Jorge
Angel Livraga mencionó que durante su estancia en la sede de Argentina de la
Sociedad Teosófica cuyo cuartel general se encuentra en Adyar, Madrás,
India, él tuvo un intercambio de cartas con Curuppumullage Jinarajadasa quien
en ese entonces era el Presidente Internacional de esa organización.
Sobre
este asunto en su autobiografía Livraga escribió lo siguiente:
« Mi
maestro, el profesor Schmidt envejecía rápidamente aquejado tal vez por alguna
enfermedad o por sus muchos años, que no serian menos de 80. Él mismo me
sugirió que escribiese al entonces Presidente Mundial de la Sociedad Teosófica,
el Dr. Jinarajadasa.
Cuando
comenté mi intención en la Biblioteca teosófica, mis ancianos “hermanos” se
rieron de mis pretensiones. El Hermano "Raja" [Jinarajadasa], me
dijeron, recibe miles de cartas de todo el mundo y jamás contesta, salvo
algunas que lo hace su secretario. Pero Yo era muy joven para esas prudencias y
le escribí igual, haciéndome traducir la carta al inglés por un profesional.
Dos
meses más tarde, en la mesa de recepción de la Biblioteca Teosófica, y rodeado
por una docena de viejecitos asombrados, abría la primera carta que me llegaba
de Adyar, manuscrita por Jinarajadasa.
Esta
primera carta del Dr. Jinarajadasa fue leída y releída por Mí. En realidad me
hacia llegar un simple saludo y me recomendaba algunos libros para mis
lecturas, pero para Mí se convirtió en un talismán y lo llevé en mi cartera
durante 18 años, hasta que en Lima, Perú, perdí la cartera donde guardaba la ya
ajada y amarillenta carta, escrita con cuidadosa letra sobre una suerte de
papel arroz.
Aquella
carta la contesté de inmediato y a través de algunos años mantuvimos una
correspondencia con una secuencia aproximadamente bimestral en donde se me iban
dando consejos sobre lecturas y temas de reflexión que Yo seguí siempre al pié
de la letra.
El
hecho de cartearme con Jinarajadasa era sabido en la Sociedad Teosófica de
Argentina y eso sólo me fue rodeando de un halo de prestigio que me hizo
escalar insensiblemente cargos y responsabilidades que me llevaron, al cumplir
los 20 años, a ser Secretario interno de la Sección Argentina de la Sociedad
Teosófica.
.
. .
Con
una frecuencia que se acercaba a lo bimensual seguía recibiendo cartas de
Adyar, con consejos sobre mis lecturas y con algunos ejercicios. »
(Mi juventud 4-6)
Y
Livraga más adelante en su autobiografía añadió que cuando Jinarajadasa murió,
él siguió manteniendo una correspondencia epistolar con el nuevo Presidente
Internacional, el señor Nilakanta Sri Ram.
« Yo,
pasados los 20 años inicié mis trabajos en el sótano de Amenábar convertido en
Cripta de Ritual Egipcio y continué recibiendo, ahora de Sri Ram, algunas
cartas de Adyar y fotocopias y copias carbónicas aparentemente muy viejas que
llevaban siempre como remitente “Madrás 20 th”. »
(Mi juventud 10)
OBSERVACIONES
Livraga astutamente señaló
que él perdió la supuesta primera carta que él recibió de Jinarajadasa, lo cual
le evitó tener que mostrarla. Pero el hecho que Livraga nunca mostró las
numerosas otras cartas que él pretendió también haber recibido de Adyar y la
constatación que yo he realizado que Livraga era un hombre muy mentiroso, eso me
hace considerar que muy probablemente esta historia solo fue un invento más por
parte de Jorge Ángel Livraga para impresionar a sus seguidores.
Qué vanidoso era Livraga, y no me refiero a que se trate de proyectar una falsa modestia, sino a hacer hincapié en las cosas importantes de toda aquella vivencia, pero me da la impresión que en su modo de escribir ha copiado el estilo de HPB u otros de su época porque tiene un estilo muy anticuado...y además, rellena con adornos que se alejan de lo esencial. Y no es sencillo, sino ampuloso y se da una importancia que llega a ser pesada. Me leí casi toda su autobiografía y no siento que se concentre en vivencias espirituales. Mucha, mcuha autoimportancia.
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