LOS CUATRO DIFERENTES TIPOS DE LA MATERIA ETÉRICA EXPLICADOS POR MAX HEINDEL




En su libro “Los Misterios Rosacruces”, Max Heindel hizo un resumen de esos cuatro diferentes tipos de éteres:

« Para el investigador oculto, el éter es de cuatro clases o grados de densidad, como sigue:

·        Éter Químico
·        Éter de Vida
·        Éter de Luz
·        Éter Reflector

1) El éter químico es la avenida de expresión de las fuerzas que promueven la asimilación, desarrollo y mantenimiento de la forma.

2) El éter de vida es el terreno de manifestación de las fuerzas que son activas en la propagación, o sea la construcción de nuevas formas.

3) El éter de luz transmite la poderosa energía del Sol a lo largo de los nervios de los cuerpos vivientes y hace posible el movimiento.

4) El éter reflector recibe una impresión de todo lo que es, vive y se mueve. Ello recuerda cada cambio en forma semejante a la de la película en una máquina de proyección cinematográfica. En este registro o elemento los médiums y los psicómetras pueden leer el pasado basado en el mismo principio en que, bajo las necesarias condiciones, las películas son reproducidas una y otra vez»
(Capítulo 3)





Y en su libro “El Concepto Rosacruz del Cosmos”, Max Heindel dio muchos más detalles al respecto:

« Para el clarividente ejercitado, el éter es tan tangible como los sólidos, líquidos y gases de la Región Química lo son para el hombre corriente. Aquél ve que las fuerzas vitales que prestan vida a las formas minerales, vegetales, animales y humanas fluyen en ellas por medio de los cuatro estados de materia etérica. Los nombres y funciones específicas de esos cuatro éteres son los siguientes:


El Éter Químico

Este es, a la vez, positivo y negativo en sus manifestaciones. Las fuerzas que producen la asimilación y excreción trabajan por medio de esta clase de éter. La asimilación es el proceso por el cual los diferentes elementos nutritivos del alimento se incorporan al cuerpo de la planta, del animal o del hombre.

Esta operación se produce por intermedio de fuerzas de las que hablaremos más adelante. Trabajan sobre el polo positivo del Éter Químico y atraen los elementos necesarios, modelándolos en formas apropiadas. Estas fuerzas no obran ciega o mecánicamente, sino en forma selectiva (muy conocida de los hombres de ciencia por sus efectos), realizando así su propósito, que es el crecimiento y mantenimiento del cuerpo.

La excreción se efectúa por las fuerzas de la misma índole, pero que obran sobre el polo negativo del Éter Químico. Por medio de este polo expelen del cuerpo los materiales que encierra el alimento y que no servirán para el uso de aquel, o bien se expelen los que ya han prestado toda su utilidad posible y que, por lo tanto, deben expurgarse del sistema.

Estos procesos, como todos los que son independientes de la voluntad, son sabios, selectivos y no mecánicos meramente en su operación, como se puede ver, por ejemplo, en la acción de los riñones, a través de los cuales solo se filtra la orina cuando los órganos gozan de plena salud; pero se sabe que cuando esos órganos no están sanos, la albúmina se escapa junto con la orina, no habiendo entonces selección debido a esa condición de anormalidad.



El Éter de Vida.

Así como el Éter Químico es el conductor o medio de operación de las fuerzas que tienen por objeto el mantenimiento de la forma individual, así también el Éter de Vida es el conductor o agente de operación de las fuerzas que tienen por objeto el mantenimiento de la especie, la fuerza de propagación.

Como el Éter Químico, el Éter de Vida tiene sus polos positivo y negativo. Las fuerzas que trabajan sobre el polo positivo son las que actúan sobre la hembra durante el período de gestación, capacitándola así para el trabajo positivo y activo de crear un nuevo ser. Por otro lado, Las fuerzas que trabajan sobre el polo negativo del Éter de Vida capacitan al macho para producir el semen.

En la operación de la impregnación del óvulo del animal y del hombre o sobre la simiente de la planta, las fuerzas que laboran sobre el polo positivo del Éter de Vida producen plantas, animales y seres machos, mientras que las fuerzas que se expresan sobre el polo negativo generan hembras.



