EL PARAÍSO EXPLICADO POR MAX HEINDEL




Sobre este tema, Max Heindel explicó lo siguiente:


«

EL PRIMER CIELO

Cuando la existencia en el purgatorio ha terminado, el humano se eleva hasta el primer cielo, que está situado en las tres regiones más elevadas del Mundo del Deseo, donde los resultados de su sufrimiento se incorporan en el átomo-simiente del cuerpo de deseos, impartiéndole así la cualidad de la rectitud, la que actuará como impulso para el bien y repulsión para el mal en el futuro.

(Todo esto es falso ya que el primer cielo está situado en el plano mental y no en el plano del deseo como lo afirma Max Heindel. Y el átomo-simiente del cuerpo de deseos no existe debido a que es una mentira inventada por Leadbeater.)


Aquí, en este primer cielo, nuevamente el humano ve el panorama de su vida, pero en este caso las buenas obras de la vida son las bases del sentimiento. Y cuando llegamos a escenas en las que ayudamos a otros, comprendemos de nuevo toda la alegría que esto nos proporcionó, y además sentimos toda la gratitud emitida por aquel a quien ayudamos

Y cuando vemos de nuevo escenas en las que fuimos ayudados por otros, volvemos a sentir toda la gratitud que emitimos hacia nuestro bienhechor. Y de esta manera vemos la importancia de apreciar los favores que nos han hecho, porque la gratitud produce un crecimiento anímico.

Nuestra dicha en el cielo depende de la felicidad que hayamos proporcionado a otros y al valor que demos a lo que otros han hecho por nosotros. Pero debe siempre recordarse que el poder de dar no reside exclusivamente en el hombre adinerado. El dar dinero sin discernimiento puede ser malo. Es bueno dar dinero para un propósito que estamos convencidos es benéfico, pero un servicio vale un millar de veces más.

Como dice Whitman:

-      ¡Mirad! No me limito a dar discursos o una pequeña caridad. Cuando doy, me doy yo mismo.”

Una mirada cariñosa, expresiones de confianza, la simpatía, la ayuda benévola, estas cosas pueden ser dadas por todos sin que importe para nada la fortuna. Sin embargo, debemos tratar de ayudar al necesitado de manera que él pueda ayudarse a sí mismo, ya sea física, financiera, moral o mentalmente, para no dar origen a que quede dependiendo de nosotros o de los demás.

(Esto también es falso porque los maestros explicaron que cuando los humanos ascienden al Cielo, ellos caen en un profundo sueño en donde van a recordar aquello que los hizo más dichosos durante su estancia en la tierra: la pareja, los hijos, la música, los viajes, etc.

Y los humanos van a experimenten toda una historia de felicidad alrededor de esa temática. Y aunque solo será un sueño, este será tan intenso que la persona lo va a sentir más real que si lo estuviera viviendo en el mundo terrenal.

O sea que lo que experimentamos en el cielo no tiene que ver con el bien que hayamos dado o recibido, sino con aquello que nos hizo más felices.)


El primer cielo es un lugar de alegría sin mezcla alguna de amargura. El humano está más allá de la influencia de las condiciones materiales y terrestres, y asimila todo el bien contenido en su vida pasada conforme lo revive de nuevo. Todos los designios nobles a los que el hombre aspiró se realizan aquí ampliamente. Es un lugar de reposo, y cuanto más dura ha sido la vida, tanto más intenso será el descanso de que se gozará.

(Es cierto que es un periodo de intensa dicha, sin ninguna amargura. Y también es un periodo de reposo y de asimilación de lo que aprendimos en la tierra. Pero en cambio es falso que la dureza de la vida influya en su duración e intensidad, debido a que son otros factores los que intervienen, y estos son: la cantidad de conocimientos, desarrollo y espiritualidad que hayamos obtenido, así como el karma positivo que hayamos producido.

O sea que una persona pudo haber tenido una vida muy dura, pero si no generó estos factores, entonces su Cielo será corto e insípido.)


