Petrus:
Hola a todos, escribo por vez primera en este foro y aprovecho la ocasión para
presentarme. En primer lugar os informo que junto con mi mujer fuimos miembros
de "segunda cámara" del movimiento gnóstico de Samael durante varios
años, allá por la década de los 80, en San Sebastián, País Vasco, España.
Deseo
ser lo más imparcial posible y me esforzaré en ello. En primer lugar, aclaro
que, hace muchos años que tanto mi esposa como yo dejamos de creer en Samael y
su Movimiento Gnóstico. Éramos muy joven de aquellos tiempos, y aunque nunca me
tragué todo a pies juntillas, en lo básico llegué a estar convencido, y ello a
pesar de que observaba terribles contradicciones, incoherencias y disparates en
las palabras de Samael y su enseñanza.
Conocí
en persona a Arnolda Gómez Garro, más conocida como "Maestra
Litelantes", y hasta tuve la ocasión de estrecharle la mano en la
provincia de Barcelona, si no recuerdo mal, en Castelldefels el día anterior a
una conferencia en la que ella fue la ponente, junto a uno de sus discípulos
que no hacía más que aporrear la mesa con su puño hablando de
"traidores" y cosas por el estilo.
El
día de la conferencia, lo primero que nos dijo a modo de saludo fue:
"ustedes son masoquistas" en referencia a la atención que según ella
se había prestado en España a Ernesto Barón. Ello impactó en mi mente como un
martillo, y su actitud era algo que yo no alcanzaba a comprender. Aquella
conferencia, tomaba tintes cada vez más violentos y negativos, cuando la señora
Arnolda (Litelantes) decía frases tales como: "A mi no me domina nadie, ni
mi hija ni nadie".
Para
nosotros, así como para muchos de los asistentes, entre los que se encontraban
mi amigo e instructor, Rolando Búcari, mis amigos y compañeros del Movimiento
Gnóstico, Inocencio Aparicio y Mª Carmen, el misionero e instructor de gnosis
Rafael Arape, el cual fue tratado fatal por la señora Arnolda, al que acusaba
de incumplir sus ordenes, y un largo etc., aquello fue el principio del fin de
nuestra militancia en el Movimiento Gnóstico.
La
señora Gómez no hacía sino reclamar los derechos de autor de su difunto marido,
que según ella trataban de arrebatárselos. Nos habíamos desplazado cientos de
kilómetros, desde San Sebastián, hasta la provincia de Barcelona, con la
(ingenua) ilusión de conocer a una persona que pensábamos se trataba de una
maestra sin ego, y nada menos que la esposa del "Maestro".
Pero
nuestro mal sabor de boca fue supino al encontrarnos con algo que ninguno de
nosotros merecía, y mucho menos, personas como Rolando y Rafael, que dedicaban
su vida al Movimiento Gnóstico. Y desde luego que aquello no era compatible con
la humildad, virtud esta tan elogiada y predicada no solo por la Gnosis, sino
también por cualquier otra religión o filosofía.
Conocí
también en persona a Oscar Uzcategui y a su esposa Mirna Uzcategui. Creo que él
me recordará si me ve ya que incluso comimos y desayunamos juntos en varias
ocasiones, y él sabía mi nombre.
Rolando
y Oscar me dejaron "colgado" no apuntándome al curso de misioneros de
tres meses, a pesar de que yo habría dado la vida en aquellos momentos por
ello. ¿Por qué? Porque dentro del movimiento yo era rebelde y crítico, y no
interesaba alguien así como misionero. Esa es la conclusión a la que he
llegado, aunque ya no me importa. Al final, me hicieron un favor ya que de
haber sido así hubiera perdido mi trabajo, y actualmente tengo asignado un
puesto como mando intermedio en la misma empresa municipal en la que ya
trabajaba en aquella época.
Para
concluir deseo aclarar que tal y como yo y mi mujer entramos en la Gnosis,
también nos fuimos, sin que nadie nos acosara y sin mayor problema. Nadie nos
dijo nada que pudiera ser tachado de coacción, ni nada por el estilo. Todo lo
contrario, cuando al cabo de los años nos hemos encontrado con aquellos miembros
o instructores que seguían dentro del Movimiento Gnóstico, hemos hablado con
cordialidad y ellos ni siquiera nos han mencionado para nada la palabra
"Gnosis", sino que nos hemos limitado a hablar de otros temas no
relacionados con ello y con total distensión.
Teniendo
en cuenta la experiencia de un servidor en la Gnosis, sería interesante, que si
algún miembro de este foro tiene alguna duda, acerca del movimiento Gnóstico,
que desee saber, me la pregunte, y con mucho gusto le responderé, si es que acaso
conozco la respuesta.
Un
cordial saludo desde San Sebastián, España.
(Fuente:
Link)
Esa persona no comprendió nada sobre el Ego ni sobre el camino. El problema no es que se saliera de una escuela gnóstica, lo cual es anecdótico, sino que siga confirmando su propio Ego, aquel que proyectó y bajo el prisma que vivió en aquellos momentos. Mientras siga culpando a los demás de "su mal sabor de boca" no habrá entendido ni una línea de la obra del maestro.
ResponderBorrarLos "hechos externos" pueden ser veraces pero lo que vivió internamente es totalmente "subjetivo". Algún día espero que esa persona lo comprenda, a mí me llevó muchos años hacerlo.