Osho en la charla que dio el 3 de marzo de 1986 (dos semanas después del fallecimiento de Krishnamurti) él relató que en una ocasión él y Krishnamurti estaban al mismo tiempo en la ciudad de Bombay, por lo que sus seguidores
le propusieron a Osho que tuviera un encuentro con Krishnamurti.
Pero Osho declinó esa propuesta ya que
explicó que sus admiradores se iban a decepcionar debido a que cuando dos grandes
místicos se encuentran, ellos no se dicen nada, no conversan, no discuten, sino
que simplemente se reconocen como seres iluminados, se sonríen y se abrazan.
Y que cuando Krishnamurti preguntó
qué había ocurrido, por qué Osho no lo había visitado, entonces sus seguidores le contaron la
respuesta que dio Osho.
A lo que Krishnamurti rio y les contestó:
-
“Él ha hecho exactamente lo
correcto, y en realidad eso es lo que yo también debí de haber hecho.”
A continuación les transcribo lo que dijo Osho:
« Krishnamurti solía ir a Bombay
todos los años para pasar unas semanas, él tenía quizás más seguidores en
Bombay que en cualquier otro lugar del mundo.
Y
en una ocasión por pura coincidencia mientras que Krishnamurti
se
encontraba en Bombay, yo llegué a Bombay, iba a Nueva Delhi y tuve que esperar
unas horas. Entonces unos amigos que habían tenido una profunda conexión con Krishnamurti
y que también tenían una conexión conmigo se acercaron y me dijeron:
-
“Esta
es una oportunidad de oro ya que ambos están en el mismo lugar. Una reunión
será de suma importancia, y Krishnamurti la desea.”
Quien
dijo esto fue un revolucionario muy respetado de la India, Ajit Patvardhan. Fue
uno de los colegas más cercanos de Krishnamurti.
Yo
lo miré a los ojos y le dije:
-
“Por
favor, no mientas. Seguramente le has de haber dicho a Krishnamurti lo mismo: que
Osho quiere conocerlo.”
Él
se quedó desconcertado, casi conmocionado, y me contestó:
-
“¿Pero
cómo pudiste saberlo? Eso es precisamente lo que estábamos tramando. Sabíamos que
era la única manera posible de motivarlos si le decíamos a cada uno de los dos
que el otro quería conocerlo. Todos estamos ansiosos por ver qué sucederá
cuando ustedes dos se encuentren.“
Así
que le mencioné a Ajit Patvardhan una vieja historia de dos grandes místicos
que desilusionaron mucho a sus seguidores porque cuando se encontraron no se
dijeron ni una sola palabra ya que cuando dos iluminados se encuentran, se
convierten en uno, laten en armonía; surge una música que no es mundana, que no
puede ser escuchada por los oídos, que solo puede ser escuchada por aquellos
que pueden experimentarla en sus corazones.
Claro
que disfrutan el uno del otro, pero por eso la alegría, las sonrisas, las
lágrimas son el único lenguaje posible; y cuando ya es demasiado, se abrazan y
permanecen sentados tomados de la mano durante horas y su amor fluye, y hay una
comunión: dos cuerpos y una sola alma.
Y
concluí diciéndole a Ajit Patvardhan:
-
“Es
absolutamente inútil desperdiciar el tiempo de Krishnamurti, y tú no vas a
escuchar nada.”
Y
cuando regresaron con Krishnamurti, él preguntó:
-
“¿Qué
pasó? ¿No ha venido?”
Le
contaron lo sucedido y Krishnamurti se rio diciéndoles:
-
“Osho
hizo exactamente lo correcto, y de hecho también quería explicarles que ese
encuentro era inútil, pero no lo habrían comprendido.”
»
(Este
relato se transcribió posteriormente en el libro “Sócrates envenenado otra vez después de 25 siglos”, en el capítulo 25.)
Y lo
pueden escuchar en el siguiente video:
OBSERVACIONES
Yo
considero que esta historia en realidad la inventó Osho, porque Krishnamurti
para nada presumía de ser un hombre espiritualmente iluminado, e incluso él
repudiaba a aquellos que pretendían serlo (ver
link).
Mientras
que Osho todo el tiempo estaba presumiendo su supuesta iluminación espiritual, así
es que Krishnamurti no habría aceptado lo que dijo Osho, lo cual además le habría
parecido una completa egolatría.
Y
tampoco tiene sentido que Krishnamurti haya querido ver a Osho, porque resulta
que Krishnamurti tenía una opinión muy negativa de Osho a quien calificó de ser
un criminal (ver link).
Además
que mañosamente Osho relató esta historia cuando Krishnamurti ya había fallecido,
lo que imposibilitó que Krishnamurti pudiera contradecirlo.
Y
esto les muestra una vez más lo manipulador que era Osho.
LA VERSIÓN DE KRISHNAMURTI
Krishnamurti en una entrevista que le hicieron comentó
que en una ocasión un gurú muy famoso lo fue a visitar:
Krishnamurti no reveló el nombre de ese gurú pero señaló
que a ese gurú le encantaban los Rolls-Royce y que tenía miles de seguidores
(muchos de ellos occidentales) lo cual hace considerar enormemente que se
trataba de Osho.
Y Krishnamurti relató que ese gurú le estaba presumiendo
su enorme éxito y su supuesta iluminación (algo que también era muy característico
de Osho), pero cuando Krishnamurti desestimó esos logros entonces ese gurú se
enojó mucho, le dijo a Krishnamurti que era un hombre malvado y se largó.
(Y esa actitud berrinchuda es algo que también he
percibido en Osho, como cuando le dijo a su asistente Sheela que quería muchos
más Rolls-Royce.)
OTRA VERSIÓN DADA POR OSHO
Y otro motivo que me hace considerar que ese gurú que
visitó a Krishnamurti probablemente si era Osho, es porque en otra conversación dada el 28 de septiembre de 1988, Osho volvió a
hablar de su “casi” encuentro con Krishnamurti, pero esta vez siendo desdeñoso
hacia Krishnamurti, ya que en esa ocasión Osho relató lo siguiente:
« Krishnamurti
estaba en contra de mí, pero él quería verme y me envió un mensaje. Ambos
estábamos en Bombay.
Sin embargo yo respondí:
-
“No creo que tenga
sentido que nos veamos porque yo estoy en total desacuerdo con él, y él está en
total desacuerdo conmigo, así que ¿para qué perder el tiempo innecesariamente y
hacerlo enfadar? Él podría darse un cabezazo
y sin necesidad me culparían por ello.”
. . .
Me negué a reunirme con él por la sencilla razón de que
no quería que se enfadara innecesariamente. Él estaba viejo, enfermo, y sabía
tan bien como yo que no hay manera de llegar a un acuerdo. »
(Este relato se publicó en el libro
“Hyakujo, el Everest del Zen”, en el capítulo 3)
¿QUIÉN DIJO LA VERDAD?
He constatado que a Osho no le importaba mentir, mientras
que en cambio Krishnamurti tenía sus defectos pero no era mentiroso.
Y algo típico de los individuos que son mentirosos es que
invierten los papeles cuando la historia no les agrada. Aquí por ejemplo, en
los hechos reales Krishnamurti mostró que no le interesaba encontrarse con
Osho, mientras que en cambio a Osho si le interesaba encontrarse con Krishnamurti
porque Osho declaró que él y Krishnamurti eran los únicos grandes maestros que
había en el mundo.
Y mientras que en su relato Krishnamurti dijo que ese
gurú se enojó mucho, en cambio Osho invirtió las actitudes diciendo que era Krishnamurti
quien se iba a enojar mucho.
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