La enfermedad, la tristeza y el dolor son cosas desconocidas. El primer cielo es, por decirlo así, el lugar de veraneo de los espiritualistas, la tierra de promisión. Los pensamientos del devoto cristiano han construido allí la nueva Jerusalén. Hermosas casas, flores, etc., son el premio de los que a ellas aspiraron: ellos las construyen por medio del pensamiento en la sutilísima materia de deseos. Sin embargo, estas cosas son tan reales y tangibles como lo son para nosotros nuestras casas materiales. Todos obtienen aquí la satisfacción de que carecieron en su vida terrestre.

(Son reales para la persona que las experimenta, pero son solamente un sueño para quienes se encuentran despiertos en ese plano de existencia.)





LO QUE SUCEDE CON LOS NIÑOS

Hay una clase que lleva especialmente una vida hermosísima y son los niños. Si pudiéramos verlos siquiera, cesarían todas nuestras penas. Cuando un niño muere antes del nacimiento de su cuerpo de deseos, lo que tiene lugar alrededor de los catorce años, no va más allá del primer cielo, porque no es responsable de sus actos.

(Es falso que el cuerpo de deseos nazca a los catorce años como lo demostré en el capítulo anterior a este.)


Por lo tanto, el niño no tiene existencia en el purgatorio, ya que lo que no ha sido vivificado no puede morir, y por lo tanto, el cuerpo de deseos de un niño, junto con su mente, persistirá hasta el nuevo nacimiento, y por tal razón esos niños son muy aptos para recordar las encarnaciones anteriores, como se indica en el caso citado en otro lugar.

(Esto es falso, el niño también tiene que pasar por el mismo proceso por el que pasan los adultos, y por consiguiente también tiene que atravesar por el purgatorio para poder ascender al cielo, y también tiene que reconstruirse nuevos cuerpos cuando vuelve a reencarnar. Y es solamente en el caso de los niños muy pequeños, que ellos vuelven rápidamente a renacer sin pasar por el cielo.)


Para tales niños, el primer cielo es una sala de espera donde permanecen desde uno hasta veinte años, hasta que se presenta una nueva oportunidad para renacer. Sin embargo, es algo más que una sala de espera sencillamente, porque se progresa mucho durante la estadía en ella.

(Debido a que el niño solo pudo acumular muy poco de los factores que determina su duración en el cielo, su estancia va a ser muy corta, pero dado que en promedio la estancia es de 1500 años, dudo mucho que el niño solo vaya a estar 1 a 20 años como lo afirma Max Heindel.

Y también es falso que “se progresa mucho durante la estadía en el primer cielo” porque Blavatsky explicó que solo se puede desarrollar aquello que ya se haya iniciado en la tierra.)


Cuando un niño muere hay siempre alguno de su familia que lo está esperando, o, en su defecto, hay a quienes les gustaría adoptar maternalmente a niños en su vida terrestre y que tendrían sumo placer en cuidar a un huerfanito.

(Esto también es falso, ya que no es un familiar sino un guía quien se hace cargo de la persona después de que fallece. Y dependiendo del desarrollo de la persona, ella tendrá un guía individual o colectivo.)


La extrema plasticidad de la materia de deseos hace muy fácil el formar los más exquisitos juguetes vivientes para los niños, y su vida es un hermoso juego; sin embargo, no queda descuidada su instrucción. A los niños se les agrupa en clases, de acuerdo con sus respectivos temperamentos, pero sin tener en cuenta para nada su edad.

En el Mundo del Deseo es muy fácil dar lecciones objetivas de la influencia del bien y del mal, de la conducta y de la felicidad. Y estas lecciones se imprimen indeleblemente sobre el sensitivo y emotivo cuerpo de deseos del niño y lo acompañan después de su nacimiento, así que muchos de los que llevan una vida noble lo deben a que han estado sometidos a ese desarrollo.

A menudo, cuando nace un espíritu débil, los Seres Compasivos (los invisibles Guías que dirigen nuestra evolución) lo hacen morir en edad temprana para que pueda gozar de ese desarrollo extra, ayudándolo así a soportar lo que pudiera haber sido para él una vida muy dura.

Y éste parece ser el caso, especialmente cuando la impresión en el cuerpo de deseos fue débil debido a que las personas que rodeaban el moribundo lo perturbaron con sus lamentaciones o por haber muerto por accidente o en un campo de batalla.

Bajo esas circunstancias el muerto no ha experimentado la intensidad de sentimientos apropiada en su estado post-mortem, y por lo tanto cuando renace y muere en edad temprana, aquella pérdida se recobra en la forma indicada más arriba.

