Y
en este artículo que les pongo aquí, ella relató más sobre las experiencias que
ella tuvo en el ashram de Osho en Pune, y también sobre su compatriota Jane Stork y sobre aquellos que se dejan seducir por los
gurús.
« El
libro de Jane Stork, “Rompiendo el hechizo: mi vida como una
seguidora de Osho y el largo viaje de regreso a la libertad”, es la historia de una búsqueda espiritual que no condujo hacia
la iluminación, sino que por el contrario condujo hacia la oscuridad y el
encarcelamiento.
Y ese título es muy adecuado para
aquellos que hemos pasado tiempo en esos cultos, porque incluso si salimos
relativamente indemnes, cuando miramos hacia atrás, nos parece como si
hubiéramos estado bajo un hechizo, y la seducción mental que tuvo lugar nos
persigue durante mucho tiempo.
Incluso ahora, Stork admite que
todavía le cuesta trabajo aceptar lo que ella hizo y las consecuencias de las
decisiones que ella tomó. Aunque en ese momento sus acciones parecían tan
"correctas" y hechas por amor a su gurú.
Stork pasó nueve años como
sannyasin, es decir como seguidora del maestro espiritual indio Bhagwan Shree
Rajneesh (Osho), aunque el término sannyasin se refiere más adecuadamente a un
buscador espiritual que renuncia a los deseos mundanos, lo que incluye el voto
de celibato. Pero Rajneesh hizo modificaciones al hinduismo tradicional y
alentó a sus devotos a expresar sus emociones y a abrazar sus deseos.
Y la historia de Stork tocó un
acorde particular conmigo, ya que durante varios años yo también fui una de esas
personas naranjas, como nos llamaron
en ese momento, y a mí Osho me dio el nombre de Ma Prem Sagara que significa
"océano de amor". Mientras que a Stork le dio el nombre de Ma Shanti
Bhadra que significa "paz y gracia".
Tales nombres eran seductores y
alimentaban nuestras ilusiones de que de alguna manera nos habíamos vuelto
especiales y en rumbo hacia la iluminación.
Y aunque no recuerdo a Stork, sin
duda nuestros caminos se cruzaron ya que yo también fui parte del movimiento cuando
éste comenzó a crecer en Pune, India. Pero mientras que yo me mantuve en la
periferia, viviendo independientemente en mi propio departamento fuera del
ashram. En cambio Stork rápidamente comenzó a ascender entre las filas y se
convirtió en un miembro del círculo interno.
En lo que a mí concierne, encontré las terapias de crecimiento
personal enseñadas por Osho con un cierto beneficio, e incluso aunque también estaba bastante
hechizada por su presencia, pasé un tiempo relativamente despreocupada allí.
(De hecho, después de una visita a
Pune en abril de 1980, Bernard Levin, quien era en esa época uno de los
periodistas más respetados en el Reino Unido, escribió en el periódico The
London Times sobre lo impresionado que él se encontraba por la vivacidad y
la felicidad de los sannyasins).
Es tentador generalizar sobre los
cultos, dados los informes a menudo sensacionalistas que aparecen en los medios
de comunicación, pero para intentar explicar el atractivo de tales grupos, y
por qué es tan difícil para algunas personas irse, se requiere de una imagen más
matizada.
Críticamente, Michael Langone,
director ejecutivo de la Asociación Internacional de Estudios Culturales, dice que
su investigación indica que en circunstancias similares, los grupos pueden
dañar a algunas personas y no a otras; y que "las personas responderán de
diversas maneras al mismo ambiente grupal intenso; algunas permanecen indemnes,
mientras que otras terminan devastadas".
Stork creció en Australia occidental
y la primera parte de su libro narra su infancia hasta que se casó y los
primeros años de crianza de sus dos hijos. Pero la reunión de Stork con un
psicólogo profesional en 1977 cambiaría toda su vida.
Ella estaba buscando ayuda para
problemas personales y maritales, y una amiga le mencionó a un psicólogo que aparentemente
estaba bien considerado. Y cuando Stork llamó a las oficinas de salud pública
para concertar una cita, le dijeron que ese psicólogo estaba de baja desde
largo tiempo, pero que seguía atendiendo a pacientes desde su casa.
