ENCUENTROS DE MOHINI CHATTERJI CON LOS MAESTROS




Mohini Mohun Chatterji fue un miembro de la Sociedad Teosófica, y el aseguró haber tenido varios encuentros con los Maestros, y lo que dijo al respecto a continuación se los transcribo:


« Dado que los opositores de la Sociedad Teosófica están llevando a cabo un intento de desacreditar todo el movimiento teosófico haciendo circular un informe en donde aseguran que los Mahatmas o Adeptos del Oriente no son más que "arreglos astutamente inventados", pido permiso para añadir mi palabra también al respecto.

Yo he sacrificado todas mis actividades mundanas, como es bien sabido en mi ciudad natal de Calcuta, para dedicarme a la propagación de la filosofía esotérica de mi raza, la cual ha sido rescatada por la Sociedad Teosófica que es actualmente injustamente calumniada.

Y no hace falta decir que yo no estaría haciendo eso, al igual que muchos otros de mis compatriotas, si la Sociedad Teosófica fuera una farsa y los Maestros unos vulgares inventos.


Para un Brahmán como yo, es repugnante tener que hablar de la relación sagradamente confidencial que existe entre un maestro espiritual y su alumno, pero en este caso el deber me obliga a informar que yo tengo un conocimiento personal y absoluto sobre la existencia del Mahatma que ha mantenido una correspondencia con el Sr. Sinnett, y que es conocido en el mundo occidental como "Kuthumi".

Previamente yo ya tenía conocimiento de ese Maestro antes de conocer incluso a Madame Blavatsky, y personalmente y físicamente lo conocí en Madrás cuando él pasó por la Sede Central de la Sociedad Teosófica, antes de viajar a China el año pasado (1883).

Y también he visto apariciones de otros Maestros en otras ocasiones, y calculo que en total he tenido cinco o seis encuentros con ellos, y a continuación les voy a relatar algunos de ellos:


1) Fue en el mes de diciembre de 1882 en Bombay cuando vi por primera vez la aparición de uno de los Maestros. No recuerdo la fecha exacta, pero se puede determinar fácilmente, ya que fue pocos días después de celebrarse el aniversario de la Sociedad Teosófica en ese año.

Era una noche brillante por la luna, y ocho o diez de nosotros estábamos sentados en el balcón de la Sede Central de la Sociedad Teosófica que en ese entonces se encontraba en Bombay. Y yo me encontraba inclinando sobre la barandilla, cuando de repente a cierta distancia vislumbré una sustancia brillante que después de un corto tiempo tomó la forma de un ser humano.

La aparición pasó varias veces por el lugar en donde nosotros nos encontrábamos. Y por lo que me acuerdo, fue visible durante cuatro o cinco minutos a una distancia de aproximadamente 20 o 30 yardas.

Y apareció en un lugar donde había un declive en la colina, mientras que la casa se encontraba en la cima de la colina. Y también había una curva en el lugar, de modo que si un ser humano común hubiera estado caminando allí, habría sido imposible que lo pudiéramos ver. Sin embargo yo vi toda la figura, por lo que debe de haber estado flotando en el aire.

Y otras personas además de mí también lo vieron. Uno de ellos fue Novin Grishna Bannerji, quien es coleccionista adjunto en Berhampore, Moorshedabad, en Bengala. Y otro testigo fue S. Ramaswamier, quien es secretario de distrito en Madura, Madrás. Y un tercer testigo fue Pundit Chandra Sikir, quien vive en Bareilly, N.W.P.

Primero lo observamos Ramaswamier y yo, y nos pareció que su rostro se asemejaba con el retrato que tiene el coronel Olcott en su habitación y que está asociado con uno de los Mahatmas [Morya].

Y esto ocurrió alrededor de las nueve y media, o a las diez en punto de la noche. Y la figura caminó hacia arriba y hacia abajo y luego pareció derretirse y desapareció.