Muy a menudo el deber de cuidar a ese niño en la vida celeste recae sobre aquellos que fueron la causa de esa anomalía. Y se les proporciona así una oportunidad para reparar su falta y aprender a obrar mejor. O tal vez pueda tocarles ser los padres del recién nacido y cuidarlo durante los pocos años que viva. Entonces nada importará que se lamenten histéricamente cuando el niño muera, porque en el cuerpo vital infantil no hay recuerdos o imágenes de ninguna consecuencia.

(Aquí Max Heindel está diciendo muchas mentiras porque los maestros explicaron que la inmensa mayoría de los humanos pierden la conciencia y caen en un profundo sueño después de fallecer.)





LAS ACTIVIDADES EN EL CIELO

Este primer cielo es también un lugar de progreso para todos los que han sido estudiosos, artistas o altruistas. Y así el filósofo y el estudiante tienen acceso instantáneo a todas las librerías del mundo.

(Esto es falso ya que los humanos se encuentran dormidos.)


El pintor observa con inefable delicia los colores siempre cambiantes y muy pronto aprende que su pensamiento forma y moldea esos colores a voluntad. Sus creaciones viven y brillan con una vida imposible de comprender para los que trabajan con los pesados y densos materiales terrestres.

El pintor está, por así decirlo, pintando con materiales vivientes y puede ejecutar sus ideas con una facilidad que lo llena de deleite.

(Esto también es falso.)

El músico no ha llegado aún al lugar en el que su arte se expresará a sí mismo en toda su extensión. El Mundo Físico es el mundo de la forma. El Mundo del Deseo, donde esta el purgatorio y el primer cielo, es especialmente el mundo del color; pero el Mundo del Pensamiento, donde están los cielos segundo y tercero, es la esfera del Sonido.

La música celeste es un hecho y una mera figura del lenguaje. Pitágoras no se equivocaba cuando hablaba de la música de las esferas, porque cada una de las estrellas celestes tiene su tono definido y juntas forman la sinfonía celestial que Goethe también menciona en el prólogo de su “Fausto”, en la escena que se desarrolla en el cielo.

Los ecos de esta música celeste nos llegan hasta este Mundo Físico. Son nuestra posesión más preciosa, aunque son tan fugaces como la espuma y no pueden crearse permanentemente, como pueden crearse otras obras de arte: una estatua, un cuadro, un libro.

En el Mundo Físico el sonido muere tan pronto como nace. En el primer cielo los ecos son, por supuesto, mucho más hermosos y más permanentes, así que allí los oídos del músico gozan de melodías que nunca oyeron en su vida terrestre.

Las experiencias del poeta son parecidas a las del músico, porque la poesía es la expresión de los más íntimos sentimientos del alma, en palabras que se ordenan de acuerdo con las mismas leyes de armonía y ritmo que rigen la expresión del espíritu en la música.

Además, el poeta encuentra una inspiración magnífica en las imágenes y colores que son las características principales del Mundo del Deseo. Y de allí tomará los materiales para usarlos en su próxima encarnación. Y de parecida manera acumula el escritor materiales y facultades.

El filántropo produce sus planes altruistas para el mejoramiento de la raza humana, y si estos fallaron en una vida, verá la razón de los fracasos, en el primer cielo, y aprenderá a sobrepasar los obstáculos y a omitir los errores que hicieron impracticables sus ideas y sus planes.

(Aquí Max Heindel está haciendo un profundo revoltijo porque Blavatsky explicó que las inspiraciones que vienen de “arriba” provienen del plano astral superior. Mientras que el Mundo del Deseo, pero sobre todo el Mundo Divino, por el momento pocas personas pueden entrar en conexión con esos mundos.)






EL SEGUNDO CIELO

Después de estar en el primer cielo, el hombre, el Ego, el triple espíritu, penetra en e segundo cielo. Él está envuelto en su cuerpo mental, que contiene los tres átomos-simientes, la quintaesencia de los tres vehículos abandonados.

(Esto que dice Max Heindel es falso porque los maestros explicaron que solo los humanos más avanzados logran ascender hasta el segundo cielo. Y los “átomos-simientes” son una mentira inventada por Leadbeater.)


