(Este
artículo fue escrito por Blavatsky y en él, ella aborda un tema que le interesa
mucho a los estudiantes de esoterismo y que es cómo acceder al conocimiento
práctico del ocultismo, y el texto original en inglés lo pueden leer aquí.)
Hay muchos que ansían instrucciones prácticas
de Ocultismo, y por lo tanto es necesario establecer de una vez por todas que
es:
1) La diferencia
esencial que existe entre el Ocultismo teórico (o Teosofía) y el Ocultismo práctico (o Ciencias Ocultas).
y
2) La índole de
las dificultades que implica el estudio del Ocultismo práctico.
Y es que llegar a ser un Teósofo es algo
bastante fácil, pues cualquier persona con capacidades intelectuales normales y
un interés hacia lo metafísico, y una inclinación hacia la vida pura, no
egoísta, que encuentra más alegría en ayudar al prójimo que en recibir
satisfacción personal; alguien que está siempre dispuesto a sacrificar sus
propios placeres por el bien de los demás, y que ama la verdad, la bondad y la
sabiduría por sí mismas y no por el provecho que estas le puedan dar, esa
persona es por su propia naturaleza ya un Teósofo.
Pero muy distinto es entrar en el sendero que
conduce hacia el conocimiento oculto y al profundo discerniendo entre el bien y
el mal, porque ese sendero también conduce al poder, al grado que su posesor
le es posible hacer milagros sorprendentes, y muchas veces sin que ni siquiera tenga
que levantar en apariencia un dedo de la mano (como por ejemplo fue el caso de
Jesús).
Además hay un hecho importante que el
estudiante debe conocer, y es la enorme y casi ilimitada responsabilidad que
asume el maestro por el bien de su alumno.
Desde los gurús del Oriente que enseñan
abierta o secretamente, hasta los pocos verdaderos cabalistas en los países occidentales
que emprenden la enseñanza de los rudimentos de la Ciencia Sagrada a sus
discípulos (esos instructores siendo ellos mismos a menudo ignorantes de los
peligros en los que incurren).
Pues bien, todos esos instructores están
sujetos a la misma ley inviolable. Y es que desde el momento en que ellos
empiezan realmente a enseñar, desde el instante en que ellos confieren algún
poder a su estudiante (ya sea de índole físico, mental o psíquico), entonces a
partir de ese momento ellos también toman sobre sus hombros los pecados que
pueda cometer su alumno, ya sean de omisión o de comisión, hasta el día en que
la iniciación transforme al alumno en un Adepto y entonces él se vuelva el
único responsable de sus actos.
Y sobre este asunto existe una mística y
extraña ley religiosa la cual ha sido sumamente reverenciada y desempeñada por
la Iglesia Griega, pero en cambio medio olvidada por la Iglesia Católica
Romana, y absolutamente olvidada por la Iglesia Protestante.
Esta ley religiosa data de los primeros días
del cristianismo, tiene su base en la ley oculta arriba enunciada y de la cual ella era un símbolo y una
expresión en el cristianismo pristino. Y esta ley religiosa consiste en que
el padrino y la madrina de un niño contraen al momento de las fuentes
bautismales un parentesco espiritual entre sí y con su ahijado.[1]
Y los padrinos toman tácitamente sobre sí
todos los pecados de su ahijado (el cual es ungido como también sucede durante
la iniciación lo que muestra lo misterioso que es ese ritual) hasta el día
cuando el niño llega a ser una unidad responsable, conociendo el bien y el mal.
Y esto explica por qué los Maestros son tan reticentes
y por qué a los discípulos se les exigen siete años de probación para demostrar
su aptitud y desarrollar las cualidades necesarias para la seguridad tanto del
Maestro como del alumno.
Y otra cosa importante a tener en cuenta es
que el Ocultismo no es magia. Resulta relativamente fácil aprender los trucos y
los procedimientos para usar las fuerzas sutiles pero aún materiales de la
naturaleza física, porque los poderes del alma animal que hay en el hombre son
prontamente desarrollados y las fuerzas que su amor, o su odio, o sus pasiones pueden
activar son fácilmente despertadas.
Pero esto es magia negra o hechicería, porque el motivo y solo el motivo es
el que hace que cualquier ejercicio de poder se vuelva maligno o benéfico. Y cuando
en el actuante queda la más leve huella de egoísmo, entonces no es posible
utilizar las energías espirituales debido a que
la intención no es absolutamente magnánima, y entonces la energía espiritual se
transmutará en psíquica obrando en el plano astral con tal vez resultados funestos.
