Richard Hodgson fue un investigador de la Sociedad para la Investigación Psíquica de Londres (SPR) que fue enviado por esa asociación a la India para que él investigara los fenómenos paranormales que se habían producido en la Sociedad Teosófica.
Pero el periodista Alfred Sinnett aseguró que el señor Hodgson no era apto para investigar en la India porque el señor Hodgson no conocía la idiosincrasia de los indios.
En su libro "Los Fenómenos del Mundo Oculto y la Sociedad para la Investigación Psíquica" el señor Sinnett escribió:
« La SPR designó como su agente para investigar en la India sobre la autenticidad de las declaraciones relativas a sucesos que se extendieron a lo largo de varios años —que tuvieron lugar en varias partes de la India, y en los que estuvieron involucrados muchas personas, incluidos nativos de la India y devotos de la ciencia oculta en ese país— a un caballero [el Sr. Hodgson] con demasiada confianza en sus propias habilidades, pero en realidad totalmente desconocedor de las características de la vida india y el complicado juego de sentimientos en conexión con el cual se ha desarrollado el movimiento teosófico en la India durante los últimos años.
Nada en su Informe, incluso en su forma actual —enmendado con la prolongada ayuda de personas con más experiencia y hostiles al movimiento teosófico— sugiere que ya haya comenzado a comprender las condiciones primarias de los misterios que se propuso desentrañar.
Ingenuamente supuso que todos los que en la India se dedicaban visiblemente a la labor de la Sociedad Teosófica deseaban ganarse su buena opinión y convencerlo de la autenticidad de los supuestos fenómenos.
Demuestra haber estado observando su comportamiento y frases sueltas para captar admisiones que pudieran volverse en contra de la causa teosófica.
Parece que nunca sospechó lo que cualquier investigador más experimentado habría sabido desde el principio: que el movimiento teosófico en la medida en que se ha preocupado por dar a conocer al mundo en general la existencia de personas muy avanzadas en la comprensión de la ciencia oculta llamadas Mahatmas, y de las opiniones filosóficas que sostienen, ha sido uno que muchos de los devotos nativos de estos Mahatmas y muchos entre los más ardientes discípulos y estudiantes de sus enseñanzas ocultas, la han considerado con profunda irritación.
La actitud mental tradicional con la que los ocultistas indios consideran sus tesoros de conocimiento se caracteriza por una devoción teñida de envidia hacia todos aquellos que intentan penetrar el secreto que los ha envuelto hasta ahora. Estos se han considerado solo como la adquisición legítima de personas que pasan por las pruebas y probación habituales.
Sin embargo el movimiento teosófico en la India implicó una ruptura de este secreto. Las antiguas reglas fueron violadas bajo una autoridad tan grande que los ocultistas involucrados en el trabajo, no pudieron sino someterse. Pero en muchos casos, dicha sumisión ha sido solo superficial.
Cualquier persona más íntimamente familiarizada que el agente de la SPR [el Sr. Hodgson] con la historia y el crecimiento de la Sociedad Teosófica habría sido capaz de indicar muchas personas entre sus miembros nativos más fieles, cuya fidelidad se debía enteramente a los Maestros a los que servían, y no a la idea en la que estaban empleados — en todo caso no en la medida en que estaba conectada con la demostración del hecho de que los fenómenos físicos anormales podían ser producidos por indios expertos en ciencias ocultas.
Ahora bien, para tales personas la noción de que extranjeros europeos, quienes según ellos concebían, habían sido admitidos tan inmerecidamente en los arcanos internos del ocultismo oriental, estaban cometiendo el error de creer que habían sido engañados, que no existía tal cosa; como el ocultismo indio, que el movimiento teosófico era una farsa y un engaño con el que ya no se preocuparían, era encantador en sus atractivos; y la llegada en su medio de un joven extremadamente autosuficiente de Inglaterra intentando la investigación de los misterios ocultos por los métodos de un detective de Scotland Yard, y expuesto por su total desconocimiento del tono y el temperamento del ocultismo moderno a todo tipo de malentendidos, era naturalmente para ellos una fuente de intensa satisfacción.
¿Acaso el comité de la SPR imagina que los ocultistas nativos de la Sociedad Teosófica en la India están retorciéndose en este momento bajo el juicio que se ha emitido?