Cuando el hombre muere y pierde sus cuerpos vital y denso, se encuentra en las mismas condiciones que cuando uno está dormido. El cuerpo de deseos, según ya se explicó, no tiene órganos a propósito para ser empleado, por lo que ahora se transforma de un ovoide, en una figura que se parece al cuerpo denso que ha sido abandonado.

(De hecho sucede lo contrario, cuando el cuerpo físico fallece, el cuerpo emocional toma la forma de una esfera.)


Podemos fácilmente comprender que debe haber un intervalo de inconsciencia parecida al sueño y después el hombre despierta en el Mundo del Deseo. Pero no sin cierta frecuencia ocurre que tales personas permanecen durante largo tiempo inseguras de lo que les está ocurriendo. No comprenden que han muerto. Ven que pueden pensar y moverse. Y algunas veces cuesta mucho trabajo conseguir hacerles creer que están realmente “muertos”. Comprenden que hay algo diferente, pero no entienden qué es lo que es.

No sucede así, sin embargo, cuando el cambio se hace del primer cielo, que está en el Mundo del Deseo, y al segundo cielo, que está en la Región del Pensamiento Concreto. Entonces el hombre abandona su cuerpo de deseos, pero él está perfectamente consciente y pasa a una gran paz.

Y durante ese intervalo todo parece desvanecerse, él no puede pensar. Ninguna de sus facultades está viva, pero él siente que es. Tiene un inexplicable sentimiento de encontrarse en el “Gran Siempre”, de hallarse completamente solo, si bien sin temor, y su alma se inunda de una paz inefable, “que sobrepasa toda comprensión”. La ciencia oculta lo llama “El Gran Silencio”.

Entonces viene el despertar. El espíritu está ahora en su patria-hogar, el cielo. Aquí el primer despertar trae al espíritu el sonido de “la música de las esferas”. En nuestra vida terrestre estamos tan abstraídos en los pequeños ruidos y sonidos de nuestro restringido alrededor, que somos incapaces de oír la música de las esferas en marcha, pero el ocultista las oye. Sabe que los doce signos del Zodiaco y los siete planetas forman la caja y las cuerdas de la lira de Apolo. Y sabe también que un solo desacorde en esa armonía celestial ocasionada por ese Gran Instrumento produciría “una explosión de la materia y una colisión de mundos”.

(Todo esto es falso porque los maestros explicaron que los humanos se la pasan prácticamente todo el tiempo dormidos durante su viaje post-mortem. Y fueron los espiritistas y Leadbeater quienes popularizaron la idea incorrecta de que los humanos permanecen despiertos en el más allá. Cuando en realidad actualmente solo un pequeño porcentaje lo hace en el plano astral. Muy pocos en el Mundo del Deseo, y prácticamente nadie en el Mundo Divino.)


El trabajo que realiza el hombre en el Mundo Celeste es múltiple. No es una existencia inactiva, soñadora o ilusoria la que lleva, sino que por el contrario, es de la más intensa e importante actividad preparándose para la próxima vida, así como el sueño es una preparación activa para el trabajo de día siguiente.

Aquí se absorbe la quintaesencia de los tres cuerpos en el triple espíritu. Tanto como haya sido trabajado por el hombre durante su vida el cuerpo de deseos, purificándolo de sus pasiones y emociones, será dotado al Espíritu Humano como beneficio, proporcionándole así al hombre una mente mejorada para el futuro.

Tanto como haya sido trabajado el cuerpo vital por el Espíritu de Vida, transformándolo y espiritualizándolo, salvándolo así del decaimiento a que está sujeto el cuerpo vital, se amalgamará con el Espíritu de Vida para asegurarle un cuerpo vital y un temperamento mejor en las vidas subsiguientes.

Tanto del cuerpo denso cuanto el Espíritu Divino haya salvado por la rectitud en el obrar, se reabsorberá en él y proporcionará un ambiente mejor y mejores oportunidades en el futuro.

La espiritualización del vehículo se realiza por medio del cultivo y desarrollo de las facultades de observación, discernimiento, devoción a los elevados ideales, concentración, perseverancia y justo empleo de las fuerzas vitales.

El segundo cielo es el verdadero hogar del hombre, el Ego, el Pensador. Aquí permanece durante siglos enteros, asimilando el fruto de su última vida terrestre y preparando las condiciones terrestres más apropiadas para su próximo paso de progreso.

