1. Sobre este asunto en su libro “La Vida Interior II” Leadbeater escribió lo siguiente:
« Hace
mucho tiempo, en la antigua Atlántida, en la gran ciudad de las Puertas de Oro,
reinaba un poderoso monarca. Cierto día se le presentó un militar que había
sido enviado al frente de una expedición contra una tribu rebelde que se
encontraba situada en las fronteras de aquel vasto imperio.
El
militar volvía victorioso y en recompensa el rey le confirió el rango de
capitán de la guardia del palacio, encargándole del cuidado de la vida de su
único hijo y heredero del trono.
El
novel capitán no tardó mucho tiempo en tener la ocasión de probar su fidelidad
a la confianza que el rey le había depositado en él, porque encontrándose solo
con el príncipe en los jardines de palacio, se arrojó sobre ellos un tropel de
conspiradores con el intento de asesinar al hijo del rey.
El
capitán luchó valerosamente contra los numerosos asaltantes y aunque fue
mortalmente herido, logró resguardar al príncipe del peligro, hasta que
llegaron refuerzos y él y el desmayado príncipe fueron conducidos a presencia
del rey, quien, al enterarse de lo sucedido se volvió hacia el moribundo
capitán, exclamando:
- “¿Qué puedo hacer yo
por ti que has dado por mi hijo tu vida?”
Y
el capitán le respondió:
- “Concededme la gracia
de que os sirva a vos y a vuestro hijo por siempre en vidas futuras, puesto que
desde ahora nos liga un lazo de sangre.”
Haciendo
un postre esfuerzo, el capitán bañó el dedo en la sangre que fluía
abundantemente de sus heridas y señaló con ella los pies de su soberano y la
frente del todavía desmayado príncipe. El rey alzó las manos en actitud de
bendición y repuso:
- “Por la sangre
derramada para salvar a mi hijo, te prometo que me servirás hasta el fin.”
Así
se anudó el primer lazo entre tres caudillos de hombres de quienes todos hemos
oído hablar. Porque el poderoso monarca es ahora el Maestro Morya; el príncipe
su hijo, fue después Helena Petrovna Blavatsky; y el capitán de la guardia, fue
ahora Henry Steel Olcott.
Desde
entonces, a través de los siglos y de muchas vicisitudes extrañas, el lazo se
ha mantenido inquebrantable y se ha continuado prestando el servicio, como
sabemos que sucederá en los siglos venideros. »
(Sección 14)
Observación
Leadbeater
afirmó que Blavatsky fue un príncipe durante la civilización atlante,
pero dado que la clarividencia de Leadbeater fue pésima ya que todo lo
que
ese individuo aseveró haber percibido clarividentemente resultó ser
falso, lo más seguro es que esta afirmación sea solamente otra fantasía
imaginada por ese embustero.
2. Posterioormente en
su libro “La Vida Oculta en la Masonería”, Leadbeater escribió:
« En
el tiempo de la revolución francesa el conde de Saint-Germain trabajó mucho
con la señora Blavatsky, y esta estuvo encarnada en la persona del Padre José. »
(Capítulo 1)
Observación
Aquí Leadbeater
afirmó que Blavatsky fue un sacerdote que vivió durante la revolución francesa, pero lo más seguro es que esta afirmación sea otra mentira inventada por ese embustero.
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