Bertram
Keightley fue un destacado teósofo inglés diplomado en “Master of Arts” por la
Escuela de Cambridge y también fue un fiel amigo y colaborador de Blavatsky
cuando ella residió en Inglaterra.
Y sobre la
elaboración de La Doctrina Secreta, él escribió lo
siguiente:
« La primera vez que vi el manuscrito de La Doctrina Secreta fue en una visita
que yo hice a Blavatsky en Ostende (una ciudad situada en Bélgica donde ella se encontraba en ese momento residiendo) a principios del año 1887. Fui a verla para
instarla sobre la conveniencia de que mejor se viniera a establecerse en
Londres con el propósito de formar un centro de trabajo activo para la causa de
la Teosofía.
En total, seis
de nosotros nos sentíamos profundamente insatisfechos con el derrumbamiento que
parecía invadir a la Sociedad Teosófica en Inglaterra, y habíamos llegado a la
conclusión de que solo Blavatsky podría brindar una ayuda eficaz para restaurar
la animación suspendida del Movimiento teosófico e iniciar un trabajo activo y
sabiamente dirigido.
Durante los
pocos días que pasé en Ostende con Blavatsky, ella me pidió que revisara partes
del manuscrito de su nueva obra, lo cual gustosamente consentí a hacer, y después
de haber leído un poco, se hizo evidente que La Doctrina Secreta
estaba destinada a ser por mucho, la contribución más importante de este siglo en
lo que concierne a la literatura del Ocultismo; aunque incluso entonces el
carácter ineludible y fragmentario de gran parte del trabajo me llevó a pensar
que se necesitaría una revisión cuidadosa y una gran reorganización antes de
que el manuscrito fuera apto para su publicación.
En una segunda
visita que volví a hacer una o dos semanas después, esta impresión se confirmó
mediante un examen más detallado del manuscrito, pero como Blavatsky luego
aceptó venir a instalarse a Inglaterra tan pronto como se pudieran hacer los
arreglos para su recepción, no se hizo nada más con respecto a ese manuscrito
en ese momento.
Pero poco
después de mi regreso a Inglaterra nos enteramos de que Blavatsky había caído
gravemente enferma, y de hecho los doctores que la atendían consideraban que su
vida ya estaba acabada, pero como de costumbre una vez más ella decepcionó a las
profecías hechas por los médicos y se recuperó con una rapidez tan
impresionante que poco después pudimos hacer los arreglos para que ella viniera
a Inglaterra, y más precisamente a Upper Norwood en donde una casa de campo
llamada Maycot había sido acondicionada para ser su residencia temporal.
La mudanza se
realizó sin ningún problema adverso, aunque el trabajo de empacar sus libros,
papeles y manuscrito fue una empresa verdaderamente terrible ya que ella siguió
escribiendo hasta el último momento; y tan seguro como cada libro, papel o
porción del manuscrito ya había sido cuidadosamente guardado en el fondo de
alguna caja, así igualmente seguro que ella en algún momento lo necesitaría
urgentemente e insistiría en que se desempacara la caja a toda costa.
Sin embargo, al
final terminamos de empacar y llegamos a Maycot, y antes de que Blavatsky
pasara dos horas en la casa, ella ya tenía sus materiales de escritura y estaba
trabajando duro otra vez.
Su capacidad de
trabajo era increíble; desde la madrugada hasta la noche ella seguía trabajando
sentada en su escritorio, e incluso lo hacía cuando se encontraba de nuevo muy
enferma y que la mayoría de las personas habrían estado tendidas indefensas en
la cama, pero Blavatsky no porque ella se esforzaba por continuar resueltamente
con la tarea que había emprendido.
Uno o dos días
después de nuestra llegada a Maycot, Blavatsky colocó en frente del Dr.
Keightley y de mí todo el manuscrito de La
Doctrina Secreta que hasta ahora ya había completado, y nos pidió que lo
leyéramos y corrigiéramos la puntuación y la redacción en inglés, y
modificáramos lo que quisiéramos como si se tratara de nuestro propio escrito,
lo que naturalmente no hicimos teniendo una opinión muy elevada de su
conocimiento en Ocultismo para tomarnos tales libertades con una obra tan
importante.
Lo que hicimos
en cambio fue leer con mucha atención y cuidado todo el manuscrito (el cual
formaba un montón de papales de más de 90 centímetros de alto) y corregimos la puntuación
y el inglés sólo en donde era absolutamente indispensable.