El sonido que compenetra esta región y que se hace aparente por doquier como color, es su instrumento, por decirlo así. Esa vibración armoniosa y sonora es la que, cual elixir de vida, disuelve en el triple espíritu la quintaesencia del triple cuerpo de quien depende su crecimiento.

La vida en el segundo cielo es una vida extraordinariamente activa, variada en numerosos sentidos. El Ego asimila los frutos de su última vida terrestre y prepara el ambiente que lo rodeará en una nueva existencia física. No basta con indicar que las nuevas condiciones estarán determinadas por la conducta y los actos de la última vida.

Es necesario que los frutos del pasado sean trabajados y realizados en el mundo que será el próximo campo de actividad, mientras que el Ego está adquiriendo nuevas experiencias físicas frescas y obteniendo nuevos frutos.

Por lo tanto todos los habitantes del mundo celeste trabajan sobre los modelos de la Tierra, los que se encuentran en la Región del Pensamiento Concreto. Son ellos los que alteran las formas físicas de la Tierra y producen los cambios graduales que varían su aspecto, de manera que en cada nueva venida a la vida física se han preparado un nuevo ambiente en el cual podrán adquirir nuevas experiencias.


Hemos hablado de las fuerzas que trabajan sobre los polos positivo y negativo de los diferentes éteres. El hombre mismo es una parte de esas fuerzas. Aquellos que llamamos muertos son los que nos ayudan a vivir. Ellos, a su vez, son ayudados por los llamados “espíritus de la Naturaleza”, a quienes mandan.

El hombre es dirigido en su trabajo por Instructores de las más elevadas jerarquías creadoras, los que le ayudan a construir sus vehículos antes de que alcance la consciencia de sí mismo, de la misma manera que él construye actualmente sus vehículos durante el sueño.

En el transcurso de su vida celeste ellos le ayudan conscientemente. Al pintor se le indica cómo construir un ojo sutil, capaz de tomar perspectivas perfectas y de distinguir los colores y las sombras hasta un grado inconcebible para los que no se interesan en el color y en la luz.

El matemático tiene que tratar sobre el espacio, y la facultad para la percepción de este espacio, está relacionada con el delicado ajuste de los tres canales semicirculares que están situados dentro del oído, apuntando cada uno a una de las tres dimensiones del espacio.

La lógica y la habilidad matemática están en proporción directa al ajuste de esos canales semicirculares.

La habilidad musical depende también del mismo factor, pero además de la necesidad del debido ajuste de dichos canales semicirculares, el músico precisa que las “Fibras de Corti” sean extremadamente delicadas, y de las cuales hay cerca de diez mil en el oído humano y son capaces de interpretar cada una alrededor de veinticinco gradaciones de tonalidad. En los oídos de la mayoría de los hombres esas fibras no responden más que de tres a diez de las gradaciones posibles.

Entre los músicos ordinarios, el mayor grado de eficiencia es alrededor de quince sonidos por cada fibra; pero el maestro de música que puede atraer e interpretar la música del mundo celeste requiere un mayor grado de eficiencia para poder distinguir entre las diferentes notas y notar la más ligera disonancia en las más complicadas melodías.

Las personas que requieren órganos de tan extremada delicadeza para la expresión de sus facultades deben prestarles el mayor cuidado, como lo requiere su elevado grado de desarrollo. Ningún otro es tan elevado como el músico, lo que es muy razonable si consideramos que mientras el pintor atrae fácilmente la inspiración del mundo del color (el más próximo al Mundo del Deseo) el músico evoca y nos ofrece la atmósfera de nuestro hogar celeste, al que como espíritus pertenecemos, y nos la traduce en sonidos de nuestra vida terrestre.

Su misión es la más elevada, porque como medio de expresión del alma viviente, la música es reina suprema. El que la música sea diferente y más elevada que las otras artes se comprende si consideramos que una estatua o un cuadro, una vez creado, es permanente. Estos son evocados del Mundo del Deseo y por lo tanto se cristalizan más fácilmente, mientras que la música, siendo del mundo celeste, es más evasiva y debe reproducirse cada vez que la queremos oír.

