Sobre
este tema Papus en su libro “Tratado
elemental de ciencia oculta” escribió lo siguiente:
¿Cuáles
son los medios que un curioso puede emplear actualmente para aprender la
ciencia antigua u oculta?
Esos
medios son de dos órdenes distintos:
1.
instrucción personal o
2. instrucción
por las sociedades.
La
instrucción personal es la única verdadera, útil, y el trabajo de las sociedades
debe limitarse a guiar al postulante.
Uno
adquiere tal instrucción estudiando ya la naturaleza, ya en los libros, una vez
en posesión de ciertos datos. Estos datos constituyen el fondo de todas las iniciaciones
y este libro no tiene más objeto que facilitar la tarea de los recipiendarios e
iniciadores. No me hago ilusiones sobre los defectos inherentes a mi trabajo;
pero el lector me excusará, vista la dificultad de la empresa. De todos modos,
el investigador consciente duda siempre en seguir los consejos de los libros y un
guía vivo le parece preferible a todas las bibliotecas del mundo. Entonces es
cuando se dirige a las sociedades de iniciación.
La
Francmasonería
La
primera que se presenta ante sus ojos es la francmasonería. Lejos de mí considerar
esta gran asociación, como desprovista de todo interés desde el punto de vista
de la ciencia oculta, como hacen algunos autores modernos.
La
francmasonería, como he demostrado en mi “Tratado
metódico de ciencia oculta”, posee los símbolos y los secretos más
elevados, pero sin saberlo sus miembros. Estos han perdido la clave que descubre
el sentido de la PALABRA misteriosa INRI, y los Rosacruces francmasones pueden continuar
llorando esa pérdida.
Algunas
inteligencias superiores, como Ragon, han hecho grandes esfuerzos para elevar la
intelectualidad de la asociación desde el punto de vista oculto, ¿pero cómo
enseñar la parte más elevada de la ciencia a gentes que no conocen las primeras
nociones?
La
luz que la francmasonería promete a sus adeptos bajo el juramento más riguroso,
no puede suministrarla sino a los bastante instruidos para adquirirla y que por
lo tanto no tienen necesidad de comprometer su libertad.
El
curioso que quiere verdaderamente ser iniciado entre los H.'. de la V.'. pierden
su tiempo. teóricamente hablando, cualquiera sociedad, sin embargo, no le suministrará
tan abundantes recursos para la práctica diaria de la vida.
Dicho
esto, debemos a la fracmasonería gran reconocimiento por sus servicios al
pensamiento, obrando contra el sectarismo y el despotismo en todas la épocas.
¿Sabrá
continuar su camino en lo porvenir? ¿Dónde habrá que dirigirse para encontrar
los guías vivos para el estudio del ocultismo, a falta de la francmasonería?
Notamos
desde luego que cierto ritos masónicos del extranjero han conservado un gran
valor simbólico; en Francia mismo el rito cabalístico de Misraim se yergue como
guardia fiel de las elevadas enseñanzas simbólicas, frente a los políticos
ignorantes que han invadido los templos.
La
francmasonería ha sido creada por los iluminados Rosacruces (Ashmole y R. Fludd
eran hermanos iluminados de la Rosa-Cruz) para servir de centro de cultura y
observación de las órdenes más puras y elevadas. Cuando los alumnos quieren
remontarse hasta sus maestros y rompen los símbolos tradicionales para inventar
los adecuados a su medio, entonces los maestros abandonan a los imprudentes a
su rápida disolución y hacen salir de la sombra de los santuarios secretos las fraternidades
supremas, autorizándolas a crear los círculos exteriores.
La Sociedad
Teosófica
Los
Superiores desconocidos están ahí. Los verdaderos iniciados de Oriente u
Occidente se reconocen siempre y saben comulgar en una misma fuente, porque ambos
conocen la misión divina del Cristo.
Pero
algunos europeos han querido presentar como una pura iniciación oriental una adaptación
completa de elementos heteróclitos esparcidos, y ése ha sido uno de los mayores
errores de la Sociedad Teosófica.
Cuando afirmamos que las doctrinas
propagadas por la Sociedad Teosófica son el resultado, no de una iniciación,
sino una compilación, no queremos negar la existencia de una iniciación, ni de
un esoterismo oriental. No queremos tampoco hacer un paralelo. Pretendemos que
la Sociedad Teosófica no representa un centro de iniciación de Oriente.
