LA CARRERA DE ALICE BAILEY COMO MENSAJERA DE LOS MAESTROS


 
El siguiente texto fue escrito por Victor Endersby, quien fue el editor de la revista “Theosophical Notes”:
 
« Lo que podemos considerar como una versión “oficial” de la vida de Alice Bailey aparece en el artículo mencionado anteriormente en la revista Fate de junio de 1963, escrito por Paul M. Vest, quien era un ardiente devoto, y que fue impreso de una manera equivalente a ser un respaldo por parte de Fate.
 
Pero hay que tener en cuenta que los asuntos más importantes de su vida (relacionados con su supuesta conexión con los maestros) se basan únicamente en su propia narrativa. Aquí, por cierto, tenemos la interesante revelación –no aparecida en el material anterior– de que los "Servidores del Mundo" no tienen organización en el plano físico, sino que están formados por personas de todos los países y espiritualmente liberadas que trabajan en el "plano astral".
 
El artículo titulado "Alice Bailey y el Maestro Kuthumi" está convenientemente decorado con un retrato del Mahatma Morya, y es evidente que Vest no conocía la diferencia y quizás Bailey tampoco.
 
Según esta narrativa, el movimiento comenzó cuando Alice Bailey, nacida como Trobe-Bateman, se casó en 1919 con Foster Bailey, quien entonces era el Secretario Nacional de la Sociedad Teosófica en los Estados Unidos.
 
Ella fue educada como una anglicana estricta y amaba la Sagrada Comunión, pero no podía tomar los dogmas más estrechos. Se afirma que su devoción religiosa fue por asistir un tiempo a la iglesia todos los días durante semanas o meses (y se podría predecir que este tipo de afinidad emocional y devocional de juventud tendrá los resultados que hemos estado discutiendo).
 
Fue en medio de esta lucha que apareció el "Maestro" bajo la forma de un oriental bien vestido que entró sin anunciarse y se sentó "con dignidad tranquila", sin ser invitado, y comenzó a explicar su futura misión para los Mahatmas.
 
Al principio pensó que ella podría estar loca, pero después de pensarlo todo comenzó a concebirse a sí misma como una moderna Juana de Arco, y Alice Bailey sostiene que con el tiempo esta auto-dramatización juvenil y colorida se desvaneció (o se convirtió en algo mucho más grande, pues la santa Juana nunca reclamó un contacto personal o íntimo con los problemas de Jesús, o el estatus del único agente a través del cual él podría regresar a la Tierra).
 
Bailey dice que al principio pensó que el visitante misterioso podría ser Jesús, pero no conocía su verdadera identidad como Kuthumi hasta que vio su foto en la sede teosófica (¿esa imagen de Morya que se imprime con el artículo?)
 
El Fate ofrece una nota a pie de página en el sentido de que "su rostro, así como su nombre, son notablemente bien conocidos"... Peo evidentemente no muy bien conocidos para ese semanario.
 
 
Se dice que cada vez que el Maestro la visitó, de alguna forma le daba evidencia sobre su naturaleza "extradimensional" (¡qué cansados estamos de lo "extra-dimensional" u "otra dimensión", esas frases trilladas de ignorancia espiritista!).
 
El famoso Djwal Khul la inició en su carrera literaria, como una voz en el aire. Alice Bailey afirma que toda su obra consistió en transcribir los pensamientos que caían uno por uno en su cerebro, y que la escritura automática no tiene nada que ver con eso.
 
Se dice que ella ha representado todo un desconcierto para los psicólogos, incluido Jung, quien pensó que todo podría venir de su mente subconsciente, pero se quedó perplejo por algunas de las características.
 
Se sostiene que a ella le divertían las especulaciones científicas, ya que podía mostrar a los visitantes los regalos que Kuthumi le hacía enviado de la India (¿y acaso les mostró los envoltorios y matasellos?).
 
 
Aquí ya tenemos algo, cuya explicación puede proceder a lo largo de dos derroteros. En primer lugar, el subconsciente. Hay un aspecto que conoce éste escritor, y es la naturaleza de los psíquicos de este tipo, y algunos de sus conocimientos han sido adquiridos dolorosamente.
 
Es una progenie con la que simplemente desaparecen las diferencias entre hecho y fantasía. Sus mentes han quedado sin anclar y no hay criterio de realidad; sus recuerdos son siempre arenas movedizas en las que los sucesos reales son estimulados por brisas o ensoñaciones, vicisitudes emocionales y pseudo-recuerdos que resultan del pensamiento deseoso, aunque éstos muy a menudo se centran en una idea principal y fija.
 
Los psiquiatras invierten bastante tiempo con esta clase de personas. Son bastante capaces de imaginar una visita como la de "Kuthumi" y luego encontrarse con un "Djwual Khul" –después de aprender estos nombres a través de asociaciones teosóficas– para continuar el drama interno, y todo el lío que Alice Bailey hizo de la filosofía esotérica está perfectamente en línea con un intento de fusión subconsciente de su temprano fervor religioso y patológico y su interés en las nuevas ideas proporcionadas por la literatura teosófica.
 