2) La segunda vez que vi una aparición astral de los Maestros fue dos o tres días después de ese primer encuentro. Estábamos sentados en el suelo sobre una roca, afuera de la casa en Bombay, cuando una figura apareció a poca distancia.

Esta figura astral era del mismo color brillante que la anterior y también parecía flotar, ya que no había sonido que la acompañara. Parecía fósforo ardiendo en la oscuridad. Pero no era de la misma persona que en la ocasión anterior. El cabello era oscuro y podía distinguirse de la cara.

El coronel Olcott estuvo presente en la primera ocasión, y como ya lo he dicho, la aparición esa vez fue de su maestro Morya.



3) El tercer encuentro que describiré fue el último que he tenido y el cual ocurrió a principios de 1884, justo antes de que me fuera de la India hacia Europa.

Estábamos sentados en el salón en el primer piso de la casa de la Sede Central de Sociedad Teosófica, que para entonces ya se encontraba en Adyar, Madras. Y eran como las once de la noche, y debo precisar que la ventana del salón da hacia una terraza o balcón.

Entonces en un rincón de la habitación apareció una fina sustancia de vapor de un brillante color blanco, y la cual poco a poco tomó forma, y ​​se hicieron visibles algunas manchas sobre ella, y después de un corto tiempo fue tomando la forma del cuerpo de un hombre, aparentemente tan sólido como un cuerpo humano ordinario.

Esta figura pasó y volvió a pasar varias veces, acercándose a una distancia de uno o dos metros de donde nosotros nos encontrábamos parados cerca de la ventana. En el balcón brillaba la luz de la luna, y la figura llegó a una distancia tan corta que la luz que salía por la ventana, irradiaba sobre ella

Y luego se acercó tan cerca que pienso que si hubiera extendido la mano podría haberla tocado. Y esta figura era del Maestro Kuthumi.

Y después de conversar un poco con él, le dije al Maestro Kuthumi que como no iba a verlo por mucho tiempo debido a mi viaje a Europa, le rogué que dejara una marca tangible de su visita.

Entonces la figura levantó las manos y pareció arrojarnos algo. Y al momento siguiente, encontramos una lluvia de rosas cayendo sobre nosotros en la habitación, y eran rosas de un tipo que no podrían haber sido adquiridas en ese lugar de la India.

Y antes de que el maestro se fuera, le solicitamos que desapareciera de ese lado del balcón donde no había salida, ya que había un árbol del otro lado, y para evitar sospechas de que podría haber subido por el árbol, o algo por el estilo, le pedimos que desapareciera del lado donde no había salida.

Entonces la figura del maestro se dirigió hacia ese lugar que le indicamos y luego desapareció. Él pasó lentamente hasta llegar al borde del balcón, y luego ya no se volvió a ver. La desaparición fue repentina.

La altura del balcón era de 5 a 6 metros, y además, había gente abajo y por toda la casa, por lo que hubiera sido imposible que una persona hubiera saltado sin ser percibida.

Además justo debajo del balcón hay un jardín abierto y había varias personas mirando en ese momento, y mi propia idea es que habría sido imposible que una persona hubiera saltado, porque hay un pequeño tramo de escalones justo debajo del balcón, y si un hombre hubiera saltado del balcón, se habría caído sobre los escalones y se hubiera roto las piernas.

Por otra parte, cuando la figura pasó y volvió a pasar, no escuchamos nada de pasos. Y a parte de mí, también estaban en la habitación Damodar y Madame Blavatsky en ese momento. »



Nota: este documento ha sido recopilado de dos fuentes. La parte de arriba es una carta que Mohini le envió al editor del periódico londinense The Pall Mall Gazette, y la cual apareció en la publicación del 2 de octubre de 1884, p.2 (ver link).

Y la segunda parte es un resumen del interrogatorio que la Sociedad para la Investigación Psíquica le hizo a Mohini en junio de 1884, y cuyo texto original pueden leer en este otro (link).








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