SAMAEL AUN WEOR ESTUVO EN PRISIÓN




Cuando Samael Aun Weor vivió en Colombia él fue encarcelado en 1952 por ejercer la medicina sin el acreditamiento adecuado.

Samael se quejó que lo encarcelaron injustamente, pero la realidad es que él estaba haciendo mucho daño recetando tratamientos tan aberrantes como tomar té de estierco de burro.

El Canal en Youtube "La Cuarta Cámara" publicó el siguiente video donde detalla este asunto:


 



LA ENCARCELACIÓN DE SAMAEL AUN WEOR

Escrito por Quetzal, moderador del Foro "La Gnosis Develada", y ampliado por La Cuarta Cámara.

Samael Aun Weor jugaba con la vida de los enfermos. De forma descarada se autoproclamó doctor y prescribía tratamientos herbolarios completamente ineficaces. En otras ocasiones llegaba a recomendar terapias sumamente peligrosas para la salud como la ingestión de estiércol animal que en instantes develaremos.

En su "Mensaje de Navidad 1969 a 70", Gómez declaró que ya había sido doctor, supuestamente en una vida pasada en el antiguo Egipto. Ahí escribió:

« Ya ejercía medicina en una vida anterior, fui médico y sacerdote a la vez. Eso es algo que jamás podré negar. Diariamente viajaba en mi camello llevando muchos remedios para mis enfermos. Noble misión de Galeno. »

Oh, pero qué doctorcito tan noble y sacrificado (es sarcasmo).

Y en su libro "Tratado de Medicina Oculta y Magia Práctica", Samael se consideraba a sí mismo como un increíble médico gnóstico que maneja la vida. dijo:

« Con las fórmulas exactas de esa arcaica sabiduría médica, se pueden curar todas las enfermedades, aún las llamadas incurables. La lepra, la sífilis y el cáncer resultan ser insignificantes como juegos de niños ante el terrible poder del médico gnóstico que maneja la vida. »

Pero lamentablemente no existe ningún gnóstico que pueda curar el cáncer. Hasta el mismo Samael murió de cáncer al estómago por úlceras no tratadas.

Y no solo eso, nos cuenta el fantasioso de Gómez en el mismo libro, que podía ser capaz de lograr milagrosas curaciones a distancia, manejando los elementales de la naturaleza para curar a los enfermos. Dijo:

« El "Mama" Kunchuvito Muya me enseñó a curar enfermos a larga distancia por medio del poderoso elemental del guarumo. »

O sea que el doctorcito Gómez pretendía tener superperes de sanación a distancia.

Pero en el libro "Litelantes, la Gran Estrella del Dragón" de Alfredo Dosmantes, Litelantes (la segunda pareja de Samael) describe a Samael como un curandero que iba deambulando en busca de necesitados de su auxilio. En el capítulo 2 dijo:

« Su familia se enteró que había un señor que curaba casos desesperados, por lo que le pidieron a Arnolda (Litelantes) que fuera a buscarlo como último remedio, pues según esto, su hermana podía morir esa misma noche o a la mañana del siguiente día. »

La joven Arnolda logró encontrar al curandero, quien por cierto parecía un albañil, barbón, avejentado, desaliñado, según nos comentaba la "maestra".

¿De dónde podría haber aprendido Samael estas artes?

Él aseguraba que fue en la selva de la Sierra Nevada de Santa Marta, entre los indios y brujos aruacos, con quienes aprendió muchas de las fórmulas y remedios que luego publicaría en sus libros. Pero si Samael afirmaba recordar la vida pasada de Noble Galeno en Egipto, ¿para qué tuvo que investigar el oficio de la curación en la selva colombiana?

No era que recordaba con exactitud todas sus vidas pasadas, preguntas que nadie sabe responder.



Ahora hablaremos de su encarcelación.

El 14 de marzo de 1952, Víctor Manuel Gómez (Samael) fue llevado a la cárcel municipal de Ciénaga, según él, de forma injusta.

Samael en su libro "Apuntes Secretos de un Gurú" afirma que le encerraron en la cárcel por el gravísimo delito de curar enfermos. Pero curar enfermos no era un delito en Colombia. El delito era ejercer la medicina sin el título que acreditase una formación y unos conocimientos apropiados.

Veamos, el Congreso de Colombia había aprobado en 1929 la Ley 35 que reglamentaba el ejercicio de la profesión de la medicina en Colombia. Para los efectos legales se entiende por ejercicio de la medicina, diagnosticar, instituir tratamientos, prescribir drogas o verificar operaciones quirúrgicas para cualquier enfermedad, dolor, daño, accidente o deformidad física. Y se acepta como médico al individuo que ejerza profesionalmente cualquiera de tales actos, siempre que posea el título que acredite su idoneidad.