 
Se sabe que estas personas se dirigen a sí mismas cartas de amantes imaginarios o grandes personajes, y no hay nada que impida que una de ellas con un complejo oriental haga lo mismo con los "regalos de la India".
 
¿Y están dispuestos los seguidores de Bailey a exponer estos "regalos" y otras manifestaciones al mismo tipo de escrutinio crítico al que los teósofos sometieron voluntariamente los fenómenos de Madame Blavatsky en Adyar?
 
Hasta ahora no se han atrevido a hacerlo.
 
 
El editor del Fate aprovecha dos veces en las notas sobre ese artículo para recordar a los lectores que H.P.B. fue declarada culpable de fraude en estos asuntos. Pero en otros lugares hemos estado exponiendo con creces la falta de competencia y de honestidad de los que han calumniado a Blavatsky.
 
Además existe una inmensa brecha entre la enseñanza que presentó Blavatsky y la que presentó Bailey. La de Blavatsky estuvo acompañada por evidencia voluminosa de muchas fuentes, la más fuerte de las cuales se encuentra en el campo de la ciencia material. En cambio nada de esto aparece en los libros de Bailey, pues ese ámbito bien podría nunca haber existido en lo que a ella respecta. Repetimos lo que Alice Cleather y Basil Crump dijeron sobre la doctrina de Alice Bailey:
 
Toda la estructura descansa sólo en su propia palabra.
 
 
Una cosa es segura: los "Maestros" de Alice Bailey no fueron los mentores de Blavatsky, y si no fueron el propio subconsciente de Alice Bailey, entonces ¿Quién o quienes fueron?
 
Examinemos las implicaciones de Cleather y Crump, quienes sugieren la influencia de los "dugpas", "capuchas rojas", "shammars", "Hermanos de la Sombra", "Logia Negra", etc.; todos nombres para lo mismo, las entidades opuestas a los Mahatmas.
 
Esta es la enseñanza de que existe una vertiente oscura o malvada en el Ocultismo (así como una vertiente luminosa y benévola). Los teósofos se dividen entre quienes no lo creen realmente y los que lo asumen demasiado, y hablan mucho sobre el tema en especial cuando insinúan que alguna escuela de pensamiento opuesta en sus propias filas está bajo esa "influencia".
 
Por supuesto, el principio pertenece a lo que cualquier psicólogo oficial llamaría una concepción "paranoica" de las cosas, y ciertamente los campos están llenos de personas que creen ser acosadas por seres invisibles y malvados. La mayoría de esos individuos son de tal calibre personal que es un gran enigma determinar por qué cualquier entidad visible o invisible se tomaría la molestia de perseguirlos y por lo general sus declaraciones son bastante vagas en cuanto a por qué se produce esto.
 
Pero examinémoslo racionalmente. La posibilidad es inherente a la existencia de poderes paranormales, y la creencia en tales facultades se está volviendo bastante respetable en estos días. No existe una ordenanza divina en el sentido de que sólo los seres benevolentes puedan obtener esas capacidades, como tampoco existe alguien que prohíba a las personas malvadas desarrollar la energía atómica.
 
Por lo tanto, nadie puede negar lógicamente la propuesta por completo, ya sea detractor o seguidor de Bailey o investigador externo de lo psíquico que esté convencido de que existen dichos fenómenos. Además que existe una gran cantidad de escritores bastante respetables y no enfocados en el ocultismos que afirman haber presenciado manifestaciones de esos poderes en África, Haití, y en el contexto que nos atañe, el Tíbet y la India.
 
Por lo tanto Madame Blavatsky y las Cartas Mahatma tienen un apoyo lógico y muy importante para describir las maquinaciones de estos personajes con considerable detalle. Por supuesto este es un tema bastante delicado porque en efecto y ante la primera introducción a la idea, hemos observado a individuos que quedan gravemente perturbados y se asustan mucho por ello. Y de eso se debe en parte la reticencia en algunos sectores al respecto.
 
¿Y qué tipo de poderes son éstos?
 
Principalmente constituyen una sugestión telepática e incluso hipnosis homónima. En la actualidad ambos fenómenos son temas respetables, e incluso se está empezando a discutir su combinación como posibilidad fuera del mundo esoterista.
 
Pero una vez concedida la posibilidad, tenemos un problema serio que enfrentar. Según Blavatsky y sus Maestros, estas personas trabajan principalmente a través de la religión y las supersticiones que incluyen; y la razón lógica de esto es que la humanidad es controlada más fácilmente por estos medios.
 
Blavatsky explicó que cada religión dogmática y/o autoritaria es la degeneración de un antiguo impulso de la verdadera filosofía; y ésta última, que es la emancipación de la mente humana de toda sumisión a lo sobrenatural, significa la muerte para la causa del mago negro donde sea que tenga éxito. Por lo tanto ayudados por la inevitable tendencia de la mente humana a degradar, materializar y degenerar a fines personales cualquier enseñanza suprema, los dugpas trabajan tan intensamente para abortar y frustrar todos los movimientos como los Mahatmas trabajan para promoverlos.
 
