LA PROYECCIÓN DEL DOBLE RELATADO POR BLAVATSKY


(Este artículo fue escrito por Blavatsky, y añadí subtítulos para facilitar su lectura.)



LA PROYECCIÓN DEL DOBLE


Algunos ejemplos de proyección del doble
efectuados por adeptos

En Nueva York

En uno de los números diarios del N.Y. World —una influyente revista de la gran metrópolis estadounidense— del año 1878, apareció una descripción de los acontecimientos de una velada en la entonces sede de nuestra Sociedad Teosófica, en la ciudad de Nueva York.

El autor era miembro del equipo editorial y entre otras maravillas relatadas, mencionó la siguiente:

Algún caballero o dama entre los visitantes había dudado de la posibilidad de que un Adepto abandonara su cuerpo físico en estado de letargo en el Himalaya y viajara en su doble (Mayavi-rupa) a través de tierra y mar hasta el otro lado del mundo.

Tres o cuatro de los presentes se sentaron frente a los dos grandes ventanales de la sala, que daban a la avenida que en ese momento se encontraba brillantemente iluminada por el gas de las tiendas y las farolas.

Apenas se había formulado la conjetura escéptica cuando estas personas se sobresaltaron y señalaron simultáneamente hacia la ventana izquierda.

Todos los que miraban hacia allí vieron pasar, deliberada y lentamente, de izquierda a derecha, primero una figura, luego otra, de hombres asiáticos, con fehtas en la cabeza y vestimentas con una de las largas túnicas blancas de Oriente.

Tras pasar frente a la ventana y desaparecer de la vista, regresaron poco después y al volver a pasar frente a ella, no se les volvió a ver.

Dos de los testigos (el coronel Olcott y el editor de esta revista [Blavatsky]) los reconocieron por conocerlos personalmente como cierto Mahatma y uno de sus discípulos.

La ventana estaba a casi seis metros del suelo y al no haber porche ni otro techo donde pudiera posarse un cuervo, las figuras se habían estado moviendo por el aire.

Así, en un instante y de la manera más inesperada, el escéptico quedó silenciado y la verdad de la Ciencia Esotérica Aria quedó demostrada.




En la india

Desde nuestra llegada a la India, varios testigos perfectamente creíbles, tanto nativos como europeos, han tenido la fortuna de presenciar apariciones similares de los Bienaventurados, generalmente en circunstancias sumamente convincentes.

Hace apenas unas semanas, en nuestra sede de Madrás, uno de ellos apareció repentinamente a plena luz del día, en una habitación del piso superior, y se acercó a menos de un metro de algunos miembros hindúes de nuestra sociedad.

Él mantuvo su forma perfectamente visible y sólida durante aproximadamente un minuto y luego retrocedió unos seis pasos y desapareciendo en el acto.




Aparición del maestro Kuthumi

En Bombay, el doble del Mahatma K. H. fue visto repetidamente hace dos años —por más de veinte miembros en total— algunos de los cuales se habían mostrado muy escépticos ante tal posibilidad, proclamándolo después del suceso como «la visión más gloriosa y solemne».

Tres veces, durante una misma noche, la «forma», perfectamente reconocible y aparentemente sólida hasta el más mínimo pelo del bigote y la barba, se deslizó por el aire desde un grupo de arbustos hasta la veranda, bajo la brillante luz de la luna… y luego se desvaneció.




Aparición del maestro Morya

Y también está el caso del Sr. Ramaswamier, licenciado en Artes, que ofrece una prueba de la más contundente jamás registrada en la historia de esta rama de la Ciencia Esotérica.

Primero vio el retrato de un Mahatma; luego lo vio en su doble; y finalmente lo conoció en persona en un solitario paso de montaña en Sikkim, conversó con él durante más de dos horas en su propia lengua vernácula (la del Sr. Ramaswamier), un idioma extranjero para el Mahatma, quien le explicó numerosos hechos relacionados con la Sociedad Teosófica.

Además recibió mensajes para el Coronel Olcott sobre ciertos asuntos confidenciales que solo él y este Mahatma conocían.


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La existencia de los Mahatmas, su capacidad para viajar a voluntad a través de su doble, para conservar el pleno dominio de su inteligencia y para condensar su forma «fantasma» en visible o disolverla en invisible a su antojo, son hechos demasiado bien establecidos como para considerarlos una cuestión abierta.

Quienes se oponen a las proposiciones anteriores solo se encuentran entre los inexpertos, como ha sucedido con cualquier novedad.

En cada caso debe haber un momento preciso en que la duda y la incredulidad se disipen, dando paso al conocimiento y la certeza.

Comparativamente, pocos, de cualquier generación, han presenciado o podrían presenciar el espléndido fenómeno de la aparición astral de un Mahatma; pues la mera ley magneto-psíquica de atracción y repulsión mantiene alejados a los Adeptos del fétido caldo de cultivo de la corrupción social.

