Cuando
le preguntaron:
¿Nos encontramos con
nuestros seres queridos después de la muerte, aun cuando ellos hayan tenido una
creencia diferente de la nuestra o ellos hayan sido ateos?
Max
Heindel contestó:
« Sí, los encontramos y
los reconocernos, porque no hay poder transformador alguno en la muerte. El
hombre aparecerá allí en la misma forma que aquí, porque él se cree que es de
esa forma, pero el lugar en el que los encontremos dependerá de varias cosas.
En
primer lugar, si hemos vivido una vida muy religiosa, de manera que no tengamos
existencia alguna en el Purgatorio y muy poca en el Primer Cielo, yendo casi
directamente al Segundo Cielo, mientras que el ser querido, si fuera de
naturaleza inferior y tuviera que pasar largo tiempo en el Mundo del Deseo, no
nos encontraría hasta que llegara al Segundo Cielo.
Si
morimos poco después que nuestro amigo, el encuentro quizás no tendría lugar en
veinte años; pero eso importa poco porque en esas regiones se está
completamente inconsciente del tiempo.
El
amigo materialista, si vivió una buena vida moral, como generalmente suele
suceder, se quedaría en la cuarta región del Mundo del Deseo durante cierto
número de años, de acuerdo con el tiempo que vivió, y entonces pasaría al
Segundo Cielo, si bien no tendrá allí una conciencia tan completa y perfecta
como la persona que se haya preocupado por las realidades de la vida.
Lo
veremos, reconociéndolo y asociándonos con él durante centurias enteras en la
obra de crear el futuro alrededor ambiente, pues entonces no será ya más
materialista absolutamente, porque cuando el espíritu arriba a esa elevada
región, ya no está bajo las ilusiones que algunas veces lo envuelven en este
mundo material.
Todos
y cada uno se reconocen como seres espirituales y sienten la memoria de esta
vida terrestre en la misma forma en que nosotros recordamos una pesadilla. El
espíritu, al entrar en ese mundo despierta a su verdadera naturaleza en
cualquier caso. »
(Filosofía
rosacruz en preguntas y respuestas I, pregunta 56)
Desafortunadamente
todo esto que afirma Max Heindel es una sarta de inventos suyos, porque para
comenzar, su relato sobre lo que sucede en el Cielo es opuesto a lo que enseñan
los Maestros como lo detallo en este otro capítulo (ver link).
Y
entre otras cosas los Maestros explicaron que prácticamente todos los humano
caen en un profundo sueño después de morir y así perduran durante casi todo su
viaje post-mortem.
Y
por consiguiente los humanos no se van a encontrar directamente con sus seres
queridos como lo pretende Max Heindel (ya que los humanos se encuentran
dormidos) sino que en algunos casos ellos van a soñar con sus seres queridos
como se los detallo en este otro capítulo (ver link).
~ *
~
Y este es un ejemplo
más de cómo la enseñanza de Max Heindel está llena de inventos que no tienen
que ver con la verdadera enseñanza que aportaron los Maestros.
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