En resumen, un átomo
permanente se forma cuando un átomo de la substancia monádica que se encuentra
en un plano de existencia determinado (plano astral, plano mental, etc.) se queda "adherido" a la Mónada.
EXPLICACIÓN
DETALLADA
Arthur Powell fue un miembro de la Sociedad Teosófica de
Adyar quien escribió una serie de libros donde recopiló varias de las
enseñanzas que dieron Charles Leadbeater y Annie Besant, y abajo les voy a
poner lo que Arthur Powell escribió acerca de cómo se forman los átomos
permanentes.
En su libro “El cuerpo causal” él puso la siguiente explicación:
« La
vida de la Segunda Emanación recibe diversos nombres. En conjunto se la llama
frecuentemente esencia monádica; aunque este término está más bien limitado a
la porción revestida únicamente de la materia atómica de los distintos planos.
Se le dio originalmente este nombre porque llegó a ser adecuado para
proporcionar átomos permanentes a las Mónadas.
Los
factores necesarios para poder considerar la adherencia de los átomos a las
Mónadas son tres:
1) Los átomos de los
diversos planos.
2) El hecho de estar
preparadas las Mónadas en el plano Anupadaka.
3) La ayuda de los
Devas, sin los cuales las Mónadas serían impotentes por sí mismas para
desarrollar su evolución.
LA FORMACIÓN
DE LOS ÁTOMOS PERMANENTES
DE LA
TRIADA SUPERIOR
Una
Mónada, como hemos visto, posee tres aspectos de conciencia, cada uno de los
cuales, al llegar el momento de iniciar el proceso evolutivo, inicia lo que
podemos llamar una onda vibratoria, haciendo vibrar así la materia atómica de
los planos Atma, Buddhi y Manas que la rodean.
Formación del átomo
permanente átmico
Devas
de un universo anterior que han pasado ellos mismos por experiencia similar,
guían la onda vibratoria del aspecto Voluntad de la Mónada a un átomo de Atma,
el cual viene a quedar "adherido" a la Mónada y es el átomo
permanente átmico de la misma; llamándoselo así, porque permanece en la Mónada
durante el entero proceso de evolución de la misma.
Formación del átomo
permanente búddhico
Similarmente,
la onda vibratoria del aspecto Sabiduría de la Mónada es guiada por los Devas a
un átomo de Buddhi, el que viene a ser el átomo permanente búdico.
Formación del átomo
permanente manásico
Así
también, la onda vibratoria del aspecto Actividad de la Mónada es guiada por
los Devas a un átomo de Manas, el que viene a ser el tercer átomo permanente.
Procedimiento
La
descripción del proceso es como sigue: del luminoso océano de Atma se desprende
un hilito de luz, separado del resto por una película de materia búdica; de
éste cuelga una chispa que se encierra en una envoltura en forma de huevo, de
materia perteneciente a los sub-planos sin forma del plano mental. "La
chispa suspendida de la llama por el hilo más fino de Fohat". (Libro de
Dzyan, VII, 5)
Como
ya se dijo, los átomos adheridos a las Mónadas vienen a ser los átomos permanentes;
H. P. Blavatsky los llama "átomos-vida".
(Observación
de Cid: esto es falso, los átomos-vida de los que habló Blavatsky son otro
concepto y fue Annie Besant quien asoció los átomos permanentes con los átomos-vida
para tratar de darles más legitimidad.)
Los
átomos restantes de los diversos planos, no adheridos a las Mónadas, permanecen
y continúan llamándose la Esencia Monádica de cada plano. La expresión quizás
es un poco engañosa; pero fue aplicada en el primer caso porque (como se dijo
en el Capítulo V) la esencia en este estado es apropiada para adherirse a las
Mónadas como átomos permanentes, aunque no toda ella se adhiere en realidad.