Y por consiguiente aquí tenemos una sugerencia alternativa a la del subconsciente, de igual lógica y en alguna manera más evidencial, porque existe una dicotomía en los escritos de Alice Bailey. En algunas partes aparece la joven psíquica e histérica que nunca creció del todo, y de quien se podría esperar que viera algo maravilloso incluso en la ramplonería emocional de esa "oración". Mientras que en otras partes hay destellos de un conocimiento real, una extrema astucia de un tipo diferente.
 
Asimismo, encontramos un paralelo en los escritos de H.P.B., donde la salida natural de la “mente blavatskiana” –un ciclo completo de inteligencia más allá del de Bailey–  se mezcla con aspectos que la temperamental rusa no podría haber conocido en sí misma; y esto está respaldado por el último mensaje de los Maestros con respecto a la elaboración de “La Doctrina Secreta” en donde afirma que esa obra es en parte el propio producto de Blavatsky y en parte la de ellos, y que a medida que pase el tiempo será cada vez más necesario distinguir entre las dos categorías.
 
Por supuesto, la dirección y tendencia de la enseñanza de los Maestros de Blavatsky es directamente opuesta a la de los "Maestros" de Bailey, como también la dirección de la mente Blavatsky es opuesta a la mente de Alice Bailey, pero la dicotomía correspondiente está ahí. En otras palabras, ya sea a través del cerebro subconsciente o la dirección de fuerzas ocultas opuestas, Bailey y Blavatsky son "nociones contrarias” pues representan influencias antagónicas en la humanidad, y ambas no pueden ser buenas al mismo tiempo. Y este problema parece inevitable, cualquiera que sea la teoría de las motivaciones que usted favorezca.
 
Si suponemos la tesis del "dugpa", entonces esto estaría muy acorde con esa aparente visita física del "Mahatma" para haber sido el resultado de una sugestión hipnótica por telepatía (posiblemente precedida por algún contacto físico), o podría haber constituido la presencia tangible de un enmascarado durante la cual Bailey fue “condicionada” hipnóticamente a escuchar más tarde la “voz” de “Djwual Khul” y sus enseñanzas.
 
Y una vez que esté bajo control, podría sobrevenir cualquier evento, y se puede hacer que un sujeto hipnótico crea que puede pasar o ha sucedido algo.
 
Las condiciones bajo las cuales se escuchó la voz de "D.K." son más significativas ya que un sujeto es accesible sólo a través de alguna debilidad; siendo el orgullo y la vanidad los dos mayores obstáculos y la "última ciudadela" de la personalidad que cae antes de que se obtenga la liberación espiritual.
 
¿Y qué otro defecto más que una vanidad arrogante podría haber provocado que esta mujer de mente tan mediocre concibiera la idea de que ella era la agente elegida de Cristo mismo?
 
Además, consideremos la situación externa. Eso sucedió cuando la locura mesiánica de Besant y Leadbeater se estaba convirtiendo en un frenesí de términos tales que todavía hacen que muchos teósofos más antiguos pongan una mueca de dolor cuando los leen ahora con más sangre fría.
 
Y la pobre Alice Bailey estaba siendo descuidada. Una orden de discípulos elegidos para la entonces inminente "Venida del Avatar" se estaba construyendo en la misma línea que los "Servidores del mundo", y de alguna manera Bailey quedaba fuera de la corriente principal, a pesar de sus entusiastas servicios hacia la Sociedad Teosófica (sus seguidores se quejan de que las cosas serían diferentes si ella hubiera sido apreciada adecuadamente).
 
De ahí que la voz de "Djwal Khul" deba haber caído del cielo como el maná bíblico porque ahora Bailey estaba sola, con su propio "Cristo venidero" presentado con una misión mayor que la de H.P.B., y una que reconcilió maravillosamente su devoción de la infancia con el ideal de Cristo y su posterior afinidad descubierta por lo oculto (¡todo un desprecio para la Sociedad y su ingratitud!).
 
Madame Blavatsky advirtió que el peligro nunca es mayor que cuando la vanidad y el orgullo heridos se visten con las plumas del pavo real del altruismo, y aunque esto generalmente se ha aplicado para otro personaje, parece encajar perfectamente también para Alice Bailey. »
 
(Theosophical Notes, septiembre de 1963)
 
 
 
 
 
 
OBSERVACIÓN
 
Victor Endersby toma en consideración las hipótesis que se han hecho con respecto a Alice Bailey, las cuales estiman que la voz que le dictó “telepáticamente” tal vez fue su subconsciente o delirios que ella experimentó. Pero eso es falso.
 
Y es falso porque:
 
¿Desde cuando el subconsciente o un estado de delirio se pone a leer todos lo libros que escribió un ex-sacerdote inglés y se pone a plagiar todas las falsedades que ese individuo inventó?
 
Claramente se ve que Alice Bailey debido a su profunda ignorancia no fue capaz de entender la obra de Blavatsky y por eso ella prefirió volcarse a lo que escribió Charles Leadbeater creyéndose la mentira que dijo ese individuo que él era un discípulo de los Maestros.
 
Pero para infortunio de Alice Bailey, Leadbeater en realidad fue un inmenso charlatán, y ella al haberlo copiado demostró también ser una enorme charlatana.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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