EL ESCÁNDALO DE PEDERASTIA DE LEADBEATER EN AUSTRALIA RELATADO POR ALICE CLEATHER

 
(Este es el primer anexo del apéndice del libro Una Gran Traición escrito por Alice Leighton Cleather.)
 
 
 
LA CRISIS AUSTRALIANA
 
El relato oficial de los acontecimientos en Australia la primavera pasada me llegó demasiado tarde para incluirlo en el lugar adecuado de este libro, pero su importancia como última fase del escándalo del señor Leadbeater exige citar los detalles principales.
 
Australia ha sido el escenario de las actividades del señor Leadbeater desde que los juicios de Madrás hicieron que la India se volviera un lugar demasiado inhóspito para este individuo en 1913. Sobra decir que los mismos escándalos de pederastia se repitieron también en Australia y finalmente eso provocó una crisis en la Convención de la Sociedad Teosófica efectuada durante la Semana Santa pasada en Sídney.
 
Dos de los "alumnos" indios del señor Leadbeater (Krishnamurti y Jinarajadasa) obtuvieron un voto de confianza en la señora Besant y el señor Leadbeater, lo que despertó una fuerte oposición.
 
A continuación les cito una larga carta circular enviada a los miembros de la Sociedad Teosófica por uno de los opositores, el señor J.M. Prentice, de Hobart, quien evidentemente es un oficial destacado.
 
Esta carta está fechada el 28 de mayo de 1922 y dice:
 
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La Sra. Besant se niega a realizar una investigación
 
Poco después de la Convención, la Sra. Besant llegó a Sídney [desde la India] como una mujer muy preocupada y enojada. En la Logia de Sídney ella habló con un estilo diciendo "No juzgues para que no seas juzgado", y dejó en claro que ella no estaba para nada a favor de efectuar una investigación.
 
Durante la Convención, Leadbeater emitió una declaración especial al EST que condujo a su expulsión del edificio donde se encuentra la Logia de Sídney. Fue esto lo que finalmente enfureció a la Sra. Besant hasta el punto de ebullición... Ella expresó su deseo de reunirse con el Comité de la Logia y hablar sobre las dificultades. Hubo una conferencia de tres horas que no condujo a ninguna parte. Me han dicho que ella estaba indefensa hasta el punto del patetismo.
 
Ella negó todo en cuanto a las acusaciones hacia Leadbeater y Wedgwood, ellos estaban preocupados y se negaron a considerar cualquier cosa en la naturaleza de una investigación. Ella leyó en unos archivos antiguos de la revista The Theosophist como Leadbeater supuestamente se había rehabilitado, pero un miembro del Ejecutivo la desafió con los acontecimientos más recientes, a lo que ella solo pudo responder que "no los creía".
 
 
 
Una excelente crítica de la prensa
 
Dos días después, el periódico The Daily Telegraph salió con un tremendo ataque contra la "Iglesia Católica Liberal" [dirigida por Leadbeater y Wedgwood] y el resultado fue descomunal. En la reunión de los miembros que tuvo lugar esa noche, los sentimientos estaban muy tensos. El periódico Telegraph tenía presente a un reportero y éste salió con seis o siete columnas bajo titulares cargados de plomo.
 
Además esta información se difundió a todos los periódicos de los que el Telegraph es corresponsal, y el resultado es que se ha hecho un daño muy grande hacia la Teosofía y hacia la Sociedad Teosófica; aunque los periódicos más capaces están dispuestos a admitir que todavía hay una minoría que lucha genuinamente por la cordura y la limpieza de esa organización.
 
 
 
Investigación gubernamental instituida
 
El Gobierno ha iniciado ahora una Investigación, pero hasta ahora no sé el alcance de su intención. Me han dicho por telegrama que los muchachos de Leadbeater han sido examinados o interrogados.
 
Uno de los últimos acontecimientos fue cuando el Sr. A.B. Piddington, un destacado abogado y KC de Sídney, renunció a la Presidencia de la Sociedad de Preguntas Públicas de la Universidad de Sídney, y en lugar de reunirse con la Sra. Besant en un discurso público que ella se propuso dar a los miembros, él prefirió enviar una carta mordaz al Telegraph, o más bien dicho ha publicado su carta de renuncia, que es un resumen de su opinión.
 
 
 
La opinión del Sr. Piddington
 
Los siguientes son los puntos principales presentados por este caballero, que no es miembro de la Sociedad Teosófica y por lo tanto él representa una visión legal y pública imparcial de la cuestión moral en juego:
 
Mi renuncia se basa en que la Sociedad debe retirar su invitación a la Sra. Besant hasta que los asuntos involucrados en su defensa del Sr. C.W. Leadbeater hayan sido resueltos por un tribunal confiable.
 
Graves acusaciones fueron hechas recientemente contra el Sr. Leadbeater por el Sr. Martyn en la carta que él le envió a la Sra. Besant, y se han citado los preceptos y prácticas del Sr. Leadbeater en la educación de los muchachos. El Sr. Martyn cuenta con el apoyo de otros australianos de renombre.
 
Antes de venir a Australia, y desde entonces, la Sra. Besant se ha negado a investigar estos asuntos y ella ha asumido posiciones que en una supuesta maestra de moral la privan del derecho a ser escuchada por una sociedad de estudiantes que existe para la búsqueda de la verdad.
 
