(El siguiente artículo ya no se encuentra en su versión original pero fue traducido por el investigador Alsibar,)
Alsibar: Paul Brunton fue quien reveló por primera vez al gurú Ramana Maharish al mundo a través de su éxito de ventas "La India Secreta".
Esta convivencia diaria con Ramana le trajo no solo gracias y bendiciones (como cabría imaginar) sino también muchos problemas, algunos bastante peculiares propicios de todas las organizaciones burocráticas que empiezan a involucrar dinero y poder.
Este artículo es un resumen de los años que Brunton pasó con Ramana en su ashram (centro espiritual en la India).
La visión de Brunton sobre la personalidad de Ramana, sus enseñanzas y el propio viaje espiritual es curiosa. Un análisis crítico de alguien que no solo leyó, sino que también convivió a diario con uno de los más grandes seres iluminados de nuestro tiempo.
Al final se incluye una reseña que analiza la propia actitud de Brunton como maestro. Sería algo así como "¿De tal maestro, tal discípulo?". Lea y saque sus propias conclusiones.
LA CRÍTICA DE PAUL BRUNTON AL SABIO RAMANA MAHARISH
Paul Brunton fue un escritor inglés que escribió sobre espiritualidad y temas afines. Mantuvo en secreto los detalles de su pasado. Su nombre original era Raphael Hurst.
Él era un periodista londinense profundamente interesado en las enseñanzas espirituales orientales y creía que para su estudio y apreciación inteligente, debía promoverse vigorosamente la cooperación entre Oriente y Occidente.
Conoció a Sri Ramana Maharishi tras visitar a numerosos maestros espirituales, swamis y yoguis.
Brunton escribió bajo varios seudónimos, entre ellos: Raphael Meriden y Raphael Delmonte. Cambió su nombre cuando visitó la India y decidió escribir sobre temas espirituales. Inicialmente eligió el seudónimo Brunton Paul. Posteriormente lo cambió a Paul Brunton.
Paul Brunton fue quien le dio fama a Sri Ramana Maharishi en Occidente. Conoció a Ramana en 1931, y en 1934 publicó un libro sobre su encuentro. El libro se tituló "Una búsqueda en la India secreta".
Personas de todo el mundo citan las obras de Brunton y resulta interesante que Brunton enfrentara críticas muy similares a las que enfrentó Ramana. Extractos del libro de Brunton, "La India Secreta", aún se publican y distribuyen en el ashram de Ramana.
Críticas de Brunton al ashram de Ramana
Lo que el ashram no menciona es que Brunton tuvo un profundo desacuerdo con ellos. Brunton afirma haber recibido amenazas de violencia. De hecho él afirma que se sintió obligado a abandonar el ashram y tuvo que hacerlo abruptamente (La India Secreta, p.32).
Brunton dice que no vio a Ramana en los 12 años anteriores a la muerte del sabio, aunque pasó a pocas millas del ashram (La India Secreta, 33).
En un libro escrito en 1941, "El Camino Secreto", Brunton se refiere a "amenazas de violencia física" y a "mentiras e ignorancia maliciosa". Él menciona haber sido "duramente destrozado por la mala voluntad de algunos hombres". Cita "odio" y "vileza" que atribuye a la envidia que tuvo por su éxito.
Los principales problemas fueron:
En marzo de 1939 Brunton llegó a Tiruvannamalai donde se había alojado en el ashram de Ramana, no durante los tres meses previstos, sino durante tres semanas.
Brunton describe la situación en el ashram como:
« Una situación sumamente deplorable en el ashram de Ramana, que representaba la culminación de una crisis degenerativa que había estado en curso y empeorando durante los últimos tres años. Y que el ashram se había convertido en un fragmento en miniatura del mundo imperfecto que había abandonado. »
(El Camino Secreto, p.43)
Brunton se queja de que Ramana no ejercía ningún control sobre el ashram:
« Durante mis dos últimas visitas a la India se hizo dolorosamente evidente que la institución conocida como el Ashram —que había crecido a su alrededor durante los últimos años, y sobre la cual su indiferencia ascética hacia el mundo lo había vuelto temperamentalmente inclinado a no ejercer ningún control— solo podía obstaculizar y no ayudar a mis propios esfuerzos por alcanzar la meta más alta, así que no tuve más alternativa que despedirme de él abrupta y definitivamente. »
(El Camino Secreto, p.18)
Claramente, hubo desacuerdos entre Brunton y el hermano de Ramana, quien estaba a cargo del ashram. Masson afirma que Brunton había concedido entrevistas a periódicos indios sobre Ramana con las que su hermano no estaba contento.
