LO QUE BLAVATSKY OPINABA DEL ESPIRITISMO


En este capítulo les voy a recopilar la documentación que vaya encontrando al respecto.
 
 
 
Testimonio de William Judge
 
William Judge fue el principal colaborador de Blavatsky y a continuación les pongo el artículo que escribió sobre este asunto en su revista The Path:
 
« La siguiente carta fue escrita antes de la fundación de la Sociedad Teosófica. Una traducción un tanto inexacta apareció en el libro Incidentes en la vida de Madame Blavatsky del Sr. Sinnett, pero como se hicieron algunas modificaciones al texto original, es interesante ver lo que HPB realmente escribió sobre el espiritismo en una fecha tan temprana:
 
"Cuanto más veo sesiones espíritas en esta cuna y semillero del espiritismo y de los médiums, más claramente percibo cuán peligrosas son las sesiones espiritistas para la humanidad. Los poetas hablan de una delgada división entre los dos mundos [el mundo físico y el mundo sutil]. Pero no hay división alguna. Los ciegos tienen obstáculos imaginados de este tipo porque los órganos toscos del oído, la vista y el tacto no permiten a la mayoría de las personas penetrar la diferencia del Ser.
 
La Madre Naturaleza ha hecho bien en dotarnos de toscos sentidos [que no pueden percibir el mundo astral] porque de otro modo la individualidad y la personalidad del hombre se harían imposibles, debido a que los muertos estarían continuamente mezclándose con los vivos, y los vivos se asimilarían a los muertos.
 
No sería tan malo que a nuestro alrededor sólo hubiera espíritus de la misma especie que nosotros, los desechos semi-espirituales de los mortales que morían sin haberse reconciliado con la gran necesidad de la muerte. Entonces podríamos someternos a lo inevitable.
 
De una forma u otra, no podemos evitar identificarnos física y perfectamente inconscientemente con los muertos, absorbiendo los átomos constituyentes de lo que vivió antes que nosotros: con cada respiración los inhalamos, y exhalamos lo que nutre a las criaturas sin forma, elementales flotantes en el aire a la espera de ser transformados en seres vivos.
 
Esto no es sólo un proceso físico, sino en parte moral. Asimilamos a aquellos que nos precedieron, absorbiendo gradualmente sus moléculas cerebrales e intercambiando auras mentales, lo que significa pensamientos, deseos y tendencias. Este es un intercambio común a todo el género humano y a todo lo que vive. Es un proceso natural y un resultado de las leyes de la economía de la naturaleza. . . . Explica similitudes, externas y morales.
. . .
Pero existe otra ley absoluta que se manifiesta periódica y esporádicamente: esta es una ley, por así decirlo, de asimilación artificial y compulsiva. Durante epidemias de este tipo, el reino de los muertos invade la región de los vivos aunque, afortunadamente, esta clase de basura está unida por los lazos de su entorno anterior. Y así cuando son evocados por los médiums no pueden traspasar los límites y fronteras en los que actuaron y vivieron.
. . .
Pero cuanto más se abren las puertas para ellos, más se propaga la epidemia nigromántica; cuanto más practiquen los médiums y los espiritistas en difundir el fluido magnético de sus evocaciones, más poder y vitalidad adquiere el espejismo.”
 
 
Madame Jelihovsky [la hermana de Blavatsky] dice que:
 
"Helena Petrovna describió muchas sesiones en términos de horror como consecuencia de las imágenes que ella pudo ver gracias a su clarividencia. Vio detalles ocultos a los demás presentes: invasiones perfectas de huestes de restos sin alma de mortales, tejido de pasiones carnales, de malos pensamientos, de sentimientos viciosos que habían sobrevivido al cuerpo".
 
 
Y Blavatsky escribió:
 
"Es lógico pensar que esta mera basura [astral] terrenal, irresistiblemente atraída hacia la Tierra, no puede seguir al alma y al espíritu, estos principios supremos del ser del hombre.
 
Con horror y repugnancia observé a menudo como una sombra reanimada de este tipo se separaba del interior del médium separándose de su cuerpo astral y revestida con la vestidura de otro, fingía ser pariente de alguien que estaba en la sesión, haciendo que esa persona entrara en éxtasis y provocando que esa persona abriera de par en par su corazón y sus abrazos a estas sombras astrales a quienes creían sinceramente ser sus queridos familiares fallecidos quienes venían a visitarlos.
 
¡Oh, si tan solo supieran la verdad, si tan solo pudieran ver por medio de la clarividencia! ¡Una criatura monstruosa sin cuerpo que se apodera de alguien presente en estas hechicerías espiritistas! Envuelve al hombre como en un sudario negro, y desaparece lentamente dentro de ese individuo como atraído a su cuerpo por cada uno de sus poros vivos."
 