Estas posiciones son:
 
1. Que hay una clase de seres tan altos en el orden religioso [Leadbeater y Wedgwood] que acusarlos es sacrílego por parte del común de la gente. De hecho para la Sra. Besant estas acusaciones son “persecución” lo que prueba la santidad de estos seres superiores y es (en palabras de la Sra. Besant) el "sello de su apostolado".
 
2. La Sra. Besant remite a los impugnadores del Sr. Leadbeater hacia los tribunales, aunque según ella propagar en privado el principio abominable sostenido por él no constituye una ofensa contra ninguna ley, sino solo contra la decencia común tal como la entienden los hombres comunes.
 
3. La Sra. Besant no cree y no discutirá las acusaciones del Sr. Martyn, aunque ella escribe desde la India contra lo que el Sr. Martyn dice que sucedió en su propia casa en Sídney.
 
(Nota de Cid: lo que relató el Sr. Martyn lo pueden leer aquí.)
 
Si estas son las “buenas” razones que esgrima la Sra. Besant para negarse a realizar una investigación, entonces la inmoralidad se puede enseñar y practicar con seguridad en lugares “elevados”, siempre que el “maestro” pertenezca a la forma de pensar de Sra. Besant. Pero desde el punto de vista público, tal pretensión corta el terreno de toda moral.
 
En su carta al periódico Daily Telegraph de Sydney del 18 de mayo, la Sra. Besant le pide al público que crea que el Sr. Leadbeater tiene que cumplir cargos relacionados con 1906 y eliminados por alguna investigación privada en 1908.
 
(Nota de Cid: aquí el Sr. Piddingtonlo está haciendo referencia a la primera vez que acusaron a Leadbeater de pederastia.)
 
Pero se ignora el hecho de que las acusaciones del Sr. Martyn se relacionan con la conducta de Leadbeater desde 1914. Y peor que esto es todavía el hecho que se suprime el dato que la Sra. Besant fue ella misma ordenada en 1913 por el Tribunal Superior de Madrás para devolverle a su padre a sus dos niños [Krishnamurti y su hermano] a quienes ella insistió en poner al cuidado del Sr. Leadbeater, a pesar de la protesta del padre.
 
El juez Bakewell dijo que, según el testimonio de Leadbeater, ese individuo era "ciertamente una persona inmoral y muy incapaz de estar a cargo de los muchachos". Y también descubrió que la Sra. Besant había violado la estipulación que hizo con el padre antes de separarse de los niños de que no deberían tener nada que ver con el Sr. Leadbeater. (Times de Londres, 8 de marzo de 1913.)
 
Al año siguiente, el Sr. Leadbeater vino a Australia y ahora "entrena" a niños australianos.
 
La Sra. Besant se prestó a sí misma y a su oratoria para la absolución, sin pruebas, del Sr. Leadbeater en una reunión pública... En mi opinión, es tan malo rescatar a un hombre de la justicia pública (que es un término más amplio que el derecho penal) por el ejercicio de un veto personal dominante, como lo es hacerlo por dinero o estatus social o cualquier otra 'influencia' que es la ruina de cualquier sistema de justicia...
 
Ella puede efectuar un golpe maestro de salvamento, pero ofende todos los cánones del juego limpio, por no hablar de la moral ordinaria por la que todos los hombres, altos o humildes, deben contentarse con ser juzgados.
 
Estos sombríos hechos se destacan:
 
1. Leadbeater, el principal colega de la Sra. Besant declaró en 1913 en audiencia pública que todavía creía en enseñar un vicio detestable para los niños, y que ya les había enseñado previamente.
(Nota de Cid: Leadbeater para relacionarse sexualmente con los niños les decía que les iba a enseñar a masturbarse, lo cual es una payasada porque cualquier muchacho sabe hacer eso y era un simple pretexto para ver con cuales él podía ir más lejos.)
2. Un juez inglés por esta razón declaró a Leadbeater ser una persona inmoral.
3. El Sr. Martyn acusó a Leadbeater de seguir siendo un individuo inmoral, y alegó en apoyo de esta afirmación acontecimientos que se produjeron en su casa.
4. La Sra. Besant ha protegido a Leadbeater de la investigación.
5. El Sr. Leadbeater no dice nada.
 
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CONSTATACIÓN DE CID
 
A mí me impresiona mucho como a pesar de las enormes pruebas que había en contra de Leadbeater y su cómplice Wedgwood, y que demostraban que esos dos individuos eran unos charlatanes y unos pervertidos sexuales; a pesar de eso Annie Besant los defendió con fanatismo durante toda su vida, y sin importarle todo el daño que eso provocó a la Teosofía y a la Sociedad Teosófica; simplemente no comprendo como ella pudo perder totalmente su discernimiento.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

4 comentarios:

  1. "Cid" me he leído esté artículo tuyo... (Como eliminar los defectos....) Las técnicas mencionadas, funcionará con el hombre medio pervertido (yo me coloco de ejemplo y obviamente me refiero a lo sexual)

    Espero tu respuesta...

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    Respuestas
    1. Sí pero tienes que poner de tu parte y ser discerniente.

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    2. Exactamente a qué cosa te refieres, Cid... Eso del discernimiento¿?
      Ojalá sea posible 1 respuesta. Gracias

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    3. Me refiero a que analices seriamente que es lo que realmente quieres porque constantemente te estás contradiciendo.

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