a tres metros de distancia de William Judge y Annie Besant.
Y como a ella le ha parecido conveniente publicar las Instrucciones de la
Sección Esotérica, no será entonces sin justificación que yo relataré lo
que ocurrió, a fin de ser justo con el señor Judge.
La habitación
pronto se llenó con cerca de doscientas personas, y noté inclinados en contra
del pedestal detrás del cual William Judge se encontraba de pie presidiendo la
sesión, para que todos pudieran verlos, se encontraban expuestos por primera
vez unos cuadros de los dos Maestros, benditos sean sus nombres, por el conocimiento
que ellos nos han dado.
Cuando William Judge
comenzaba a abrir la sesión, él se inclinó hacia ella [Annie Besant] que estaba
de pie a su derecha, y yo escuché que él le dijo, en voz baja:
- “Entona
la palabra [el mantra AUM] con la triple entonación.”
Ella contestó,
también en voz baja:
- “No
me atrevo.”
Y luego lo
escuché decir en un tono firme:
- “Entonces
lo haré yo.”
Él había estado
dándole vueltas a su mazo con la mano, pero dejándolo, lo hizo a un lado y se
puso del lado del pedestal, de cara a la audiencia, quedando ella detrás de él,
y dijo:
-
“Voy a entonar la Palabra con la triple
entonación, pero antes de que lo haga, tengo que hacerles una declaración de la
que no quisiera que me hablen después, ni tampoco deseo que la discutan entre
ustedes. No soy lo que parezco; en realidad soy un hindú.”
Entonces él
entonó la Palabra con la triple entonación y frente a mis ojos, vi como la cara
de Judge se ponía de color café, apareciendo en él la cara de un joven hindú
bien afeitado, no obstante que todos sabemos que él usaba barba.
No soy un
psíquico y nunca he pretendido serlo, o que ‘vea cosas’, ya que yo me afilié a
la Sociedad Teosófica para formar un núcleo de la Hermandad Universal.
Este cambio no
solamente fue visto por mí, pero aquellos que lo vimos no discutimos nada
acerca de esto y de su aseveración tan significativa, sino sólo hasta después
de su muerte, en una reunión en el Cuartel General de Boston para determinar
nuestra acción futura.
Entonces
mencioné esto en una conferencia, y lo que él había dicho; y diez personas de
diferentes partes de las sala hablaron y dijeron, ‘yo también vi y escuché lo
que dijo', etc. Esto parecería ser una prueba suficiente de que él usaba un
cuerpo prestado. »
(Echoes
del Oriente I,
p.xxxv-xxxvii)
¿Es
posible hacer esto?
¿Transferir
el alma de una persona al cuerpo de otra persona?
Los instructores teosóficos dicen
que sí, y el propio William Judge señaló que:
« Es posible omitir un periodo en el Devachan
[el Cielo], pero esto es extremadamente excepcional y no es provechoso, salvo
en raras circunstancias. Se nos dice que ocurre en dos ocasiones:
Primero, en
ciertos raros casos cuando los Adeptos, a fin de acelerar el desarrollo de un
chela [un discípulo], al momento de su muerte, lo ayudan a pasar a otro cuerpo
joven que en ese instante esté perdiendo su propio ocupante, pero que no esté
tan enfermo como para evitar la plena recuperación de su salud después de la
llegada de la nueva vitalidad.
Y en el segundo
caso, se trata de Lamas superiores, cuando al morir el viejo Lama, su espíritu
entra en un nuevo cuerpo que aún no nace. »
(Ecos
del Oriente II, p.433)
Ahí William Judge habla de casos
particulares que se pueden efectuar al momento de morir, pero yo me imagino que
con la asistencia de los maestros se puede lograr algo similar aunque la
persona todavía no vaya a morir.
Y supongo que ellos efectuaron esa
hazaña porque los Maestros transhimaláyicos necesitaban de alguien que
asistiera a Blavatsky en los Estados Unidos, pero ellos no encontraron a nadie
que les pudiera servir con eso, y es por ello que recurrieron a ese método.
Y en el caso de William Judge el
asunto es todavía más sorprendente porque parece que él siguió viviendo en su
cuerpo oriental, alternando su existencia en la Tierra entre esos dos cuerpos:
el cuerpo oriental y el cuerpo occidental.
Eso es lo que él dejó entender en unas notas que apuntó para una novela
oculta que le sugirió a su amiga Jasper Niemand que escribiera y que llevaría
por título “En un Cuerpo Prestado”.