Y luego, después de una consulta
prolongada, enfrenté a Blavatsky con respecto a la estructura que debía de
tener su obra y con la solemne opinión de que todo el asunto debía ser arreglado
de acuerdo con un plan definido, ya que tal como en ese momento se encontraba
el manuscrito, su nuevo libro sería parecido a lo que sucedió con su anterior
obra “Isis Develada” o incluso peor
en lo que respecta a la ausencia de plan y secuencia de los temas.
Y después de algunas discusiones Blavatsky nos dijo que hiciéramos
como quisiéramos, que ella se lavaba las manos por completo en ese aspecto porque
ya había tenido más que suficiente de sufrir con semejante trabajo y por eso
nos lo entregaba para que nosotros lo estructuráramos lo mejor que pudiéramos.
Entonces nos retiramos y lo reflexionamos, y finalmente le
presentamos un plan sugerido por el propio contenido, a saber que la obra
constara de cuatro volúmenes, cada uno dividido en tres partes:
1) Las estrofas y los Comentarios al respecto
2) El simbolismo y
3) La ciencia que hay en ello.
Además, en lugar de hacer que el primer volumen consistiera,
como ella quería al inicio, en la historia de algunos grandes Ocultistas, le
aconsejamos que mejor siguiera el orden natural de la exposición y comenzara con
la Evolución del Cosmos, para luego pasar a la Evolución del hombre, y solo
luego tratar la parte histórica en un tercer volumen que abordaría las vidas de
algunos grandes Ocultistas, y por último hablar del Ocultismo práctico en un
cuarto volumen, si alguna vez pudiera escribirlo.
Este plan se lo expusimos a Blavatsky y este fue debidamente
aprobado por ella.
El siguiente paso fue volver a leer
el manuscrito, pero esta vez para reordenar los temas según perteneciesen a la Cosmogénesis
o a la Antropogénesis, los cuales debían formar los dos primeros volúmenes de
la obra.
Y una vez
habiendo completado lo anterior, y también habiendo consultado debidamente a Blavatsky,
y habiendo obtenido su aprobación de lo que debía hacerse; todo el manuscrito
ya ordenado así, fue mecanografiado por manos profesionales, y luego releído,
corregido, comparado con el manuscrito original, e insertando nosotros mismos
todas las citas en griego, hebreo y sánskrito.
Entonces nos
dinos cuenta de que todos los Comentarios de las Estancias no llegaban a veinte
páginas de la obra como ahora ya se encontraba, y esto debido a que Blavatsky
no se había apegado completamente a su texto escrito. Así que tuvimos otra discusión
con ella, y le sugerirnos que debía escribir un verdadero texto sobre los
Comentarios de las Estancias, ya que en sus palabras iníciales ella se lo había
prometido a sus lectores. Y su contestación fue muy característica de ella:
- “Qué tanto quieren que yo diga, que es lo que quieren saber. ¡Si todo es tan claro como mi nariz!”
- “Qué tanto quieren que yo diga, que es lo que quieren saber. ¡Si todo es tan claro como mi nariz!”
Como interpolación, habría que añadir
que en el otoño de 1887, creo que fue en el mes de octubre si no recuerdo mal,
todos nos mudamos a Londres, a la casa ubicada en Lansdowne Road 17, en Notting
Hill, donde estaba residiendo la condesa Wachtmeister quien había estado de
visita en Suecia desde que Blavatsky salió de Ostende, y se unió a nosotros
para establecer la primera sede de la nueva Sociedad Teosófica en Londres.
Durante nuestra estancia en Maycot,
se fundó la revista Lucifer, publicada
originalmente por el señor G. Redway, y Blavatsky siguió trabajando todo el
tiempo escribiendo sus artículos, y también produciendo más capítulos para La Doctrina
Secreta.
Y estos y otros trabajos de la
Sociedad Teosófica yo tenía que estar continuamente atendiendo por lo que me
encontré muy ocupado durante muchas semanas, y creo que se efectuó el traslado
a Lansdowne Road, antes de que finalmente se resolviera el problema con los
Comentarios sobre las Estrofas de las Estancias de Dzyan.
Y el problema
se resolvió de la siguiente manera: cada Sloka de las Estancias fue escrita (o
recortada de la copia mecanografiada) y pegada en la parte superior de una hoja
de papel en limpio, y luego en una hoja suelta sujetada sobre la anterior, y
allí se escribieron todas las preguntas que pudimos encontrar con respecto a esa
Sloka.
Y en esta tarea, el Sr. Richard
Harte nos ayudó mucho debido a que una gran parte de las preguntas fueron
elaboradas por él.