Y el lugar donde vivía no era otro
más que Jandakot, un centro de meditación Rajneesh. Y Stork nunca recibió el
asesoramiento personal privado que ella estaba buscado, pero pronto ella y su
esposo estaban practicando varias meditaciones, como la meditación dinámica
exuberante (que involucraba, en parte, bailes espontáneos con música salvaje) y
grupos de terapia de fin de semana.
Stork pronto se enganchó con esas
enseñanzas y el psicólogo no solo se convirtió en su mentor, sino que también la
conectó con su gurú. Y es así que Stork se convirtió en una "sannyasin por
correo", o sea que por medio de cartas, ella recibió su nuevo nombre, y también
se le solicitó que tiñera toda su ropa de naranja.
Posteriormente ella con su esposo
Roger, dejaron a sus hijos con los abuelos y fueron al ashram en Pune durante
un mes para ver a Bhagwan (que en sánscrito significa Dios y es un título que
Osho adoptó a partir de 1971).
Y al regresar a Perth, en poco
tiempo ellos decidieron volver a la India con sus dos hijos para quedarse
indefinidamente. Y Stork escribe que su compromiso extremo fue quizás un
reflejo de su incapacidad para hacer frente a los problemas personales, ya que al regresar a Pune, ella estaba depositando su vida a "Big
Daddy" (Osho) quien se encargaría de guiarla a ella y a su familia.
Stork y su esposo eran graduados de
la Universidad de Australia Occidental, y después de sus estudios, su esposo se
convirtió en geólogo y ella en maestra de escuela.
Muchos Rajneeshis tenían
credenciales impresionantes que incluían ser abogados, psicólogos, médicos,
arquitectos y periodistas. Y una encuesta encontró que el 12% de ellos tenían
doctorados.
Según el sociólogo Uday Mehta, Osho hizo un llamamiento a los occidentales al establecer una conexión
filosófica entre las tradiciones orientales y el Movimiento del Potencial
Humano.
Y además de los cursos de
meditación, les ofreció una amplia gama de terapias, tanto individuales como
grupales. Y en particular, la apología de Osho por el sexo como un medio
para la iluminación, lo que lo convirtió en el más controvertido de los gurús
de la India, pero también en algo muy atractivo para los buscadores
desilusionados por la rigidez y las reglas de las religiones tradicionales.
Yo dejé el movimiento Rajneesh en
1979, poco después del suicidio masivo de Jonestown en Guyana. Entonces mi
madre me había enviado un recorte de noticias del horrendo acontecimiento (no leía el
periódico ni veía televisión durante esos años) y recuerdo haber pensado en ese
momento:
- "Dios mío, esto podría
suceder aquí."
Y también me inquietaron cada vez
más los cambios que se produjeron en el ashram, incluida la colocación de guardias
armados en las puertas.
Salí justo a tiempo, ya que lo que
había comenzado como un pequeño grupo controvertido pero relativamente
inofensivo, pronto se transformó en algo mucho más siniestro, en un culto
verdaderamente destructivo.
A principios de 1981, el grupo se
desarraigó de Pune para trasladarse a los Estados Unidos, donde compraron uno
de los ranchos más grandes de Oregón, y en tres años construyeron la comuna de
Rajneeshpuram, la cual se transformó en una pequeña ciudad que incluía un
hotel, un centro comercial, un casino, una pista de aterrizaje, y plantas de
agua y alcantarillado. Y a cargo de ese impresionante proyecto estuvo Ma Anand
Sheela, la controversial secretaria de Rajneesh.
Jane Stork se acercó a Sheela cuando le
asignaron trabajar en el departamento legal de la comunidad, el cual tuvo un rápido
crecimiento ya que en junio de 1982, ya tenían que atender una docena de demandas
presentadas por el consejo municipal de Antelope (que es el poblado que se encontraba
a lado de Rajneeshpuram).