La
Mónada, una vez que se ha apropiado los tres átomos para su utilización, ha
iniciado su obra. Ella en su propia naturaleza no puede descender más abajo del
plano Anupadaka; por eso se dice que está en "Silencio y Oscuridad",
o sea inmanifestada; pero vive y trabaja en, y por medio de los átomos que se
ha apropiado.
Aquí
tenemos el misterio del Vigilante, el Espectador, del Alma sin acción, es decir
la Mónada, la que mora siempre en su naturaleza más elevada en su propio plano,
y vive en el mundo por medio de su Rayo (Atma-Buddhi-Manas) el que a su vez
anima a sus "sombras" las vidas o encarnaciones del yo inferior sobre
la tierra.
Así
se forma posteriormente la Triada superior Atma-Buddhi-Manas, que se llama con frecuencia el Rayo de la Mónada.
LA FORMACIÓN
DE LOS ÁTOMOS PERMANENTES
DE LA
TRIADA INFERIOR
Una
vez formada la Tríada espiritual Atma-Buddhi-Manas, el calor de la corriente de
vida Logóica despierta dentro de la misma una reacción de débiles
estremecimientos de vida. Después de larga preparación, emana de la Tríada un
pequeñísimo hilo, como una raicilla; un hilito de vida color dorado envuelto en
materia búdica.
Este
hilo es llamado a veces el Sutratma, literalmente el Hilo del Yo debido a que
las partículas permanentes se ensartarán en él, como se ensartan las perlas de
un collar. El término sin embargo se emplea en varios sentidos, pero siempre
para significar la idea de un hilo que conecta varias partículas separadas. Y
es así en este sentido que se atribuye al Ego reencarnante, como el hilo en que
se ensartan muchas vidas separadas; al Segundo Logos, como el hilo en el que se
alinean los seres de Su universo y así sucesivamente. De manera que el Sutratma
denota una función más bien que una entidad o una clase especial de entidades.
Formación de la
unidad mental
De
cada Tríada aparece uno de estos hilos, el cual al principió, ondea vagamente
en las siete grandes corrientes de vida.
Luego, cada uno es anclado, lo mismo que ocurre en el caso de la Tríada
Superior, por mediación de los Devas, en una molécula mental o unidad mental
como se la llama comúnmente: siendo ésta una partícula del cuarto subplano
mental o sea el más elevado del plano mental inferior.
Alrededor
de esta unidad mental se agregan partículas temporarias de esencia mental del Segundo
Reino Elemental, las que se dispersan y reagrupan repetidas veces. Las vibraciones
de la esencia despiertan gradualmente a la unidad mental, la que reacciona débilmente;
lo cual origina leves estremecimientos hacia arriba en la simiente de la conciencia
de la Tríada, produciendo en ésta movimientos internos casi imperceptibles.
Con
inconcebible lentitud, las unidades mentales llegan a poseer ciertas cualidades,
es decir que adquieren el poder de vibrar de ciertas maneras que están vinculadas
con el pensamiento y lo harán posible en una etapa posterior. En esto, las
unidades mentales son ayudadas por los Devas del Segundo Reino Elemental, los
cuales dirigen a ella las vibraciones a las que comienzan a responder gradualmente
y las rodean con la esencia elemental que ellos desprenden de sus propios cuerpos.
Formación del átomo
permanente astral
Todo
este proceso se repite en el subplano inferior siguiente. El hilo de vida
envainado en materia búdica, con la unidad mental agregada, puja hacia el plano
astral donde de manera similar se une a un átomo astral. Alrededor de este
átomo permanente astral se reúnen anexiones temporarias de esencia mental del
Tercer Reino Elemental, esparciéndose y juntándose como antes.
Siguen
resultados similares a los anteriores; los átomos astrales son estimulados gradualmente
hasta provocar reacciones suaves, las que ascienden hasta la simiente de la
conciencia, produciendo en ella de nuevo, leves movimientos internos. En esa
forma los átomos permanentes astrales adquieren el poder de vibrar de ciertas
maneras vinculadas con la sensación que luego se hará posible. Este proceso es ayudado
por la acción de los Devas del Tercer Reino Elemental.
