Helena y Nicolás
Roerich se comunicaron con su maestro por medio de sesiones espiritistas. La
primera sesión que conocemos la efectuaron el 24 de marzo de 1920
en Londres, y poco después Nicolás Roerich dibujó guiado por su maestro, el siguiente retrato de su
maestro (quien en ese entonces se hacía llamar Allal Ming).
Pero
posteriormente los Roerich consideraron que ese retrato no era genuino y también
se convencieron que en realidad Allal Ming era el maestro Morya, y los Roerich querían
tener un retrato de él.
En
el diario de Helena Roerich aparece que los Roerich finalmente obtuvieron ese
retrato, y a continuación les transcribo lo que el maestro de los Roerich hizo
y dijo al respecto:
En
la sesión espiritista del 9 de junio de 1921 su maestro les dijo:
- Te daré el retrato
hoy.
- Puede que no cierres los ojos.
- ¡Te daré el retrato y
mi amor, esposa Mía!
(Observación
de Cid: el maestro de los Roerich le había dicho a Helena Roerich que ella
había sido su esposa en una reencarnación anterior.)
- Te daré Mi imagen
pura a través de un poder milagroso.
- Los fluidos de los
alimentos son dañinos para el retrato.
- Roerich, daré el
retrato a través de ti hoy.
- Hoy sucederá el
milagro.
- Considero que Mi
retrato te traerá felicidad.
- Los maestros
elaborarán un milagro.
- Les daré un retrato a
través de Roerich.
- ¡Alumno mío, no
cierres los ojos mientras dibujas!
Helena
Roerich comentó: (luego prosiguió la
concentración en Allal-Ming durante diez minutos).
Y finalmente Allal-Ming
les contestó:
- ¡No puedo dar el retrato, es pura desgracia!
- Roerich está cansado.
- ¡Mi alumno no puede, él está cansado pues todas las
noches viene a ayudarme!
(Observación
de Cid: vemos que en esa ocasión Nicolás Roerich quiso volver a repetir su
experimento anterior de dibujar a su maestro, pero en esta ocasión no lo pudo
hacer, supuestamente porque él estaba cansado, pero más probablemente porque el maestro de los Roerich no sabía como era el rostro de Morya.)
En
la sesión espiritista del 12 de junio de 1921 su maestro les dijo:
- Considero necesario
señalar que Mi retrato se convertirá en un talismán.
En
la sesión espiritista del 17 de junio de 1921 su maestro les dijo:
- Es posible acercar Mi
retrato.
- ¡Roerich, muestra tu
fuerza para manifestar Mi retrato!
En
la sesión espiritista del 31 de agosto de 1921 su maestro les dijo:
- Morya otorgará el
retrato en Chicago.
En
el diario de Helena Roerich, en la fecha del 11 de octubre de 1921, ella comenta
que “finalmente se cumplió la promesa y recibí el milagroso retrato del Maestro
Morya”.
No
tengo claro si Nicolás Roerich pudo dibujar un nuevo retrato de su maestro o si
los Roerich compraron una copia del retrato que existía en ese entonces del
maestro Morya.
En
la sesión espiritista del 15 de octubre de 1921 Helena Roerich le preguntó a su
maestro:
- ¿Podemos mostrar el
retrato a los Volkov?
A
lo que su maestro le respondió:
- Sí.
En
la sesión espiritista del 18 de octubre de 1921 su maestro les dijo:
- Urusvati [Helena
Roerich] puedes llevar Mi retrato.
- Está excesivamente
impreso.
- Muéstrale a la señora
Moody Mi retrato.
(Observación
de Cid: ese segundo comentario me hace considerar que si compraron el retrato.
Y en un documental titulado "Kullu - Valle Sagrado" que muestra la
casa donde posteriormente vivieron los Roerich en la India, aparece una copia
del retrato que el pintor alemán Hermann Schmiechen hizo del maestro Morya en
1884.
Probablemente
ese sea el retrato que los Roerich consiguieron del maestro Morya cuando ellos
vivían en Nueva York, y no veo qué tenga de “milagroso” ese retrato ya que era
fácil obtener una copia de él.