¿Podrían estos desacuerdos ser incluso anteriores a 1939?
Brunton no había visitado el ashram desde principios de 1936.
En septiembre de 1936 le preguntaron a Ramana sobre "unas declaraciones desagradables hechas por un hombre muy conocido del Maharshi".
Ramana respondió:
« Le he permitido hacerlo. Ya se lo había permitido. Y que lo haga aún más. Que otros sigan su ejemplo. Que me dejen en paz. Si debido a estos informes nadie acude a mí, lo consideraré un gran servicio. Además si se molesta en publicar libros que contengan escándalos sobre mí, y si gana dinero con su venta, eso sí que es bueno. Esos libros se venderán aún más rápido y en mayor cantidad que los demás (...) Me está haciendo un buen servicio". »
(36B)
Y aunque a Paul Brunton no se identifica específicamente aquí, pero las fechas coinciden con su partida al Himalaya "en exilio".
Se presentó una demanda por el control del ashram. Algunas personas alegaron que Brunton estaba involucrado. Brunton sintió que debía negar esa acusación.
Los poderes
Brunton se quejó de que Ramana no le proporcionó la guía que buscaba (El Camino Secreto, p. 15).
Ahora bien, ¿qué quería Brunton?
Sin duda había recibido instrucción en el método de autoindagación de Ramana. Probablemente deseaba los poderes mágicos (siddhis) asociados con el yoga. Por ejemplo el poder de la telepatía o la previsión. Sabemos que Brunton estaba interesado en tales poderes. Y se refiere a ellos como "misterios superiores del yoga".
Parece que Brunton deseaba algún tipo de iniciación de Ramana, pero Ramana nunca inició a nadie. Y si bien tales poderes pueden surgir en el curso de la iluminación, las tradiciones hindúes sostienen que es un error buscarlos en uno mismo.
Curiosamente el propio Brunton fue criticado por sus propios seguidores por no cumplir sus promesas.
Brunton le contó a su joven discípulo Jeffrey Masson sobre sus poderes. Masson dice que Brunton siempre llevaba una varita mágica o una varilla de cristal. Masson estaba decepcionado por no haber alcanzado tales poderes.
El trance no despierta la conciencia
Brunton afirma que la meditación separada de la experiencia es "inevitablemente vacía" (El Camino Secreto, p.19).
Las iluminaciones alcanzadas mediante el yoga o los estados de trance son siempre temporales. Aunque el trance puede producir una sensación de exaltación, esta sensación pasa y la experiencia debe repetirse a diario.
Cita al filósofo y sabio hindú Aurobindo:
« El trance es una vía de escape. El cuerpo se mantiene en calma, la mente física se encuentra en un estado de letargo y la conciencia interior queda libre para continuar su experiencia. La desventaja es que el trance se vuelve indispensable y el problema de la conciencia despierta no se resuelve; permanece imperfecto. »
(El Camino Secreto, p.27)
El zen
Brunton se refiere al zen como más sensato y práctico. Los jóvenes reciben formación durante tres años. Durante este tiempo se les asignan tareas activas. No se les permite pasar el día en una existencia perezosa, inútil o parasitaria. Tras su salida del monasterio, media hora diaria de meditación les basta para mantenerlos en contacto con la paz espiritual. Su vida mundana no se ve afectada; al contrario, se enriquece (El Camino Secreto, 28).
El orgullo
Brunton se refiere a la "enorme complacencia atrofiada" de algunos seguidores de Ramana y a su "complejo de superioridad oculto". Describe esta actitud mística como una actitud de querer ser más santo que los demás y una suposición de haber alcanzado el conocimiento completo cuando, en realidad, solo ha sido un conocimiento parcial (El Camino Secreto, p.16).
Afirma que sin la sana oposición de la participación activa en los asuntos del mundo, ellos [los místicos] no tienen forma de saber si viven en un reino de auto-alucinación estéril o no (El Camino Secreto, p.19).