Formación del átomo
permanente físico
Una
vez más se repite el proceso al pasar la gran oleada de vida al plano físico.
El hilo de vida envuelto en materia búdica, con la unidad mental y el átomo
permanente astral adheridos, avanza y se anexa un átomo permanente físico.
Alrededor
de este átomo se agrupa, como antes, materia etérica. Sin embargo la materia física
más pesada es más coherente que la materia más sutil de los planos superiores,
y en consecuencia, se observa un término de vida mucho más largo.
Luego
a medida que se forman los tipos etéricos de los proto-metales, y luego los
pro-metales, los metales, los no-metales y los minerales, los Devas de los
subplanos etéricos sumergen los átomos permanentes físicos en uno u otro de los
siete tipos etéricos al que pertenecen. De esta manera empieza la larga
evolución física del átomo permanente.
Conclusión
De
esta manera se forma lo que con frecuencia se llama la Tríada Inferior, que
consiste en una unidad mental, un átomo permanente astral y un átomo físico.
El
diagrama siguiente muestra el estado alcanzado en el proceso; La Mónada con sus
tres aspectos posee una Tríada Superior de Atma-Buddhi-Manas, la Tríada
Superior; y a su vez, se ha provisto de una Tríada Inferior compuesta de
Manas-Inferior-Kama-Sthula.
LA
VIVIFICACIÓN DE LOS ÁTOMOS PERMANENTES
El
vórtice, o sea el átomo, es la vida del Tercer Logos: la envoltura del átomo,
formada gradualmente en la superficie de este vórtice, es producido por el
descenso de la vida del Segundo Logos. Pero Él no vivifica las espirillas, sólo
traza débilmente el alineamiento de éstas como sutiles canales de materia. Es
la vida de la Mónada la que, al descender, vivifica la primera espirilla,
haciéndola parte activa del átomo. Esto ocurre en la primera Ronda.
Similarmente en cada Ronda sucesiva vivifica y pone en actividad otra
espirilla.
La
primera serie de espirillas la utiliza el prana lo que afecta el cuerpo físico
denso; la segunda, el prana que utiliza el doble etérico; la tercera la emplea
el prana afectando el cuerpo astral y
desarrollando así el poder de sensación; la cuarta la emplea el prana de kama-manas,
adaptándola para la formación del cerebro, como instrumento del pensamiento.
Como
ahora estamos en la Cuarta Ronda, el número normal de espirillas en actividad
es cuatro, tanto en los átomos permanentes como en los comúnmente no adheridos.
Pero en el caso de un hombre altamente evolucionado, el átomo permanente puede
tener cinco y hasta seis espirillas en actividad. La quinta serie de espirillas
se desarrollará en el curso normal, en la Quinta Ronda; aunque como se dijo
antes, tratándose de personas avanzadas y mediante ciertas prácticas de Yoga,
pueden poner en actividad, ahora mismo, la quinta y sexta serie de espirillas.
Además
de actuar sobre los átomos permanentes, la Mónada también comienza a actuar de
manera similar sobre otros átomos atraídos alrededor del permanente. Tal vivificación,
sin embargo, es sólo temporal; pues cuando el cuerpo físico se desintegra, tales
átomos vuelven al repositorio general de materia atómica. Entonces pueden ser tomados
y utilizados por otra Mónada y ser revivificados más fácilmente, debido a su experiencia
anterior.
Tal
acción se desarrolla en todos los átomos permanentes de la Mónada; razón por la
que evolucionan más rápidamente de lo que podrían hacerlo de otra manera,
debido a su asociación con la Mónada. »
(Capítulo 6 y 7)
OBSERVACIÓN
Todo esto suena muy interesante pero desafortunadamente todo esto es falso porque en realidad los átomos permanentes no existen ya que fueron una mentira inventada por el embustero Charles Leadbeater.
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