SPENCER LEWIS ES ACUSADO DE ESTAFA

 
 
Hay un asunto que sin parecer grave al principio, aún así despierta suspicacias a los investigadores de la historia de las asociaciones esotéricas, y es la detención del "Doctor" Harvey Spencer Lewis por la policía de New York el día 17 de junio de 1918.
 
Este episodio en principio no debería tener mucha importancia, pues cualquiera puede ser detenido por error o injustamente, y ser liberado tras las comprobaciones adecuadas sin que por ello eso suponga algún descrédito para la persona arrestada, y más aún en una nación donde los derechos si se cumplen como son los Estados Unidos de Norteamérica.
 
Sin embargo si despierta serias dudas y sospechas cuando se descubre que ese relato contado en la biografía que escribió Ralph Lewis, hijo de Spencer Lewis, titulada "Misión Cósmica Cumplida", contiene falsedades y contradicciones. Por lo que si no hubiera habido algo incorrecto, entonces no habría sido necesario distorsionar los eventos.
 
Ralph Lewis dijo sobre este asunto:
 
« En la época en que los Estados Unidos le declaró la guerra a Alemania, esta tenía un gran trasatlántico amarrado en los muelles del puerto de New York, pero inmediatamente después de la declaración de guerra y de acuerdo con la costumbre establecida, los Estados Unidos confiscaron los bienes alemanes que había en el país, y uno de ellos fue el gigantesco trasatlántico alemán cuyo nombre era "Imperator".
 
Y como cartas, cables y telegramas concernientes a cuestiones rosacruces eran enviadas de vez en cuando al Imperator de la AMORC [o sea Spencer Lewis], eso provocó sospechas para el personal de investigaciones del Departamento de Policía de Nueva York, ya que la palabra Imperator parecía crear un lazo entre AMORC y la nación contra la cual América había declarado la guerra.
 
En su entusiasmo y con la esperanza de mostrar su celo a sus superiores, los policías  obtuvieron como asunto de guerra un mandato de investigación permitiéndoles registrar los locales de AMORC, y todo ello en razón del título de Imperator»
(p.95)
 
 
Ralph Lewis pretende que los policías neoyorkinos son unos estúpidos que arrestaron a su padre porque éste estaba usando el mismo nombre que ese trasatlántico alemán. Y también considera que los jueces son unos grandes ignorantes ya que no olvidemos que en los Estados Unidos para que la policía pueda entrar en una propiedad para registrar e incautar documentos necesita de una orden judicial, y los jueces son personas con estudios universitarios de leyes, por lo que no tiene sentido que ellos autorizaran un cateo sin un motivo válido, y menos por un motivo tan ridículo.
 
Además, si bien ese trasatlántico formaba parte de un trío conocido como “La clase Imperator”, ese trasatlántico era conocido como El Vaterland, mientras que en cambio el trasatlántico que se llamaba Imperator permaneció amarrado en el puerto de Hamburgo durante toda la Primera Guerra Mundial.
 
O sea que Ralph Lewis nos toma por estúpidos.
 
Vemos que el hijo tomó las malas costumbres de su padre de inventar mentiras, y en realidad el arresto fue motivado por una denuncia de una mujer, la Sta. Elisabeth Meeker, quien había sido una antigua miembro de AMORC y quien acusó a Lewis de apropiación indebida y de desviación de fondos.
 
Y sobre este asunto de los fondos desaparecidos, sin citar nunca ningún arresto, Ralph Lewis en su libro dice que estos se los apropió un miembro de la AMORC en cuyas manos se habían dejado para que los llevase a su casa un fin de semana y el lunes lo depositara en el banco, pero ese miembro desleal se fugó con el dinero sin que nunca fuera encontrado.
 
O sea que Ralph Lewis nos quiere hacer creer que su padre ingenuamente, así por las buenas, le entregó 20’000 dólares de esa época que ahora serían una fortuna, a un miembro para que los llevara a su casa y el lunes al banco, y que el muy pérfido se los robó...
 
Eso suena a otra mentira de Ralph Lewis.
 
 
Todo el asunto comenzó cuando Spencer Lewis decidió adquirir un inmueble para establecer ahí el templo y las oficinas de AMORC, y por ello contrató la compra de la propiedad de la célebre cantante americana Lily Langtry, situada en el número 361 Oeste, calle 23 de New York; y Lewis pidió donativos a los miembros de su organización para poder comprarla ya que tenía que atender los plazos de compra y los pagos aplazados correspondientes.
 
Pero esto coincidió con el hecho que uno de los colaboradores más cercanos a Lewis, el Sr. Saunders, quien había sido editor de la revista de AMORC "The American Rosae Crucis" y que había alcanzado el grado 33 en la Masonería, al ir conociendo en profundidad las charlatanerías y los manejos turbios de Lewis, dimitió de todos sus cargos y renunció a su afiliación con AMORC.
 
Muchos miembros de AMORC al saber que el Sr. Sanders, hombre que tenía fama de gran honradez, se había marchado, ellos decidieron también abandonar esa organización y el resultado fue una disminución sensible de la membrecía, por lo que a Lewis se le puso muy difícil seguir pagando la hipoteca, y es por eso que decidió emitir unos bonos al 6% de interés con la excusa de acometer las obras de la casa y acondicionamiento del nuevo templo.
 
Pero en vista que pasaba el tiempo y las obras y acondicionamiento del edificio y del salón del templo no se acometían, muchos miembros empezaron a preocuparse y al no recibir respuestas satisfactorias, eso ocasionó un descontento de muchos, lo que llevó a la Srta. Elisabet Meeker a hacer la denuncia que llevó a la detención de Lewis y al registro de los locales de AMORC.
 
Este hecho quedó registrado en los periódicos de la época, lo que desacredita totalmente la historia inventada por Ralph Lewis del trasatlántico alemán.
 
En este otro capítulo pueden ver el artículo que publicó el periódico The Sun de Nueva York el 19 de junio de 1918 (p.14) y en el que se da la noticia del arresto de Lewis y sus causas, y en donde también aparece una importante declaración de Spencer Lewis quien fue entrevistado por el periódico y en donde él reconoce que nunca fue patrocinado por ninguna Orden Rosacruz Francesa (ver link).
 
 
Al final los cargos se consideraron insuficientes y la acusación fue retirada, pero el asunto nunca fue completamente esclarecido, y como vimos Ralph Lewis quiso disfrazarlo en su libro.
 
Pero por otra parte quedaron varias evidencias claras:
 
Una de ellas es que Lewis, como hemos visto mas arriba, reconoció no haber recibido cartas, patentes, documentos, etc. de Francia, ni estar patrocinado por la Rosa-Cruz Francesa, desacreditando todos los documentos que él les había mostrado a sus seguidores, y también el documento que se encontró en su despacho y que es conocido como el Pronunciamiento R.F.R.C. 987.601, el cual es verdaderamente ridículo y demencial, y siendo de ese documento donde se pretende que AMORC está relacionado con una Logia Rosacruz en Egipto.
 
Naturalmente que ese documento también ha desaparecido por cuanto no se sostenía como algo serio, aunque queda su texto, el cual se publicó en la primera revista editada por Lewis y que reproduciremos en un siguiente artículo y seguro que se sorprenderán al leerlo.
 
 
(La verdadera historia de AMORC, parte 5b)
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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