¿Cómo se conocieron?
En 1900 Édouard Schuré
publicó su obra de teatro “Los niños de Lucifer”, la cual atrajo la atención de
Marie de Sivers quien era la
principal colaboradora de Rudolf Steiner, y quien sin conocer a Schuré propuso
traducir esa obra al alemán.
Comenzó entonces una
correspondencia entre ellos dos, y a través de ella Schuré conoció a Rudolf Steiner.
En 1906 Steiner y Sivers
organizaron una representación de esta obra.
Rudolf Steiner en ese
entonces era el secretario general de la sección alemana de la Sociedad
Teosófica, y fue a París para dar un ciclo de 18 conferencias, lo que permitió
que Steiner y
Schuré que se conocieran personalmente.
Schuré tomó notas muy completas de esas conferencias que luego publicó
en la Librairie Académie Perrin (actualmente editorial Perrin) precedidas de
una importante introducción. Y estos apuntes posteriormente también fueron
publicados en la revista antroposófica “La
Ciencia Espiritual” bajo el título “Bosquejo de una cosmogonía psicológica”,
y posteriormente fueron copilados en un libro titulado “El Esoterismo Cristiano”.
Una gran amistad se genera entre ellos
En 1907 Édouard Schuré se convierte en miembro de la Sociedad Teosófica.
En septiembre de ese mismo
año Schuré invita a Rudolf Steiner y a Marie de
Sivers a quedarse en su casa de Barr en donde lo interroga incansablemente sobre
todo tipo de temas, y a petición suya Steiner elaboró ahí un breve bosquejo
autobiográfico conocido como “el documento de Barr”.
Schuré acepta que su
drama “Los Misterios de Eleusis” se represente en el Congreso Teosófico de Múnich.
En 1909 su obra “Los niños
de Lucifer” se representa en Múnich en varias ocasiones hasta 1914.
Schuré viajó cada verano
a Múnich donde dijo que encontró alegría, confianza e inspiración en el
contacto con Rudolf Steiner, y luego regresaba a Barr lleno de entusiasmo y de
proyectos.
En 1913 Schuré renunció
a la Sociedad Teosófica apoyando el punto de vista de Steiner acerca de que era
falso que el Cristo volviera a encarnar en la persona de Krishnamurti, tal como
lo aseguraban Annie Besant y Charles Leadbeater.
Ruptura y reconciliación
En 1914 comienza la Primera
Guerra Mundial y aunque Édouard Schuré sigue admirando mucho a Rudolf Steiner, lo considera también demasiado rodeado de
influencias pangermanas, por lo que Schuré renuncia a la Sociedad Antroposófica, a pesar de su profundo
afecto y veneración por Steiner. Lo que Schuré considera un acto trágico pero necesario.
Sin embargo la ruptura
con aquel que Schuré considera que es su maestro espiritual es
un sufrimiento que no cede, y finalmente en 1921 Schuré se reconcilia con
Steiner en las Semanas Francesas en el Goetheanum de Dornach.
Édouard
Schuré murió en París el 7 de
abril de 1929, y dijo de sí mismo en su diario:
-
"Tres
grandes personalidades actuaron de una manera soberana sobre mi vida: Richard
Wagner, Margarita Albana y Rudolf Steiner. Y si pudiera investigar el misterio
de estas tres personalidades y hacer la síntesis, entonces habría solucionado
el problema de mi vida."
OBSERVACIÓN
Pero desafortunadamente esta inmensa admiración que tuvo Édouard Schuré hacia
Rudolf Steiner me muestra que Schuré era muy ignorante en asuntos esotéricos,
porque la obra de Rudolf Steiner es una de las enseñanzas más delirantes,
erróneas y falsas que he conocido, y como se los demuestro en este otro
capítulo (ver link).
Cid una pregunta conoces un artículo titulado "la transmigracion de los atomos vitales"? Si es así que opinas al respecto? Gracias.
ResponderBorrarConozco el título pero no he podido todavía leerlo
BorrarVale gracias, cid te recomiendo por si depronto no lo has leído un artículo de Subba Row titulado "Conciencia e Inmortalidad" ahí es más que evidente muchas de las cosas que pastor dijo en una conferencia con respecto a los dos senderos.
BorrarCid que me dices del libro los grandes iniciados de edouard schure lo compre hace poco y vi esta entrada y entre en duda recomiendas leerlo ?
ResponderBorrarTodavía no lo leo ese libro, pero dado que son biografías, tal vez ahí Edouard Schure se haya basado en otras enseñanzas que nos sean las de Rudolf Steiner.
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