Los Rajneeshis finalmente compraron
la mayoría de las propiedades de ese poblado y eligieron su propio consejo,
causando ondas de animosidad en todo el estado.
En 1984 anexaron tierras sin el
consentimiento del condado de Wasco, y Sheela ideó un plan (evidentemente a
instancias de Osho) para hacerse cargo de ese consejo también.
Y para las elecciones del condado en
noviembre, se les ocurrió un plan para enfermar a las personas el día de las
elecciones, para que así poca gente fuera a votar y de esta manera los Rajneeshis
pudieran elegir a sus propios candidatos.
Los bares de ensaladas en diez
restaurantes en The Dalles (la ciudad más grande y la sede del condado de
Wasco) fueron contaminados con bacterias de salmonella, lo que resultó en la
hospitalización de 45 de las 751 víctimas. Y este fue el primer acto importante
de bioterrorismo en los Estados Unidos, aunque en los medios no se informó
mucho del asunto en ese momento.
El grupo comenzó a acumular un
arsenal de armas, mientras que al mismo tiempo Osho estaba desperdiciando
dinero en relojes de oro, joyas caras y una flota personal de más de noventa
Rolls Royces; y esto a pesar de las protestas de Sheela.
Y a medida que se incrementaba la
paranoia y se complicaban las cosas, hubo otros casos de envenenamiento, incluidos
entre los sannyasins, y también hubo intentos de asesinato.
Stork formó parte de un grupo de
siete personas que planearon el asesinato del fiscal de distrito, Charles
Turner, después de que éste había sido designado para dirigir una investigación
sobre las actividades del rancho.
Y después de que un médico externo
le dijo a Sheela que Devaraj (el médico de Rajneesh) era un incompetente y estaba
siendo responsable del envenenamiento de la sangre de Rajneesh. Sheela se
preocupó por la seguridad de su gurú, así que ella pidió entre sus alegados
cercanos a un voluntario para deshacerse de Devaraj, usando una jeringa llena
de adrenalina.
Stork se ofreció a hacerlo (ella también
se había ofrecido para matar a Turner), pero el intento del asesinato fracasó, y
Stork tuvo que huir a Alemania donde otros, incluida Sheela, ya se habían ido.
Stork se habían divorciado de su
marido en 1983, y los niños se habían ido con su padre. Y Stork recuerda que ella
estaba exhausta y en un estado de paranoia aguda: "No reconocí a la
persona en la que me había convertido", dijo ella.
Extraditada a los Estados Unidos en
1985, Stork fue sentenciada a diez años de prisión por el intento de asesinato
de Devaraj, pero fue liberada después de cumplir dos años.
Luego regresó a Australia y señaló:
“Todos estos años con Osho, todas sus terapias y la vida en sus comunidades no me
habían transformado en un ser humano más iluminado e independiente. Sino que por
el contrario, yo me había convertido en una niña indefensa que habitaba dentro
del cuerpo de una señora de cuarenta y dos años".
Ella se quedó con sus padres durante
seis meses, antes de viajar a Alemania para volver a trabajar para recuperar su
vida y pagar sus enormes deudas legales.
Frances Fitzgerald en su libro “Las
ciudades sobre una colina” (Simon & Schuster, 1986) dice que al final,
cuando Rajneeshpuram se estaba derrumbando, varios sannyasins se describieron a
sí mismos como inocentes.
Sin embargo, incluso si la mayoría de
ellos no sabían de las escuchas telefónicas, de las drogas, de los envenenamientos,
etc., Fitzgerald señala que ellos no eran tampoco totalmente inocentes ya que
si tenían dudas y reservas, pero prefirieron suprimirlas.
Muchos de ellos tenían sospechas,
pero actuaban como si no tuvieran ninguna, ocultándoselo no solamente a los
extraños sino también entre ellos mismos. De hecho, dice Stork que "el
rancho era como una sala de espejos sin ventanas donde el mundo exterior dejó
de existir".
Y después de los escándalos, mientras
que muchos sannyasins abandonaron el movimiento, otros no lo hicieron.
