LA ELABORACIÓN Y RECEPCIÓN DE ISIS DEVELADA RELATADAS POR LA HERMANA DE BLAVATSKY


En una biografía que Vera Petrovna Zhelikhovsky escribió acerca de su hermana Blavatsky, sobre la primera gran obra de Blavatsky, ella mencionó lo siguiente:
 
 
« En 1874 mi hermana me escribió:
 
-        “Emprendo un gran trabajo sobre teología, las creencias antiguas y los secretos de las ciencias ocultas, pero no tengas miedo por mí, ya que estoy siendo guiada. Puede que yo en lo personal no pueda hablar bien de estas cosas abstractas, pero lo esencial se dictará a mi mente y todo lo que escriba no será mío, sino que yo solo seré solo la pluma, mientras que la cabeza que pensará lo que escribo será la de un ser que sabe mucho y de todo.”
 
 
Posteriormente cuando apareció su obra Isis Desvelada, ésta fue muy leída y comentada en los periódicos. Ella nos envió las opiniones que se hicieron al respecto y que fueron muy alegadoras, y nosotros [su familia] nos quedamos asombrados por la reputación literaria que se le había hecho.
 
Pero hubo también extrañas revelaciones que nos dejaron preocupados. Estas fueron las historias del coronel Olcott y del señor Judge (Presidente de la Sección América de la Sociedad Teosófica) y también de muchos reporteros de The Herald, The Times of New York y otros periódicos que hablaron de fenómenos mucho más notables, pero de esto hablaré más adelante.
 
Concluiré diciendo que a pesar de la pobre opinión que la misma Blavatsky tenía de su primera gran obra y la cual ella consideraba estaba mal escrita, oscura y sin precisión sucesiva, pero a pesar de eso ella obtuvo muchos triunfos y honores verdaderamente excepcionales por ese trabajo literario.
 
Y dejando a un lado los innumerables artículos que aparecieron tratando sobre esa obra, ella tuvo el honor de recibir dos títulos y varias cartas de científicos eminentes como Layman John Drapper y Alfred Russel Wallace.
 
Este último, entre otras cosas, le escribió:
 
-        “Estoy realmente impresionado, señora, por su profundo conocimiento. Debo agradecerle por haberme abierto los ojos a un mundo de cosas de las cuales no tenía ni idea, desde el punto de vista que usted indica a la ciencia y que explica problemas que parecían insolubles.”
 
Los diplomas le fueron enviados por las Logias masónicas de Inglaterra y de Benarés (Sociedad de Saat-Baï), las cuales reconocían su derecho a los grados superiores de sus fraternidades. El primero iba acompañado por una rosa-cruz con rubíes, y el segundo por un ejemplar antiguo y de gran valor del Bhagavad Gita.
 
Pero lo que es aún más notable, es el hecho de que el Reverendo Doctor de la Iglesia Episcopal de la Universidad de Nueva York tomó esta obra, como texto para sus sermones.
 
Y durante una serie de domingos ocupó el púlpito con temas que sacó a partir de lo que estaba escrito en Isis Desvelada; y el Reverendo Mckerty, basándose en lo que estaba escrito en el tercer capítulo del volumen I, edificó a sus feligreses, lanzando rayos y reproches sobre los discípulos materialistas de Auguste Comte y otros pensadores semejantes.
 
 
Pero para H.P. Blavatsky, quien hasta el día de su muerte, siguió siendo rusa y buena patriota, la aprobación de sus compatriotas eran sus laureles más apreciados.
 
Sus libros en ese tiempo estaban prohibidos en Rusia por la censura (a pesar de ser incomprensibles para la mayoría de las gentes por estar escritos en inglés, lengua muy poco conocida en Rusia) y por eso tenían muy pocos lectores.
 
Y por consiguiente, el honor que le hicieron sus compatriotas era aún más grande, debido a que quienes la leían, usaban (al hablar de ella de un modo independiente) elogios semejantes a los que mencionó: el Reverendo Arzobispo Aivasovsky (hermano de nuestro bien conocido pintor), y también a los que mencionó el hijo de nuestro gran historiador Serge Solovioff, me refiero al famoso novelista Vsévolod Solovioff.
 
Aivasovsky me pidió que le prestase los tomos de Isis Desvelada que yo poseía y también el libro Gente del otro Mundo del coronel Olcott. Y después de leerlos, me escribió que en su opinión:
 
-        “No podría haber fenómeno más notable que un libro como Isis desvelada escrito por una mujer, en el espacio de unos pocos meses, cuando diez años de la vida de un sabio científico escasamente serían suficiente para llevar a cabo semejante obra.”
 
Y a continuación les pongo la opinión del Sr. Vsevolod Solovioff, emitida en una carta que él me escribió, datada del 7 de julio de 1884, y después de que él había leído la traducción francesa de la misma obra:
 
-        “He leído la segunda parte de Isis Desvelada y ahora estoy completamente convencido de que es un verdadero prodigio.”
 
¡Las mentes hermosas se encuentran!
 
Y el señor Solovioff y el Arzobispo Aivasovsky, me han dicho que les parecía innecesario hablar de otros milagros que haya efectuado mi hermana, después del que ella había producido escribiendo este libro»
(Un esbozo biográfico de HPB)
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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