En la conferencia que dio el 2 de agosto de
1924, Rudolf Steiner dijo lo siguiente:
« Nadie que esté predispuesto a la
arteriosclerosis en todo su cuerpo puede sufrir un ataque de fiebre del heno. Porque la fiebre del heno es exactamente lo contrario de la
arteriosclerosis. Y por supuesto, no es
agradable tener la fiebre del heno, es mucho mejor curarla, pero la fiebre del heno es un tipo de válvula de seguridad
contra la arteriosclerosis.
Por lo que una persona que tiene una
tendencia hacia la fiebre del heno puede incluso decir: ¡Gracias a Dios que
tengo esta tendencia! Porque incluso si la fiebre del
heno no se manifiesta, está protegiendo a esa persona de la arteriosclerosis. »
Pero
esto que dice Rudolf Steiner es completamente falso porque la arteriosclerosis es una afección que principalmente se
genera por la acumulación de placas en las arterias
debido a la obesidad. Mientras que la fiebre de heno es una alergia provocada
por el polen y la cual causa estornudos, secreción nasal, enrojecimiento de ojos y
picor en la piel.
O sea nada que ver una cosa con la otra, al
grado que alguien que sufre de fiebre de heno puede muy
bien también sufrir de arteriosclerosis si tiene
una inadecuada alimentación.
Y más adelante Rudolf Steiner añadió:
« Si uno tiene arteriosclerosis en la
cabeza y no en el resto del cuerpo, entonces, bueno, si uno envejece
adecuadamente, el cuerpo etérico se está haciendo cada vez más fuerte (ya he
hablado de esto antes) y por consiguiente el cuerpo etérico ya no tiene una
gran necesidad del cerebro, por lo que ahora el cerebro puede volverse viejo y
rígido, mientras que el cuerpo etérico puede controlar esta ligera condición
esclerótica que en años anteriores hizo que uno se pusiera viejo y rígido. Ahora
el cuerpo etérico puede controlarlo muy hábilmente para que ya no sea tan
severo. »
Y
esto que dice Rudolf Steiner también es falso porque:
- El cuerpo energético a medida que uno envejece NO se hace cada vez más fuerte como pretende Steiner, sino que por el contrario se va desgastando cada vez más.
- Y el cerebro sigue siendo indispensable para poder controlar al cuerpo sin importar la edad que uno tenga.
- Y el cuerpo energético no tiene control sobre la condición esclerótica porque este es un padecimiento físico, no energético.
Y
sobre este tema Rudolf Steiner terminó diciendo:
« Había un profesor en la Universidad de
Berlín muy conocido ya que había escrito muchos libros. Pero fue un hombre que vivió con su filosofía completamente
dentro del materialismo y sólo tenía pensamientos que estaban atrapados en el
materialismo. Y ustedes deben de saber que tales
pensamientos también contribuyen a la arteriosclerosis. Y es por eso que ese hombre tiene arteriosclerosis. »
Y esto también es falso porque la arteriosclerosis
tiene que ver con desequilibrios físicos y no con la forma de pensar que tengan
las personas (que la gente sea materialistas o espiritual, etc.). Al punto que
una persona que es muy materialista pero que lleva una vida sana tendrá muy
pocas posibilidades de padecer de arteriosclerosis, y lo inverso también es
valido.
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Y
este es un ejemplo más de cómo Rudolf Steiner inventaba muchas cosas falsas sin
tener un conocimiento real de lo que hablaba.
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