LAS ORGANIZACIONES OCULTISTAS EVALUADAS POR LOS MAESTROS

 

 

En una carta que el maestro Kuthumi le escribió al señor Allan Hume, sobre este asunto el maestro explicó lo siguiente:

 

« Si bien ha sido nuestro constante deseo que se esparzan “ramas” de la Sociedad Teosófica en el Continente Occidental entre las clases más educadas para que sirvan de precursoras de una Fraternidad Universal, [en cambio nosotros no vemos con buenos ojos las organizaciones ocultistas].

 

Por ejemplo la organización que usted propuso, desde el principio la idea consistió solamente en promover la formación de una especie de club o “escuela de magia”. No obstante haber admitido usted, franca y honradamente que se sentía incapaz de concebir la idea básica de la Fraternidad Universal y que su propósito consistía sólo en cultivar el estudio de las ciencias ocultas —admisión que debía de haber puesto en seguida punto final a toda insistencia por parte de Blavatsky, quien al principio logró el consentimiento— debo decir que este le fue otorgado con mucha resistencia por parte del propio jefe inmediato de ella y luego di mi promesa de cooperación en la medida en que yo pudiera darla.

 

Finalmente por mi intermedio, ella recibió el consentimiento de nuestro jefe más elevado a quien sometí la primera carta con que usted me honró. Pero este consentimiento le ruego que lo tenga presente, fue obtenido sólo bajo la condición expresa e inalterable de que esa nueva organización sería fundada como una rama de la Fraternidad Universal y que de entre sus miembros, a algunos escogidos y si aceptaran someterse a nuestras condiciones en vez de dictarnos las suyas, se les permitiría el estudio de las ciencias ocultas bajo la dirección escrita de un “Hermano”.

 

Pero jamás soñamos con un “criadero de magos” debido a que tal organización como la proyectada por el Sr. Sinnett y usted, es imposible entre europeos, y ha llegado a ser casi imposible hasta en la misma India… a no ser que ustedes estén preparados para trepar a una altura de 18’000 a 20’000 pies en medio de los glaciares de los Himalayas.

 

 

La más grande y también la más prometedora de tales escuelas en Europa —el último esfuerzo hecho en ese sentido— fracasó rotundamente hace unos 20 años en Londres.

 

Era una escuela secreta para la enseñanza práctica de la magia, fundada bajo el nombre de un club por una decena de entusiastas encabezados por el padre de Lord Lytton.

 

Él reunió con este propósito a los estudiosos más ardientes y emprendedores, como también a los más adelantados en mesmerismo y “magia ceremonial”, tales como Eliphas Lévi, Regazzoni y el copto Zergvan-Bey. Y sin embargo en la pestilente atmósfera de Londres, el “Club” tuvo un final prematuro.

 

Yo lo visité como una media docena de veces y me di cuenta desde el inicio de que no había nada que hacer allí y que nada podría resultar de ese lugar. Y esta es también la razón del por qué la Sociedad Teosófica Británica no progresa prácticamente un paso. Sus miembros dicen pertenecen a la Fraternidad Universal, pero solo de nombre, y en el mejor de los casos gravitan únicamente hacia el quietismo — que es la parálisis completa del alma. Son intensamente egoístas en sus aspiraciones y no cosecharán otra cosa que la recompensa de su egoísmo. »

(CM 28, p.209-210, extractos)

 

 

 

 

 

 

 

OBSERVACIONES

 

Lo que más les interesa a los maestros es desarrollar las cualidades espirituales en los humanos, y a los que se muestren más aptos, posteriormente irlos iniciando paulatinamente en el ocultismo práctico, pero son poquísimos quienes ya alcanzan ese nivel, y es por eso que los maestros se muestran tan reticentes con las escuelas de ocultismo debido al gran egoísmo que prepondera en esos lugares y que predispone a que sus miembros, tarde o temprano, terminen por dirigirse hacia la hechicería y la magia negra.

 

Y es por eso que el maestro Morya en otra carta añadió:

 

« Sólo aquel que en el fondo de su corazón ama a la humanidad entera y es capaz de percibir completamente la idea de una Hermandad Universal practica y regeneradora, sólo él es quien tiene el derecho a la posesión de nuestros secretos, porque alguien así nunca hará mal uso de sus poderes y no habrá temor que los dirija hacia fines egoístas. Y es por eso que el humano que no coloca el bien de toda la humanidad por encima de todo, no es digno de convertirse en nuestro discípulo. »

(CM 38, p.252)

 

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Así es que no existen actualmente escuelas de ocultismo práctico que estén abiertas al público y que sean dirigidas por los maestros, y quien pretenda lo contrario les está mintiendo.