(El siguiente discurso fue dado por la Condesa Constance Wachtmeister en el octavo convenio anual de la Sección Teosófica Americana de 1894.)
El Movimiento Teosófico del siglo XVIII
La Sociedad Teosófica fue organizada en el siglo pasado [el XVIII] por el Conde de Saint Germain, Cagliostro y otros. En ese momento había una poderosa Lodgia en París, otra también en Dinamarca, otra en Alemania, y tres en Italia. Pero llegó la revolución de 1793 que derrumbó todo. Y esa es una de las razones por las que ahora, en este siglo [el XIX] tenemos tan terrible Karma para avanzar esotéricamente.
(Nota de Cid: Blavatsky explicó que Mesmer, Cagliostro y Saint Germain fueron los agentes de los Maestros transhimaláyicos en el siglo XVIII, y por consiguiente ellos lideraron el movimiento teosófico en el siglo XVIII, aunque en ese siglo no se llamó "teosófico".)
Esa organización era la base física de la Sociedad Teosófica que es realmente en sí misma una entidad formada por todos los miembros que la componen.
La Sociedad Teosófica tiene sus siete Principios, y tiene que trabajar a través de todos estos. En el siglo pasado trabajó a través de la base física, y ahora, en este siglo, ha tenido que trabajar a través de Kama, o sea a través del estado psíquico.
Ahora estamos, felizmente creo, emergiendo de ese estado, y en lo sucesivo podemos esperar entrar en un estado de muy gran actividad.
Blavatsky
En 1851 Madame H. P. Blavatsky fue a Londres con su padre para tomar lecciones de música en las que ella manifestó tener un gran talento.
Un día mientras caminaba por la calle, ella vio pasar algunos príncipes indios, y entre ellos estaba un Indio de aspecto impresionante ya que era un hombre de siete pies de altura, y para su gran sorpresa ella reconocida en ese hombre al hombre que ella siempre había visto de manera sutil como su ángel de la guarda.
Desde que ella era una niña lo había visto, y en momentos de peligro él la había ayudado. Ella tenía un gran afecto por esta persona, y cuando lo vio en forma física en Londres, ella quiso acercarse hacia él para decirle lo encantada que estaba de verlo, pero él le hizo una señal para que no se acercara y ella siguiera adelante.
Blavatsky se fue a casa y se lo dijo a su padre, y toda esa noche no pudo dormir pensando en ese extraño acontecimiento de cómo había conocido a quien la había cuidado.
Al día siguiente ella fue a Hyde Park, y mientras estaba allí ese hombre vino a ella y dijo que era cierto que ella lo había visto desde su infancia, y él la había cuidado porque él vio en ella un buen instrumento para la formación de la Sociedad Teosófica.
Dijo que esto se debía primero por su poder psíquico ya que Blavatsky había sido médium. En segundo lugar a causa de sus grandes capacidades intelectuales y mentales. Y en tercer lugar debido a que ella por nacimiento era en parte oriental y en parte occidental.
Y también le dijo que ella tendría que viajar y laborar en muchos países, y que esa misión le había sido designada por los que estaban por encima de él, y que por lo tanto él era el más ansioso de que ella aceptara ese puesto que él le ofrecía, y que consistía en formar la Sociedad Teosófica.
Le dijo que se fuera a casa con su padre, que consultara con él, y luego si ella aceptaba esa misión, que volviera en tres días al parque y se lo contara.
Él le señaló que sería una misión con grandes pruebas, que ella sería perseguida, y le dijo muchas cosas que le pasarían a ella y a la Sociedad Teosófica que fundaría.
Blavatsky se fue a casa, consultó con su padre quien le dijo que ella podría hacer lo que ella decidiera, y que si ella elegía aceptar ese proyecto, él mismo la ayudaría y le daría dinero; pero que ella debía decidir por sí misma.