Críticas de Brunton a Ramana
Brunton tenía desacuerdos éticos con Ramana Para Brunton, la meditación no era suficiente para una persona realizada. La interacción y el contacto con el mundo exterior eran necesarios. Sentía que Ramana no se pronunciaba sobre temas como la inminente guerra. Brunton pareció particularmente afectado por un incidente ocurrido cuando llegaron al ashram noticias sobre aviones italianos que habían asesinado a ciudadanos indefensos en las calles de Etiopía (los italianos invadieron Etiopía en octubre de 1935).
Brunton relata que Ramana dijo: "El hombre sabio que conoce la verdad de que el Ser es indestructible no se ve afectado ni siquiera si cinco millones de personas mueren en su presencia."
(Recuerda el consejo de Krishna a Arjuna cuando este se desanimó al pensar en la inminente masacre de sus parientes en el otro lado del campo de batalla).
Ahora bien, creo que la crítica de Brunton a Ramana es correcta, al menos en lo que respecta a la ética.
Ken Wilber también afirma que aunque Ramana fue un iluminado, tenía deficiencias éticas (39).
Veo un problema de inconsistencia en las enseñanzas de Ramana entre las diferentes visiones del yo. Por un lado, el yo se ve como algo estático e inmóvil, ajeno al mundo. Pero por el otro lado, existe la visión del yo como algo dinámico y participante del mundo.
Brunton afirma que el ámbito de la actividad humana no debe vivirse en un mundo de trance, sino en el mundo externo, en este "mundo cuya fachada es el tiempo y cuyo patio trasero es el espacio".
Experiencias previas de Brunton con el yoga y la meditación
En "El Camino Secreto" Brunton afirma que aún considera a Ramana como "el yogui más eminente del sur de la India". Pero también menciona algo bastante sorprendente: que conocía la meditación y el yoga antes de llegar al ashram de Ramana, y que su experiencia con Ramana no era nueva.
Él confiesa que cuando llegó por primera vez a la India, no era un novato en la práctica del yoga. Incluso en su adolescencia, el éxtasis inefable del trance místico se había convertido en algo cotidiano; los fenómenos mentales anormales que habían acompañado la experiencia previa del yoga eran comunes y familiares; fue entonces cuando el árido trabajo de la meditación se efectuó fácil y sin esfuerzo. (El Camino Secreto, p.23)
Brunton afirma que no solo había practicado yoga, sino que también había experimentado fenómenos anormales. Se refiere a la experiencia de ser aparentemente proyectado en el espacio como un ser incorpóreo.
« Lo que he omitido decir, y ahora revelo, es que esta no era una experiencia nueva, porque muchos años antes de conocer al santo yogui de Arunachala, había experimentado éxtasis, reposo interior e intuiciones luminosas exactamente similares durante mi entrenamiento en meditación. »
(El Camino Secreto, p.25)
Brunton dice que Ramana sólo confirmó sus experiencias anteriores:
« Cuando, más tarde, me encontré con traducciones de libros indios sobre misticismo, me di cuenta, para mi asombro, de que los acentos arcaicos de su fraseología formaban descripciones familiares de mis propias experiencias centrales y cardinales. »
(El Camino Secreto, p.23)
Esta última afirmación es casi exactamente lo que Ramana afirmó de sí mismo: que su experiencia fue directa y que los libros posteriores que leyó fueron simplemente para "analizar y nombrar lo que había sentido intuitivamente, sin análisis ni nombre".
¿Fue Brunton honesto o inventó esta historia de una experiencia anterior, debido a su desencanto con Ramana?
Sorprendentemente una grabación independiente parece demostrar que Brunton podría estar diciendo la verdad. Hay evidencia de que Brunton tuvo experiencias anteriores.
Un relato de 1931 sobre su primer encuentro con Ramana relata que Brunton (entonces conocido como Hurst) le dijo a Ramana que ya había experimentado momentos de dicha. (p.41)
Brunton afirma que sus experiencias con Ramana le recordaron aquellas experiencias anteriores. Puede que sea cierto, pero lo que Brunton dice sobre su primer libro "En Busca de la India Secreta" debería ser motivo de gran preocupación con respecto al relato de Ramana.