Simplemente le echaron toda la culpa a Sheela y su pandilla, a pesar de que
Sheela era considerada la portavoz de Rajneesh y que él había dicho
públicamente que ella solo hacía lo que él quería que ella hiciera. Stork
describió a Sheela como la marioneta y el chivo expiatorio de Rajneesh.
Algunos sannyasins fueron más
filosóficos y vieron el final de Rajneeshpuram simplemente como una lección: Osho les mostró de primera mano cómo el poder corrompe (aunque no el suyo
propio, por supuesto, sino el poder que él le había otorgado a Sheela).
Elizabeth Puttick en el Journal
of Contemporary Religion señaló que si bien muchas personas sufrieron daños
graves, otras evaluaron sus experiencias positivamente, presentando "un
dilema moral": el comportamiento abusivo de los perpetradores y el
comportamiento masoquista de los destinatarios, pero "todavía pueden ser
legitimados espiritualmente", dijeron varios sannyasins.
Sin embargo, yo pregunto:
¿Realmente el abuso legitimado es algo correcto espiritualmente?
Y aquellos que después de esos
eventos ya habían despertando del hechizo y tuvieron que regresar a la
realidad, les fue muy difícil porque tuvieron que volver a adaptarse a una
sociedad de la que ellos se habían separado enormemente, y ese es el destino de
muchos de los que se salen y escapan de los cultos.
En noviembre de 1984, Rajneesh fue
acusado de intentar evadir las leyes de inmigración de los Estados Unidos y
pasó una semana en la cárcel. Recibió una sentencia de prisión de diez años que
se le suspendió a cambio de pagar 400’000 dólares en multas y abandonar el
país en menos de cinco días.
Después de que veinte países le
negaron la entrada, Rajneesh regresó a Pune, y en 1989, él tomó el nombre de
Osho y murió al año siguiente a la edad de cincuenta y ocho años.
Su epitafio dice: “OSHO. Nunca
nacido, nunca muerto. Solo visité este planeta Tierra".
Y unos meses antes, Vivek (quien era
la compañera constante de Rajneesh desde 1971) se suicidó en un hotel de
Bombay. Pero esa noticia apenas causó una onda en el movimiento, y simplemente se
informó que ella había "dejado su cuerpo".
En 1991, Stork fue arrestada
nuevamente por conspiración para asesinar a Turner, pero esta vez un tribunal
alemán rechazó su extradición. Ella vivió en el exilio en Alemania durante
dieciséis años.
En 2004, su hijo (que junto con su
hija se había establecido en el norte de Nueva Gales del Sur en Australia) fue
diagnosticado con cáncer terminal. Por lo que Stork decidió entregarse con la
esperanza de que se levantara la orden de arresto para poder volar a Australia
antes de regresar a los Estados Unidos para enfrentar una nueva sentencia.
Su deseo le fue concedido y ella
pasó dos meses con su hijo antes de la audiencia en la corte. Y durante la
audiencia, Stork se disculpó con todos aquellos que había lastimado por sus
acciones y por las decisiones que ella había tomado, y concluyó:
- “A muchos otros les ha ido mucho peor que a mí, e incluso algunos han
pagado con sus vidas por su participación con Osho. Muchos todavía sufren
más que yo."
El juez Malcolm Marsh dijo que él estaba
convencido de que Stork había visto el error de sus acciones y ya había sufrido
suficientemente en prisión y también por la pérdida de su hijo.
El juez explicó:
El juez explicó:
- "La víctima de un engaño es la última en ver el engaño, y hubo un círculo de odio que se había formado en Rajneeshpuram y en sus
alrededores, pero hay más en romper el círculo de odio que solo la justicia, y
hay momentos en que la justicia triunfa sobre la misericordia, y hay otros
momentos en que la misericordia triunfa sobre la justicia, y tenemos un caso
aquí."
Mientras Stork ahora está libre, desafortunadamente
muchos otros no lo están. Las personas todavía abandonan su libertad y el
pensamiento crítico para buscar la felicidad entregándose a los gurús, incluso
a aquellos que ya han sido expuestos como charlatanes, mentirosos e hipócritas,
y cuyos escándalos y abusos de poder están bien documentados.
