PRIMER ENCUENTRO DE MAX
HEINDEL CON EL ESOTERISMO
Y CON LA SOCIEDAD TEOSÓFICA
Y CON LA SOCIEDAD TEOSÓFICA
En
1903, Max Heindel vivía en Boston, pero se fue a Los Angeles, para buscar trabajo.
Y un día, a fines de diciembre, mientras él estaba caminando, percibió un letrero en el Blanchard Hall que anunciaba una conferencia
sobre esoterismo dada por Charles Leadbeater.
Heindel asistió a esa conferencia y también a las posteriores que también impartió
Leadbeater, y eso provocó en él una tremenda sacudida en su forma de ver la vida, al punto
que antes de que Leadbeater partiera, Max Heindel le escribió una carta diciéndole:
« Los Ángeles, California, enero 15 de
1904.
Al
Señor C. W. Leadbeater.
Estimado
Señor:
Antes
de que usted se ausente de California, deseo expresarle mi agradecimiento por
sus conferencias, a todas las cuales he asistido con gran beneficio para mí
mismo.
La
curiosidad me llevó a escuchar su primera conferencia en donde usted aseveró
que todo ser humano tiene dentro de sí facultades clarividentes (que yo razoné
me beneficiarían personalmente) lo que me impulsó a seguir asistiendo a
vuestras siguientes conferencias.
La
segunda conferencia, a la que asistí con la esperanza de adquirir alguna
información adicional sobre cómo desarrollar este muy deseado y apetecible
poder, advertí que usted nos dijo que esta facultad no debería ser usada con
fines egoístas (e interiormente me sentí frustrado) y entonces pensé:
¿Qué beneficio podría
recibir el hombre si no podía hacer uso de este poder para sus propios
intereses?
Al
día siguiente fui a la biblioteca y pedí el libro que usted escribió “El Plano Astral”, que era precisamente
el plano que yo deseaba encontrar y sobre dónde uno podía ir y con provecho
para uno mismo, y así aprender los secretos de las otras personas. Sin embargo,
no pude obtener ese libro debido a que el bibliotecario no tenía ningún
ejemplar ni para prestar ni para vender ya que todos estaban agotados.
En
cambio adquirí el libro “Karma y
Reencarnación” de la Señora Besant, y cuando lo hube leído comprendí porqué
los poderes ocultos deben ser usados reverentemente para ayudar a la humanidad
y no para beneficio personal.
Vi
que yo tenía un sitio en este gran plan cósmico y me pareció algo tan real que
no necesité de ningún argumento. Creí todas las palabras que leí y mi
disposición mental era por cierto muy distinta de lo que había sido en las dos
primeras conferencias, de modo que me presenté a oír su conferencia sobre
Reencarnación.
Y
desde entonces, he estado literalmente devorando la Teosofía y la he puesto en
práctica en mi vida, suspendiendo el uso de tóxicos y el tabaco, aunque no
supe, hasta el día siguiente, que esto constituía uno de los preceptos de Buda
y, para el peor de los casos, la verdad es que fui un hombre sensual y
embustero y nunca había tenido la idea de que yo podía ayudar, o de que mis
pensamientos podían hacer daño, o podía alejarlos.
Pero
cuando descubrí cómo podía controlar mis pensamientos, me dispuse con el constante
propósito de lograrlo y me regocija decir que mis horas de vigilia transcurren
muy a menudo, libres de pensamientos obscenos; y si yo pudiera decir otro tanto
con mis horas de sueño, por cierto sería muy feliz.
Sin
embargo no tengo dudas que con el persistente esfuerzo pronto los habré
eliminado, especialmente porque hace pocos días he empezado después de haber
leído sus argumentos expuestos en su libro “Vislumbres
de Ocultismo”.
Espero
que mi extensa carta no le haya cansado, aunque no es ni la décima parte de
todo lo que desearía decirle si pudiera hallar las palabras para expresarme. Es
maravilloso para mí, aunque apenas pueda comprenderlo, de que yo, que creía ser
un simple gusano de la tierra y que creía en la muerte por toda la eternidad
una vez que moría, ahora se que vivo para siempre.
No
se admire de que me sienta completamente agradecido y de que sienta la
necesidad de expresar mi gratitud a usted, que abrió mis ojos al elevado y
noble destino que se abre frente a mí.
Una
vez más le doy las gracias y que Dios lo Acompañe.
Sinceramente
suyo.
MAX
HEINDEL. »
(The Theosophits, abril de 1949, p.17)
Y
Augusta Foss, quien posteriormente se volvió la pareja de Max Heindel, sobre
ese evento ella narró lo siguiente:
« Estaba trabajando como acomodadora en
una conferencia realizada en el Blanchard Hall de Los Ángeles, California, por el
Sr. C. W. Leadbeater, un antiguo líder teosófico, cuando llevé a un hombre de
rostro muy placentero a su respectivo asiento.
La
tarde del siguiente día, mientras asistía al bibliotecario que atendía a las
visitas a las salas teosóficas, el mismo hombre tan placentero, entró en la
habitación y solicitó un libro escrito por un hombre del que había sabido el
día anterior.
Luego
de hablar con él, fue sabido que era mi vecino y naturalmente lo invité a
visitar a mi anciana madre y a mí. Esta visita, fue sucedida por otras, lo que
terminó en una hermosa amistad y estudios compartidos.
