LAS PROTEÍNAS EXPLICADAS POR RUDOLF STEINER




En la conferencia que dio el 2 de agosto de 1924, Rudolf Steiner dijo lo siguiente:

« Imaginen que tienen un reloj el cual lo desarman todo y disponen de las piezas individuales de tal manera que observan cómo las diferentes partes se relacionan entre sí, entonces sabrán cómo las pondrán juntar todas de nuevo.

Pues bien, eso es lo que hace el cuerpo humano con las proteínas. El cuerpo toma las proteínas y las desarma todas. Las proteínas se componen de carbono, nitrógeno, oxígeno, hidrógeno y azufre. Esos son sus componentes más importantes. Y cuando el hombre las digiere, las proteínas están completamente separadas en sus partes individuales de modo que cuando llegan a los intestinos, el hombre no tiene proteínas sino que tiene: carbono, nitrógeno, oxígeno, hidrógeno y azufre»



Pero esto que afirma Rudolf Steiner es falso porque estos elementos (carbono, nitrógeno, oxígeno, hidrógeno y azufre) no quedan independientemente sueltos dentro del cuerpo como Steiner lo pretende, sino que los ácidos gástricos descomponen las proteínas en aminoácidos que son moléculas complejas compuestas por estos elementos.



Y luego Rudolf Steiner continuó diciendo:

« El humano está involucrado en una actividad muy complicada cuando fabrica su propias proteínas. Primero divide las proteínas que ha comido en sus partes separadas y coloca el carbono de esas proteínas ingeridas en todas las zonas de su cuerpo.

Ahora ya se sabe que inhalamos oxígeno del aire y que este oxígeno se combina con el carbono que tenemos en nosotros a partir de las proteínas y otros elementos alimenticios. Y exhalamos carbono en dióxido de carbono, manteniendo parte de él. Así que ahora tenemos ese carbono y oxígeno juntos en nuestro cuerpo. Pero en cambio no retenemos ni usamos el oxígeno que estaba en la proteína, sino que utilizamos el oxígeno que hemos inhalado para combinarlo con el carbono»



Y esto que dice Rudolf Steiner también es falso porque el oxigeno que respiramos lo utilizamos para la combustión energética de las células, mientras que el oxigeno que se encuentra en las proteínas ingeridas también lo retenemos y utilizamos debido a que este forma parte de la composición de los aminoácidos.



Y Rudolf Steiner terminó diciendo:

« Además, a medida que respiramos oxígeno, también inhalamos nitrógeno. El nitrógeno está siempre en el aire, pero nuevamente no usamos el nitrógeno que nos llega de las proteínas ingeridas, sino que usamos el nitrógeno que respiramos desde el aire.

Y el hidrógeno que hemos obtenido con las proteínas ingeridas tampoco lo utilizamos en absoluto. Usamos el hidrógeno que tomamos a través de nuestra nariz y nuestros oídos, a través de todos nuestros sentidos. Ese es el hidrógeno que usamos para hacer nuestras propias proteínas.

El azufre también lo recibimos continuamente del aire. El hidrógeno y el azufre los obtenemos del aire. Mientras que de las proteínas que comemos, solo conservamos y utilizamos el carbono que hay en ellas, mientras que las otras sustancias las sacamos del aire. Así que ya ven lo que pasa con las proteínas»



Y aquí Rudolf Steiner dice muchos disparates porque para comenzar sería un inmenso desperdicio por parte de nuestro cuerpo hacer todo ese enorme trabajo de digestión para solo conservar el carbono y desechar todo el resto. Lo que indica que Rudolf Steiner NO pensaba con racionalidad.

Pero además la explicación que él da es completamente falsa debido a que:

  • No utilizamos ni el nitrógeno ni el hidrógeno que absorbemos por medio de la respiración, sino que estos gases los volvemos a exhalar sin que ellos hayan participado en ninguna reacción bioquímica de nuestro cuerpo.
  • Solo tomamos el hidrógeno a través de nuestra nariz. No lo tomamos a través de nuestros oídos ni de los otros sentidos como lo asegura Rudolf Steiner.
  • El porcentaje de azufre que hay en el aire normalmente es diminuto (menos del 0.01%) y afortunadamente para nosotros porque inhalar azufre es tóxico ya que provoca quemaduras, conjuntivitis y asfixia.
  • Y el hidrógeno, nitrógeno y azufre que utilizamos en nuestro cuerpo, los sacamos de las proteínas que comemos. No del aire que respiramos como lo afirma Rudolf Steiner.





CONCLUSIÓN

Y esto muestra que Rudolf Steiner era muy ignorante de cómo funciona el metabolismo de nuestro cuerpo pero aún así él daba conferencias al respecto pretendiendo ser todo un experto.






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