Esto es lo que William
Judge dijo en esas notas:
« Debo decirte primero lo que me ocurrió
en esta vida presente puesto que es en ésta en la que te estoy relatando acerca
de muchas otras de mis vidas.
Yo fui un
simple estudiante de nuestra Filosofía superior por muchas vidas en la tierra,
en varios países y luego finalmente desarrolló en mi mismo un deseo por la
acción. Así que morí una vez más, como muchas veces antes, y volví a renacer en
la familia de un Râja, y con el tiempo llegué a ocupar el trono después de su
muerte.
Dos años
después de este triste acontecimiento, un día, un viejo Brahmán deambulante
vino a mí y me preguntó si estaba listo para seguir mis votos, que largo tiempo
antes había hacho en vidas anteriores, para hacer un cierto trabajo por mi
antiguo Maestro en una tierra extranjera. Pensando que esto solamente
significaba hacer un viaje, le dije que estaba dispuesto.
-
“Si”
dijo él, “pero no sólo es un viaje. Te hará que estés aquí y allá todos los
días y años. Durante el día aquí, en la noche allá.”
-
“Bien”,
le respondí, “haré incluso eso, ya que mis votos no tenían condiciones y son
órdenes del Maestro.”
Yo
sabía de la orden, ya que el viejo Brahmán me dio el signo marcándolo en mi
frente. Él había tomado mi mano y cubriéndola con su pampanilla, trazó el signo
en la palma de mi mano bajo su lienzo, haciendo que resaltaran las líneas de
luz ante mis ojos.
Él
se marchó sin decir palabra, tal como tú sabes que lo hacen frecuentemente,
dejándome en mi palacio. Por el calor que hacía me quedé dormido, estando
únicamente a mi lado mi fiel Gopal. Soñé y pensé que estaba al lado de la cama
de un simple niño, un muchacho, en una tierra extranjera que yo no conocía,
solo que la gente se parecía a lo que yo sabía de los europeos. El muchacho
yacía en la cama, como si estuviese muriendo, y sus familiares estaban todos
alrededor de la cama.
Un
sentimiento extraño e irresistible me atraía cada vez más cerca del muchacho, y
por un momento sentí en este sueño, como si estuviese a punto de perder la
consciencia. Con gran sobresalto me desperté en mi propio palacio—sobre la
estera en la que me había quedado dormido, con nadie salvo Gopal cerca de mí y
ningún ruido a excepción del aullar de los chacales en las inmediaciones de los
límites de la propiedad.
Le
dije a Gopal:
-
“¿Por
cuánto tiempo he dormido?”
-
“Por
cinco horas, maestro, desde que un viejo Brahmán se fue, y la noche ya casi
termina, maestro.”
Estaba
a punto de preguntarle algo cuando de nuevo el sueño se apoderó de mis
sentidos, y una vez más soñé en el pequeño niño extranjero que estaba muriendo.
La
escena había cambiado un poco, otra gente había llegado, había un doctor ahí, y
el muchacho me miró, soñando tan vívidamente, como si estuviese muerto. Las
personas estaban llorando, y su madre estaba arrodillada junto a su cama. Por
un momento, el doctor puso su mano sobre su pecho. En cuanto a mí, fui atraído
nuevamente más cerca del cuerpo, y pensé que la gente era ciertamente extraña
ya que no se daban cuenta de mi presencia. Actuaban como si ningún extraño
estuviese ahí, y al ver mis propias ropas me di cuenta de que eran orientales y
muy raras para ellos. Una línea magnética parecía jalarme hacia la forma del
niño.
Y
ahora junto a mi vi al viejo Brahmán de pie, sonriendo.
-
“Este
es el niño”, dijo él, “y aquí debes cumplir una parte de tus votos.
¡Apresuraste! No hay tiempo que perder, el niño está casi muerto. Esta gente
piensa que él ya es un cadáver. ¡Verás que el doctor ya pronunció las palabras
fatales que está muerto!”
Si,
están llorando. Pero el viejo Brahmán puso sus manos sobre mi cabeza y
sometiéndome a su toque, me sentí en mi sueño cayendo dormido. Un sueño dentro
del sueño. Pero me desperté en mi sueño, aunque no en mi estero cerca de Gopal.
Pensé
que yo era ese muchacho. Miré hacia afuera a través de sus ojos, y cerca de mí
escuché, como si su alma se deslizara hacia afuera hacia el éter con un suspiro
de alivio. El doctor volteó una vez más y yo abrí mis ojos—sus ojos—en
dirección a él.
El
médico se asustó y se puso pálido. Oí que a otro le dijo en susurros:
-
“Es
una acción automática de los nervios.”
