LA OPINIÓN DE JORGE ANGEL LIVRAGA SOBRE LA MASONERÍA

 

 
 
Sobre la relación que tuvo Jorge Angel Livraga con la masonería, en su autobiografía él escribió lo siguiente:
 
 
« Conocí un curioso personaje muy erudito en astrología y me dediqué a estudiar con él. Era el Capitán de Fragata H.N.P. que tendría luego gran protagonismo en la caída de Perón y que tenía el grado 33 de la Masonería del Gran Oriente Argentino, Rito Escocés.
 
En su sabiduría y amabilidad, jamás me propuso entrar a la Masonería, ni Yo me sentí nunca tentado a ello, pues el simbolismo judeo-cristiano no era mi preferido y además, la Masonería en Argentina carecía de facilidades para un estudio profundo o para prácticas esotéricas y más bien era un núcleo político-social de apoyo económico, inclinado a banquetes y ceremonias más impresionantes que realmente ritualísticas y simbólicas.
 
También, este amigo que triplicaba mi edad, me dio lecciones de esgrima y me puso en contacto con mucha gente interesante del Circulo Naval Argentino.
 
 
La Masonería en sus distintas facciones y el Rosacrucismo Tradicional (no el de AMORC fundado a comienzos de siglo XX) fueron intentos de la Jerarquía de rescatar algunos elementos de corte Iniciático en el siglo XIX y en el que le precedió; pero estos intentos degeneraron en formas altamente politizadas y neutralizadas por el Positivismo Iluminista y por el Marxismo, nacidos de una intelectualización teorética de la Vida, que es la antítesis del verdadero Conocimiento Esotérico Tradicional. »
(Capítulo 6 y 10)
 
 
 
 
 
 
OBSERVACIÓN
 
Constatamos que a Jorge Angel Livraga no le gustaba la masonería principalmente por su aspecto judeo-cristiano, y también porque consideraba que la masonería se había vuelto más un club para hacer relaciones político-sociales que una organización esotérica (en lo cual en muchas logias tiene razón).
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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