LA RELACIÓN DISCÍPULO-MAESTRO EN EL ORIENTE SEGÚN MAX HEINDEL

Sobre este asunto Max Heindel afirmó que:

« El discípulo oriental está bajo el control absoluto de su instructor, a quien él llama “Maestro”, y cuyas órdenes debe obedecer hasta en los más mínimos detalles, sin preguntar el por qué. »

(Filosofía rosacruz en preguntas y respuestas I, n.141)

Y en otra ocasión Max Heindel detalló más al respecto diciendo lo siguiente:

« En el lejano Oriente, el discípulo que aspira a la vida superior busca a un Maestro, y se ata de pies y manos, figurativamente hablando, a él. Debe seguir y obedecer ciegamente sus instrucciones, sin la menor vacilación o curiosidad sobre el objeto de las indicaciones que el Maestro pueda darle. Debe prestarle sus servicios personales, de cualquier clase que sean y a costa de cualquier inconveniente que esto pudiera originarle, y de esta manera se convierte virtualmente en el esclavo de su gurú.

Esto parecerá ser un método exótico, pero es indudable que es la única manera posible de sobreponerse a la indolencia del oriental; y como éstos son una clase de egos retrasados, ellos están acostumbrados a la servidumbre, de manera que esa forma de actuar sobre ellos no lastima sus sentimientos.

Pero aquí en el Occidente, dicho método sería considerado como degradante, porque hemos llegado a un grado de individualidad que solo podemos abordar mediante la acción que surge del interior. »

(Filosofía rosacruz en preguntas y respuestas I, n.180)

OBSERVACIONES

Es cierto que en el Oriente se exagera con la obediencia que tiene que mostrar el discípulo hacia su maestro, pero eso no es solo exclusividad del Oriente, ya que en Occidente también vemos casos parecidos. Simplemente hay que ver lo estrictos que son también los conventos religiosos del Occidente.

Pero en lo que concierne a los Maestros que ya pertenecen a la Jerarquía planetaria, eso ya no es válido debido a que el maestro Kuthumi precisó que:

« El discípulo no debe estar encadenado de ninguna manera. ¡Ten cuidado de no caer en un Papado Esotérico!

Nadie tiene derecho a demandar autoridad sobre un alumno o sobre su consciencia. No le preguntes lo que él cree. Hay que sujetar la cresta de la ola del avance intelectual y guiarla hacia la espiritualidad, pero esto no puede forzarse dentro de creencias y tampoco dentro de la adoración emocional.

Nosotros nunca tratamos de sujetar para nosotros la voluntad de nadie. En tiempos favorables desencadenamos influencias ascendentes que tocan a varias personas de diferentes formas. Por lo tanto deja que la devoción y el servicio sean únicamente para ese Espíritu Supremo del que uno forma parte. »

(Extractos de una carta que Kuthumi le escribió a Annie Besant)

Y el punto de vista del maestro Kuthumi no es un caso aislado, ya que el maestro Pastor dijo algo parecido:

« Cuando un discípulo es muy obediente, aunque esto les sorprenda, eso es un problema para el maestro, y en esos casos el maestro le dice al discípulo:

-      “Haz hecho un gran esfuerzo, hijo mío, cumpliste con la ley, todo obedeciste, seguiste todos los preceptos. Todo eso está muy bien. Eres un alumno maravilloso y te tengo en gran estima. Pero va a ser necesario que cambies tu comportamiento.”

Y entonces el discípulo todo desconcertado le pregunta:

-      “¿Pero Maestro, por qué, si cumplí a pie de la letra todo lo que se me ordenó que hiciera?

El Maestro lo mira, le sonríe, y con mucha pena en el corazón le responde:

-      “Si, obedeciste a las leyes divinas, cumpliste con todo lo que estaba escrito. Pero lo hiciste de manera ciega, sin reflexionar, sin comprender las razones por las cuales esas leyes fueron establecidas.

¿Qué has hecho por ti mismo que no sea obedecer?  ¿Qué misión podría confiarte hoy, que la comprendieras y supieras cómo llevarla?

Si no has hecho nada por ti mismo, nada entendido por ti mismo, nada cumplido por ti mismo. En tu estado actual, yo tendría que estarte llevando de la mano para que efectuaras esa misión.

Todavía no has madurado lo suficiente. Todavía no tienes el discernimiento. Por lo tanto, es necesario que actúes de manera diferente. Y esta vez, sé menos obediente, pero mucho más activo. Aprender a caminar con tus propios pasos, sin la necesidad de que uno tenga que dirigirte.”

Y cuando se le habla así al discípulo, el discípulo no comprende, porque desde épocas muy remotas, se ha enseñado que para acceder al Templo había que arrodillarse, había que obedecer.

Y con esto, no quiero decir que esos tiempos no fueron necesarios para justamente enseñarles a los hombres que existían principios que había que respetar, porque la inmadurez de los humanos de esas épocas así lo requería.

Pero ustedes ya han madurado lo suficiente para que ya no se les tenga que ordenar, sino que ustedes mismos aprendan a ser virtuosos por la belleza misma de la virtuosidad. »

(Conferencia del 27.06.85)

CONCLUSIÓN

Y esto me indica que los conocimientos que tenía Max Heindel sobre el Oriente eran solamente superficiales, y que él no tenía un verdadero conocimiento sobre cómo actúan los grandes Maestros de la Jerarquía a pesar de que él pretendió haber estado en contacto con ellos.