No puede ser aprisionada, como lo demuestran las tentativas infructuosas, para hacerlo parcialmente por medio de mecanismos tales como el fonógrafo y los autopianos. La música sí reproducida pierde mucho de la dulzura y grandeza que posee cuando viene fresca de su propio mundo, trayéndole al alma las añoranzas de su verdadera patria y hablándole en un lenguaje de bellezas tal, que ningún mármol ni ningún cuadro pueden expresar.

El instrumento por el cual siente el hombre la música es el más perfecto sentido del cuerpo humano. El ojo no es, en manera alguna, verdadero, pero el oído es perfecto en el sentido de cualquier sonido que oye lo oye sin deformarlo, mientras que el ojo tergiversa muy a menudo lo que ve.

Además del oído musical, el músico debe también aprender a construir una mano fina y delicada, con dedos ágiles y sensitivos nervios, pues en caso contrario no podría reproducir las melodías que oye.

Es una ley de la naturaleza el que nadie pueda habitar un cuerpo más eficiente que el que sea capaz de construir. Se aprende primeramente a construir en cierto grado el cuerpo y después se aprende a vivir en él. De esta manera se descubren los defectos y se le enseña a corregirlos.

Todos los hombres trabajan inconscientemente en la construcción de sus cuerpos durante la vida antenatal hasta llegar el momento en el que la quintaesencia de sus cuerpos anteriores –esencia que han conservado– debe ser edificada o encarnada.

Entonces trabajan ya conscientemente. Se comprende, pues, que cuanto más avanza el hombre y más trabaja sobre sus vehículos, haciéndolos así inmortales, más poder tiene para la construcción de una nueva vida. El discípulo desarrollado en una escuela ocultista comienza a construir él mismo tan pronto como se ha realizado el trabajo de las tres primeras semanas, cuyo trabajo pertenece exclusivamente a la madre.

Cuando ha pasado el período de construcción inconsciente, se le presenta al hombre una oportunidad para ejercer su naciente poder creador, y entonces comienza el verdadero proceso creativo original: Epigénesis.

Vemos, pues, que el hombre aprende a construir sus vehículos en el Mundo
Celeste, y a usarlos en el Mundo Físico. La naturaleza suministra toda clase de experiencias de manera tan maravillosa y con tan consumada sabiduría, que cuanto más profundamente penetramos en sus secretos, vamos siendo cada vez más impresionados por nuestra insignificancia, creciendo nuestra reverencia hacia Dios, de Quien la Naturaleza es su símbolo visible.

Cuanto más sabemos de sus maravillas, más comprendemos que este sistema mundial no es la vasta y perpetua máquina en movimiento, mecánica, que el materialismo nos ha hecho creer. Sería enteramente tan lógico como pensar que si arrojáramos al aire una caja de tipos, los caracteres se arreglarían por sí mismos formando un hermoso poema cuando llegaran al suelo.

Cuanto más grande es la complejidad del plan, más poderoso es el argumento en favor de la teoría de un Autor Divino Inteligente.

(Todo esto Max Heindel lo está inventando porque como vimos, pocos humanos ascienden hasta el segundo cielo, y el requisito para lograrlo es haber alcanzado un grado de universalidad, o sea por ejemplo, ya no amar solo a una persona o a algunas personas, sino amar a toda la humanidad. Porque entonces el humano experimenta el amor de manera universal y eso es lo que te permite ascender al segundo cielo.

Y también es falso que en el cielo los humanos estén preparando sus cuerpos para su nueva reencarnación porque eso no es algo de lo que se encargan los propios humanos.)






EL TERCER CIELO

Habiendo asimilado todos los frutos de su vida pasada y alterado la apariencia de la Tierra de tal manera que pueda proporcionarle el ambiente requerido para su próximo paso hacia la perfección; y habiendo también aprendido por el trabajo en los cuerpos de otros, a construir un cuerpo apropiado a través del cual pueda manifestarse en el Mundo Físico, y habiendo, por último, disuelto la mente en la esencia que construye el triple espíritu,

Entonces el espíritu puro individual asciende a la más elevado Región del Mundo del Pensamiento: el tercer cielo. Aquí, por medio de la armonía inefable de este mundo superior, se fortalece para su próxima inmersión en la materia.

(Esto es incorrecto ya que solo los más elevados iniciados logran ascender hasta el tercer cielo.)