»
(Febrero de 1895)
 
 
 
 
 
 
Testimonio de Alfred Sinnett
 
A continuación les pongo la carta de Blavatsky tal como aparece en el libro del Sr. Sinnett Incidentes en la vida de Madame Blavatsky:
 
« En 1875 Madame Blavatsky le escribió a su hermana:
 
“Cuantos más médiums veo (pues los Estados Unidos son un verdadero plantel, el más prolífico semillero de médiums y sensitivos de toda clase, tanto auténticos como artificiosos) más claramente advierto el peligro que rodea a la humanidad. Los poetas hablan de la tenue separación entre este mundo y el otro. Pero ellos están ciegos. No hay tal separación sino tan sólo el diferente estado de conciencia de vivos y muertos, y la rudeza de los sentidos físicos de la mayoría de la humanidad.
 
Sin embargo estos sentidos son nuestra salvación y nos los dio nuestra sabia y sagaz madre y nodriza la naturaleza, pues sin ellos hubiera sido imposible la individualidad y aun la personalidad. Los muertos hubieran estado confundidos con los vivos y los vivos se hubiesen asimilado a los muertos.
 
De existir en nuestro alrededor tan sólo una variedad de ‘espíritus’ (también llamamos espíritus a las heces del vino) reliquias de los muertos e idos, podríamos reconciliarnos con ellos. Pero no cabe evitar que de uno u otro modo nos vayamos asimilando a los muertos, y poco a poco, sin darnos cuenta, nos convirtamos en ellos, aún físicamente, sobre todo en los ignaros países occidentales donde se desconoce la incineración.
 
Respiramos y consumimos los cadáveres de personas y animales. Al inspirar los inhalamos y al espirar formamos los cuerpos y alimentamos a las arrúpicas criaturas del aire que algún día serán hombres. Esto por cuanto se refiere al proceso físico, y lo mismo ocurre respecto a los procesos mental y espiritual. Gradualmente intercambiamos nuestras moléculas cerebrales y nuestras auras mentales y aun espirituales, por lo que nuestros pensamientos, deseos y aspiraciones coinciden con los de quienes nos precedieron.
 
Este proceso es propio de la humanidad en conjunto. Es un proceso natural que se ajusta a la economía y leyes de la naturaleza, de suerte que el hijo de uno puede convertirse poco a poco en su propio abuelo, cuyos combinados átomos se asimile, determinando con ello el posible atavismo.
 
Pero hay otra ley excepcional que se manifiesta esporádica y periódicamente en la humanidad. Es la ley de forzosa asimilación post-mortem, durante cuya epidémica prevalencia los muertos invaden desde sus respectivas esferas los dominios de los vivos, aunque por fortuna tan sólo dentro de los límites de los sitios donde vivieron y están sepultados.
 
En estos casos, la duración e intensidad de la epidemia depende de la acogida que se les haga, es decir, de si encuentran abiertas o cerradas las puertas de recibimiento, y de si la  magnética atracción y el deseo de los médiums, los sensitivos y aun de los mismos curiosos, recrudece la plaga necromántica o si por el contrario una vez señalado el peligro se combate y reprime la epidemia.
 
Una de estas periódicas visitas está ocurriendo ahora en los Estados Unidos. Comenzó por inocentes mujeres, las hermanitas Fox, que inconscientemente jugaron con esta terrible arma, y bien recibidos y apasionadamente invitados a ‘entrar’, la entera comunidad de los muertos que se precipitó hasta el punto de dominar con mayor o menor fuerza a los vivos.
 
Yo fui de propósito a visitar a una familia de famosos médiums, los Eddy, y durante quince días observé una serie de fenómenos sin tomar parte en ellos. Recordarás los experimentos que para ti hice en Rugodevo y cuán a menudo vi los espectros de las personas que habían vivido en la casa y te los describí porque nunca pudiste verlos..... Pues bien, lo mismo ocurrió día y noche en Vermont. Vi y observé aquellas criaturas sin alma, sombras de sus terrenos cuerpos, de las que en la mayoría de los casos ya había huido desde hace tiempo el alma y el espíritu, pero que conservaban y nutrían sus semi-materiales sombras a costa de los médiums y de los centenares de concurrentes que entraban y salían de la sala de sesiones.
 
Siendo advertida y guiada por mi Maestro observé lo siguiente:
 
1) Las apariciones auténticas eran las de los espectros de quienes habían vivido y muerto en determinado sector de aquellas montañas.
 