Después de tres días, ella decidió aceptar esa misión que se le ofreció, y regresó al parque y le expresó su decisión a su Maestro. Luego él dijo que debía ir a Egipto, y que allí tendría que parar por algún tiempo para ser enseñada para que ella luego pudiera enseñar a otros.
Después ella fue a la India, y fue llevada escondida en un carrito con heno a través de un país donde a los europeos nunca se les había permitido entrar. Ella se acostó en el carro, cubierta de heno, y unos indios la transportaron a través de esa parte del país hasta que finalmente llegó al lugar donde viven los Maestros, ella fue recibida por la hermana de uno de ellos y vivió en la casa de los Maestros durante tres años.
Pero estos tres años fueron años de muy dura prueba. En primer lugar ella tuvo que aprender a usar sus poderes. Tuvo que tomar clases como si fuera una niña; tuvo que levantarse. temprano y trabaja duro y aprender lecciones mentales.
Al final de los tres años se le dijo que tenía que ir de nuevo a Egipto donde se puso a la orden de otro Maestro quien le enseñó sobre El Libro de los Muertos y muchas otras obras. Después de eso la pusieron a cargo de un rabino judío quien le enseñó la Cábala.
Cuando ella había pasado por todo eso le dijeron que ella estaba lista y que debía ir a América donde tenía que encontrarse con el Coronel Olcott, y conozco a gente que me contó que cada vez que conocía a alguien le preguntaba:
- "Conoces a alguien con el nombre de Olcott?"
Y las personas le respondían que no conocían a ese hombre, hasta que por fin uno le dijo que si habían oído acerca de ese hombre y que ese hombre había ido a la granja de los hermanos Eddy para investigar acerca de los fenómenos espiritistas que ahí se producían, y si Madame Blavatsky iba allá podría verlo.
Una hora más tarde ella estaba en el tren que la condujo a esa granja y allí ella se reunió con Coronel Olcott. Rápidamente fue capaz de demostrarle que todo los fenómenos presenciados allí, ella podría producirlos aún mejor.
Ella era capaz de decirle de antemano justo lo que iba a hacer, y también pudo replicar cualquier tipo particular de fenómeno producido por los hermanos Eddy (quienes los efectuaban en un estado de inconsciencia y pasividad) mientras que ella los efectuaba en plena posesión de su propia conciencia y por el simple poder de su voluntad.
La Sociedad Teosófica
Pasó un tiempo, y ella con el Coronel Olcott y William Q. Judge, formaron la matriz de la Sociedad Teosófica, y el Coronel. Olcott aceptó en convertirse en su presidente.
Algún tiempo después Blavatsky y Olcott se fueron a la India, y allí establecieron la Sociedad Teosófica.
Tal fue el inicio de este gran movimiento. Al inicio eran unos pocos miembros que se reunían en un salón, pero luego se volvió más y más grande hasta que lo es que ahora: una enorme institución con ramas en todos los países de la mundo.
Tenemos miembros pertenecientes a todas las nacionalidades y a todas las religiones de la mundo, y todas estas personas se llaman hermanos, Y esta Sociedad Teosófica es una gran hermandad que se extiende por todo el mundo.
Y es una hermandad no sólo en nombre, sino también en la realidad; para mí que he viajado en tantos países, puedo decir que dondequiera que vaya soy recibida como hermana.
Por ejemplo en la India, entre los hindúes, he sido recibida como hermana, llevadas a sus casas (donde no están acostumbrados a recibir a extraños o europeos en cualquier momento), y no sólo he sido tratada como una hermana, sino como una hermana muy querida.
Y ahora vengo aquí al extremo opuesto del mundo, y todos me reciben amablemente; y dondequiera que viaje siento que soy bienvenida. Esto es un hermoso pensamiento: pensar que hemos creado en el mundo una hermandad como esta.
Todavía no es una verdadera Fraternidad, pero es un núcleo que a medida que el tiempo pase, espero que se convierta en una verdadera Fraternidad.
(Este discurso se imprimió en la revista The Irish Theosophist de Dublín, del 15 de junio de 1894, p.127-129)
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