LA SOCIEDAD ANTROPOSÓFICA DESCRITA POR RENÉ GUÉNON


 
Sobre esta organización, René Guénon en su libro “Teosofismo” escribió lo siguiente:
 
« Rudolf Steiner denominó a su nueva organización "Sociedad Antroposófica" con manifiesta intención de competir con la Sociedad Teosófica y también para caracterizar su propio concepto que hace del hombre el centro de lo que él llama "ciencia espiritual".
 
(Observación de Cid: lo que Rudolf Steiner denomina “ciencia espiritual” en realidad fueron sus investigaciones clarividentes las cuales resultaron ser inmensamente erróneas y disparatadas.)
 
También es preciso añadir que la palabra "antroposofía" no es, como se podría creer, un neologismo imaginado por Steiner, pues una obra del Rosacruciano Eugenius Philalethes o Thomas Vaughan, datada en el año 1650, tiene por título “Anthroposophia Magica”.
 
La Sociedad Antroposófica tomó como divisa: "La Sabiduría no se halla más que en la Verdad", para imitar a la de la Sociedad Teosófica cuyo lema es: "No hay religión más alta que la Verdad"; por lo demás, esta segunda no es otra cosa que una traducción muy deficiente de la divisa de los Maharajás de Benarés.
 
He aquí los principios en los que declaró fundarse la nueva asociación según un folleto de propaganda publicado en la época de su creación:
 
« Para formarse una vida satisfactoria y sana, la naturaleza humana precisa conocer y cultivar su propia esencia suprasensible y la esencia suprasensible del mundo externo al hombre. Las investigaciones naturales de la ciencia moderna no pueden conducir a tal objetivo, aun cuando estén llamadas a prestar inestimables servicios en los límites de su labor y de su región.
 
La Sociedad Antroposófica procurará este objetivo mediante la promoción de investigaciones serias y veraces dirigidas hacia lo suprasensible, y por el cultivo de la influencia que estas investigaciones ejercen en la conducta de la vida humana. Una verdadera investigación del espíritu; si el estado de alma que de ahí resulte, deben dar a la Sociedad Antroposófica su carácter, cuya expresión puede resumirse en los principios directores siguientes:
 
1) En el seno de la Sociedad puede establecerse una colaboración fraterna entre todos los hombres que acepten como base de esta colaboración afectuosa, un fondo espiritual común a todas las almas, cualesquiera sean las diversidades de su fe, nacionalidad, rango, sexo, etc.
 
2) La investigación de las realidades suprasensibles ocultas detrás de todas las percepciones de nuestros sentidos se unirá a la preocupación por propagar una ciencia espiritual verdadera.
 
3) El tercer objeto de estos estudios será la penetración del núcleo de verdad que encierran las múltiples concepciones de la vida y del universo en los diversos pueblos a través de las edades. ».
 
 
Se hallan en ese texto tendencias completamente análogas a las de la Sociedad Teosófica: por un lado la "fraternidad universal" y el "moralismo" que se une más o menos estrechamente, porque: "la Sociedad Antroposófica se orientará hacia un ideal de cooperación humana... y no alcanzará su objetivo espiritual sino cuando sus miembros se consagren a un ideal de vida que pueda servir de ideal universal a la conducta de la vida humana"; por otro lado, el anuncio de "un método de investigación espiritual que penetre en los mundos suprasensibles", y que consiste, evidentemente, en un desarrollo de la "clarividencia" o de cualquier otra facultad similar, sea cual sea el nombre con que se la designe.
 
Naturalmente, la Sociedad Antroposófica se prohíbe querer constituir una religión, e incluso adherirse a cualquiera creencia particular: "Nada debe ser más extraño a los esfuerzos de la Sociedad Antroposófica que una actividad favorable u hostil a una orientación religiosa sea cual sea, pues su objetivo es la investigación espiritual y no la propagación de cualquier fe; también, cualquier propaganda religiosa cae fuera de sus atribuciones".
 
