Jill Franklin (denominada Satya Bharti) fue un
miembro cercano de Osho, y a continuación les traduzco la entrevista que le
hizo la revista Newsweek y que pueden leer
en inglés en este link:
Al preguntarle a Franklin sobre el
documental “Wild Wild Country” y las sorprendentes imágenes que aparecen
allí de gente gritando y peleando desnudos, ella me contestó:
"Ciertamente no teníamos orgías
en Rajneeshpuram, la comuna de Oregón, les puedo asegurar que nadie trabajando
tanto tiene fuerzas para orgías. Apenas podíamos caer en la cama por la noche.
Esas imágenes probablemente fueron filmadas en la India y no tuvieron que ver
con el rancho.
De hecho, los hermanos Chapman y
Maclain Way hicieron un buen trabajo relatando el ascenso y la caída de
Rajneeshpuram, y su enfrentamiento con el pueblo vecino Antelope.
Y también mostraron cómo Bhagwan era
una figura contradictoria, ya que él consideraba la meditación y el amor libre
como los caminos hacia la iluminación espiritual; pero también él creía en el
consumismo más exacerbado y evidenciado por los Rolls-Royce que conducía y los relojes
Rolex con incrustaciones de diamantes que llevaba mientras daba sus sermones.
Y otro ejemplo de su inconsistencia
es que él criticó duramente a los cultos, a las religiones y otras ideas
iconoclastas, pero él mismo creó su propio culto el cual fue muy controvertido.
Pero también en su documental, los
hermanos Way no mencionaron varios aspectos que también fueron muy relevantes,
como por ejemplo: las esterilizaciones masivas, o las numerosas horas de
trabajo que consumían las vidas de los que vivían en Rajneeshpuram."
Vista panorámica de Rajneeshpuram
Jill Franklin en su juventud participó
activamente en los movimientos contra la guerra y los derechos civiles. A
principios de la década de 1970, ella trabajó como escritora de discursos para
Shirley Anita Chisholm, la primera mujer afroamericana elegida para el
Congreso. Y entre las edades de 19 a 24 años, tuvo tres hijos con su primer marido,
de quien se divorció cuando su segundo hijo tenía seis años.
Franklin, quien ahora vive en Rhode
Island, se sintió atraída por las enseñanzas de Bhagwan cuando leyó un folleto
que una amiga de su clase de meditación había traído con ella después de haber conocido
al gurú en la India.
- "Ella regresó totalmente transformada y la manera como
se expresaba me sorprendió", dice Franklin sobre su amiga.
"Yo era en ese momento muy intelectual
y veía el mundo a través de mi mente y sentí que necesitaba ponerme en contacto
con mi yo interior. Y eso es lo que la técnica de meditación de Bhagwan me
permitió hacer. Las enseñanzas de Bhagwan ofrecían la promesa de un respiro de
los rigores de la vida.", me explicó Franklin.
- "Estás congelada como el hielo y quiero
derretirte" fueron las palabras que resonaron más profundamente en ella.
Y el deseo de ser transformada,
llevó a Franklin a partir hacia la India a los 33 años, dejando atrás a sus
hijos y la vida en los suburbios de Nueva York, pero para luego ser envenenada,
y finalmente tener que huir de Rajneeshpuram con su nuevo esposo escondidos en la
oscuridad. Pero comencemos con el principio.
Convertirse en un “Sanyassin'” o sea
en un seguidor de Rajneesh fue fácil. Franklin simplemente le escribió a Bhagwan
y recibió una carta informándole que su nuevo nombre era Ma Satya Bharti (que significa “la divina madre de la verdad”). Y también
se le indicó que se vistiera de naranja y que usara una cadena de cuentas de
mala alrededor del cuello con una foto del gurú.
En diciembre de 1975, ella se mudó
de Nueva York al ashram en Pune, India. Y allí ella fue acogida por la entonces
compañera de Baghwan, Ma Yoga Vivek, nacida con el nombre de Christine Wolf
Smith.
- "Ella lo veía dos veces al día y yo también lo veía dos
veces al día. Mientras que la mayoría de la gente lo veía una vez cada muchos
meses", recuerda Franklin.
La sexualidad era un medio de
control
Sobre este asunto Franklin señaló lo
siguiente:
"Bhagwan utilizó la sexualidad no
solo como un medio para liberar a las personas de sus inhibiciones, sino también
como un medio para controladas, ya que si no tienes vínculos estrechos entre tú
y otras personas, ya sea tu familia o tu pareja, entonces la comunidad y
Bhagwan se convierten en el centro de tu vida y hacia donde tú canalizas todas
tus esfuerzos y energías.