Entonces
se me acercó y al percibir la inteligencia de los ojos que lo miraban,
palideció. Él no vio al viejo Brahmán haciendo pases sobre el cuerpo en el que
yo estaba, y a partir del cual yo sentía grandes ondas de calor y vida que
fluctuaban sobre mi o sobre el muchacho.
Y
sin embargo todo esto parecía real ahora, como si mi identidad se hubiese
fundido en la del niño.
Yo
era ese niño y estando aún confuso, se deslizaban ciertos sueños vagos a través
de mi cerebro de algún otro plano en donde yo pensé que estaba de nuevo, y que
tenía a un fiel sirviente que se llamaba Gopal; pero eso debió de ser un sueño,
y ésta la realidad. Porque, ¿que no había visto a mi madre y a mi padre, al
viejo doctor y a la enfermera tanto tiempo en nuestra casa con los niños? Si;
desde luego, ésta es la realidad.
Y
luego sonreí ligeramente, cuando el doctor dijo:
-
“Esto
es de lo más maravilloso. Ha revivido. Vivirá.”
Él
sentía el pulso que lentamente se movía y notaba que comenzaba el aliento y que
la vitalidad parecía una vez más retornar al niño, pero no veía al viejo
Brahmán en su cuerpo ilusorio enviando corrientes de vida sobre el cuerpo de
este muchacho que soñaba que había sido un Râja con un fiel sirviente llamado
Gopal. Luego, en el sueño, me pareció que me volví a quedar dormido. Sentí en
mi cerebro una sensación de caer, y caer, y con un sobresalto me desperté en el
palacio sobre mi propia estera. Volteando a ver si mi sirviente estaba allí, lo
vi de pie, como si estuviese lleno de pesar y de miedo por mí.
-
“Gopal,
¿qué tanto tiempo he dormido de nuevo?”
-
“Está
apenas amaneciendo, maestro, y temía de que tu hubieses ido a los dominios de
Yama y que hubieses abandonado a tu propio Gopal.”
No,
no estaba durmiendo. Esto era la realidad, estos mis propios dominios. Fue así
como pasé ese día como todos los días, excepto que todo el día me llegó a la
mente el sueño del pequeño muchacho en una tierra extranjera hasta la noche en
que me sentí más somnoliento que de costumbre. Nuevamente dormí y soñé.
El
mismo lugar y la misma casa, sólo que ahora era por la mañana ahí. Pensé que
había tenido un sueño muy extraño; cuando el doctor entró con mi madre y se
inclinó sobre mí, escuché que dijo en voz baja:
-
“Sí,
él se recobrará. Le hizo bien dormir esta noche. Cuando pueda ir, llévenlo al
campo, en donde pueda ver mucho pasto y caminar sobre él.”
Y
mientras que hablaba, detrás de él vi la forma de un hombre de apariencia extranjera
con un turbante en la cabeza. Se parecía a las imágenes de Brahmanes que yo
había visto en los libros antes de que cayera enfermo. Luego estando un poco
dudoso le dije a mi madre que:
-
“Había
tenido dos sueños durante dos noches, el mismo en cada una. Que había soñado
que era un rey que tenía un sirviente que me daba mucha lástima ya que lo
quería mucho, pero que sólo era un sueño, y ambos ya pasaron.”
Mi
madre consolándome me dijo:
-
“Sí,
mi querido, sí.”
Y
así pasó ese día tal como pasan los días con los niños enfermos, y en las
primeras horas del atardecer caí profundamente dormido, soñando como un niño en
tierras extranjeras, pero ya no soñé de ser un rey, y como antes me pareció
caer hasta que me desperté de nuevo sobre mi estera en mi propio palacio con
Gopal sentado cerca de mí. Antes de que pudiera levantarme el viejo Brahmán,
que se había ido, vino a verme, y yo le pedí a Gopal que saliera de la
habitación.
-
“Rama”,
me dijo, “como niño ya no soñarás de ser un Râjah, pero ahora debes saber que
cada noche, cuando seas un rey durmiente, tú serás un niño despierto en una
tierra extranjera. Haz bien su deber, no falles. Pasarán algunos años, pero el
carro del Tiempo que nunca se detiene continuará rodando. Recuerda mis
palabras,' y entonces pasó a través de la puerta abierta.”
Y
así supe que esos sueños acerca del niño extranjero enfermo no eran meros
sueños sino que eran recuerdos, y que cada noche estaba condenado a animar a
ese pequeño muchacho que acababa apenas de levantarse de la tumba, tal como
pensaban sus familiares, pero yo sabía que su mente no se conocería a sí misma
por muchos años, y que siempre se sentiría extraña en sus alrededores, porque,
en verdad, ese muchacho será yo mismo por adentro y él por afuera, sin que sus
amigos vean que el voló y que otro tomó su lugar.
