Para poder tener una idea más clara
tanto del personaje que fundó la organización AMORC, como de muchas de sus
actividades y relatos, es necesario conocer los antecedentes del mismo; incluso
ayudará bastante llevar una cuenta cronológica, lo cual nos facilitará ver,
paso a paso, muchos de sus apaños.
Utilizaremos varias fuentes, debidamente testadas, de las que
daremos referencia a pie de página, puesto que estos escritos no son un libelo
difamatorio, sino un estudio correcto y serio, que puede ser comprobado
simplemente consultando las fuentes citadas.
EL PERSONAJE
Harvey Spencer Lewis nació en Frenchtown, estado de New
Jersey, hijo de Aaron Lewis, de ascendencia galesa y Catherine Hoffman, nacida
en Alemania.
El padre de Harvey era granjero y parte de su infancia
transcurrió en la granja familiar hasta que su padre, Aaron, decidió emigrar a
la gran ciudad en busca de mejores perspectiva para su vida y la de su familia.
Aron Lewis estaba muy interesado en la caligrafía hasta el punto de haber desarrollado
una bella letra gracias sobre todo al método de escritura Spencer, en cuyo
honor dio el segundo nombre a su hijo Harvey.
Aaron Lewis se trasladó a la ciudad de Nueva York en busca de
mejores horizontes, cuando su hijo Harvey era aún niño, y se asoció montando un
gabinete de expertos en caligrafía que llegó a hacer trabajos muy interesantes
en cuanto al descubrimiento de falsas escrituras, etc., hasta el punto que
actuó como perito calígrafo ante los tribunales en varios casos importantes. (Nota
1)
Es importante tener en cuenta estos datos ya que la preparación
de falsos documentos por parte de Spencer Lewis, como se verá más adelante,
será más que evidente, y Lewis, que tuvo una intensa relación con su padre,
quien incluso le llevó como ayudante en un viaje profesional a Francia, era buen
conocedor de las técnicas para “preparar” diplomas, escrituras, etc.
Harvey estudió en la Escuela Pública de New York nº 16 hasta
el año 1899, dejando sus estudios a la edad de 15 años, y empezando a trabajar
desde muy joven, en distintos oficios entre ellos los de ayudante en un
despacho de editores, fotógrafo profesional (este dato es importante y a tener en cuenta en ciertos datos sucesivos)
así mismo trabajó como periodista en el Evenig Herald, y en el Eagle,
para posteriormente y tras perder su empleo, dedicarse a la publicidad.
Spencer Lewis pertenecía a una familia muy religiosa, y cuando vino a
Nueva York con sus padres, se unió a la Iglesia Metodista, frecuentando el
Templo Metropolitano de la Séptima Avenida.
Lewis declara que desde muy joven se interesó por los fenómenos
psíquicos y que tenia dotes proféticos uniéndose a una asociación llamada «Liga
de investigaciones psíquicas de Nueva York» (asociación de la que no hay constancia de su existencia) y fue
elegido Presidente de la misma a la edad de 20 años (muy precoz presidente como se puede ver).
« Durante dos años fui presidente de esta asociación y
al año siguiente varios hombres de ciencia y varios profanos eminentes
organizaron el Instituto Neoyorquino de Investigaciones Psíquicas (tampoco hay evidencias históricas y
documentales de esta nueva asociación).
Fui electo presidente de esta asociación,
y su trabajo continuó de una manera semejante a como lo hacía la Liga, sólo que
era más profundo y con mayor análisis e investigación, y tuvo mucho que ver con
desenmascarar y eliminar de Nueva York a más de cincuenta médiums fraudulentos
y criminales, lo cual se llevó a cabo en relación con el Departamento de
Policía de Nueva York (tampoco hay
constancia de esta colaboración con la policía) y con el New York
World (y tampoco hay constancia de colaboración con
este periódico). »
(Nota 2)
Fue en esta época cuando, según las declaraciones de Lewis,
se interesó en los Rosacruces pues entró en contacto con personas que habían
oído hablar de ellos e incluso decían haber estado relacionado con ellos, lo
cual no era infrecuente en un país como los Estados Unidos en donde la
masonería y múltiples otras asociaciones ocultistas, incluidas varias de
naturaleza rosacruciana, se habían extendido.