Y es que las potencias y energías de la
naturaleza animal, pueden ser igualmente utilizadas por el individuo egoísta y
vengativo, que por aquel que es abnegado e indulgente. En cambio las potencias
y energías del espíritu sólo pueden ser utilizadas por aquellos que tengan
perfectamente puro el corazón, y esta segunda es la Magia Divina.
Y habiendo hecho esta distinción, la pregunta
que surge es:
¿Cuáles son
las condiciones requeridas para llegar a ser un estudiante de la Sabiduría Divina?
Porque conviene advertir que no es posible ninguna
instrucción sobre esa magia superior a menos que durante los años de estudio se
satisfagan y se cumplan rigurosamente determinadas condiciones. Y esto es un
requisito indispensable y sine qua
non debido a que quien quiera manejar una espada de dos filos debe saber esgrimir a
la perfección si no quiere herirse, o lo que es peor, dañar a otros.
Y para dar una idea aproximada de las
condiciones bajo las cuales se puede proseguir con seguridad el estudio práctico de la
Sabiduría Divina, a continuación les pongo algunas de las “reglas privadas” con
las cuales todo instructor del Oriente es suministrado. Los pasajes siguientes
están escogidos de entre el gran número que existen y explicados entre
paréntesis.
~ * ~
1. El lugar elegido para recibir instrucción
debe ser un sitio en donde no se distraiga la mente y que tampoco esté lleno de
objetos magnéticos "estimuladores de influencia". Y también los cinco
colores sagrados dispuestos en círculo deben de estar allí presentes entre
otras cosas. Y el lugar debe hallarse libre de toda influencia maligna que pueda
estar rondando en el ambiente.
[Ese lugar debe de usarse exclusivamente para
la instrucción y no para otro propósito. Los cinco “colores sagrados" son
los colores prismáticos dispuestos de una cierta manera ya que estos colores
son muy magnéticos. Por "influencias malignas" se entiende toda
perturbación, disputa, altercado, malos sentimientos, etc., ya que las
vibraciones de estas acciones se imprimen inmediatamente en la luz astral del
lugar y andan invisiblemente rondando en el lugar. Y esta primera condición
parece a primera vista bastante fácil de cumplir, pero en realidad es una de
las más difíciles de obtener.]
2. Antes que se le
permita al discípulo estudiar "cara a cara", primero tiene que
adquirir un conocimiento preliminar en una selecta compañía de otros discípulos (upasakas)
y cuyo número necesariamente debe ser impar.
[“Cara a cara" significa en este caso un
estudio independiente o separado de los demás, y cuando el discípulo obtiene sus
instrucción cara a cara ya sea por sí
mismo (a través de su Yo superior o Yo divino) o por medio de su instructor (gurú),
entonces cada quien recibe lo que se merece de información, de acuerdo al uso
que haya hecho de ese conocimiento recibido. Y esto sólo puede acaecer al final
del ciclo de instrucción.]
3. Antes que el
instructor le comunique a su discípulo las buenas (santas) palabras del LAMRIN,
o le permitiese prepararse para el Dubjed,
primero deberá tener cuidado de que la mente de su discípulo esté completamente
purificada y en paz con todos, y en especial con sus otros Yoes. Porque de
otra manera las palabras de Sabiduría y de la buena Ley se dispersarán
arrastradas por los vientos.
["Lamrin" es un tratado de
instrucciones prácticas escrito por Tson-kha-pa y consta de dos partes: la
primera es con fines eclesiásticos y exotéricos, y la segunda es para uso
esotérico.[2] "Prepararse para el Dubjed" es preparar los objetos usados para
la videncia tales como espejos y cristales. Los "otros Yoes" se
refieren a los condiscípulos, y a menos que la más grande armonía reine entre
los estudiantes, ningún éxito será posible. Y el instructor ha de hacer la
selección según las naturalezas magnéticas y eléctricas de los estudiantes, juntando
y ajustando con sumo cuidado los elementos positivo y negativo.]
4. Durante el estudio
los discípulos deben mantenerse unidos como los dedos de la mano. El instructor
les enseñará que todo cuanto perjudique a uno también perjudicará a los demás,
y si lo que alegra a uno no encuentra eco en el pecho de los demás, esto denotará
que faltan las requeridas
condiciones y por consiguiente será inútil proseguir adelante.