Posteriormente, por medio de la ley 67 de 1935, solamente estaban autorizados a ejercer la profesión de médico aquellos que hubieran realizado estudios y obtenido el título de doctor en medicina y cirugía en alguna facultad oficialmente reconocida. Hasta aquel entonces, la infracción del reglamento conllevaba únicamente una sanción económica, pero a partir de la legislación de 1935 también conllevaba la pena de prisión si el individuo era reincidente.

Artículo 13: Toda persona que ejerza la medicina o la cirugía en el territorio de la República, sin sujeción a los preceptos establecidos por esta ley, incurrirá en una multa de cien pesos por la primera vez y de quinientos pesos por la segunda. Las demás reincidencias serán sancionadas con la pena de prisión de 6 meses a un año.

O sea que por aquellos años en Colombia no era delito la curación de enfermos, sino el ejercicio de la profesión médica sin la debida titulación. Y en el caso de Gómez, esta circunstancia estaba además agravada por el empleo de remedios cuyos preparados incluían ciertas sustancias potencialmente peligrosas para la salud que pueden ocasionar infecciones bacterianas como la siguiente sacada del libro "Tratado de Medicina Oculta y Magia Práctica":

« Para curar la hemorragia uterina provéase de tres fragmentos de estiércol de burro acabados de excretar. Envuélvalos en un trapo y póngalos a hervir en una vasija con agua. Bátase bien para que el estiércol quede disuelto. Luego se cuela y se da a la enferma un pocillo cada cinco minutos hasta cortar la hemorragia. »

Esta es una de varias recetas altamente tóxicas del Dr. Samael ya que en el estiércol encontramos una enorme cantidad de bacterias, esporas, parásitos, huevos de parásitos, toxinas químicas que significan un riesgo para la salud.

Así que Gómez no solamente violaba las normas sobre el ejercicio de la medicina, sino que podía agravar la salud de sus enfermos aún más.


El intrusismo profesional, junto con sus arriesgados remedios basados en su ignorancia médica, motivó a los médicos a perseguirle y denunciarle frente a las autoridades colombianas. Y este hecho es corroborado por el secretario de Litelantes, Dosamantes quien en el libro "Litelantes, la Estrella del Dragón", escribió:

« Sufrió el maestro persecuciones por parte de algunos fanáticos religiosos, así como de médicos que se molestaron de sobre manera por sus curaciones milagrosas y por la difusión de su obra  "Tratado de Medicina Oculta y Magia Práctica".

En verdad que varias veces intentaron matarlo, todo mundo se quiso aprovechar, pero como tenía la poderosa ayuda de los maestros de la Hermandad Blanca a quienes confiesa obedecer a lo largo y ancho de toda su obra, el maestro Samael siempre lograba evadirlos.

El hecho es que Samael llegó a conocer prisión por divulgar su enseñanza y fue procesado a instancia de algunos médicos. »


Por lo tanto, Gómez no entró a la cárcel por curar a los enfermos, sino por incurrir en un delito penado con cárcel y por prescribir sustancias que atentaban contra la salud pública. Quizás fue debido a raíz de ese episodio que creció desmedidamente su animadversión contra el estamento médico a quienes denominaba como: tontos, anticristos, verdugos o tenebrosos. Samael en su libro "Apuntes Secretos de un Gurú" escribió:

« Yo había pensado permanecer en Ciénaga por tiempo indefinido, pero me es imposible. Estos verdugos de la ciencia oficial, estos tenebrosos, no me dejan en paz. Me odian de muerte por haber escrito "El Matrimonio Perfecto" y "La Revolución de Bell" y andan buscando la manera de causarme daño.

El peor delito de que me acusan es cumplir con la sabiduría del evangelio, curar a los enfermos. Los médicos oficiales están en guerra contra mí. »


El maestro Cuichines cuenta en su libro "Historia de la Gnosis" lo siguiente.

« El Venerable Maestro Samael visitó todas las naciones de Centroamérica hasta llegar a México. Allí encontró estancia en la ciudad de Toluca y allí fue perseguido por un discípulo que viajó con él como secretario desde Colombia. Ese discípulo se le volvió en contra y denunció al maestro ante las autoridades de Toluca como si se tratara de un maniático, de un hierbatero e irresponsable corrompido. »

Es muy interesante este relato porque a tempranas horas en la formación del Movimiento Gnóstico Samaeliano se demuestra que aún las personas cercanas a Gómez ya se daban cuenta de la insoportable corrupción y locura de su pseudo maestro.

Todos esos gnósticos que se creen médicos por dar consultas basadas en los escritos de Samael, deberían ir a la cárcel por poner en riesgo la vida de las demás personas. Es triste ver gente en los últimos estados de la enfermedad llegar al hospital tarde por haber estando siendo tratados con remedios samaelianos y fallecer.

Lo irónico es que los familiares creen que los culpables son los médicos y se niegan a darse cuenta del charlatanismo de Samael Aun Weor.

Gracias por ver este video, nos interesa mucho tu opinión.










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