Sin duda, esto es lógico procediendo de personas que precisamente reprocharon a Mme. Besant haber traicionado los principios teosóficos dedicándose a una "propaganda religiosa".
. . .
En lo que hace a la organización de la Sociedad Antroposófica, he aquí algunos datos que hallamos en el volumencito del que ya tomamos algunas citas:
 
"El trabajo de la Sociedad se organizará mediante grupos libres que podrán formarse de un modo interdependiente en todos los países y en todos los lugares. Estos grupos podrán quedar separados o reunirse, formando entre sí sociedades o asociaciones más libres inspirándose únicamente en las condiciones dictadas por las circunstancias de sus ambientes. En sus designios reales, la Sociedad Antroposófica no es en modo alguno una sociedad en el sentido que se da habitualmente a esta palabra; el ligamen que une a los miembros no consiste en una organización surgida de un reglamento ni tampoco consiste en formaciones o cuadros externos".
 
Hay en esto último una idea que podría ser interesante, tanto más que, efectivamente, los verdaderos Rosa-Cruz jamás han constituido sociedades; pero si la palabra "sociedad" es impropia, ¿por qué entonces utilizarla, y ello en el título mismo de la organización de la que se trata?
 
"Únicamente el cultivo de la ciencia espiritual en el sentido ideal consagrado por la exposición que precede, confiere al título de miembro su fisonomía integral y verdadera. Este titulo, sin embargo, implica ciertos derechos, como por ejemplo: el acceso a ciertos escritos de ciencia espiritual reservados para los miembros, solamente, y otras prerrogativas de este género... Desde el punto de vista exterior, el ligamen de la Sociedad Antroposófica no diferirá en nada de lo que sería, por ejemplo, en el seno de una sociedad antropológica u otra similar".
 
Evidentemente, esto supone que existe: "Desde el punto de vista interior" un lazo o ligamen de otra naturaleza, pero acerca del cual no se dan explicaciones; hallamos aquí el equivalente a la división de la Sociedad Teosófica en su "sección exotérIca" y "sección esotérica".
 
En efecto: las enseñanzas que se dice estar reservadas para los miembros no son brindadas a todos éstos indistintamente, o por lo menos si lo son, sólo en parte; en la Sociedad Antroposófica hay otra organización formada ya anteriormente por Steiner, y que constituye ahora el "círculo interior"; esta organización, acerca de la cual nada se dice públicamente, afirma ser rosacruciana, y en la recepción de los miembros se emplean formas de iniciación enteramente análogas a las que se utilizan en la Masonería, hasta demasiado análogas, pues hay en ello una razón –entre otras– para dudar de la autenticidad de este Rosacrucismo.
 
A propósito de esto recordaremos lo que dijimos precedentemente: la mayoría de las agrupaciones actuales que lucen esa etiqueta no pueden atribuirse más que una simple relación teórica: tienen, si se quiere, un Rosacrucismo de intención, pero nada más, salvo que se pretenda que el empleo de ciertos símbolos, independientemente de toda otra consideración e incluso del significado que se les da, baste para constituir una vinculación efectiva.
 
Se entiende que decimos otro tanto, y con mas razón, en lo que hace a la supuesta relación con los misterios antiguos, de los que se trata frecuentemente en las obras de Steiner; veremos que la idea de la "restauración de los misterios" existe también en Mme. Besant y sus seguidores; pero en todo ello se trata únicamente de ensayos de reconstitución, en los que se cuenta principalmente con basarse sobre todo en la "intuición" o en la "clarividencia" y que, consiguientemente, siempre estarán muy sujetos a caución.
 
Puede verse ahora cómo en la Sociedad Antroposófica, la amplia autonomía prometida a los diversos grupos externos no compromete la unidad de dirección: bastará que haya en cada uno de ellos "iniciados" de la organización interna, aun cuando no estén necesariamente a la cabeza de esos grupos, quienes se encargarán de trasmitir no precisamente órdenes, sino más bien sugerencias; de un modo general es así como suceden las cosas en las asociaciones de esa índole.
 