Cada
noche yo, como un Râjah durmiente que habrá escuchado las palabras de los
sabios, será un ignorante niño extranjero, hasta que con el pasar de los años,
con el continuo esfuerzo ininterrumpido aprenda a vivir dos vidas al mismo
tiempo.
Sin
embargo, al principio me parecía horrible el pensar que aunque mi vida en esa
tierra extranjera, como un joven en crecimiento, no sería perturbada por los
vagos sueños del poder independiente que tenía como Râjah, cuando me despertara
en mi estero, siempre tendría una clara remembranza de lo que al principio solo
parecían ser sueños de ser un rey, con un vívido conocimiento de que mientras
que mi fiel sirviente cuidaba mi forma durmiente, yo me estaría enmascarando en
un cuerpo prestado, indómito como el viento.
Así
que como niño podré estar feliz, pero como rey quizás miserable. Y luego cuando
me haya acostumbrado a esta doble vida, quizás mi mente y hábitos extranjeros
dominarán así el cuerpo del muchacho haciendo que la existencia allí se haga
dolorosa debido a la lucha con un medio ambiente completamente en guerra con el
pensador adentro. Pero una vez que se ha hecho un voto hay que cumplirlo, y el
Padre Tiempo devora todas las cosas y por siempre los siglos. »
(Cartas que me han ayudado II, p.105-110)
¿Es
posible hacer eso?
¿Vivir
en la Tierra alternándose en dos cuerpo?
Es
la primera vez que escucho semejante prodigio, pero reflexionándolo pienso que
tal vez si sea posible porque el maestro Pastor explicó que cuando los humanos
hayan evolucionado más, ellos podrán intercambiar sus cuerpos (como dos
conductores intercambiarían los coches que están manejando).
Y
llevando el asunto aún más lejos, así como un conductor puede estar conduciendo
dos autos al mismo tiempo, o más bien dicho: uno durante un tiempo, y luego el
otro durante otro tiempo (pero los dos son de su posesión); pues bien de la
misma manera un alma podría estar viviendo en dos cuerpos diferentes.
Esto
obviamente genera muchas preguntas:
-
¿Cuánto
tiempo se puede estar haciendo eso?
-
¿Qué
pasa cuando el cuerpo no se encuentra habitado por esa alma?
-
¿Hay
riesgo que sea invadido por otra entidad?
-
Etc.
Pero
no sabría contestarles a esas preguntas porque este fenómeno es algo muy nuevo
para mí, y lo poco que he descubierto al respecto se los he puesto arriba.
Algo que me parece interesante de este fenómeno es que, al parecer, la nueva alma que ocupa el cuerpo tiene acceso a las memorias del anterior ocupante. Esto lo deja en evidencia Judge al decir cosas como:
ResponderBorrar"se deslizaban ciertos sueños vagos a través de mi cerebro de algún otro plano en donde yo pensé que estaba de nuevo, y que tenía a un fiel sirviente que se llamaba Gopal; pero eso debió de ser un sueño, y ésta la realidad. Porque, ¿que no había visto a mi madre y a mi padre, al viejo doctor y a la enfermera tanto tiempo en nuestra casa con los niños? Si; desde luego, ésta es la realidad."
"(...) detrás de él vi la forma de un hombre de apariencia extranjera con un turbante en la cabeza. Se parecía a las imágenes de Brahmanes que yo había visto en los libros antes de que cayera enfermo."
Además, se suma el hecho de que el niño, luego de recuperarse, seguía hablando y leyendo en inglés con total normalidad. No es que mágicamente un día despertó hablando indio y tuvo que re-aprender inglés. Por supuesto, Judge deja claro que toda esta experiencia era confusa para él.
Entonces, queda la pregunta: ¿dónde se almacena exactamente la memoria ? La ciencia responde que en distintas zonas del cerebro, cada una responsable de almacenar algún tipo de memoria (muscular, emocional, cognitiva, etc.) ¿Qué respuesta ofrece el ocultismo al respecto? ¿Cómo una nueva alma puede acceder a las memorias del cuerpo que está ocupando?
Yendo a la ficción, recomiendo leer La Noche Boca Arriba, de Julio Cortázar, donde el protagonista sufre algo similar, transitando entre dos vidas, no sabiendo distinguir cuál es un sueño y cuál es la realidad.