Los
seguidores de los Roerich indican que ese retrato se encontraba constantemente
en el escritorio de Helena Roerich y una fotografía reciente de ese escritorio
en donde se reinstaló la decoración que tenía muestra que el retrato era de un
tamaño pequeño.
En
la sesión espiritista del 7 de noviembre de 1921 Helena Roerich le preguntó a
su maestro:
- ¿Puedo decirle a
Koshetz dónde conseguir un retrato de K.H.?
A
lo que su maestro le respondió:
- El retrato exige una
actitud armoniosa, no la idolatría.
(Observación
de Cid: en otro documental titulado "Urusvati - La luz del lucero del
alba" aparece que los Roerich también tenían en su casa en la India una
copia del retrato que Hermann Schmiechen hizo del maestro Kuthumi en 1884 y el
cual seguramente también los Roerich lo obtuvieron mientras se encontraban en
Nueva York.
Y
también los Roerich tenían una copia del retrato de Morya que el escritor David Anria dibujó tal como él se
lo imaginó, pero ese retrato los Roerich lo han de haber obtenido después ya que ese retrato apenas apareció en un libro titulado “Los maestros, sus
retratos y meditaciones”
que se publicó en 1932.)
Y
en la sesión espiritista del 3 de enero de 1922 su maestro les dijo:
-
Mostrar respeto a Mi
retrato, Lumou.
- Presenta el retrato a
quienes lo suplican.
- Udraya [el hijo mayor
de los Roerich] también puede tenerlo, si lo deseas.
- Es bueno llevarlo
contigo.
Helena
Roerich le preguntó a su maestro:
- ¿A cuáles de los
amigos se le puede mostrar el retrato?
A
lo que su maestro le respondió:
- Yo lo indicaré.
OBSERVACIONES
Aquí
vemos una vez más la hipocresía del maestro de los Roerich quien les hizo creer
a los Roerich que él era el maestro Morya pero que en realidad era una entidad
astral embaucadora, y toda la farándula que esa entidad hizo sobre un retrato
que no era suyo.
Y
me desconcierta mucho que Helena Roerich en su diario exclamó cuando por fin
recibió el retrato del maestro Morya:
- ¡La similitud del
retrato con la aparición del Maestro en Londres es increíble!
Helena
Roerich afirmó que ella se había encontrado con los maestros Kuthumi y Morya en
Londres en 1920 en una multitud de delegados indios,
e incluso ella añadió que "ella estaba incómodamente sorprendida por la
manera en que la miraban pero ella en ese momento no los reconoció".
Pero
esta afirmación es falsa porque los Maestros teosóficos explicaron que en los
tres primeros cuartos de cada siglo ellos deben de permanecer ocultos de la
gente. Como lo precisó el maestro Kuthumi:
“Si por generaciones le hemos ‘cerrado al
mundo la puerta del Conocimiento, de nuestro Conocimiento’, eso se debe a causa
de su gran incapacidad para captarlo y aceptarlo, y si a pesar de las pruebas
que se le han dado, aún se niega a rendirse ante la evidencia, entonces al
final de este ciclo, nosotros nos retiraremos una vez más a la soledad y a
nuestro reino de silencio.” (CM 9, p.50)
Entonces
no tiene ningún sentido que los Maestros teosóficos estuvieran en Londres en
1920 en una multitud de delegados indios, como lo afirmó Helena Roerich, cuando
el propio maestro Kuthumi especificó que después del año 1900 y hasta el año
1975, él y los miembros de su Fraternidad tenían que alejarse de cualquier
contacto con las personas.
(Este ciclo que deben de respetar los maestros transhimaláyicos
se los detallo en este otro capítulo, link.)
CONCLUSIÓN
Yo al principio
consideraba que Helena Roerich había inventado esa historia, pero esta
aseveración que el indio que ella percibió en Londres era increíblemente
similar con el retrato del maestro Morya que ella posteriormente recibió, ella hizo
esta afirmación en su diario privado y por consiguiente realmente ella pensaba
eso. Y es por ello que considero ahora que en realidad Helena Roerich se
imaginó que era la misma persona ya que he constatado que ella era muy
fantasiosa con sus visiones.
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