WILLIAM JUDGE EXPLICA LO QUE ES EL MOVIMIENTO TEOSÓFICO

 

 

 

EL MOVIMIENTO TEOSÓFICO

 

Hay una gran diferencia entre el Movimiento Teosófico y cualquier Sociedad Teosófica.

 

El Movimiento Teosófico es moral, ético, espiritual, universal, invisible salvo en su efecto, y continuo.

 

En cambio una Sociedad formada para el trabajo teosófico es una organización visible, un efecto, una estructura para canalizar la energía y ponerla en práctica; no es ni puede ser universal, ni es continua.

 

Las organizaciones teosóficas son creadas por los hombres para una mejor cooperación, pero, al ser meros cascarones, deben cambiar periódicamente a medida que surgen los defectos humanos, los tiempos cambian y el gran movimiento espiritual subyacente exige tales cambios.

 

Mientras que el Movimiento Teosófico, al ser continuo, se encuentra en todas las épocas y en todas las naciones. Dondequiera que el pensamiento haya luchado por la libertad, dondequiera que se hayan promulgado ideas espirituales, en oposición a las formas y el dogmatismo, allí se percibe el gran Movimiento Teosófico.

 

La obra de Jacob Boehme fue parte de él, al igual que la Sociedad Teosófica de hace más de cien años*; la reforma de Lutero debe considerarse como una parte de ella; y la gran lucha entre la Ciencia y la Religión, claramente descrita por Draper, fue un impulso del Movimiento Teosófico tanto como lo es la actual Sociedad del mismo nombre. De hecho, esa lucha, y la libertad que esta obtuvo para la ciencia, fueron tan importantes para el avance del mundo como lo son nuestras diferentes organizaciones.

 

Y entre los ejemplos políticos del Movimiento Teosófico se encuentra la Independencia de las colonias americanas, que culminó en la formación de una gran nación, teóricamente basada en la Hermandad.

 

Por lo tanto se puede ver que adorar a una organización, incluso aunque sea la amada Sociedad Teosófica, es postrarse ante la forma y convertirse una vez más en esclavo de ese dogmatismo que nuestra parte del Movimiento Teosófico, la Sociedad Teosófica, se suponía que debía derrocar.

 

Algunos miembros han venerado a la llamada "Sociedad Teosófica", creyéndola integral, sin percibir adecuadamente su carácter fragmentario y de facto como organización, ni que era probable que esta devoción a la mera forma llevara a la anulación de la Hermandad a primera vista.

 

Y esto último, de hecho, ocurrió con varios miembros, quienes incluso olvidaron, y aún olvidan, que la propia H.P. Blavatsky declaró que era mejor eliminar la Sociedad Teosófica que destruir la Hermandad, y que ella misma declaró libre e independiente a la parte europea de la misma Sociedad Teosófica de Adyar.

 

Pero estos adoradores creen que debe existir una continuidad de la antigua forma para que la Sociedad Teosófica tenga un carácter internacional.

 

Pero la verdadera unidad y prevalencia, y el verdadero internacionalismo, no residen en una sola organización. Se encuentran en la similitud de objetivos, aspiraciones, propósitos, enseñanzas y ética.

 

Por ejemplo: la francmasonería (que es una parte importante del verdadero Movimiento Teosófico) es universalmente internacional; sin embargo sus organizaciones son numerosas, autónomas, soberanas e independientes.

 

La Gran Logia masona del estado de Nueva York, incluyendo sus diferentes logias anexas, es independiente de todas las demás en cualquier estado; sin embargo cada miembro es masón y todos trabajan en un solo plan.

 

Los francmasones de todo el mundo pertenecen al gran Cuerpo Masónico Internacional, y aun así tienen en todas partes su propio gobierno libre e independiente.

 

 

Cuando la Sociedad Teosófica era joven y pequeña, era necesario que tuviera un solo gobierno para toda su organización. Pero ahora que ha crecido y se ha fortalecido, habiéndose extendido entre naciones tan diferentes entre sí, como lo son la estadounidense, la española, la sueca y otras de Europa, así como la hindú, entonces es esencial que se produzca un cambio en su forma externa.

 

Esto implica que se convierta (como la masonería) en un gobierno independiente dondequiera que las condiciones geográficas o nacionales lo aconsejen. Y de que esto se hará con el tiempo, no cabe la menor duda independientemente de lo que digan ciertas personas.

 

El Grupo Americano, estando por condiciones geográficas y de otro tipo exteriormente separado, comenzó el cambio de modo de estar libre e independiente del gobierno dirigente, pero unido en base, aspiración, objetivo y trabajo con todos los verdaderos teósofos.

 

No hemos modificado la obra de HPB; la hemos ampliado. Afirmamos que toda persona admitida en cualquier Sociedad Teosófica debe ser recibida en todas partes entre los teósofos, tal como los masones son recibidos entre los masones.

 

Es anti-teosófico denunciar el cambio realizado por el Grupo Americano; no es teosófico ni propicia su difusión reclamar legalmente nombres, símbolos y sellos teosóficos para impedir, en lo posible, que otros los usen. Todos deben ser invitados a usar nuestra propiedad teosófica con la libertad que deseen.

 

Quienes deseen continuar la lucha de HPB contra el dogmatismo aplaudirán y alentarán el movimiento estadounidense porque sus mentes liberadas se lo permiten; pero quienes desconocen la verdadera Teosofía, ni ven la diferencia entre las formas y el alma de las cosas, continuarán adorando la Forma y sacrificando la Hermandad a una cáscara.

 

 

 

 

Nota

 

* La “Sociedad Teosófica de hace más de cien años” se refiere al movimiento teosófico de los siglos XVII y XVIII, ya que el presente artículo se escribió en 1895.

 

Posteriormente este artículo se compiló en los “Theosophical Articles” (“Artículos Teosóficos”) de William Q. Judge, publicado por la Theosophy Company de Los Angeles en 1980, vol. II, p.124-126.

 

 

 

 

 

 

OBSERVACIÓN

 

Concuerdo con lo que escribió William Judge, pero para evitar confusiones yo prefiero decir que el movimiento teosófico (o sea los esfuerzos que se hacen para difundir las enseñanzas teosóficas) se incorpora dentro de un movimiento más grande que es el movimiento para el progreso de la humanidad (y que es lo que William Judge llama “El Movimiento Teosófico”).