Sobre
esta red, Jorge Angel Livraga en su libro de texto titulado “Introducción a la
Sabiduría de Oriente, Segunda Parte”, escribió lo siguiente:
« La
red etérica es una tela o una red conformada por los éteres de los cuerpos
físico, pránico y astral, incluyendo sus respectivos chakras. Esta red tiene
una fina capa de protección constituida por átomos físicos ultérrimos muy
comprimidos y bañados por una especial energía pránica. Los dichos átomos
físicos ultérrimos pertenecen a los sub-cuerpos etero-físicos, tanto del
pránico como del astral.
Es
el instrumento natural para impedir la prematura comunicación entre los distintos planos, lo que podría resultar perjudicial,
sobre todo en el caso de contactos con planos superiores sin la debida
activación evolutiva.
Impide
el recuerdo de los sueños hasta tanto no consigamos ser conscientes aún
dormidos, y también causa la temporaria inconsciencia que sigue a la muerte
para evitar el dolor a quien no está preparado.
Cuando
se encuentra en buen estado de salud, la red protege contra las entidades
astrales malignas y obsesivas. Y también nos protege contra las malas influencias,
los malos pensamientos de la gente en casos de grandes aglomeraciones, pero
insistimos que debe hallarse en buenas condiciones.
Lamentablemente
puede estropearse por diversas causas: accidentes, drogas o ejercicios
inadecuados de dilatación. En el caso de accidentes, la red se rompe por cortes
profundos, mutilaciones, etc. Los malos hábitos, los vicios, el alcohol, el exceso
de trabajo, los narcóticos, también pueden destruirla. Otro tanto sucede al empeñarse
en abrir puertas que la naturaleza mantiene cerradas, por medio de ciertas prácticas
espiritistas.
Una
red rasgada o rota permite el paso de entidades negativas, de larvas astrales,
y el resultado puede llegar al delirio, la locura o la muerte.
Imaginemos
la red etérica como una tela, como un tul con sus hilos perfectamente cruzados,
homogéneo y bien construido. Ahora imaginemos que llega un gato y engancha un
hilo de este tul; allí quedaría una abertura. Luego llega un tigre y de un zarpazo
produce una rasgadura. Y luego viene un sádico que quema un trozo; eso ya es un
agujero. Es decir que la red etérica puede tener todo tipo de imperfecciones, hilos
mal distribuidos, rasgaduras, agujeros, etc.
Además
como no somos conscientes de la función de esta red, ni la podemos manejar a
conciencia, cuantos más agujeros tiene más suciedad entra porque deben saber
que estamos rodeados de suciedad.
Y
también hay que tomar en consideración el mundo en el que nos ha tocado vivir,
el ambiente del que estamos rodeados. A peor estado de la red etérica, más indefensos
estamos nosotros. »
(Tema 3)
OBSERVACIONES
Aquí
Livraga para elaborar su “red etérica” se basó en gran medida en lo que el
esoterismo denomina el aura, pero
desafortunadamente mucho de lo que dice Livraga es falso porque resulta que los
éteres no existen ya que fueron una mentira inventada por el embustero Charles
Leadbeater como se los demuestro en este otro capítulo (link).
Pero
además resulta que Leadbeater solamente dijo que existen cuatro tipos de éteres
que componen al plano éterico y al cuerpo etérico, mientras que aquí Livraga en
su texto inventó que “también existen éteres que componen a los cuerpos físico,
pránico y astral, y que son los que forman la red etérica”.
Y
ante eso uno se pregunta:
¿Por qué Livraga no
se limitó simplemente a resumir lo que dice el esoterismo sobre el aura, en vez
de ponerse a inventar más éteres y una red etérica que en realidad no existe?
Y
la respuesta que me viene a la mente es porque Livraga era un mentiroso
compulsivo que no podía resistirse a inventar todo tipo de falsedades para
impresionar aún más a sus seguidores.
~ * ~
Y este es un ejemplo
más de lo ignorante y charlatán que fue Jorge Angel Livraga.
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