[Esto difícilmente sucederá si la selección preliminar se hizo con los requisitos magnéticos. De otro modo, es sabido que
algunos discípulos aunque preparados y prometedores para recibir la verdad, han
tenido que esperar muchos años a causa de su temperamento y a la imposibilidad
que sentían de afinarse con sus
compañeros debido a que:]
5. El instructor debe armonizar
a los condiscípulos como si fueran cuerdas de un laúd (vina) que aunque cada una es distinta de las demás, emiten
concertados sonidos y colectivamente constituyen un teclado que responde en
todas sus partes al más ligero toque (el toque del Maestro). Así sus mentes se
abrirán a las armonías de la Sabiduría vibrando en modulaciones de conocimiento
en todas y en cada una de ellas, con efectos placenteros para los dioses que
presiden (ángeles tutelares o custodios) y provecho para el discípulo. Y también
así quedará la Sabiduría por siempre impresa en sus corazones sin que jamás se
quebrante la armonía de la ley.
6. Y quienes deseen
adquirir el conocimiento que conduce a lo siddhis
(poderes ocultos) han de renunciar a todas las vanidades del mundo y de la
vida.
7. Nadie puede
continuar siendo un discípulo si se cree diferente de sus compañeros y superior
a ellos diciendo: "Yo soy el más sabio", o "Yo soy el más santo",
o "Yo soy más grato al Maestro
o a mi comunidad que mi hermano", etc. Los pensamientos del discípulo
deben de estar predominantemente fijos sobre su corazón, eliminando de él todo
pensamiento hostil a cualquier ser viviente, y llenando su corazón solo del
sentimiento de su unidad con los demás seres y con todo cuanto en la naturaleza
existe. Porque de lo contrario no es posible el éxito.
8. Un discípulo debe evitar las influencias
externas (las emanaciones magnéticas de las criaturas vivientes). Por lo tanto,
aunque en su naturaleza interior se encuentre unido con todo, tiene que tener cuidado de apartar su
cuerpo externo de toda influencia extraña. Nadie más que él ha de comer en su
plato y beber en su vaso. Y también debe
evitar el contacto corporal (esto es tocar o que lo toquen) con seres humanos o
con animales.
[Ni siquiera se permite tener animales
domésticos, como perros, gatos, canarios, etc., ni tampoco tocar ciertos
árboles y plantas. El discípulo ha de vivir, por así decirlo, en su propia
atmósfera, a fin de individualizarla para los propósitos ocultistas y no ser
contaminado por las bajas energías de los demás.]
9. La mente debe
permanecer alejada de todo excepto de las verdades universales de la
naturaleza, so pena de que la "Doctrina del Corazón" se reduzca a la
escueta "Doctrina del Ojo" (y esto es el vano ritualismo exotérico). .
10. El discípulo no
debe tomar alimentos de índole animal, ni nada que tenga vida. Y tampoco ha de
beber vino ni licores, ni usar opio, pues todas estas cosas son como los espíritus malignos (lhamayin) que se aferran al incauto y
devoran el entendimiento.
[El vino y los
licores conservan y contienen el siniestro magnetismo de todos los individuos
que contribuyeron a elaborarlos, y la carne conserva las características
psíquicas de la especie a la que pertenecen.]
11. Los medios más
eficaces de adquirir el conocimiento y disponerse a recibir la sabiduría
superior son: la meditación, la abstinencia, el cumplimiento de los deberes
morales, los pensamientos apacibles, las buenas acciones, las palabras amables
y la benevolencia hacia todo, con entero olvido de sí mismo.
12. Y es solo en virtud de una observancia estricta de
las reglas anteriores que un discípulo puede esperar la adquisición, a su
debido tiempo, de los poderes que poseen los grandes iniciados y cuyo
desenvolvimiento lo conducirá
gradualmente hacia la unidad con el TODO UNIVERSAL.
_
_ _ _ _
Estos doce extractos están tomados de entre
algunas de las 73 reglas cuya enumeración resultaría inútil porque ningún
significado tendrían en Europa, pero aún estas pocas instrucciones son
suficientes para mostrar la enormidad de las dificultades con las que se confronta
el aspirante al conocimiento oculto práctico elevado.[3]
Y esto es todavía más difícil en Occidente
porque la educación occidental y particularmente la educación anglosajona se
apoyan en el principio de emulación y lucha en donde a cada estudiante se lo incita
a aprender más rápidamente, a adelantar a sus compañeros y sobrepasarlos en
todo lo posible.
Se cultiva asiduamente lo que es llamado equivocadamente
"la rivalidad amistosa", y este mismo espíritu de competencia se
alimenta y vigoriza en todas las modalidades de la vida.
Así es que con tales ideas inculcadas desde
su niñez,
¿Cómo puede un
Occidental resignarse a sentirse con sus demás compañeros "unidos como los
dedos de una mano"?