Los iniciados
del Oriente
Nadie más que el autor de esta
líneas respecta la convicción leal y sincera, nadie mejor que él reconoce que
hay en Oriente iniciados de gran sabiduría, pero esos iniciados se adscriben a
los santuarios secretos del brahmanismo y jamás al budismo.
Entre los brahmanes, pocos se
inician en los grandes misterios, y reconocen en seguida que no poseen las
claves de la lengua atlante primitiva, el watan, que sirve de raíz fundamental
al sánscrito, el hebreo y el chino, así como a la escritura jeroglífica.
Las
sociedades iniciáticas occidentales
Las
sociedades iniciáticas occidentales más accesibles y que se pueden nombrar sin indiscreción
son: la Rosa-Cruz, la Orden Martinista, las sociedades alquímicas, astrológicas
y herméticas derivadas del martinismo o afiliadas a él.
La
Orden cabalística de la Rosa-Cruz, cuyo gran maestre es Stanislas de Guaita,
consagrábase exclusivamente al estudio. Pero hoy está completamente cerrada.
La Orden
Martinista
La
Orden Martinista es un centro activo de difusión iniciática, para propagar
rápidamente y de una manera extensa las enseñanzas ocultas y las grandes líneas
de la tradición occidental cristiana. Está centralizada en un consejo de veintiún
miembros, residente en París, con delegados generales y especiales, logias,
grupos e iniciadores libres de la Orden Martinista en Europa, África y América.
Ninguna
otra sociedad iniciática tiene en Occidente tanto número de logias y gracias a sus
afiliaciones está en relación con los babistas de Persia, con las sociedades ocultistas
de China y con todas las asociaciones religiosas del Islam y muchos centros de
la India.
Sobre
la orden Martinista funciona el Grupo independiente de estudios esotéricos con 104
ramas y corresponsales y paralelamente a la orden está la Facultad de Ciencias herméticas,
que desde París se distribuye en escuelas anexas en Lieja, Madrid, Berna, Buenos
Aires, Lyon y Burdeos, suministrando una enseñanza progresiva, facilitando, previo
examen, los títulos de bachiller, licenciado y doctor en ciencias herméticas.
Los
estudios especiales de alquimia se prosiguen, por otra parte, bajo la dirección
de la Sociedad Alquímica francesa, dirigida por un comité de investigadores competentes,
del que es secretario Jollivet-Castelot.
Así
se dirige la enseñanza espiritualista y hermética, frente a la enseñanza atea y
materialista. Así se forma ese potente estado mayor de intelectuales que, en casos
de crisis social, serían los guardianes del depósito de las verdades vivas que
les
fueron
confiadas.
Pero
en estos últimos tiempos, un cuerpo más considerable fue intentado: bajo el
nombre de Unión idealista universal, todos los jefes de los grandes movimientos
filantrópicos de Europa y América se han unido agrupando en un solo haz un
ejército de treinta mil intelectuales con periódicos en todas las lenguas.
(Capítulo
11)
OBSERVACIONES
Primero
deben estar conscientes que iniciaciones hay de todos los tipos y de todos los
grados. Por ejemplo el bautismo es una forma de iniciación, incluso las
personas que van a la misa reciben una iniciación al momento de la
consagración.
Pero
estas iniciaciones son muy básicas y para toda la población, en cambio no
existen sociedades públicas que brinden iniciaciones más profundas que sirvan
para recorrer el sendero ocultista.
Papus
critica a la Masonería y a la Sociedad Teosófica porque él quiere traer al
público hacia su Orden Martinista (la cual he descubierto que fue bastante
fraudulenta).
Pero
el maestro Pastor indicó que en los rituales auténticos de la Masonería si hay
un manejo de energías, aunque también he escuchado que los conocimientos esoteristas
que brinda esa institución son pequeños.
En
cambio la Sociedad Teosófica no tiene rituales pero sus conocimientos esotéricos
son los más profundos que he encontrado, y esto se debe porque mi investigación
me ha demostrado que los Maestros transhimaláyicos muy probablemente si existen
y ellos estuvieron detras de la fundación de esa organización.
Y
Papus también está muy errado con los iniciados orientales ya que mi
investigación me ha llevado a concluir que es en el budismo donde se encuentran
los iniciados más elevados que hay en el Oriente, mientras que en el
brahmanismo también hay iniciados pero estos son de un nivel menor y suelen
estar muy confundidos.
En
cuanto a las otras sociedades “iniciáticas” occidentales que menciona Papus,
estas son en gran medida embusteras.
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