Luego Blavatsky
eliminó una gran cantidad de esas preguntas para solo guardar las esenciales, y
nos hizo escribir explicaciones más completas, o que escribiésemos nuestras
ideas de lo que sus lectores esperaban que ella misma dijese; y posteriormente
ella escribió más, incorporando lo poco que ya había sido escrito por ella
misma sobre esa Sloka en particular, y así se llevó a cabo el trabajo con cada
Sloka.
Pero posteriormente
cuando pensamos enviar el manuscrito al impresor, el resultado era tal que el
editor más experimentado se hubiese jalado los cabellos en desesperación. Por
lo tanto el Dr. Keightley y yo mismo nos pusimos a escribir de nuevo la obra a
máquina, dictando y escribiendo alternadamente, para así crear una nueva copia
en limpio de las primeras partes de los Volúmenes I y II.
Y se continuó así con el trabajo
hasta que las primeras partes de cada volumen se encontraban en una condición
lo bastante decente para poder enviar el manuscrito a la prensa.
Originalmente, se había acordado que
el Sr. George Redway publicaría la obra, pero sus propuestas no eran
financieramente satisfactorias, por lo que el dinero necesario lo ofreció un
amigo de Blavatsky y se resolvió tomar la publicación de su revista en nuestras
propias manos.
Y de la historia posterior de La Doctrina Secreta ya no hay mucho más
que decir, aunque todavía hubo meses de arduo trabajo por delante. Blavatsky leyó
y corrigió dos series de pruebas del borrador, luego una prueba de página, y
finalmente una revisión de la hoja, corregida, agregada y modificada hasta el
último momento. Y el resultado fue una factura de la impresora por las correcciones
de más de £ 300.
Sobre los fenómenos paranormales relacionados
con La Doctrina Secreta tengo poco
que decir, pero si me acuerdo de numerosas citas que aparecían completas de
libros que nunca estuvieron en la casa. Citas que posteriormente verifiqué su autenticidad
después de horas de búsqueda en el Museo Británico, a veces con dificultad para
encontrar un libro raro.
Y al verificar las citas, encontré
ocasionalmente el curioso hecho de que las referencias numéricas se encontraban
invertidas, por ejemplo Blavatsky había escrito “p.321” en vez de “p.123”, que
ilustra la inversión de los objetos cuando se ve por medio de la luz astral.
Pero más allá de tales casos de visión clarividente, no tengo más fenómenos
directamente relacionados con la producción de La Doctrina Secreta para relatar.
Por último, no debo omitir la
valiosa asistencia prestada por el Sr. E.D. Fawcett, ya que antes de que yo
fuera a Ostende, él había estado en correspondencia con Blavatsky y más tarde
también ayudó mucho en la elaboración de La
Doctrina Secreta ya que él proporcionó muchas de las citas de trabajos
científicos, así como muchas confirmaciones de las doctrinas ocultas derivadas
de fuentes similares.
No sería correcto dar cuenta de cómo
se escribió La Doctrina Secreta para
omitir mencionar su nombre, y como no lo he hecho en la secuencia cronológica
adecuada, reparo la omisión ahora.
En cuanto al valor de esta obra, la
posteridad lo dirá, y en lo personal solo puedo dejar constancia de mi profunda
convicción de que cuando se estudia esta obra a fondo pero no como si se
tratara de un dogma, y cuando se entiende y se asimila pero no como si se tratara
de una revelación, entonces uno encuentra en La Doctrina Secreta un valor inestimable porque proporciona
sugerencias, pistas e hilos de guía para el estudio de la naturaleza y el
hombre, como ningún otro trabajo existente puede proporcionar. »
(“Reminiscencias de H.P. Blavatsky y la Doctrina Secreta”
por la Condesa Constance Wachtmeister, apéndice I-1, p.89-95)
Hola Cid, me asombra leer esto, pues la versión que conseguí era editada por Alice Bailey y decía que modificó muchos errores... además de unas entradas anteriores hablabas de las modificaciones que ella le hizo a la obra, ya no se si leerla. Es posible encontrar la versión original?
ResponderBorrarPor el momento la versión original solo la he encontrado en inglés:
Borrarhttps://www.theosociety.org/pasadena/ts/tup-onl.htm
Y la principal versión que encuentras en español en internet, aunque no es la original es bastante decente:
http://www.teosofiaoriginal.com.ar/index.php/literatura/libros
¿que karma pagarían personajes como hitler o stalin?
ResponderBorrarUno muy pesado
Borrary como seria eso?
BorrarNo lo sé porque normalmente por cada acto malo que haces, se te regresa lo mismo, pero aquí estamos hablando de millones de personas que fueron torturadas y asesinadas, y simplemente no veo como un individuo podría lidiar con semejante karma.