Estoy bastante seguro que por el contrario en su mayoría se ríen entre dientes con deleite. Puede que les parezca complicada la situación en cuanto a sus relaciones con sus Maestros, ya que han contribuido conscientemente a la fácil distracción del Sr. Hodgson, pero el ridículo espectáculo que este ofrece en su Informe —donde lo vemos retomando frases inconclusas y señalando puntos débiles en el testimonio de algunos chelas indios, contra quienes, si hubiera comprendido mejor la tarea que tenía ante sí, debería haber estado más alerta— es en cualquier caso, algo que podemos entender que les resulte divertido. »
(p.4-7)
OBSERVACIONES
En resumen el Sr. Sinnett afirma que muchos indios (sobre todo brahmanes) se disgustaron cuando la Sociedad Teosófica comenzó a difundir las enseñanzas esotéricas orientales que hasta ese momento habían permanecido ocultas, porque estos indios consideraban que esas enseñanzas estaban reservadas para los orientales y no para los occidentales.
Y es por eso que cuando el Sr. Hodgson fue a la India para investigar; estos indios aprovecharon su visita para hablar mal de Blavatsky y de la Sociedad Teosófica, para que así el Sr. Hodgson tuviera una mala impresión.
Mala impresión que él transmitiría a Occidente y entonces los occidentales repudiarían la enseñanza teosófica porque creerían que se trataba de falsedades.
Y el Sr. Sinnett tuvo razón en lo que él afirmó ya que los datos históricos indican eso mismo.
Por ejemplo un grupo de brahmanes amenazaron a Blavatsky de que si ella publicaba La Doctrina Secreta entonces ellos iban a desprestigiar esa obra.
Y el asunto se intensificó al punto que un grupo de teósofos americanos le enviaron una carta pública a Blavatsky el 19 de enero de 1888, pidiéndole que ella no se dejara intimidar:
« Acabamos de enterarnos de que se le ha pedido que no publique La Doctrina Secreta. Esta extraordinaria petición emana, según se nos dice, de miembros de la Sociedad Teosófica, que dicen que si el libro sale a la luz será atacado y ridiculizado por algunos pandits indo Orientales, y que no es prudente antagonizar a estos caballeros indos.
Nosotros, de la manera más urgente le pedimos que no les haga caso a sus deseos, sino que publique La Doctrina Secreta lo antes posible.
. . .
Es bien sabido de todos, que es del Occidente de donde proviene la fuerza principal de la Sociedad Teosófica, aunque su conocimiento e inspiración provengan del Oriente, estamos además ansiosos de que usted, que ha dedicado su vida a esta causa y que hasta ahora nos ha otorgado la gran dádiva que se encuentra en Isis Develada, no se detenga ahora que está a punto de darnos La Doctrina Secreta, sino que prosiga con ella para que podamos ver cumplida su promesa y colocar así otra piedra importante en el edificio teosófico.
. . .
Creemos que aunque los indios Orientales cuentan con una gran herencia que sus ancestros les han heredado, ellos no la han aprovechado, ni tampoco la han dado en estos últimos años a sus congéneres que viven más allá de los límites de la India. . .debido a su creencia de que los pueblos occidentales son gente de casta inferior que no pueden recibir el Conocimiento Sangrado.
. . .
Por último, sabiendo que la gran rueda del tiempo ha girado una vez más, y que los Poderes que están por arriba ven que ha llegado la hora en que se les dé a todos los pueblos, del oriente así como del occidente, el verdadero conocimiento, ya sea Vedântico o de otra clase, nosotros creemos que los Maestros que están por detrás de la Sociedad Teosófica y a los cuales usted sirve, desean que se escriban libros como el de La Doctrina Secreta.
. . .
Firmado por William Q. Judge y otras 45 personas. »
(The Path, febrero 1888, p.354-5)
Cuando La Doctrina Secreta se publicó, muchos brahmanes renunciaron a la Sociedad Teosófica en protesta.
Y uno de los más brillantes de ellos era Subba Row, quien inicialmente admiraba a Blavatsky pero que después de esto se volvió su enemigo y buscó despreciarla frente a las demás personas.
Y cuando Blavatsky se lo reclamó, Subba Row le contestó:
- “Has sido culpable del más terrible de los crímenes, has divulgado secretos del Ocultismo, los más sagrados y los más ocultos. Más te valdría que fueses sacrificada a que dieras aquello que nunca fue pensado para las mentes europeas.”
(Carta de Blavatsky a Sinnett, n.42, p.95-96)
CONCLUSIÓN
El Sr. Sinnett está en lo correcto y el Sr. Hodgson no estaba para nada capacitado para investigar en la India debido a que él no conocía la mentalidad de los indios, y en su ignorancia el Sr. Hodgson se creyó las calumnias que los brahmanes dijeron contra Blavatsky y la Sociedad Teosófica.
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