Por lo demás, la Sociedad Teosófica abarca también secciones o sociedades nacionales que poseen autonomía administrativa, y esto no impide que la dirección central ejerza de hecho un poder casi absoluto; también está aquí la "sección esotérica" con el juramento de obediencia que se hace prestar a sus miembros, juramento que hace posible ese poder absoluto.
 
La aparente independencia está muy bien ideada para seducir a los que ignoran que es tan sólo ilusoria, y es sin duda lo que permitió a la Sociedad Antroposófica, desde su iniciación, lograr adhesiones más o menos numerosas en casi todos los países; hasta tuvo algunas en Inglaterra e incluso en Francia, entre las que nombraremos solamente, como representante más conocido, al Sr. Edouard Schuré –de quien ya hemos hablado y que después de haber abandonado la Sociedad Teosófica en 1886, se reintegró a la misma en 1907–, Eugène Lévy, Mme. Alice Bellecroix y Jules Sauerwein, redactor del Matin y traductor de las obras de Steiner.
 
Bajo otro aspecto, Steiner quiso realizar una idea muy análoga a la del monasterio teosófico de Franz Hartmann: hizo construir en Dornach, cerca de Basilea, un templo: "donde los fervorosos por la ciencia del espíritu podrían reunirse, instruirse y sentirse edificados en un lugar preparado para ellos". La descripción es demasiado curiosa para que no reproduzcamos algunos pasajes:
 
« El edificio refleja bien la doctrina expuesta por el Sr. Steiner en numerosas obras y en conferencias. Dos vastas cúpulas se alzan sobre la colina dominando un circo boscoso, coronado por viejas ruinas.
. . .
Una de las cúpulas, mayor que la otra, simboliza al Universo con sus armonías y los estadios sucesivos de su evolución. Como el número siete es el que en ocultismo representa el acaecer de las cosas en el tiempo, esta cúpula está sostenida por siete inmensas columnas por cada costado. Tienen forma de pentagramas, constituidos por triángulos que se encajan los unos en los otros. En la parte superior de cada columna, un capitel ornamentado representa una de las formas planetarias de nuestro mundo... La cúpula pequeña está, por así decirlo, engastada en la grande de la que es procedencia. Bajo esta cúpula reina el número doce, el del espacio. Doce columnas simbolizan las doce influencias del zodíaco, que descienden sobre el 'microcosmos' o mundo del ser humano, mientras que en todo el derredor del edificio, vitrales diseñados por el mismo Steiner representan en sensibles colores las etapas del progreso del alma.
. . .
El Sr. Rudolf Steiner piensa que un edificio en el que se ha de estudiar las fuerzas de la naturaleza debe expresar en todas sus partes el esfuerzo incesante, la metamorfosis constante que demarcan el progreso del Universo. »
 
 
Para solventar los gastos de la construcción, que ascenderían a tres millones, se constituyó una asociación inmobiliaria denominada "Sociedad de San Juan" (Joharrnesbau-Verein), haciendo alusión a las antiguas confraternidades de "Maçons" (Albañiles) operarios. El templo debía ser concluido a fines de 1914, pero la guerra interrumpió los trabajos o por lo menos los retardó, y tan sólo en 1920, según creemos, pudo ser inaugurado el edificio. Contiene, entre otras cosas, un teatro en el que se deben representar "dramas esotéricos”, escritos por Steiner y Schuré.
 
Diremos también que el Dr. Steiner ejerce un influjo cada vez mayor sobre sus discípulos, y que éstos, que sumaban más de cuatro mil en 1914 habiendo entre ellos muchas mujeres, sentían hacia él una admiración y veneración similares a las profesadas por los teosofistas "ortodoxos" –si cabe este adjetivo en caso semejante– respecto de Mme. Besant.
 
