RUDOLF STEINER ASEGURA QUE LOS TRENES SON MUY DAÑINOS

En la conferencia que dio el 20 de septiembre de 1924, Rudolf Steiner aseveró lo siguiente:

« Muy interesante fue la actitud de un cuerpo de médicos en los años cuarenta del siglo XIX cuando se construyó el ferrocarril de Furth a Nuremberg, estos eruditos señores declararon que esa construcción debía detenerse porque la velocidad podría enfermar a un viajero al dañar sus nervios.

Y cuando las autoridades se negaron a aceptar esa prohibición, estos médicos dijeron que se debía erigir altos muros de tablones en ambos lados de las vías para así salvar a los campesinos de una conmoción cerebral cuando los trenes pasaran cerca de ellos.

Y todavía se puedes leer sobre este asunto en los documentos antiguos, pero a pesar de toda esta oposición, los ferrocarriles avanzaron rápidamente.

Ahora bien, si continuamos con nuestro modo de vida actual, cuando entre los siete y los catorce años ya estamos atestados de conocimientos científicos de todo tipo, también hay un lado negativo en esto y es que gradualmente todos sufriremos de algo que antes era bastante desconocido y que ahora es tan frecuente. Todos sufriremos de lo que ustedes llaman: “las enfermedades nerviosas”.

Lo que demuestra que esos sabios médicos de los años cuarenta del siglo XIX que creían que las personas no podrían vivir si se construyeran ferrocarriles, desde el conocimiento que ellos tenían, ¡no eran tan ignorantes después de todo!

Por todo lo que ellos sabían en ese momento, eso los convenció de que si un hombre viaja en tren, eventualmente se volverá completamente incapaz de trabajar, perderá su memoria, agotará sus nervios y se volverá inestable y anormalmente inquieto. La ciencia de su época los justificaba en su convicción. Además lo que dijeron era correcto, absolutamente cierto. »

Pero resulta que lo que dice aquí Rudolf Steiner es completamente falso porque los hechos demostraron que esos antiguos médicos estaban totalmente equivocados.

Y además lo que realmente ha disparado el incremento de las enfermedades nerviosas, no es ni la adquisición de conocimientos científicos, ni viajar en trenes como lo pretende Steiner, sino el aumento de la población, la absorción de substancias químicas y la vida estresante.

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Y este es un ejemplo más de cómo Rudolf Steiner decía muchas mentiras y no tenía un verdadero conocimiento sobre los temas que él abordaba.