De toda la voluminosa obra de Alice Bailey, el único lugar donde ella habla acerca
de las skandhas es en su libro “La Luz
del Alma” en donde ella escribió:
« Cada
vida que viene a la manifestación física tiene latentes unos gérmenes o
simientes que deben fructificar y que son la causa eficiente de la aparición de
la forma.
Estas
simientes fueron sembradas y deben fructificar, son las causas o skandhas que
producen los cuerpos en que se han de manifestar sus efectos. Son los deseos,
impulsos y obligaciones que retienen al hombre en la gran rueda, que siempre
gira y que lo lleva a la existencia del plano físico, para que de acuerdo a la
ley, fructifiquen todas esas simientes que podrá manipular en determinada vida.
Son los gérmenes subjetivos que producen la forma donde fructifican, maduran y
alcanzan su culminación.
Si
las simientes kármicas son negras, el hombre será extremadamente egoísta,
materialista e inclinado al sendero de la izquierda. Si son blanco-negras, entonces
proporcionarán una forma adecuada para el cumplimiento de sus obligaciones, deudas,
deberes e intereses y la satisfacción de sus deseos. Y cuando son blancas
tienden a construir el último cuerpo que se destruye: el causal, el Templo de
Salomón, el Karana Sarira del ocultista. Este cuerpo, en la liberación final,
se destruye también, y nada separa entonces al hombre de su Padre en los Cielos
ni lo retiene vinculado al plano material inferior. »
(Libro IV. La Iluminación)
En
este libro Alice Bailey pretende explicar los Aforismos del Yoga de Patanjali,
y este es un claro ejemplo que muestra que Alice Bailey solo copiaba los textos de
diferentes instructores, pero no prestaba atención al contenido de esos textos,
ya que en esta sección que les acabo de poner, Patanjali explica que las
skandhas son las simientes que fueron sembradas por el humano dentro de su ser a
través de sus actos, y estas simientes posteriormente provocan la forma que ese humano tendrá en su nueva
reencarnación.
Y
si Alice Bailey hubiera prestado atención a esto, entonces ella se habría
acordado que en sus libros anteriores ella había estado detallando sobre este
tema, pero basándose en los átomos permanentes que Charles Leadbeater y Annie
Besant afirmaron haber percibido por medio de su clarividencia.
Y
entonces ahí Alice Bailey habría reflexionado y se hubiera dicho:
“Leadbeater y Besant
hablan de átomos permanentes, mientras que Patanjali habla de skandhas. Algo
aquí no cuadra, así es que yo debería de investigar más profundamente al
respecto.”
Y
si Alice Bailey hubiera investigado, entonces ella habría descubierto que los
únicos que hablan de “átomos permanentes” fueron Leadbeater y Besant, mientras
que en cambio todos los otros instructores, que sean teosóficos, budistas o hindúes
(como es el caso de Patanjali) hablan de skandhas.
Y
por lo tanto Alice Bailey habría descubierto el charlatanismo de Charles Leadbeater
y de Annie Besant.
Pero
como Alice Bailey no prestaba atención a lo que ella copiaba de los otros instructores
y solo lo hacía para impresionar a sus lectores, ella no se percató de todo
esto que les acabo de mencionar, y en su ignorancia ella siguió plagiando a esos
dos embusteros que fueron Besant y Leadbeater.
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