En
la conferencia que dio el 20 de septiembre de 1924, Rudolf Steiner mencionó lo
siguiente:
« En el año 1773, un
rumor se extendió repentinamente en París de que un distinguido erudito (J.J.L. Lalande) iba a dar una conferencia en la que demostraría que un cometa
estaba a punto de chocar con la Tierra y destruirla. Y en aquellos días, cuando la superstición todavía estaba muy
extendida, un pánico terrible se extendió por todo París. Hubo un gran número de abortos involuntarios, murieron
personas que estaban gravemente enfermas y otros
se enfermaron por puro miedo. Por lo que la
policía prohibió la conferencia y la gente nunca descubrió lo que el profesor
había querido decir.
Ahora pueden preguntarse:
¿Fue correcto o incorrecto lo que el
profesor quería dar en su conferencia?
Pues bien, de acuerdo con los cálculos, el
cometa habría chocado, ¡solo que el cometa era tan pequeño que se disolvió en
el aire!
No exactamente en el aire sobre París, sino en otro
lugar. Por lo tanto el cálculo fue bastante
correcto, pero no había motivo para la ansiedad. »
Aquí
Rudolf Steiner distorsionó mucho la historia porque en realidad ese astrónomo
iba a dar un discurso en la Academia de Ciencias pero un evento imprevisto le
impidió hacerlo, y de ahí surgió el rumor de que había sido impedido porque él
iba a anunciar el fin del mundo. Y ante la incertidumbre un policía solicitó
que se leyera el documento y no se encontró nada alarmante mostrando que solo
se trató de un falso rumor.
Y
la respuesta que dio Rudolf Steiner también es incorrecta porque un cometa que
se puede ver en el cielo, eso significa que ese cometa es ya lo suficientemente
grande para que no se desintegre completamente al entrar en la atmosfera de la Tierra.
Y
posteriormente Rudolf Steiner continuó diciendo:
« En el año 1832 hubo
una historia aún más extraña ya que para entonces se calculó que un cometa (que
era el cometa Biela) estaba a punto de cruzar la órbita de la Tierra y pasaría
bastante cerca de nuestro planeta. Este cometa no era
tan enano como el otro, y probablemente sería más peligroso. Pero el cálculo resultó feliz ya que mostró que cuando el
cometa pasaría por la Tierra todavía estaría a 13 millones de millas de
distancia.
Pero aun así la gente estaba muy alarmada en
ese momento porque los cuerpos celestiales se atraían mutuamente y era de
esperar que el cometa causara grandes convulsiones en los océanos y mares a
través de la fuerza de la gravedad, pero afortunadamente no sucedió nada muy
especial. »
Aquí Rudolf Steiner dice una gran mentira
porque un cometa es un cuerpo celeste demasiado pequeño para que su fuerza de
gravedad pueda tener alguna influencia en los océanos.
Y posteriormente Rudolf Steiner terminó
diciendo:
« Los sabios médicos de
mediados del siglo XIX creían que las personas no podrían vivir si se
construyeran ferrocarriles y la ciencia de su época los justificaba en su
convicción además que lo que dijeron era correcto y absolutamente cierto.
Pero hay una cosa que esos sabios dejaron de
tener en cuenta, y es que la gente se ha vuelto más nerviosa. Ustedes mismos cuando regresan a casa del trabajo no se
parecen en nada a las personas de mediados del siglo XIX. El mundo ciertamente
ha cambiado en este aspecto.
¿Pero
qué era lo que esos médicos no podían saber en ese momento?
Ellos
no podían saber que el cometa ya estaba en proceso de
disolverse.
¿Y
qué ha hecho el cometa?
Nos da la fina lluvia de meteoritos. En lugar de chocar con la tierra y romper las cabezas de las
personas, el cometa está regalando toda su sustancia, y esta sustancia, cada
parte de ella, está en la tierra. Cada pocos
años el cometa da algo a la tierra. Y las
personas que quieren vivir solo por la ciencia y que no admiten que la tierra
recibe algo del cosmos son tan estúpidas como alguien que diría que cuando una
persona come un pedazo de pan, no está en él. Obviamente
lo que el cometa nos da está en la tierra, pero la ciencia no lo nota.
¿Entonces
dónde se encuentra?
Primero entra en el aire, luego pasa del aire
al agua, y del agua a las raíces de las plantas, y de las raíces de la planta a
la comida en nuestras mesas, y desde allí pasa a nuestros cuerpos.
¡Comemos
lo que el cometa nos ha dado durante siglos!
Esto sin embargo ha sido espiritualizado
durante mucho tiempo. En lugar de que el cometa
acabara con la tierra en 1933, su sustancia ha estado en la tierra durante
mucho tiempo como un medio de alimentación terrenal, y es un remedio cósmico
que alivia los problemas nerviosos de los seres humanos. »
Y aquí lo que dice Rudolf Steiner es
tremendamente descabellado porque él está afirmando que viajar en ferrocarril
volvería loca a la gente del siglo XIX, pero que a nosotros no nos afecta porque
nos hemos vueltos más nerviosos, y gracias a la materia del cometa Biela que
caen en la tierra, eso nos ayuda a aliviar nuestros nervios.
Y esto que afirma Rudolf Steiner son puras
patrañas porque la gente del siglo XIX podría muy bien haberse adaptado a la
existencia de los nuevos medios de transporte así como lo hicimos nosotros. Y
es solo una muy pequeña porción de la
materia del cometa Biela la que cae en la Tierra y para nada esa materia sirve
para aliviar el nerviosismo que prepondera en nuestra época moderna.
~ *
~
Y
esto demuestra que Rudolf Steiner tenía pocos conocimientos de astronomía, no
investigaba con profundidad, y era muy delirante en sus aseveraciones.
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