ESOTERICA: LA INFANCIA QUE TUVO SOHAN EN LAS COMUNIDADES DE OSHO EN AUSTRALIA

LA INFANCIA QUE TUVO SOHAN EN LAS COMUNIDADES DE OSHO EN AUSTRALIA

Sohan Ariel Hayes es un artista visual australiano que cuando tenía solo cinco años de edad, sus padres lo llevaron a vivir en la comunidad de Osho llamada Shanti-Sedan situada en las afueras del suburbio australiano de Forrestdale. Y en el 2017, Sohan decidió hacer una exposición de esa comunidad, y a continuación les hago un resumen de las entrevistas que le hicieron:

Conocidos popularmente como “la gente naranja” por sus túnicas de colores brillantes, los sannyasins fueron discípulos del gurú indio Osho. Y a mediados de la década de 1980, alrededor de 250’000 personas en todo el mundo formaron parte del movimiento, y la ciudad de Fremantle se convirtió en el centro principal para los devotos de Australia.

El movimiento hedonista y controvertido afectó a muchas familias e individuos y dejó un legado duradero en la ciudad portuaria.

Sohan Hayes nació en una comuna en Balingup y cuando tenía cuatro años sus padres se convirtieron en sannyasins y se mudaron a una comuna en Collie Street, posteriormente Hayes pasó un tiempo en la comuna del movimiento a las afueras de Fremantle, para luego ser trasladado al Karri Valley Resort.

"Mis padres se encontraban desilusionados por lo que les ofrecía el mundo occidental y por eso estaban buscando otra cosa. Se metieron inicialmente en Fremantle a principios del año 1978, y unos meses después que se enteraron de lo que estaba sucediendo en Forrestdale. Fueron para ver cómo era el ambiente y mi papá dijo que estaban haciendo una meditación y un yoga particular, y que la energía era explosiva e increíble ahí, así que terminaron enganchados", me cuenta Hayes.

Hoy siendo un adulto con sus propios hijos, Hayes tuvo que reflexionar sobre su infancia y volver a visitar ese período.

"Ciertamente hay algunos recuerdos vívidos, pero como era muy joven, mis recuerdos son mucho más desde la perspectiva de un niño. Y es interesante verlo ahora desde esa perspectiva de un niño que se ha vuelto un adulto de mediana edad", dijo.

Todavía tiene recuerdos que lo impresionaron mucho de las sesiones de meditación salvaje donde la gente gritaba, se convulsionaba y rodaba por el suelo, para luego quedar en un estado de éxtasis.

Y sobre esas sesiones me cuenta que:

"Algunos solo estaban en bragas y no mucho más. Y recuerdo haberme quedado paralizado y luego alejarme la primera vez que los vi hacer eso. Los niños estábamos en la periferia de lo que los adultos estaban haciendo, así que fue algo salvaje.

Aunque sobre el momento pensábamos que no había nada perverso, pero fue solo cuando salimos y regresamos a las escuelas normales que el asunto se puso difícil, ya que teníamos un nombre extraño, comíamos comida extraña y nos comportábamos de manera extraña."

Hayes es actualmente co-curador de una exposición que se presenta en el Centro de Artes Fremantle llamada “Los sannyas naranjas de Fremantle” y que explora el legado de los sannyasins en dicha ciudad.

El espectáculo presenta obras de luz, esculturas, entrevistas con antiguos sannyasins, videos, obras multimedia y una sala de meditación dinámica de realidad virtual.

Suelen surgir tres temas durante las discusiones sobre los sannyasins; la actitud poliamorosa que tenían con el sexo, la forma en que trataban la estructura familiar y los escándalos que llevaron a la implosión del movimiento.

La secta de amor libre, que compartía algunas filosofías con el hinduismo, fue criticada por muchos debido a algunos de estos temas, por ejemplo a los niños se les permitió observar a los adultos teniendo relaciones sexuales, y eso causó una gran preocupación en la población australiana.

"Ciertamente, cuando éramos niños, vimos a nuestros padres y amigos teniendo relaciones sexuales, pero en realidad no tienes problemas con eso cuando eres un infante, a esa edad simplemente aceptas lo que está sucediendo, pero es justo a medida que fuimos creciendo que el asunto se fue volviendo raro", me explicó Hayes.