También, según las declaraciones de Lewis, además de sus “dotes
psíquicos y proféticos” puestos de manifiesto en sus “asociaciones donde fue el
presidente”, él continuó frecuentando la Iglesia Metodista en donde en 1908, según
su propio relato, tuvo una revelación.
Fue en la primavera de 1908, un jueves por la tarde, después
del Servicio de Resurrección que encontrándose rezando en la iglesia y mirando
la cruz que había tras el altar, se le apareció un ser divino, medio
transparente y luminoso, que le reveló su misión de restaurar en América la
Orden de los Rosacruces.
« Toda la figura era de una neblina blanca o clara, como
un humo espeso y blanco. De los labios de la figura brotaron
palabras y pude ver moverse los labios y parpadear los ojos. No trataré de
citar lo que dijo, porque no puedo recordar las palabras exactas. Me gustaría
poderlo porque fueron dichas de manera muy amable y en un lenguaje tan divino y
tan bello como las frases más maravillosas de la Sagrada Biblia.
Tuve la impresión de que venían a mí
desde una Mente Infinita, Santa, y escuché con un sentimiento de respeto y
agradecimiento, pero no estaba perplejo ni temeroso.
Y lo que se me dijo, en substancia,
fue esto:
- si yo quería saber
más acerca de los Rosacruces y de sus enseñanzas tenía que prepararme para una
iniciación en la fraternidad, la cual tenía un cuerpo exotérico inmortal;
- que por varios años
yo había sido un morador del umbral de la fraternidad o de su templo
inmaterial, pero que no había empleado la resolución suficiente para cruzar el
umbral y por lo tanto no había avanzado más allá de donde mi propia resolución
me había llevado;
- que no hallaría nada
acerca de la fraternidad en ningún libro o papel porque sus secretos nunca se
habían publicado y nunca se publicarían;
- que yo debía hallar
la iluminación en mi interior y no afuera;
- que quien me hablaba
era un AMORCUS de la antigua fraternidad y que había sido elegido para ser mi
guía hasta que yo estuviera preparado para cruzar el umbral y continuar solo;
- que el cuerpo
exotérico de la fraternidad ya no existía en América y que no había existido
durante los últimos 101 años;
- que cada cuerpo
exotérico existía solamente durante 108 años y que solamente en 1915 el nuevo
cuerpo tendría existencia y que entonces sería el único cuerpo exotérico en la
faz occidental de la tierra;
- que mientras yo me
preparaba para mi iniciación allí, el cuerpo exotérico había sido concebido y
madurado para su advenimiento en el mundo material;
- que yo debía dedicar
toda noche del jueves a entonarme para obtener guía; que el próximo cuerpo
exotérico de la fraternidad estaría en Francia, o estaba todavía allí o algo
por este estilo.
»
(Nota 3)
Es muy
curioso que el “ser divino” que se comunicó con Spencer Lewis lo
denominara un
AMORCUS porque ese nombre coincide
con las iníciales de AMORC, las cuales son las siglas de
la organización que Lewis fundó (the Ancient and Mystical Orden Rosae Crucis) pero Lewis no empezó
a utilizar esas siglas hasta en el año de 1915.
Total que el joven Lewis, tras su
"preparación cultural", sus "afiliaciones en grupos de
investigaciones psíquicas" y las "experiencias espirituales
habidas" se sintió con fuerzas para comenzar su tarea de restauración de
la Rosa Cruz en América.
Y para que veamos cuáles eran sus
méritos y preparación es bueno que conozcamos mejor, en la siguiente sección,
su curriculum académico y los títulos adquiridos.
Notas
- Estos datos pueden encontrarse en el libro “Misión Cósmica Cumplida” escrito por Ralph M. Lewis, hijo de Spencer Lewis.
- A esta experiencia se hace referencia en "Misión Cósmica Cumplida" de RML y en el "Confessio R.C. Fraternitatis" de HSL- parte 2, p.12
- C.R.C.F. parte 2, p.16
(La verdadera historia de AMORC,
parte 1a)
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