A veces, bajo condiciones muy favorables, pueden acercarse a un individuo dedicado a la investigación oculta, pero esto ocurre raramente; pues incluso él, por puro que sea, se encuentra inmerso en el akasha o aura magnética corrupta del mundo y contaminado por ella.

Para su ser interior [del Mahatma, esa vibración baja] es tan sofocante y mortal como el denso vapor de dióxido de carbono para sus pulmones físicos.

Y recuerden, es a través del ser interior, no del exterior, que nos relacionamos con los Adeptos y sus Chelas avanzados.

No cabría esperar entablar una conversación constructiva con un borracho perdido, tendido en un estado de estupefacción porcina tras una juerga; sin embargo resulta igualmente impracticable para el Mahatma espiritualizado intercambiar ideas con un hombre de sociedad que vive a diario en un estado de confusión mental.

Una embriaguez entre los vapores magnéticos de su carnalidad, materialismo y atrofia espiritual.






Algunos ejemplos de proyección del doble
efectuados por humanos comunes

Pero otras personas, además de los adeptos orientales, pueden proyectar su doble de manera que aparezca a cierta distancia de sus cuerpos.

La literatura del misticismo occidental (por no mencionar los voluminosos registros de Oriente) contiene numerosos ejemplos de este tipo; en particular, las obras de Glanvill, Ennemoser, Crowe, Owen, Howitt, Des Mousseaux y muchos otros escritores católicos, entre otros.

A veces las figuras hablan, pero generalmente no; a veces vagan mientras el cuerpo del sujeto duerme, a veces mientras está despierto.

A menudo la aparición es el presagio de la muerte, pero en ocasiones parece provenir de su cuerpo distante por el mero placer de ver a un amigo, o porque el deseo de llegar a un lugar familiar superó la capacidad física del cuerpo para llegar allí con la suficiente rapidez.



El caso de un profesor alemán

La señorita C. Crowe relata (en "El lado nocturno de la naturaleza") el caso de un profesor alemán de esta última índole.

Un día, al regresar a su casa, vio pasar a su doble antes que él llamara a la puerta y su doble entró cuando la criada le abrió.

Apresuró el paso, llamó a su vez, y cuando la criada salió y lo vio, retrocedió aterrorizada exclamó:

   -   "¡Vaya, señor, si le acabo de abrir!" (o algo parecido).

Al subir las escaleras hacia su biblioteca, se vio sentado en su sillón, como de costumbre. Y al acercarse, el doble se desvaneció en el aire.




El caso de una institutriz livonia

Otro ejemplo similar es el siguiente, cuyas circunstancias están debidamente documentadas.*

Se cuenta la historia de una mujer llamada Emélie Sagée, institutriz en un internado para señoritas en Riga, Livonia.

Allí, esa mujer en su cuerpo y su doble fueron vistos simultáneamente, a plena luz del día, por muchas personas.

Un día, toda la escuela (cuarenta y dos alumnos) se encontraba en una sala de la planta baja con puertas de cristal que daban al jardín.

Vieron a Emélie recogiendo flores cuando de repente su figura apareció en un sofá vacío. Al mirar inmediatamente hacia el jardín, seguían viendo a Emélie allí; pero observaron que se movía con languidez, como exhausta o somnolienta.

Dos de los alumnos más audaces se acercaron al doble y se ofrecieron a tocarlo; sintieron una leve resistencia que compararon con la de la muselina o el crespón.

Uno de ellos atravesó parte de la figura; la aparición permaneció unos instantes más y luego desapareció gradualmente.


Este fenómeno se repitió, de diferentes maneras, mientras Emélie permaneció en la escuela, durante aproximadamente un año y medio entre 1845 y 1846, con periodos intermitentes de una a varias semanas.

Se observó que cuanto más nítida y tangible parecía su doble, más inquieta, lánguida y afligida se encontraba la persona real.

Mientras que por el contrario cuando el doble se debilitaba, Emélie mostraba más energías. Emélie no era consciente de su doble, ni lo vio jamás.


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Aún queda mucho por decir sobre este importantísimo tema, pero lo reservamos para otra ocasión. La obra del Sr. d’Assier (véase la nota al pie) se reseñará por separado.




Nota

* El Sr. R. D. Owen ofrece una versión condensada en su obra "Pasos en la Frontera del Otro Mundo" (Footfalls on the Boundary of Another World) [págs. 348-357], y todos los detalles sobre tiempo, lugar y testigos se encuentran en la obra francesa del Sr. d’Assier, "Ensayo sobre la Humanidad Póstuma y el Espiritismo por un Positivista" (Essai sur l’Humanité Posthume et l'Espiritisme par un Positiviste) [págs. 64-65]. Existe una traducción en la revista "Light" del 18 de agosto de 1882.



(Este artículo originalmente se publicó en la revista The Theosophist de octubre de 1883, p.1-2; y posteriormente en los Colleted Writings V, p.289-293)











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