Rudolf Steiner murió el 26 de abril de 1925; desde entonces, la Sociedad Antroposófica está regida por un Comité director, y no parece que haya pensado nunca en presentar un sucesor de su fundador. Con la Sociedad Antroposófica están relacionadas diversas organizaciones accesorias: la Escuela de Euritmia del Goetheanum, creada y dirigida por Mme. Marie Steiner, a la que se añade una escuela de arte dramático; la Escuela Waldorf, en Stuttgart, y otras escuelas similares en Holanda e Inglaterra; los Laboratorios internacionales de Arlesheim, alrededor de los cuales están agrupadas cuatro casas de salud para niños y adultos.
 
A propósito de las aplicaciones médicas de las teorías de Steiner, he aquí una información bastante curiosa:
 
"El Dr. Kolisko, de Viena, intenta fundar una nueva medicina o al menos una farmacología sobre la doctrina antroposófica de su maestro Steiner. La adoración (sic) del número tres según los métodos babilónicos (?) desempeña cierto papel en esta terapéutica, que se relaciona también con las investigaciones y resultados de la antigua homeopatía. A la humanidad sufriente, el Dr. Kolisko aporta un remedio universal, que es el azufre. Quiere hacer una humanidad sulfatada. La Sociedad de los médicos de Viena se ocupa con severidad de tales procedimientos, cuya principal originalidad consiste en justificar con las más extrañas razones místicas el empleo de medicamentos conocidos. Así, preconizando el uso de una tisana cualquiera contra el cáncer, los teósofos (sic) evocan el mito del dios del invierno Hoeder, que mató al dios del verano Balder"
("Echo de Paris", 23 de agosto de 1922)
 
La Sociedad Antroposófica de Francia, cuya sede se encuentra en el nº 3 de la avenue de l'Observatoire, tiene por órgano de difusión una revista titulada "La Science Spirituelle", que por lo demás no aparece sino a intervalos bastante irregulares. Por otra parte, un "Congreso mundial para demostrar la existencia de una Ciencia Espiritual y sus aplicaciones prácticas" se celebró en Londres en julio de 1928; he aquí algunos extractos del manifiesto lanzado en esta ocasión:
 
"La ciencia del análisis, la lógica inflexible, el dogma cristalizado, han finalizado su tarea... Ha llegado el tiempo en el que el hombre debe desarrollar en sí una forma superior de conocimiento. Será, necesariamente, por medio de una Ciencia Espiritual que proyectará una nueva claridad sobre la Encarnación Divina y sobre la misión de Cristo. Pero una comprensión vasta y profunda de la misión de Cristo no es posible si no se pone de relieve el sentido de la evolución de la tierra en su totalidad... A la luz de este conocimiento surgirá una más clara comprensión del papel confiado a cada nación terrestre, y la Individualización, la Libertad, la Buena Voluntad constituirán una Realidad Espiritual que penetrará todas las ramas de la actividad humana... Cada época tiene sus guías. Es al hombre a quien incumbe en la actualidad la misión de descubrir dónde reside la Sabiduría y, habiéndola encontrado, erigir, sobre sólidas bases, el edificio de los nuevos tiempos". »
(Capítulo 22)
 
 
 
 
 
 
 
OBSERVACIÓN
 
Es evidente que para crear su propia organización Rudolf Steiner copió muchos aspectos de la Sociedad Teosófica a la que quería desbancar en Occidente y por eso le hizo una competencia directa, pero aunque la Sociedad Teosófica perdió mucho de su autenticidad original y fue muy manipulada por Leadbeater, Besant y sus secuaces; su degradación no se compara con el grado de delirio en el que se encuentra la Sociedad Antroposófica que enseña cosas tremendamente falsas y venera a un individuo que fue profundamente ignorante y charlatán (ver link).
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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