Y si bien el sexo puede no haber tenido un impacto en él en ese momento, la forma en que el movimiento manejó la estructura familiar sí le afectó mucho.

"Los niños fueron puestos a un lado porque los adultos le daban prioridad a sus prácticas de sannyasins, y la responsabilidad de ser padres se volvió secundaria. Y en mi caso, mis dos padres se fueron por un largo período de tiempo a la India cuando yo era niño, y yo me quedé con unos amigos, pero fue una experiencia muy dolorosa.

Hoy llegué a superar eso, pero tuve mucha ira cuando era niño y luego cuando fui adolescente. Sentí que mis padres me habían abandonado. Pero por otro lado dispuse de toda esa libertad para desarrollar mi creatividad. Aunque luego, cuando la comunidad se desintegró, volví a las escuelas normales y tuve la sensación de ser un verdadero extraño porque no encajaba.

En la comunidad los niños tuvimos acceso a drogas, tuvimos relaciones sexuales, y asumimos la responsabilidad de nosotros mismos a muy temprana edad porque nuestros padres estaban fuera. Hubiera sido agradable tener una infancia más normal. Pero ya sabes, mis padres eran jóvenes en ese momento, así que los perdono", explicó Hayes.

Este tema se aborda en la exposición y Hayes admite que fue muy difícil durante mucho tiempo, y después de hablar con algunos de los otros niños, descubrió que era evidente que todos tuvieron dificultades para reincorporarse a la sociedad.

En 1985, el asistente personal de Osho, Ma Anand Sheela, vino a Australia y lideró un intento fallido de establecer una comunidad, escuela y centro turístico cerca de Pemberton, porque casi al mismo tiempo, los miembros de la gran comunidad en Oregón fueron arrestados por una variedad de delitos, incluido el envenenamiento de varios cientos de personas.

Hayes cree que estos factores, junto con las instrucciones de Osho, fueron la razón por la cual el movimiento pasó a la clandestinidad.

"La instrucción de Osho fue entonces de dejar de usar ropa naranja", me dice.

Y tan rápido como surgió el movimiento, desapareció de Fremantle después de que los sannyasins perdieran la "fe" en medio de reclamos de corrupción y acusaciones de asesinato que salían de la comunidad principal en Oregón. Pero a pesar de los escándalos, muchos sannyasins siguieron creyendo en Osho.

“Cuando mi madre murió, ella todavía tenía dos retratos de Osho en su manto, por lo que obviamente todavía lo tenía en alta estima a pesar de todos los escándalos que se contaron en las noticias y todo lo que sucedió", me dice Hayes.

Y también me explicó que una de las metas de la exposición es desacreditar el mito que las personas dedicadas a Osho eran simplemente vagabundos y hippies desilusionados.

"Uno de los objetivos que busco con esta exposición es de disipar el mito de que los sannyasins era un grupo de occidentales perdidos que buscaban una alternativa en el Oriente, y que de alguna manera eran familias rotas, ya que en realidad muchos de ellos eran profesionales realmente inteligentes que estaban buscando sinceramente algo. Fue un período de tiempo increíble y una aventura ambiciosa. Por lo que pienso que eso también se debe de resaltar", me dijo.

Y con el trabajo de la realidad virtual, Hayes explora la forma de como se llevaba a cabo la meditación dinámica que formaba parte de la rutina diaria de los adultos.

"En la exposición entras en una habitación con los muros acolchonados de color naranja que es una referencia a las habitaciones acolchadas que solían tener los sannyasins en sus comunidades y que servían para meditar, pero eran meditaciones muy activas las que ellos solían hacer.

Entonces una vez que te encuentras al interior de la habitación de la exposición, te pones unas gafas visuales y estás te llevan a una versión abreviada de la meditación dinámica (ya que ésta duraba horas), y en el metraje que te muestran las gafas te ves rodeado de cientos de personas semidesnudas haciendo la meditación contigo, y bailan y gritan, y entran en una catarsis desquiciada", explicó Haye.