Además que esos compañeros no son de su
propia elección, o escogidos por él
en base a la simpatía o estimación que tenga hacia ellos, sino que los condiscípulos los escoge el
maestro por razones más profundas, y quien desee ser estudiante debe tener
primero la fortaleza suficiente para matar en su corazón todo sentimiento de
aversión y antipatía hacia los demás.
¿Y cuántos Occidentales
están listos para intentar esto con seriedad?
Por otra parte, los pormenores de la conducta
diaria y la prescripción de no tocar ni siquiera de la mano a las personas más
íntimas y queridas, ¡cuán opuestos son estos requisitos a las ideas
occidentales sobre el afecto y los buenos sentimientos! ¡Cuán frío y duro
parece todo esto!
Y habrá quien tilde de egoísmo de abstenerse
de complacer al prójimo, a fin de progresar uno mismo, y a los que así opinen,
dejémoslos que difieran hasta otra encarnación el intento de entrar
fervorosamente en el sendero iniciático.
Sin embargo, no consintamos que se jacten de
su imaginario inegoísmo, puesto que en realidad les engañan las apariencias y
convencionalismos basados en las emotivas efusiones de la llamada cortesía, que
pertenecen a la vida ficticia y no a los dictados de la Verdad.
Pero aun prescindiendo de estas dificultades
que cabe considerar como "externas", si bien no deja de ser grande su
importancia.
¿Cómo podrán
los estudiantes occidentales encuadrarse en la requerida armonía?
Y es que en Europa y en América la
personalidad es tan vigorosa que no hay ni siquiera una escuela de artistas
cuyos miembros no se odien y se envidien los unos a los otros.
El odio y la envidia entre los de una misma
profesión se han llegado a ser la conducta general, y los hombres procuran lucrar a toda
costa, hasta el punto que los modales urbanos y la cortesía social no son más
que una hipócrita máscara de los demonios del odio y de la envidia. En cambio
en el Oriente, el espíritu de la inseparabilidad se le inculca a la niñez con
tanta firmeza como en Occidente se inculca el espíritu de la rivalidad.
Allá no se fomenta la ambición personal ni
los sentimientos y deseos egoístas, por lo que cuando los niños llegan a ser
mayores, ellos ya están acostumbrados a subordinar el yo inferior al Yo superior.
Mientras que en Occidente predomina la
creencia de que los gustos personales y las antipatías que uno sienta hacia los
demás son los principios rectores de la actuación que hay que llevar.
_ _ _
Así es que a quienes se quejan de haber
aprendido poco de práctica en la Sociedad Teosófica, fijen su atención en la
siguiente sentencia tomada de un artículo publicado en la revista The Path
de febrero de 1888:
- "La Clave en cada grado está en el mismo aspirante."
No es "el temor de Dios" el
principio de la Sabiduría, sino que el conocimiento del Yo es la Sabiduría
misma.
Por lo que al estudiante de Ocultismo que ya
practica alguna de las reglas precedentes, se le representa, grande y
verdadera, la respuesta del oráculo de Delfos a todos cuantos anhelaban la oculta
sabiduría, y que el sabio Sócrates repitió corroborándola varias veces:
HOMBRE, CONÓCETE A TI MISMO
NOTAS
1) Tan sagrada es
juzgada en la Iglesia Griega la conexión así formada por el bautismo que un casamiento entre
padrinos del mismo niño es considerado como la peor clase de incesto y es
considerado ilegal y es disuelto por la ley, y esta prohibición se extiende
hasta en los hijos de uno de los apadrinantes en relación con los hijos del
otro.
2) Tson-kha-pa
(1357-1419) fue el fundador de la Escuela Gelugpa de budismo tibetano, y el
titulo completo de su obra es “Skyes bu gsum gyi ñams su blanbahi rim pa thams
cad tsham bar ston pahi byan chub lam gyi rim pa”.
Ver
el documento de Alex Wayman “Introducción al Lam rim chen no de Tson-kha-pa” en
el Phi theta Annual: “Papers of the Oriental Languages Honor Society”,
University of California, 1952, Vol. 3 [nota de Boris de Zirkoff].
3)
Conviene advertir que a todos los discípulos (chelas) aunque sean laicos, se los llama “upasakas” hasta que reciben la primera iniciación, cuando se les da
el nombre de “lanoo-upasakas”. Pero
antes de eso se consideran laicos incluso aquellos que pertenecen a las
lamaserías y están ya seleccionados.
cid como han habidos relatos de seres poderosos como moises que generan uan gran destruccion y dudo que un tipo asi dicte mucho de cumplir las leyes ahi descritas,¿puede que el secreto no es la abstinencia,ni siquiera la bondad(las personas algo malas son neuroticas el enfoque no es su fuerte) sino la concetracion en su punto mas alto?
