En
un artículo anterior demostré que la lista de los planetas sagrados que Alice
Bailey enseñó es falsa y que ella se basó en las mentiras que Leadbeater
inventó para elaborar esa falsa clasificación (ver
link).
Y
Patrick
Chouinard quien es un defensor de Alice Bailey me contestó:
« Usted se equivoca.
Alice Bailey no basó su clasificación en Leadbeater. Incluso HPB escribió que
el Sol es un velo para Vulcano y/o Urano. Alice Bailey rechazó mucho de lo que
escribió Leadbeater. Por ejemplo, en su libro “Un tratado sobre el
Fuego Cósmico”, ella rechaza la afirmación de Leadbeater de que Marte y
Mercurio son parte de la cadena de la Tierra. Hay una base sólida para la
clasificación de Bailey en los escritos de HPB. Lea: https://m.facebook.com/groups/363230130479134?view=permalink&id=595953133873498&refid=18&__tn__=-R. »
Fui
al link que me puso Patrick Chouinard, pero ahí él no demuestra
nada, solo elucubra poniendo unos extractos de lo que escribió Alice Bailey
acerca de los planetas sagrados, más otros extractos de lo que escribió
Blavatsky, y un extracto de lo que escribió el investigador David Pratt.
¡Pero en ningún
momento él demuestra que la lista que puso Alice Bailey sea correcta!
En cambio yo si voy a
demostrar que sus aseveraciones son falsas.
1.
Porque para comenzar yo le pido a Patrick Chouinard que nos indique exactamente en que parte
del libro “Un
Tratado sobre el Fuego Cósmico” Alice Bailey rechaza la afirmación
que hizo Leadbeater de que Marte, la Tierra y Mercurio pertenecen a la misma
cadena planetaria, porque yo me he leído ese libro varias veces y en ninguna
parte he encontrado eso, sino que por el contrario Alice Bailey en ese libro
también afirmó la misma mentira ya que ella escribió:
« El
kundalini del sistema vivifica dichos centros, y en esta etapa de desarrollo
ciertos centros están más estrechamente vinculados que otros. Así como en
relación con nuestro Logos planetario, los tres planetas etéricos de nuestra
cadena —Tierra, Mercurio y Marte— forman un triángulo de excepcional importancia. »
(Esto se encuentra en la primera parte,sección E-V-2,
p.181)
Y ahí claramente Alice Bailey dice que nuestra cadena
planetaria está conformada por la Tierra, Mercurio y Marte.
Pero si Alice Bailey hubiera estudiado un poco más la
teosofía en vez de solo copiar ciegamente lo que escribió Leadbeater, entonces
ella sabría que eso es una absurdez monumental porque la cadena planetaria es
lo equivalente a nuestra estructura septenaria y afirmar que la cadena
terrestre está compuesta por esos tres planetas sería lo mismo que afirmar que
nosotros estamos compuestos por tres cuerpos físicos diferentes y solo cuatro
cuerpos sutiles, lo cual no tienen ningún sentido.
Además que Blavatsky, William Judge y el Maestro Kuthumi,
todos ellos precisaron que ese concepto era falso y que quienes lo aseguraban
estaban equivocados. Lo cual demuestra que Alice Bailey y Leadbeater mintieron
cuando ellos afirmaron que estaban en comunicación con los maestros porque
entonces ellos no habrían cometió un error tan garrafal.
2. Y en segundo lugar, si bien es cierto que Blavatsky
explicó que de la lista de los planetas sagrados enunciada por los antiguos
sabios (Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, el Sol y la Luna), tres de
esos cuerpos celestes (Marte, el Sol y la Luna) son substitutos de tres
planetas sagrados cuya identidad se mantiene secreta.
Y apoyándose en eso Patrick Chouinard le quiere hacer creer
a sus lectores que Alice Bailey reveló la lista verdadera remplazando esos tres
cuerpos celestes substitutos por los planetas Vulcano, Urano y Neptuno, ya que
Alice Bailey aseguró que los planetas sagrados son:
Vulcano,
Mercurio,
Venus, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
El
detalle es que si Patrick Chouinard se hubiera dado la pena de leer lo que
explicó Blavatsky y no solo copiar precipitadamente un pequeño extracto,
entonces él se habría percatado que Blavatsky también señaló que Urano y
Neptuno NO son planetas sagrados ya que ella escribió:
« Saturno, Júpiter,
Mercurio y Venus son los cuatro planetas sagrados exotéricos, mientras que los
tres planetas sagrados esotéricos que no deben nombrarse, ellos fueron los
cuerpos celestes en comunicación directa astral y psíquica con la Tierra, sus Guías
y Vigilantes; y esto tanto en un aspecto moral como material proporcionando los orbes visibles a nuestra humanidad con sus características
externas e internas, y sus Regentes o Rectores nuestras Mónadas y facultades
espirituales.
Pero para evitar crear nuevas interpretaciones erróneas,
debo establecer que entre los tres orbes secretos (o ángeles de las estrellas)
[o sea los tres planetas sagrados que todavía no han sido revelados] no están incluidos
ni Urano ni Neptuno; y no solo porque esos planetas gaseosos eran desconocidos
bajo estos nombres para los sabios antiguos, sino porque como todos los demás
planetas, por muchos que sean, son los dioses y guardianes de otras cadenas
septenarias de globos dentro de nuestros sistemas. Y tampoco los dos últimos
planetas gigantes descubiertos dependen completamente del Sol como si dependen
los demás planetas. »
(La Doctrina Secreta I, p.575)
~ * ~
Y
este es un ejemplo de cómo los defensores de Alice Bailey manipulan la información
para engatusar a los demás y así tratar de evitar confrontarse a la triste realidad de que mucho de lo que
Alice Bailey escribió son puras falsedades.
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