Y después de algún tiempo viene el deseo de nuevas experiencias y la contemplación de un nuevo nacimiento. Y esto evoca una serie de cuadros ante la visión del espíritu, un panorama de la vida nueva que nos espera. Pero nótese esto bien: este panorama contiene solo los acontecimientos principales. El espíritu tiene plena libertad en cuanto a los detalles. »

(Todo esto se encuentra en su libro “El Concepto rosacruz del Cosmos”, en el capítulo 3)







CONCLUSIÓN

El relato que da Max Heindel sobre lo que sucede en el Paraíso está muy tergiversado debido a que él adoptó muchas de las mentiras que inventó Leadbeater, más otras mentiras que él mismo añadió a su texto. Y su explicación poco tiene que ver con las verdaderas explicaciones que dieron los maestros de sabiduría y sus verdaderos discípulos.







7 comentarios:

  1. ¿Cid cual es el origen esoterico de halloween dicen que en esas fechas se incrementan los robos de niños animales para sus ritos satanicos y ocultistas esta celebracion de origen celta se remonta hace 300 años los druidas sacerdotes paganos Ellos adoraban y servían a Samhain, dios de la muerte. Cada año, el 31 de octubre, los druidas celebraban la víspera del año nuevo céltico en honor de su dios Samhain. La tradición celta entró con mayor fuerza en el siglo VIII, cuando la iglesia romana estableció el 1 de noviembre como el Día de Todos los Santos.?

    ResponderBorrar
  2. Cid se que esto no tiene nada que ver con este post. Pero estuve leyendo una entrada antigua donde explicabas el encuentro de frank hartmann con un mago oscuro en adyar. Y la verdad recorde un sueño que tuve. El sueño era que estaba hablando con una señora mayor en un autobus escolar. No se de que y la señora de pronto comenzo absorber el alma de las personas de todo el autobus. O su energia. Se que el sueño fue otra cosa porque me vi a mi misma sacada del sueño y entrando por mi boca y lo mas raro es que recuerdo y me vi a mi misma aguantando la respiracion despues que entre a mi cuerpo. Es que fue automatico deje de respirar. No se que piensas cid?

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. No necesariamente tuvo que haber sido un mago negro, y por ejemplo también pudo haber sido una entidad nociva del astral que buscó vampirizarte energéticamente y tú lo interpretaste de esa manera a través de ese sueño.

      Borrar
  3. Pienso que Max Heindel ha hecho un gran trabajo, porque principalmente acercó una filosofía puramente occidental, para quienes tal vez no se hubieran acercado por ejemplo a la Teosofía por estar basada su filosofía con mucha terminología oriental.
    Si la filosofía de Max Heindel es errónea por investigación propia o por haber sido influenciado por Leadbeater eso puede arreglarse; tal vez Max Heindel sirva como puente al estudiante sincero para adentrarse a estudiar determinados temas que por discriminación lo conduzcan intuitivamente con el tiempo a nuevas fuentes, incluso tal vez estudiando finalmente lo que en principio se desechó.
    Lo más rescatable de la filosofía de la Fraternidad Rosacruz es que cultiva principios muy nobles, que llevan al aspirante a un desarrollo ordenado, y tranquilamente lo puede conllevar a nutrirse de otras fuentes, ya que no se juzgan otras filosofías.
    Que tiene sus puntos débiles claro!, pero nunca intentó ser una filosofía que tenga la última palabra, y de hecho, todo lo contrario, está aclarado en los libros, nunca se puso M.H. como una autoridad, y mientras se desarrollen cualidades positivas, el resto puede arreglarse con más estudio y la propia experiencia. Saludos.

    ResponderBorrar
  4. DECIS ; Todo esto es falso porque los maestros explicaron que los humanos se la pasan prácticamente todo el tiempo dormidos durante su viaje post-mortem.
    PERO DECIS QUE SUEÑA Y ESO ES LO REAL ..... pero que es el sueño? (o sea soñar)...aca en la tierra se dice que es una ilusion y nada es real que nuestro espiritu en algun lugar esta soñando esta vida que es una ilsusion, sin embargo para nosotros es conciencia y en esta ilusion. Entonces ?

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. No estoy hablando del sueño de manera metafísica sino de manera literal.

      Borrar