Borrarseria destruido?
BorrarProbablemente
BorrarHola cid como estas? que dice el esoterismo o que opinas tu sobre los cristales?(te hago la pregunta aqui para acordarme en que post fue ya que veo tu blog diariamente esperon no te moleste)
ResponderBorrarSiguiendo la logica que la materia es donde esta mayormente concentrada la consciencia de Dios, sirven realmente para los usos que se le dan los cristales? (meditacion, limpieza de energias, agua de cristales,etc)
Acuérdate que conciencia y energía son los dos polos de la esencia divina, pero justamente por haberse densificado en su máxima expresión la energía, la conciencia divina se encuentra completamente dormida cuando su esencia se vuelve materia.
BorrarY lo que dijo el Maestro Pastor con respecto a los cristales es lo siguiente:
« La Jerarquía angelical son los detentores del fuego eléctrico. Con él, sus altos jerarcas en un primer lugar controlan los ciclos del tiempo, y en segundo lugar determinan las formaciones de la materia.
Y para llevar el discurso más lejos, es por la formación de los cristales (la familia más elevada del reino mineral) que las grandes Inteligencias que formaron la Creación pudieron perfectamente ordenar todos los átomos que después dieron lugar a los siguientes reinos: al reino vegetal, animal y humano.
Si se pudo realizar con los cristales, eso significa que se puede también realizar en los demás reinos. O sea que los cristales son el lugar donde la jerarquía creadora testa (si puedo exprimirme así) su capacidad de creación. Y si todo se pasa bien ahí, entonces es como un fuego verde que es dado para que entonces todo el resto de la creación se lleve a cabo.
Por lo tanto, los cristales son el lugar físico donde se podrá más concentrar, ver y recibir el fuego eléctrico. Y es por eso que no se debe hacer no importa qué con cristales, porque son el lugar donde el fuego eléctrico atraviesa por excelencia. Por lo tanto, ¡mucho cuidado! Nada de jueguitos con los cristales. ¡Discernimiento! No utilicen los cristales que, ya sea por amor, ya sea porque saben muy bien lo que están haciendo. El fuego eléctrico es como un relámpago. A menos que puedan ser un gran mago y actuar como pararrayos, no podrán manipularlo sin ser gravemente dañados.
Los Maestros enseñan poco a poco a los humanos a colaborar con el fuego eléctrico. Aunque la manipulación de los humanos con el fuego eléctrico pasará inevitablemente (o más bien dicho, repasará inevitablemente) por una colaboración con el reino angelical, porque el reino angelical es el controlador del fuego eléctrico. »
(Conferencia del 22.10.88)
Y eso me indica que efectivamente los cristales si pueden servir, pero también hay que tener en consideración que los humanos todavía tienen muy poco desarrollados sus poderes y por consiguiente no pueden hacer gran cosa con los cristales, y también debes tener en cuenta que se han inventado muchas cosas falsas con respecto al manejo de los cristales.
En donde compro mis cristales, el otro dia la chica me explicaba que habia casos en que un cristal estaba digamos "muerto" o casi inerte por el mal cuidado de la persona
ResponderBorraro el ambiente en el que estaba, me decia que ella aveces intentaba "revivir" esos cristales, y me explicaba que la relacion con los cristales debe ser algo reciproco digamos,
no esperar que el cristal te dé sus propiedades/energia/proteccion, sino tambien uno darle cuidado y amor al cristal, como lavarlos, cargarlos con el sol o la luna, hecharles el humo de inscienso..
Me imagino que un futuro esta relacion con los cristales evolucionará pero con lo que dice Pastor nosé si realmente valdrá la pena seguir haciendolo en vano? o será mejor dejarlas como un lindo adorno en alguna parte de la casa.
Ya que estoy aqui te hago otra pregunta:
Como distinguir un pensamiento propio, de uno infiltrado por alguna entidad astral? ellos pueden saber todo el tiempo lo que pensamos y sentimos?
si es asi no nos estarian quitando nuestro libre albedrio?
Nuevamente muchisimas gracias cid por tu tiempo y tu conocimiento.
Sobre los cristales no sabría decirte, y sobre las entidades astrales, en efecto ellas pueden percibir nuestros pensamientos y emociones y por consiguiente manipularnos fácilmente a través de ellos. Y para poder distinguir un pensamiento propio necesitas conocerte y observarte para así percibir cuando un pensamiento o una emoción que surge en tu interior proviene de ti mismo o de alguien más.
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