Brunton afirma que usó la historia de Ramana como una "pinza" para colgar sus propias teorías sobre la meditación:
« Así, a los lectores perspicaces les resultará evidente que he usado su nombre y sus logros como una 'percha' conveniente para colgar un relato de lo que la meditación significó para mí. La razón principal de este procedimiento fue que se trataba de un recurso literario conveniente para captar la atención y mantener el interés de los lectores occidentales, quienes naturalmente considerarían con mayor seriedad un relato como este sobre la "conversión" de un periodista occidental, obstinado y crítico mentalmente con el yoga. »
(El Camino Secreto)
Brunton también critica la visión de Ramana de que incluso Dios es una ilusión:
« La afirmación final que realmente me disuadió de seguir con el Advaita como investigador occidental, llegó después, y fue la afirmación de que Dios también era una ilusión, completamente irreal. Si no lo hubieran dejado ahí, sino que se hubieran tomado la molestia de explicar cómo y por qué era así, podría haberme convencido desde el principio. Pero nadie lo hizo. »
Esta crítica es un tanto extraña y refleja una visión bastante ingenua del Vedanta. El propio Brunton posteriormente pasa de una visión personal a una visión de lo Absoluto-impersonal.
Finalmente, Brunton parece criticar a Ramana por su falta de originalidad. Dice:
« Años después de conocer al Maharshi, descubrí en un antiguo texto sánscrito el mismo método de "¿Quién soy yo?". »
(p.101)
Esta crítica también es extraña, considerando que a Brunton no le interesaban realmente las ideas de Ramana, salvo como un soporte para las suyas.
Sin embargo la crítica tiene cierto fundamento, ya que los discípulos de Ramana a menudo asumían en él más originalidad de la que justificaba. Ramana se basó en muchas obras escritas previamente, incluyendo algunas obras tántricas, como ya se muestra en el Jivanmukta.
Parte 2
En su libro "La Enseñanza Oculta" (1841) Brunton cambia la pregunta "¿Quién soy?" por "¿Qué soy?". Afirma que "¿Quién soy?" presuponía emocionalmente que el "yo" último del hombre sería un ser personal, mientras que "¿Qué soy?" elevaba la cuestión de la indagación impersonal a un nivel racional y científico en cuanto a la naturaleza última del "yo" (p.17).
Brunton tuvo muchos desacuerdos con Ramana. Un artículo en "The Maharshi" explica las siguientes razones de sus desacuerdos con el ashram: afirma que tras el éxito de su libro "La India Secreta", Brunton publicó muchos libros sin reconocer que Ramana era la fuente de sus ideas.
Como hemos visto, ciertamente hay algo de cierto en la afirmación de que Brunton no reconoció suficientemente a Ramana como la fuente de muchas de sus ideas. Chadwick afirma que Brunton era «un plagiario de primera» (Chadwick, 16). Pero también hubo otros desacuerdos con Ramana, al menos como los señaló Brunton.
Brunton afirma que con Ramana experimentó sensaciones intermitentes de paz mental. Pero estas entraban en conflicto con «un racionalismo innato y siempre cuestionador» (El Camino Secreto, 21).
Brunton esperaba recibir más guía de Ramana:
« Me aferré firmemente a la esperanza de encontrar una guía clara del Maharishi. Pero la guía nunca llegó. Esperé pacientemente a que el tiempo me la arrebatara, pero fue en vano. Poco a poco me di cuenta de que esta cuestión de alcanzar el conocimiento supremo —que hasta entonces había sido central en mi mente— nunca se la había enseñado a nadie.
La razón emergió lentamente a medida que reflexionaba sobre la cuestión. De mi larga amistad con él pude concluir principalmente que este no era su camino y que no le interesaba demasiado. Su inmenso logro residía en los ámbitos del ascetismo y la meditación. Poseía un tremendo poder para enfocar su atención en su interior, perdiéndose en un trance absorto, permaneciendo sereno e impasible como un árbol.
Pero con todo el respeto y el profundo afecto que siento por él, debo decir que su función principal no era enseñar con sabiduría, pues era esencialmente un místico egocéntrico. Esto explica por qué su explícito desdén por los aspectos prácticos de la vida, su servicio desinteresado a los demás, había llevado a su entorno externo inmediato a consecuencias inevitables y decepcionantes.