ResponderBorrarEn efecto pero además yo sospecho que varias de las proezas que se le atribuyó a Moisés (como por ejemplo haber abierto el mar) fueron inventadas para glorificar a ese hombre. Y como lo precisó Blavatsky: para adquirir el poder bajo no necesitas llevar una vida muy estricta, pero para poder adquirir el poder divino, ahí si lo necesitas.
BorrarDe manera que obtener el discípulo es muy difícil. ¿Supongo que alguien que está destinado a ser un discípulo ya experimenta ciertas señales intuitivas en su interior, no? , ¿o acaso los maestros cuando ven que alguien tiene deseos sinceros de servicio y sacrificio, aunque viva por ejemplo en Corea del Norte le ayudarán a con métodos ocultos a salir del país y lo llevarán con ellos, para que pueda emprender el discipulado?
ResponderBorrarHay puntos del artículo que me han sorprendido mucho pero a la vez me parecen certeros para entrar en las filas de la verdad.
Me gustaría que me gustaría que me pudieras aclarar el punto 8, no comprendo si lo expresado es literal.
Y también esta parte del artículo : “Por otra parte, los pormenores de la conducta diaria y la prescripción de no tocar ni siquiera de la mano a las personas más íntimas y queridas, ¡cuán opuestos son estos requisitos a las ideas occidentales sobre el afecto y los buenos sentimientos! ¡Cuán frío y duro parece todo esto!
Y habrá quien tilde de egoísmo de abstenerse de complacer al prójimo, a fin de progresar uno mismo, y a los que así opinen, dejémoslos que difieran hasta otra encarnación el intento de entrar fervorosamente en el sendero iniciático.
Sin embargo, no consintamos que se jacten de su imaginario inegoísmo, puesto que en realidad les engañan las apariencias y convencionalismos basados en las emotivas efusiones de la llamada cortesía, que pertenecen a la vida ficticia y no a los dictados de la Verdad. ”
El Maestro Pastor señaló que cuando un humano ya comienza a comportarse de manera continua como un discípulo, ese humano comienza a irradiar en su aura una vibración que atrae la atención de los Maestros. Y es como si una lucecita comenzara a palpitar entre toda la humanidad.
BorrarSin embargo desde que se genera ese interés por parte de los Maestros hasta que ese humano se vuelve un discípulo plenamente aceptado por ellos, ese proceso es largo e incluso puede requerir de varias reencarnaciones y también hay muchos casos de fracasos porque la persona quiso confrontarse a la iniciación cuando todavía no estaba lo suficientemente preparada para ello.
Y es por eso que el Maestro Morya recomendó no buscar el discipulado sino trabajar por ser una persona cada día mejor y esperar a que los Maestros vengan por ti cuando vean que ya tienes el nivel para pasar la iniciación sin complicación.
Y el octavo punto es literal, o sea que a partir de cierto nivel el discípulo ya no debe de tocar a las demás personas (e incluso a los animales) para evitar ser contaminado por las densas vibraciones de estos seres, hasta que alcance el desarrollo suficiente para poder crear un escudo que lo proteja.
Y es que no te imaginas a que punto los humanos están sucios vibratoria y energéticamente, pero la gente no lo percibe porque todavía no tienen sus sentidos energéticos despiertos.
Concuerdo con el último párrafo y de hecho me incluyo porque tengo ciertos comportamientos que trabajo para erradicarlos dejando entrar La Luz. Un abrazo Cid.
BorrarMuy buen artículo querido Cid, cuanto más lo repasaba más profundo me parecía.
ResponderBorrarEstimado Cid, estoy descubriendo un mundo infinito dentro de mi ser y me gustaría saber si hay puntos donde se concentran seres especiales y Maestros. Dónde encontrarlos. El Maestro Pastor da conferencias en vivo? Gracias, me gustaría asistir.
ResponderBorrarEl maestro Pastor dio conferencias hasta 1994 y desde entonces ya no se ha vuelto a saber de él. Y lo que explicaron los maestros es que hay ciclos (que corresponden al último cuarto de cada ciclo) en donde ellos hacen el esfuerzo para comunicarse con los humanos, pero fuera de ese ciclo que les es permitido, es a los humanos de hacer el esfuerzo (desarrollándose cada vez más) para que se puedan comunicar con los maestros.
Borrar