(Incluyendo el gurú de Elizabeth
Gilbert, autora del éxito de ventas “Come,
Reza, Ama”. Y aunque Gilbert no reveló el nombre de su gurú en su libro, se
ha establecido que es quien dirige el movimiento Siddha Yoga).
Ahora bien, no todos los gurús son
dañinos, por supuesto, pero hay que tener cuidado con aquellos que dicen ser
Dios encarnado y que solicitan ser adorados y tratados como tales. Estos invariablemente
terminan explotando a sus seguidores.
Si bien Rajneesh era claramente
carismático, él no era para nada una figura divina. Ronald O. Clarke, ex-profesor de estudios religiosos en la Universidad Estatal de Oregón, argumenta
que la afirmación de Rajneesh de estar iluminado y haber disuelto
permanentemente su ego fue producto de "un sistema delirante asociado con
un trastorno narcisista de la personalidad".
Anthony Storr en su libro “Pies
de arcilla” (Simon & Schuster, 1996) considera que en los primeros
días, Rajneesh mostró que tenía ideas especiales y algo valioso que enseñar,
pero luego él se degeneró en "un monstruo de la codicia"
Y el famoso Lord Acton nos recuerda
que "el poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe
absolutamente".
El ashram de Pune ahora se llama
Osho International Meditation Resort, y es promovido como "un paraíso
donde se satisfacen todas tus necesidades emocionales, corporales y
espirituales".
Es visitado por miles de personas
cada año y también hay centros Osho en todo el mundo. En Australia, los
veteranos de Antelope se han establecido principalmente en el norte de Nueva
Gales del Sur.
Santoshi, de la casa de Osho en
Byron Bay, dice que Rajneeshpuram "fue el experimento más increíble que
haya existido y no me arrepiento de haber sido parte de eso.”
Pero por el otro lado, al otro extremo del mundo, en
la base del asta de la bandera fuera de la oficina de correos de Antelope hay
una placa que dice:
"Dedicado a aquellos de esta comunidad que durante la
invasión y ocupación de Rajneesh de 1981 a 1985 permanecieron, resistieron y
recordado que lo único necesario para el triunfo del mal es que los hombres
buenos no hagan nada.”
El relato de Stork es conmovedor y
perturbador, y es una lectura convincente. Es un ejemplo de como la
locura y el caos puede estallar en los cultos. Y también es un recordatorio de
lo que puede suceder como resultado de la influencia de los compañeros y la
presión del grupo.
Y como era de esperarse, Swami
Chaitanya Keerti, editor del Osho World, dice que los escritos de Stork
son las "efusiones de una persona amargada". Sin embargo, en lugar de
amargura, en ese libro hay perdón, y no solo hacia aquellos a quienes ella lastimó,
sino también hacia ella misma.
Y al final, Stork fue simplemente
una madre afligida, con el corazón destrozado por la pérdida de su hijo. Y su libro
no ganará ningún premio literario, pero es necesario contar historias como
esta, aunque solo sea para proporcionar una alerta contra aquellos que
legitiman el abuso de los gurús en nombre de bases espirituales muy distorsionadas. »
(Fuente:
www.thehumanist.com/magazine/november-december-2009/features/memoirs-of-a-spiritual-refugee)
Que lastima.
ResponderBorrarPor mucho tiempo escuche a osho.
Lo encontraba muy interesante
En algunas ocasiones enseñaba profundos conocimientos espirituales de una manera brillante.
Que tristezaver como terminó todo, su proyecto y bueno el mismo.
No se que le habrá pasado sinceramente.
Y pensar que a uno le puede pasar lo mismo.
Pensar que ya estamos iluminados
Y engañandonos a nosotros mismos.
Su gran error fue crear un mundo perfecto dentro del samsara
Tarde o temprano el samsara te termina comiendo.
Tuvo el talento y la evolución necesaria para ser un gran aliado de la humanidad
Es increible como el poder corrompe
Una lastima.