Sin duda, era más que suficiente para él —y ciertamente para sus seguidores— haber perfeccionado la indiferencia hacia las atracciones mundanas y el control de su mente inquieta. No quería más que eso.
La cuestión del significado del universo en el que vivía no parecía preocuparle. Lo que realmente le inquietaba era la cuestión del significado del ser humano, y para esto había encontrado una respuesta que lo satisfacía. »
(El Camino Secreto, p.16)
Aunque Brunton abandonó el ashram y escribió públicamente sobre sus desacuerdos con Ramana, expresó sin embargo su "amorosa devoción y profunda reverencia por él":
« Como escribí en un periódico de Londres cuando murió en 1950: "Fue el místico indio que más me inspiró... El contacto telepático interno y la estrecha afinidad espiritual entre nosotros permanecieron vivos e intactos... »
(The Secret Path, p.33)
Nótese que incluso en este comentario apreciativo, Brunton está enfatizando poderes ocultos especiales, como la telepatía.
En sus cuadernos, Brunton escribió que lamentaba algunas cosas que había dicho sobre Ramana. Lamentaba las críticas a Ramana y afirmaba que estas se debían "más a los acontecimientos históricos del ashram que a Ramana mismo" (102)
Pero aunque seguía admirando a Ramana como místico, Brunton no cambió su opinión sobre la importancia de la ética.
Esta reseña es de "El gurú de mi padre: un viaje a través de la espiritualidad y la desilusión" de Jeffrey Moussaieff Masson.
(Fuente: https://alsibar.blogspot.com/2014/01/as-criticas-de-paul-bruton-ao-sabio_30.html)
COMENTARIOS
Juan: Paul Brunton desempeñó un papel fundamental al dar a conocer a Ramana a muchos. Todos le debemos mucho.
Evidentemente, no comprendió las enseñanzas de Ramana hasta el punto de liberarse del ficticio «yo», y por lo tanto, el ego, con toda su ignorancia, vanidad y confusión, siguió actuando.
Brunton se convirtió en un ciego guiando a otros ciegos.
Pablo: Yo estaba investigando el libro "India Secreta" preguntándome si se trata de un libro completo sobre mi amado maestro Bhagavan o si solo son unos pocos textos sobre él. No encontré la respuesta, pero tu artículo me hizo querer dejar de leer este libro, escrito por un alma considerablemente atribulada que tuvo el privilegio de estar con Bhagavan, pero no se sintió un gran ser iluminado ante él, y así desperdició la oportunidad.
(Nota de Cid: a Ramana Maharshi solian llamarlo "Bhagavan" que en sanscrito significa "divinificado".)
Respecto a la falta de ética de Bhagavan, él creía que el poder de la Realización es el mayor que existe, y que quienes alcanzan la Iluminación ayudan a los demás, incluso sin hablar, a través de la energía que emanan de su interior.
Bhagavan parecía indiferente a las guerras, no por falta de ética, sino porque sabía que lo más importante es no preocuparse por la guerra, sino descubrir quiénes somos realmente, o realizar el Ser. Porque el estado sin ego es la mayor riqueza que existe. La meta suprema.
Así que Bhagavan siempre intentaba distraer a la gente de sus preocupaciones y conducirla de vuelta a lo que realmente importa: el Ser.
Solo quienes verdaderamente anhelan lo Divino, una necesidad verdaderamente crucial, entienden lo que Ramana decía. Alguien con tal necesidad es como alguien que se ahoga y necesita salir a la superficie para respirar. Para esa persona solo la liberación espíritual importa.
Quienes no tienen esta absoluta necesidad pueden criticar a los seres verdaderamente iluminados de diversas maneras y ganar mucho dinero con sus libros, como Paul Brunton y Ken Wilber. Pero si sintieran una necesidad verdaderamente crucial hacia la trascendencia, comprenderían lo que Ramana quería decir.
Opinión de Cid: Me da la impresión que probablemente Ramana Maharish si fue un hombre espiritualmente iluminado, pero él no estaba apto para enseñar sino que solo se la pasaba la mayor parte del tiempo absorto en su trance interno, y tristemente dejó que sus familiares deterioraran y comercializaran su ashram.