Max
Heindel y mi madre resultaron grandes amigos y pasaban muchas horas hablando
sobre viejos filósofos, pues mi madre era una gran lectora. »
(Memorias
de Max Heindel y la Fraternidad Rosacruz, cap. 1)
MAX HEINDEL SE VUELVE
UN MIEMBRO ACTIVO
DE LA SOCIEDAD TEOSÓFICA
DE LA SOCIEDAD TEOSÓFICA
Sobre
esto, Aungusta Foss contó:
« Max Heindel se inscribió como miembro
de la Sociedad Teosófica de Los Ángeles [y fue admitido el 9 de marzo de 1904] y
resultó uno de los más entusiastas admiradores de Madame Blavatsky y su
Doctrina Secreta. Aunque no estaba enteramente satisfecho con las Enseñanzas
del Oriente y buscaba una doctrina filosófica Cristiana.
En
un corto tiempo fue elegido vice-presidente de la sociedad. Y durante los dos
años que duró en ese cargo [de 1904 a 1905], un grupo de miembros se interesó por
el estudio de la astrología.
Max
Heindel fue uno de ellos, y yo que llevaba ya varios años estudiándola, lo
asistí en el estudio de las estrellas, pues en tiempos previos los miembros de
la Sociedad Teosófica habían tenido aversión a la astrología y yo era la única
interesada. »
(Memorias)
Y Jinarajadasa quien fue el principal discípulo de Leadbeater,
comentó sobre el encuentro que él tuvo con Max Heindel, lo siguiente:
« Debo mucho a Max Heindel. Cuando lo
encontré en Tacoma, en los Estados Unidos de América, él era un conferencista teósofo y me informó de que estaba
dando conferencias con proyecciones de linterna.
Para
mi esa técnica fue una gran novedad, y en vista que expresé el deseo de conocer
mejor ese procedimiento, él me llevó a su habitación y allí él me mostró cómo
usaba su linterna mágica con una hoja de papel en blanco para presentar la
ampliación de los diagramas.
Inmediatamente
me di cuenta de las nuevas posibilidades que ofrecían las conferencias
ilustradas con diagramas, y a mi regreso a Chicago proyecté varios diagramas
que fueron elegantemente dibujados sobre el papel con el propósito de pasarlos
mediante la linterna.
Estos
diagramas, incluyendo otros tomados de otros libros, constituyeron luego las materias
de que está compuesto el libro “Fundamentos de Teosofía”.
Este
libro ha llenado una sentida necesidad de una gran cantidad de personas,
especialmente de la América Latina, pues presenta un nuevo punto de vista de la
Teosofía. Y precisamente ahora esta obra ese encuentra en su octava edición
inglesa y también se halla traducida a otros idiomas. »
(Theosophist)
MAX HEINDEL SE SEPARA DE LA SOCIEDAD
TEOSÓFICA
DE LOS ANGELES
DE LOS ANGELES
Sobre
este asunto Aungusta Foss narró lo siguiente:
« En el verano de 1905, Max Heindel se
enfermó gravemente y por varios meses estuvo al borde de la muerte, con
problemas cardíacos. Luego de esta enfermedad se retiró de la Sociedad
Teosófica de Los Angeles, y en abril de 1906, partió hacia el norte. Llegó a San
Francisco en la mañana del 17 de abril, pero no estuvo ahí contento consigo
mismo, algo lo empujaba a partir inmediatamente hacia Seattle; lo cual él hizo.
El
18 de Abril de 1906, San Francisco fue escenario de un terremoto y fuegos
devastadores. Y cuando Max Heindel llegó a Seattle, él comenzó a enseñar astrología,
reencarnación, etc., pero su salud nuevamente se deterioró. Su pobre corazón
continuaba con problemas, y otra vez pasó algún tiempo en el hospital, pero su
voluntad inquebrantable le salvaba continuamente de volverse un inválido
crónico.
Contra
los consejos médicos, nuevamente comenzó sus conferencias y enseñanzas. Enseñó
en Portland, Oregón, Seattle y Yakima, Washington y Duluth, Minnesota; ciudades
en las que tuvo gran aceptación.
Y
por esa época, una amiga, que estaba viajando por Alemania, se había contactado
con el Dr. Rudolf Steiner y se volvió una gran entusiasta en las enseñanzas de
este Doctor.
En
sus cartas ella le sugería a Max Heindel que fuera a Alemania a ver a este
hombre, pero Heindel estaba muy contento con su trabajo en el norte; además no
tenía medios económicos para emprender tal viaje. Pero esta amiga era tan
persistente que ella volvió a América para persuadirlo en persona para que la
acompañara de vuelta en Alemania, a ver a su maestro.
Su
oferta de pagarle el viaje de ida y vuelta lo convenció al fin de dejar sus
clases e ir a Alemania. Y este viaje lo realizó en el otoño de 1907. »
(Memorias)
MAX HEINDEL SE SEPARA
COMPLETAMENTE
DE LA SOCIEDAD TEOSÓFICA
DE LA SOCIEDAD TEOSÓFICA
Después
de estar cinco meses estudiando en los círculos teosóficos alemanes (los cuales
eran dirigidos por Rudolf Steiner) y lo cual les relaté en el artículo anterior a este.
Max Heindel regresó a los Estados Unidos en
donde al poco tiempo publicó su principal libro que es “El Concepto Rosacruz del Cosmos”, y el cual tuvo mucho éxito. Y también
fundó su propia organización “La Fraternidad Rosacruz” la cual tuvo un rápido crecimiento.
Pero
desafortunadamente Max Heindel, tanto en sus libros como en su escuela, él adoptó
muchas de las mentiras que inventaron Charles Leadbeater y Rudolf Steiner, contaminando
así la enseñanza que él impartió con las mismas falsedades.
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