2) Los que habían muerto lejos eran menos consistentes, como una mezcla de la verdadera sombra y de la que flotaba en el aura del circunstante por quien se aparecía el espectro.
 
3) Había también sombras ficticias o reflejos de los auténticos espectros de los fallecidos.
 
Para explicarme más claramente, te diré que los espectros no se asimilaban al médium, sino que el médium, W. Eddy, se asimilaba inconscientemente del aura de los circunstantes, la figura de los parientes y amigos. ¡Era aquél un lúgubre espectáculo!
 
A veces me puse enferma, estuve como atolondrada; pero había de observarlo, y lo más que podía hacer era mantener a distancia a tan repulsivas entidades. Pero era curioso ver lo bien que los espiritistas acogían a estas sombras. Lloraban y reían en torno del médium revestido de aquellas vacuas sombras materializadas.
 
Volvían a reír y llorar, a veces con tan honda emoción y dando muestras de tan sincero gozo y dicha, que sentía lástima por ellos. Yo deseaba que viesen lo que yo veía. ¡Si supieran que aquel simulacro de hombres y mujeres está constituido enteramente por las pasiones y vicios terrestres, mundanales pensamientos y residuos de las personalidades que fueron! Porque tan sólo son heces astrales incapaces de seguir a la liberada alma y al libre espíritu, y quedan en la atmósfera de la tierra para sufrir una segunda muerte.
 
A veces veía a uno de tales espectros salir del cuerpo astral del médium, agarrarse a un circunstante y aumentar de volumen hasta envolverlo por completo, para embeberse lentamente en el cuerpo vivo como si penetrara por todos sus poros.”
 
 
Posteriormente Alfred Sinnett añadió:
 
Para la nueva edición de este libro debo aquí interpolar una nota advirtiendo al lector de que no debe de aceptar ciegamente los conceptos vertidos en la carta anterior. Me parece que la Señora Blavatsky no la hubiera vuelto a escribir de esa manera en un período más adelantado de su educación ocultista.
 
Aunque frecuentemente las comunicaciones provenientes del mundo astral puedan quedar confusas y tergiversadas por la inconsciente influencia de médiums no bien desarrollados, no se infiere de ello que los «espíritus» de las sesiones sean siempre “vacuas sombras materializadas” o “simulacros de hombres y mujeres constituidos por pasiones y vicios terrenos”. »
(Capítulo 8)
 
 
Es cierto que no todas las entidades astrales que se comunican a través de los médiums son esas horrendas entidades oscuras que señaló Blavatsky, y las cuales se hacen pasar por familiares fallecidos, personajes históricos famosos, o maestros espirituales, pero la mayoría de las veces si lo son. El señor Sinnett trató de reducir el repudió que Blavatsky mostró hacia las sesiones espiritistas porque él estaba interesado por el espiritismo.
 
 
 
 
 
CONCLUSIÓN
 
Vemos que Blavatsky si tenía una opinión muy negativa hacia el espiritismo.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

6 comentarios:

  1. También tenía una opinión muy negativa de la brujería.

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  2. Gracias por este esclarecedor aporte...

    Una pregunta: aquí menciona HPB en alguna parte la incineración... Sabes por qué se incinera en culturas hinduistas, si tiene relación con lo dicho en este artículo y si tiene una utilidad o beneficio ulterior que los enterramientos o que la descomposición natural del cuerpo? Gracias, espero tu respuesta. Un saludo

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    1. En el esoterismo se recomienda la incineración porque el fuego tiene un efecto purificador que ayuda al alma a desprenderse de sus principios inferiores y así poder ascender más fácilmente al mundo divino.

      Y en cambio no se recomienda la sepultura porque a nivel sutil el cadáver propaga nocivas vibraciones a su alrededor (imagina un cadáver que se dejara tirado en la calle, pues bien algo parecido sucede a nivel sutil con los cementerios).

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    2. Gracias por tu respuesta.

      Una última aclaración o duda:
      El perjuicio de la sepultura y el simil que haces con lo de dejar tirado un cadáver en la calle... ¿Se refiere también a la descomposición natural de un cadáver, como sería de forma natural donde distintas "herramientas" de la naturaleza darían buena cuenta de el transformando esa materia? Gracias, un saludo.

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    3. Añado a esto la figura que existía y existe reducidamente aún, en algunas zonas del norte de la actual India y Pakistán y también sobretodo en Nepal y Tíbet, del "despedazador"... Un oficio cuya labor era despedazar los cadáveres de los difuntos y llevarlos a lo alto de montañas para que los buitres y otros carroñeros, los "hicieran desaparecer"... Vi hace tiempo un documental sobre ello.

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