DIFERENCIA ENTRE JESÚS Y CRISTO

El esoterismo explica que Jesús y Cristo son dos seres diferentes. Cristo es una conciencia cósmica que se ocupa del desarrollo de la humanidad, pero debido a su elevadísimo nivel de evolución, él ya no puede encarnar en un cuerpo.

Y es por esa razón que cuando Cristo necesita descender a la tierra, él requiere de un humano muy avanzado que le sirva como "vehículo". Y el último iniciado que realizó este servicio fue Jesús.

Y sobre esta relación y diferencia que existe entre Jesús y Cristo, el maestro Pastor explicó lo siguiente:

« Siempre hay misterio en torno a los grandes personajes esotéricos y espirituales. Lo mismo ocurre con Saint-Germain o Christian Rosenkreuz, o muchos otros que no tengo tiempo de citar en esta ocasión.

¿Quién fue Jesús y quién es Cristo?

Jesús fue un gran iniciado a quien ustedes llaman Maestro, pero que nosotros lo llamamos de manera diferente, lo llamamos el vigilante. Él fue un iniciado que podía aumentar a voluntad el poder de su vibración, pudiendo así regular con una simple orden de su mente, su densidad vibratoria de su cuerpo y de esta manera poder adaptarse a los seres elevados que podían usar su forma para realizar un servicio.

Cuando decimos que Jesús fue adombrado por el Cristo, se trata de imaginar a dos energías que pueden encontrarse, porque vibran con la misma intensidad, y por lo tanto permiten la ósmosis.

Lo que hace correcto considerar que Jesús fue verdaderamente el Cristo, hasta el fondo de su alma, y también es correcto pensar que Jesús no era el Cristo, y que Cristo es una entidad diferente. Ambas teorías son correctas porque cuando un individuo logra hacer ósmosis a ese punto con una entidad cósmica, es porque él ha tenido la revelación de la naturaleza idéntica que vibra en su interior, es decir y en este caso, una forma de estado crístico.

Pero también hablemos del aquel a quien ustedes llaman el Cristo.

¿Quién es esa entidad cósmica?

Hay dos formas de imaginar a Cristo: la que es dada por la religión o la que es dada por ciertas definiciones de ocultismo. Imaginen que Cristo es un iniciado muy antiguo que ha adquirido el máximo de iniciaciones que ofrece la jerarquía planetaria. Y eso también es justo, pero no es del todo cierto, porque ese ser es solo un “vehículo” de un Cristo aun mayor.

Lo que nosotros llamamos Cristo, El Cristo Cósmico, es la sustancia de Todo. No es un ser sino la sustancia de todo lo que existe. Y por consiguiente todo depende en cierto grado del Cristo Cósmico. Y es por eso que no sirve hacer guerras de religión o debates entre grupos esotéricos u ocultistas, porque todos ellos en cierto grado tienen razón sin estar realmente en lo cierto.

Es un poco como dos amigos que mirando hacia el océano y viendo dos botes con binoculares.

El primero dice:

“Yo veo un bote blanco yendo hacia el este.”

Mientras que su amigo le dice:

“Pero no, yo veo un bote que es rojo y que va hacia el oeste.”

Y entonces los dos amigos terminan discutiendo porque uno ve una cosa y el otro ve otra cosa, pero esto se debe porque los dos no tienen los mismos binoculares y no están mirando en la misma dirección.

Entonces detengamos los debates estériles y todos miremos con los mismos binoculares, y de esta forma habrá unidad porque estaremos apuntando juntos hacia la misma dirección, hacia la misma verdad, en lugar de tratar de discutir los diferentes grados de esa misma verdad.

Dejen de hablar sobre las diferentes formas y mejor hablen sobre la verdad. Porque mientras las religiones y los grupos se la pasen discutiendo sobre las formas, ellos permanecerán en desacuerdo. Y es únicamente cuando el corazón del universo será tenido en cuenta, que realmente se alcanzará la universalidad en la interpretación de los conceptos. Antes de eso no será posible.

Pero volvamos con nuestros dos hombres mirando la superficie del agua. Cuando ustedes me preguntan quién es el Cristo, si ustedes tienen binoculares que ven hasta cierto grado de la jerarquía o de la manifestación, entonces ustedes verán a cierto ser desempeñando cierta función. Pero si en cambio ustedes miran hacia otro rincón del horizonte espiritual, ustedes verán a otro ser.

¿Son todos ellos la misma entidad?

Si y No

Sí porque en esencia, y esto desde el punto inicial de la manifestación del Cristo en lo más alto del Cosmos, hasta su última manifestación a través de un hombre (como fue el caso de Jesús). Él es el mismo. Y no, porque si ustedes buscan a Cristo en la persona de Jesús, ustedes no lo encontrarán.

(Observación: esto lo pueden comprender considerando que la esencia divina que es el Cristo Cósmico, va a expresarse a través de toda una jerarquía de seres que van a manifestarlo en cada nivel del Universo. Por lo que de manera sintetizada se puede decir que Cristo es la luz divina y estos seres son los “focos” que irradian esta luz.)

Entonces todo depende del concepto con el que ustedes abordan este asunto. Si ustedes miran en Jesús, la manifestación del Cristo, ahí ustedes estarán en lo correcto y ustedes percibirán a Cristo a través de Jesús.

Pero si en cambio ustedes quieren apretar la túnica de Jesús creyendo así también apretar la túnica de Cristo, ahí ustedes están equivocados porque se están enfocando en la forma en lugar de enfocarse en el espíritu.

Y es solo cuando se enfocan en el espíritu que el acceso hacia el Cristo se vuelve posible, porque tan pronto como hay forma, la esencia ya no es accesible. La forma es el testimonio, eso sí. Y por lo tanto un ejemplo a seguir, pero no es el espíritu, y de ahí radica el problema de la deificación y de todo tipo de las erróneas concepciones que hacen las religiones.

La deificación es dar una forma a lo que no tiene, es dar una forma a lo que es solo esencia. Y eso es lo que le sucedió a Cristo a causa de Jesús.

Hace mucho tiempo que Jesús ha dejado de escuchar las oraciones de los cristianos, pero en cambio el Cristo las sigue escuchando, ya que su omnipresencia le permite hacerlo.

¿Pero quién está pensando en enviar su oración a la conciencia de Cristo?

Muy pocos, pero en cambio son numerosos los que van a lugares de peregrinación y encienden velas a los pies de la estatua de Jesús, o quieren tocar la Sábana Santa, o quieren ir a los lugares donde estuvo Jesucristo. Pero eso es un error de percepción.

Quisiera tanto hacerles entrar en sus mentes la noción de universalidad y de omnipresencia. Y que comprendan que Cristo está en todas partes, o Cristo no está en ninguna parte. O Cristo está en Jesús, pero también en Buda y en todos los grandes instructores espirituales que han venido a guiarlos, o no está en ninguna parte. Ustedes no pueden dar un límite a lo que no tiene ninguno. Y correr detrás de Cristo, adorando su forma, es distanciarse de donde él realmente se encuentra.

¿Cómo concebimos nosotros a Cristo?

Para nosotros, Cristo es la sustancia de todo lo que existe a través del sistema. Él es incluso la sustancia misma de la vida. »

(Conferencia el 24.06.87)