Su inglés en esos días no era muy
bueno y aunque daba charlas en inglés, él estaba pensando en gujarati, por lo
que cometía muchos errores. Él sabía que yo era escritora, así que me tomó como
su editora.
En el ashram, siempre se sentaba en
una silla, y los demás nos sentabamos arrodillados ante él.
En sus pies solo llevaba chanclas de
terciopelo, estas eran muy elegante, y seguido se las quitaba y con los dedos de
su pie acariciaba mi pecho. Y también me hizo acostarme en el suelo y tocó mis
diversos chakras, incluidos mi centro sexual.
Pero yo nunca lo vi esos
comportamientos como algo sexual. Para mi, él no era una persona, sino más bien
era la personificación de un ser superior, y si él me hubiera pedido que
tuviera relaciones sexuales con él, lo habría hecho."
Foto tomada por 1978 en donde aparece Frankyn de rodillas
hablando con Osho.
Fue a principios de los años 80, cuando
Sheela estableció el rancho de 64’000 acres de Oregón, y ahí la participación
de Franklin en la organización de Osho dio un giro oscuro, debido a que está
convencida que ella fue una de las muchas personas a las que Sheela envenenó, ya
que Sheela admitió en el tribunal que ella tenía ese hábito de envenenar a las
personas.
Y Franklin sospecha que Sheela lo
hizo porque no le gustaban las visitas que leían sus libros pidiéndole conocer
a Franklin.
Ella sobre esos sucesos me cuenta
que:
"Estaba sufriendo de dolor de
cuello, por lo que uno de los subordinados de Sheela me sugirió que fuera al
centro médico, y ahí me dieron medicamentos, pero mi salud empeoró y fui hospitalizada
por dos meses.
Ahora estoy segura que fui
envenenada, lo cual no supe hasta muchos años después. No sé cuál fue el veneno
utilizado, pero si me puse muy enferma y me trataron con enormes cantidades de
tranquilizantes y alucinógenos, al grado que me volví adicta. Finalmente mi
peso era de solo de 36 kilos por lo que tuve que ser enviada de regreso a los
Estados Unidos."
Separados del mundo exterior
Mientras tanto, el rancho había
crecido y de ser un lote baldío se había transformado en la gran comuna de
Rajneeshpuram, poblada por miles de fieles, todos vestidos de rojo, y conformado
por toda una infraestructura que incluía: un aeropuerto, una estación de
bomberos, un centro de meditación, un centro comercial y hasta una pizzería.
Y sobre su estancia en Rajneeshpuram,
Franklin me contó lo siguiente:
"Un año después, Bhagwan me convocó
al rancho y yo no podía negarme, ya que después de todo, él era mi Maestro.
Pero pronto descubrí que la vida ahí
era un verdadero calvario, ya que se trabajaba un mínimo de 12 horas al día,
pero lo más seguido era desde las siete de la mañana hasta las diez u once de
la noche.
Ahí tuve funciones tan variadas como
dirigir las cocinas y la oficina de correos, y también dirigir los sistemas
bancarios y contables. Y durante la hora del almuerzo, Bhagwan conduciría su
Rolls Royce por el rancho, y la mayoría de los Sanyassins estaban muy ansiosos
por verlo.
Pero mi nuevo esposo y yo a menudo
no íbamos a verlo porque para entonces, realmente ya no sentía una conexión con
Bhagwan. Su atracción por las cosas de súper lujo fue algo que francamente me desilusionó.
Yo venía de una familia de clase media y a pesar que mis abuelos estaban bien
económicamente, ellos me enseñaron que era incorrecto gastar el dinero en frivolidades.
Y a medida que pasaba el tiempo,
había cada vez más restricciones. Todos trabajábamos hasta los huesos y no
teníamos acceso ni a la radio ni a la televisión, ni a las revistas o los
periódicos. No teníamos idea de lo que estaba sucediendo en el mundo exterior,
y fue bajo esas condiciones que la situación se volvió cada vez más fuera de
control.
Por ejemplo, los seguidores que
comenzaban a revelarse porque consideraban que las condiciones de trabajo eran
inaceptables, ellos fueron sometidos a terapias
del sueño durante varios días para suavizarlos
y así que siguieran cumpliendo con el régimen de trabajo del rancho."
