Quien
escribió principalmente sobre los átomos permanentes, fue Annie Besant, pero
Leadbeater también los mencionó en varias ocasiones.
En
su libro “La Vida Interna” (volumen 1),
él escribió:
« El hombre, para estar seguro de
recordar su propósito evolutivo de vida en vida, debe elevar su conciencia al
ego; pero durante las etapas en que él todavía es incapaz de hacer esto, no
obstante él imprimirá ese propósito en sus átomos permanentes, y así ese propósito
se lo llevará consigo de vida en vida.
Si
él puede alcanzar el ego, el hombre nacerá con ese conocimiento inherente en él
mismo; pero si solo puede impresionar a los átomos permanentes, entonces ese
conocimiento no nacerá como parte de sus ideas innatas, sin embargo en cuanto
se le presente en una u otra forma externa, él reconocerá inmediatamente su
verdad y obrará de acuerdo con ella. »
(p.59)
« El resultado del mal que hace el
hombre se almacena en los átomos mentales y astrales permanentes, por lo que el
hombre tiene que enfrentarlo una y otra vez, pero eso es muy diferente de
llevarlo al ego y hacerlo realmente parte de sí mismo. »
(p.170)
« Creo que nuestra Presidente Annie
Besant ha dicho que cuando Blavatsky habló sobre el huevo áurico sagrado, ella
se refería a los cuatro átomos permanentes dentro de una envoltura de materia
del plano nirvánico. »
(p.226)
« Los bajos pensamientos solo afectan a
los átomos permanentes, pero no al ego; y en correspondencia con ellos no hay
en el cuerpo causal colores siniestros, sino solamente lagunas o vacíos.
El
egoísmo aparece en el cuerpo causal como carencia de afecto o simpatía, y
cuando se desarrollen las buenas cualidades se llenará ese vacío. Por lo tanto
en el cuerpo causal se puede ver de qué cualidades carece un hombre, y si procuramos
desarrollar las cualidades que el ego necesita, este vendrá a ayudarnos en la
tarea. »
(p.252)
Y
en su libro “La Vida Interna” (volumen
2), Leadbeater escribió:
« Ya sea que el hombre esté durmiendo o
despierto, vivo o muerto, su acorde sigue siendo el mismo, y siempre se le
puede distinguir por él.
¿Cómo es esto posible
cuando él está descansando en el mundo celeste y no tiene cuerpo astral ni doble
etérico que emitan la tónica correspondiente?
A
esa pregunta responderemos que mientras el cuerpo causal subsiste tiene
adheridos en él a los átomos permanentes de los cuerpos físico y astral, los
cuales bastan para dar la tónica distintiva, y por lo tanto, dondequiera que
vaya el hombre con su cuerpo causal, él llevará consigo el acorde de sus
principios inferiores. »
(p.140)
« Por lo tanto, el mecanismo del método
ordinario para investigar las vidas pasadas consiste en que el investigador
utilice las facultades de su cuerpo causal, y por su mediación, psicometrice el
cuerpo causal del sujeto.
Y
esto también podría realizarse en planos inferiores por medio de la
psicometrización de los átomos permanentes; pero como ese procedimiento sería
mucho más difícil que el desarrollo de los sentidos del cuerpo causal, el éxito
sería dudoso. »
(p.148)
« El miedo es otro procedimiento anormal
por el que se individualizaron los animales cruelmente tratados por el hombre,
y cuya astucia fue desarrollada por los violentos esfuerzos para comprender y
evitar la crueldad, lo que determinó su desprendimiento del alma grupal formando
un ego de muy poca intelectualidad, que al descender a los planos inferiores se
ha de revestir inevitablemente de vehículos mental y astral capaces tan sólo de
expresar las más bajas pasiones, a causa de la naturaleza de sus átomos
permanentes. »
(p.260)
« Consideremos el caso de un ego que
está a punto de reencarnar. Supongámoslo situado en el plano mental superior,
sin otro vehículo inferior al cuerpo causal. Desde la muerte de su último
cuerpo físico se fue retrayendo interiormente, primero en su vehículo astral y
después en el mental, que también desechó al terminar su vida celeste.
Entonces
permanece en su propio plano durante cierto período que, según su estado de
adelanto, varía de dos a tres días de inconsciencia, si es un hombre vulgar,
hasta largos años de vida consciente y gloriosa, si está extraordinariamente adelantado.
Después,
vuelve a dirigir su atención hacia lo externo e inferior. Y como quiera que en
el transcurso de su movimiento ascendente, él desvió la atención de los planos
físico y astral, los átomos permanentes quedaron adormecidos y cesaron en la
vigorosa vibración que los caracteriza.
Y
lo mismo ocurre con la molécula mental al final de la vida celeste, y durante
su permanencia en su propio plano, o sea en el causal, el ego tiene los dos
átomos permanentes y la molécula mental en absoluto reposo. »
(p.293)
« El aura del pequeñuelo es
relativamente incolora, y hasta que se desarrollan las cualidades, no empiezan
a manifestarse los colores.
Para
modelar su vehículo astral, se le proporciona al ego la materia a la que se
hizo acreedor por los deseos y emociones a los que cedió en su vida anterior;
pero no está obligado a utilizar esta materia en absoluto al elaborar su nuevo
vehículo.
Si
se le dejara enteramente a sus inclinaciones, la acción automática del átomo
permanente tendería a formarle con la materia dada un cuerpo astral análogo al
que tuvo en su última vida; pero no hay razón para utilizar toda la materia
dada. »
(p.295)
« En la formación del cuerpo físico hay
tres fuerzas principales en el trabajo: primero, la influencia del ego que
tiene la intención de tomar la nueva forma; segundo, el trabajo del edificio
elemental formado por los Señores del Karma; y tercero, el pensamiento de la
madre.
Ahora
supongamos que un cuerpo etérico está a punto de formarse para un ego en el
proceso de su descenso a la encarnación. Él mismo es un ego de cierto tipo y
subtipo, y estas características suyas están impresas en su átomo físico
permanente, y esto a su vez determina cuál de las divisiones perpendiculares de
materia etérica entrará en la composición de ese cuerpo etérico y en qué
proporción se utilizarán. »
(p.296)
« El germen que se expandirá al cuerpo
físico del hombre tiene dentro de sí mismo dos componentes, con dos conjuntos
de potencialidades. Y el alumno debe tener cuidado de no confundir este germen
físico que proviene de los padres con el átomo físico permanente que el ego
trae consigo. »
(p.299)
(Nota: la paginación
corresponde a la publicación americana de 1922)
OBSERVACIÓN
Desafortunadamente esto
que enseña Leadbeater está lleno de falsedades porque en realidad los átomos permanentes
no existen debido a las razones que explico en este otro capítulo.
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