El Éter Luminoso

Este éter es también positivo y negativo, y las fuerzas que obran sobre su polo positivo son las que generan ese calor de la sangre de los animales superiores y del hombre, las que los convierten en fuentes individuales de calor. Las fuerzas que obran sobre el polo negativo del éter luminoso son las que operan a través de los sentidos, manifestándose como funciones pasivas de visión, oído, tacto, olfato, gusto. También son las que construyen y nutren los ojos.

En los animales de sangre fría, el polo positivo del Éter Luminoso es el conductor de las fuerzas que hacen circular la sangre, mientras que las fuerzas negativas tienen la misma función respecto a los ojos, como en el caso de los animales superiores o del hombre. Cuando los ojos no existen, las fuerzas que trabajan sobre el polo negativo del éter luminoso construyen o nutren otros órganos de sensación.

En las plantas, las fuerzas que trabajan sobre el polo positivo del éter luminoso producen la circulación de los jugos vegetales. En invierno, cuando el éter luminoso no está cargado de luz solar como en verano, la savia deja de fluir hasta el estío 2 en que el sol vuelve de nuevo a cargarlo de fuerza. Las fuerzas que trabajan sobre el polo negativo del éter luminoso depositan la clorofila, la sustancia verde de las plantas, y también los colores de las flores.

En una palabra, todos los colores, en cualquier reino de la Naturaleza, se depositan mediante la acción del polo negativo del Éter Luminoso. Por lo tanto, los animales tienen el color más marcado en la espalda y las flores en el lado que mira al sol o a la luz. En las regiones polares de la Tierra donde los rayos del Sol son débiles, todos los colores son débiles también, y en algunos casos están tan superficialmente depositados, que en invierno desaparecen y los animales se ponen blancos, como sucede por ejemplo con el armiño.



El Éter Reflector

Indicamos anteriormente que la imagen mental de una casa generada por la mente del arquitecto puede ser recobrada tomándola de la Memoria de la Naturaleza, aún después de muerto el arquitecto. Todo acontecimiento deja tras sí un recuerdo indeleble en ese Éter Reflector.

Así como los seres gigantescos de la infancia de la tierra dejaron huellas en el carbón petrificado, así como la marcha de un alud de nieve puede señalarse por los trazos que deja sobre las rocas, así también los pensamientos y todos los actos de los hombres dejan un recuerdo indeleble en la Memoria de la Naturaleza y en el Éter Reflector, donde el vidente ejercitado puede leer su historia con una facilidad proporcional a su capacidad y ejercitamiento.

El Éter Reflector tiene este nombre por más de una razón, por que los recuerdos o imágenes que hay en él no son sino reflejos de la Memoria de la Naturaleza. La memoria real de la Naturaleza se encuentra en un reino mucho más elevado. Ningún clarividente desarrollado se pone a contemplar ese éter, porque las imágenes o recuerdos de él son borrosos y vagos comparados con los que se encuentran en el reino superior.

Los que leen en este éter son aquellos que no tienen elección, quienes en realidad no saben lo que están leyendo o viendo. Por regla general, los psicómetras y los médiums obtienen sus informaciones de este éter. En determinado grado, el alumno de las escuelas ocultistas, en sus primeros pasos de desenvolvimiento, observa también este éter reflector, pero su Instructor le advierte siempre la insuficiencia de este éter, como medio de adquirir informaciones directas y ciertas, a fin de que no se aventure a emitir conclusiones erróneas.

Este éter es también el agente por el cual el pensamiento impresiona el cerebro humano. Está íntimamente relacionado con la cuarta subdivisión del Mundo del Pensamiento, que es la más elevada de las cuatro subdivisiones contenidas en la Región del Pensamiento Concreto y la patria de la mente humana. Allí se encuentra una visión mucho más clara de la Memoria de la Naturaleza, que la que existe en el Éter Reflector. »
(Capítulo 1)







OBSERVACIÓN

Pero desafortunadamente todo esto que dijo Max Heindel, él lo está inventando porque en realidad ustedes deben de saber que no existen los éteres, por las razones que explico en este otro capítulo.
(Link)








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