Las esterilizaciones masivas
"Otro caso fueron las numerosas
esterilizaciones que se efectuaron. Sheela tuvo una histerectomía y creo que
fue la primera. Bhagwan sintió que los niños eran una distracción del camino
espiritual. Así que él aseveró que la familia es una enfermedad y disuadió a
uno de los miembros de Sheela de tener hijos, aconsejándole que primero tomara
prestado al bebé de una amiga por una semana, y luego viera si todavía quería
tener uno.
La idea de la esterilización era que
si no querías tener hijos y las personas tenían múltiples parejas sexuales, entonces
esterilizarse no era irrazonable. Pero sé que muchas personas posteriormente
estuvieron muy enojadas por ese asunto, ya que sintieron que fueron manipuladas
y que sus vidas habían sido arruinadas.
Ahora bien,
¿Se obligó a las personas a ser esterilizadas?
No directamente, pero si se les dijo
que si querían estar en un camino espiritual, era bueno hacerlo. Y aunque no se
les obligó, si se les advirtió que corrían el riesgo de perder su trabajo en el
ashram o de que se les pidiera que se fueran. Una cosa es segura, no se alentó
a las personas a quedar embarazadas, eso puedo asegurarlo", dijo Franklin.
Envenenamientos e intentos de
asesinato
A medida que la comuna se vio
envuelta en su guerra contra el pueblo de Antelope, Sheela fomentó una
mentalidad de "nosotros contra ellos" para alentar a los sanyassins a
trabajar aún más.
Y después de que un hotel propiedad
de Rajneesh en Portland fuera bombardeado en 1983, los guardias que portaban
rifles AK-47 comenzaron a acompañar a Bhagwan, y Rajneeshpuram se convirtió en
uno de los lugares más fuertemente armados de Oregón.
Sin que los residentes de la comuna
lo supieran, Sheela interceptó las llamadas telefónicas, y ella y otros
Rajneeshis de alto rango participaron en envenenamientos masivos e intentos de
asesinato.
Sobre esos días Franklin mencionó lo
siguiente:
"Baghwan no estaba pensando con
claridad, ya que él estaba tomando una tonelada de medicamentos. Y Sheela no
era alguien a quien yo respetara. La conocía desde hace mucho tiempo y había
sido una amiga íntima, pero cuando ella llegó al poder se volvió inhumana, al
grado que ya no podía soportar escuchar sus charlas. Pero aún así yo y mi
marido nos sentábamos en la parte de atrás del auditorio, porque sabíamos que
si no íbamos a esas reuniones, nos despreciarían y nos rechazarían.
¿Cómo nos permitimos caer en un régimen tan totalitario?
Había un grupo de personas que querían
estar en el rancho porque era donde estaba nuestro maestro, pero nosotros no aprobábamos
lo que estaba sucediendo allí, y yo ya no quería estar más allí, pero no estaba
lista para alejarme de Baghwan, hasta que un día mi marido también me lo
confesó y entonces los dos nos miramos y supimos que teníamos que escapar de
ese lugar. Y es así como nos escabullimos en medio de la oscuridad porque
teníamos miedo de ser descubiertos y encerrados o incluso asesinados.
Para septiembre de 1985, Sheela y
alrededor de una docena de sus asociados huyeron del campamento después de que
uno de sus aliados más cercanos intentó matar al médico de Bhagwan. Y un mes
después, Bhagwan y sus allegados fueron arrestados. Y para finales de año el
rancho había cerrado."
~ * ~
Jill Franklin ya no es una devota de
Bhagwan, aunque ella dice que las técnicas de meditación que aprendió de él le
ayudaron mucho a mantener una relación muy apasionada con su esposo y también
le aliviaron su dolor cuando su hijo fue brutalmente asesinado por un
desconocido.
Y hasta el día de hoy, Franklin sigue
lidiando, al igual que miles de otros, de cómo ellos fueron conquistados por la
aparente promesa utópica de Osho.
Al respecto elle me dijo:
"Había personas extremadamente
inteligentes en la comuna. Muchas personas tenían doctorados y maestrías, y la
mayoría de los Rajneeshis tenían estudios universitarios y carreras exitosas.
Las personas se sienten atraídas por
los gurús porque hay algo hermoso y beneficioso en ellos. Pero si suspenden su
juicio crítico, entonces pagan un precio muy duro."
Bibliografía
Jill
Franklin escribió varios libros sobre Osho y su organización:
- Bhagwan Shree Rajneesh: la última suposición (1979)
- El riesgo supremo: encuentros con el gurú (1980)
- La aventura naranja (1980)
- Embriagado de lo divino (1981)
- La muerte viene bailando (1981)
- La promesa del paraíso (1992)
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